Se cierra el telón

[Eikyuu Juro]

« Supongo que esta es mi primera vez en un hospital... »

La habitación en la que Juro se encontraba parecía ser la típica habitación de hospital: un cuarto individual — afortunadamente, no lo compartía con nadie — de paredes blanquecinas. Juro reposaba en una camilla, con una bata de hospital. A su lado, había una pequeña repisa, donde había depositado tanto su portaobjetos como su bandana y las cosas que tenía. A su espalda, había un gran ventanal que dejaba entrar la luz del día. A otra mano, una puerta corrediza, por donde entraban y salían los médicos, las enfermeras, y, en ocasiones, su hermana.

Tras la batalla, el genin había sido llevado en camilla hasta aquel lugar, donde le habían atendido. El golpe provocado por Yota le había causado una fractura. A eso se achacaba el dolor, la dificultad de respiración y su incapacidad para seguir peleando. A eso y al cansancio, claro. La zona abdominal por donde había recibido el golpe estaba vendada, bajo su pecho.

Juro no había perdido la consciencia en ningún momento desde que había sido transportado ahí, aunque había dormido bastante. Estaba casi incomunicado, si no fuese por la ventana, que le permitía ver cuando era de día y de noche.

Suspiró. Se preguntó como le iría a Yota. No había recibido daños para ser hospitalizado, al menos por su parte. Supuso que él se había llevado a su marioneta, pues no estaba con él. La perspectiva de que Gen se hubiese quedado en mitad de la arena no le hacía mucha gracia. Pero pensándolo bien, todo el mundo le había visto con ella.

— Que aburrido — murmuró. Ni si quiera podía entretenerse moviendo nada. No se atrevía a usar chakra aún.

Con calma, observó el exterior de la ventana. Desde la camilla, solo podía ver el cielo azul y el sol. Muy pocas nubes se asomaban por el claro. Un pequeño paisaje digno de un cuadro.

[Sasagani Yota]

Habían pasado ya un par de días tras la pelea de la segunda ronda con Jurete, los suficientes como para que mis heridas sanasen. Afortunadamente, no fue como en el combate inaugural y me llevé un numero más reducido de lesiones. Quizás los entrenamientos entre una ronda y otra fueran la explicación de aquello. Pese a que mi rival fue Juro me sentía orgulloso de lo conseguido hasta el momento en aquel valle en el que se daba lugar el evento pero...

«¿Habré hecho lo suficiente para llevarme el reconocimiento de Kenzou o tengo que superar más fases?»

No había día en que no e preguntase lo mismo varias veces. Tampoco tenía noticias por su parte. De hecho dudaba mucho que llegase a tenerlas así que no quedaba de otra que dar el máximo hasta que cayese eliminado.

En cualquier caso, ahí estaba, amaneciendo un nuevo día. Me quité la pereza de encima y vi la marioneta de Juro recostada al lado del armario. Estaba más reluciente que cuando se acabó la pelea, aproveché para sacarle algo de brillo a su áspera piel.

— Igual va siendo hora de un reencuentro con Jurete, ¿No crees, Gen?

Aquel montón de madera y truquitos no articuló ni medio palabra, como era de esperar.

Pero la idea había sido trazada, por lo que me esperaba un no apasionante día en el hospital con Jurete, mi amigo y compañero de filas. Aún pasado tres días seguía pasándolo mal, viéndolo en mi cabeza jadeando y sufriendo tras aquella técnica.

···

Atravesaba aquellos pasillos con olor a lejía y desinfectante con Gen a cuestas hasta localizar la habitación de mi compañero, tal y como me habían indicado en recepción. Abrí la puerta con mi mano diestra y allí pude ver a Jurete muerto de asco.

— Eh, Jurete, mira quién ha venido

Era Gen, su cabeza asomaba por encima de la mía.

— Debes saber que ha llorado todas las noches...

[Eikyuu Juro]

Mientras Juro observaba la solemnidad del paisaje, con fingida calma — en realidad, estaba muerto de aburrimiento. Simplemente quedaba más intelectual el fingir que lo apreciaba —, la puerta de su habitación se abrió de golpe. Juro se giró, suponiendo que sería su hermana, pero una voz diferente le sacó de su estupor.

— Eh, Jurete, mira quién ha venido

Sasagani Yota, el genin que oficialmente mejor conocía de toda Kusagakure, y el que le había dejado en aquella camilla, asomaba por la puerta. Sobre su cabeza se encontraba Gen, su fiel marioneta, de pelo negro tintado.

— ¡Yota! — exclamó, intercambiando miradas entre la marioneta y el genin.

El chico, aferrado aún a su marioneta, continuó con la broma.

— Debes saber que ha llorado todas las noches...

Juro soltó una carcajada. Trató de serenarse después de eso. Muchas veces disfrutaba pensando que su marioneta realmente estaba viva. Le gustaba asustar a la gente y fingir. A riesgo de parecer uno de esos marionetistas locos.

— Pobre. ¿Le has dado bien de comer? ¿Le has bañado? Espero que le hayas sacado a pasear — comento, con fingida preocupación, para luego dirigirse a él seriamente y dedicarle una sonrisa —. Gracias por venir, Yota. Veo que ya estas recuperado del todo.

[Sasagani Yota]

El convaleciente Juro, postrado en su cama parecía haber recibido mi inesperada visita con una alegría rezumante. en realidad tenía miedo de que guardase algo de rencor o que estuviese demasiado dolorido todavía como para poder tener siquiera una conversación agradable y tranquila. Afortunadamente estaba de humor.

— Pobre. ¿Le has dado bien de comer? ¿Le has bañado? Espero que le hayas sacado a pasear — comento, con fingida preocupación, para luego dirigirse a él seriamente y dedicarle una sonrisa —. Gracias por venir, Yota. Veo que ya estas recuperado del todo.

Entré finalmente en la habitación sin cerrar la puerta.

— Pueeeees, debo reconocer que lo de comer lo lleva fatal, ¿Sabes? No abre la boca ni que lo maten. Es alucinante — dije, siguiendo la broma que él mismo había iniciado mientras dejaba el títere reposando en una silla que había, seguramente para los visitantes — Bueno, bueno, no tan deprisa, chaval. Sigo teniendo mis heridas aunque supongo que pronto podré retomar los entrenamientos. Debo estar completamente preparado, cada vez la cosa se pone más jodida en los combates

Ahora sí. Me acerqué a la puerta y la cerré, luego me puse cerca de aquella cama para interesarme por mi camarada.

— ¿Tu como lo llevas? Sigues haciendo la misma cara de estreñido

[Eikyuu Juro]

Afortunadamente, Yota no parecía tener secuelas tras su pelea. Juro tenía algo de tensión por lo sucedido: no es que temiese haberlo herido, si no más bien, que su relación de compañerismo hubiese sido herida. Algo estúpido, si lo pensaba mejor. Era su segunda pelea después de todo.

— Pueeeees, debo reconocer que lo de comer lo lleva fatal, ¿Sabes? No abre la boca ni que lo maten. Es alucinante.

— Ya me parecía a mi... esta más delgado

Dejando a un lado la broma, Yota cerró la puerta, adentrandose definitivamente en la habitación, y depositó a la marioneta en una de las sillas destinadas para los invitados. Juro le echó un vistazo; estaba entera. No había sido destruida en el combate, y era un alivio. Tener que repararla en su estado iba a ser difícil, y odiaría tener que pedírselo a su hermana: era suya, después de todo.

— Bueno, bueno, no tan deprisa, chaval. Sigo teniendo mis heridas aunque supongo que pronto podré retomar los entrenamientos. Debo estar completamente preparado, cada vez la cosa se pone más jodida en los combates. ¿Tu como lo llevas? Sigues haciendo la misma cara de estreñido

Juro volvió a soltar una carcajada con ganas. Se tuvo que detener a mitad, sin embargo. La zona herida había empezado a dolerle por las contracciones. Con una mueca, se serenó.

— Algo así. Al menos ya no parezco una boca de riego — murmuró, sin ganas. El escupir sangre había sido muy desagradable —. Estoy recuperándome. Tardaré un poco más, pero los médicos son buenos. No te preocupes, esto solo es temporal.

[Sasagani Yota]

Volvió a reír tras mi último comentario, pero esta vez iba a resentirse, deteniendo las risas en mitad del proceso y haciendo una evidente mueca de dolor. Estaba peor de lo que el muchacho quería y decía. De hecho, aún le quedaban unas cuantas noches en aquella mullida cama.

— Algo así. Al menos ya no parezco una boca de riego — murmuró, sin ganas. El escupir sangre había sido muy desagradable —. Estoy recuperándome. Tardaré un poco más, pero los médicos son buenos. No te preocupes, esto solo es temporal.

— Bueno, tu céntrate en lo tuyo y estate listo para ver como pateo culos hasta que cumpla la promesa que te hice

Llegar hasta la final. Aquello era lo que debía hacer quien fuera que hubiese ganado nuestro combate y por tanto, aquella tarea me había sido encomendada en forma de promesa. Por lo tanto, el fracaso no era una opción.

— Oye, ¿Por un casual te dejarían salir de aquí un rato? Esto es más aburrido que las misiones que nos hacen hacer en la aldea..

[Eikyuu Juro]

Su mueca de dolor no pasó desapercibida en el rostro del genin.

— Bueno, tu céntrate en lo tuyo y estate listo para ver como pateo culos hasta que cumpla la promesa que te hice

— De acuerdo. Lo siguiente son las semifinales. Estaré dándote ánimos — comentó, felizmente. Se imaginó así mismo, con Sora-sensei, sentado en las gradas. Seguro que su hermana también se apuntaba.

Se preguntó si realmente Yota pasaría. No dudaba en su compañero — estaba claro que era muy fuerte. Pero hasta una persona fuerte se podía vencer con trucos — pero tampoco sabía de sus rivales.

— Oye, ¿Por un casual te dejarían salir de aquí un rato? Esto es más aburrido que las misiones que nos hacen hacer en la aldea..

Esa era una pregunta delicada. La respuesta profesional sería un: "No debería. Un paciente debe de permanecer en su camilla hasta que este mejor. Quien sabe lo que podría pasar". Sin embargo, si le preguntabas a un chico de trece años que estaba más aburrido que una ostra...

La verdad es que él ya se había dado más de un paseo por el hospital, y nadie se lo había prohibido realmente. Su hermana le había llevado a algún sitio en silla de ruedas incluso, cuando no podía moverse. Pero ella ya no estaba ahí. El médico le había dicho que guardara reposo, pero dar un paseo no estaría mal...

— Bueno, nadie me dijo que no pudiera — comentó, con una sonrisa —. A veces lo he hecho, pero no he llegado a irme del hospital. Mientras no nos alejemos mucho, esta bien.

[Sasagani Yota]

Lo que más esperaba es algo así como "No, no puedo. Los médicos me han dicho que tengo que descansar y bla bla bla" pero por lo visto no habían habido restricciones al respecto. Aquello me sorprendió, pero al menos era una vía de escape. Que le tocase un poco el aire hasta seria bueno para el muchacho.

— Entonces voy a tener que dejarlo a tu elección — dije con un tono de claro interés — Digamos que tienes 3 opciones. Podemos quedarnos aquí, podemos hacer una emocionante paseo por los pasillos del hospital o podríamos intentar salir de aquí, tranquilo, no te haré correr. Además, hoy no es que haga mucho calor

De esta forma, la responsabilidad de lo que hiciéramos recaía por completo en el marionetista que sería el que tendría la última palabra, aunque yo me decantaría claramente por salir a la calle.

— ¿Y bien? ¿qué se le antoja al señor?

[Eikyuu Juro]

Yota se vio visiblemente sorprendido ante las palabras de Juro. Quizá esperase una faceta más seria de él, o quizá estuviese decepcionado con el reglamento de hospital en el que se acabaría alojando en el futuro.

—— Entonces voy a tener que dejarlo a tu elección — dije con un tono de claro interés — Digamos que tienes 3 opciones. Podemos quedarnos aquí, podemos hacer una emocionante paseo por los pasillos del hospital o podríamos intentar salir de aquí, tranquilo, no te haré correr. Además, hoy no es que haga mucho calor

Sopeso las posibilidades. Desde luego no quería quedarse ahí, pero dudó de que Yota quisiese pasear por el hospital. Aún así, le había dado la decisión a él...

« El hospital es aburrido. No le importara a nadie »

No iba a pasarse toda la vida pensando en los demás. Le apetecía dar un paseo, y no tenía nada de malo. Solo espero que no coincide con la visita de su hermana. Ya había ido hacia un rato, así que espero que no.

— Está bien, pues vamos a dar un paseo fuera. Pero no te pases — le advirtió Juro.

Juro hizo un esfuerzo y se levantó de la camilla. Al principio, sintió una punzada de dolor, pero logró mantenerse en pie. Mientras caminase lento, debería de poder caminar bien.

Dirigió una mirada a Yota y levanto el pulgar de su mano derecha, con una expresión divertida.

— ¡Listo!

[Sasagani Yota]

— Está bien, pues vamos a dar un paseo fuera. Pero no te pases

Sonreí. era justo la respuesta que quería oír.

— Venga va, sabes que nunca me paso. volveremos pronto, por si acaso

Sí, tampoco quería que lo tomasen por una mala influencia o algo así.

El gennin se fue incorporando lentamente a pesar de que lo hacia todo lo rápido que su tullido cuerpo le permitía. Hubo alguna mueca de dolor en el proceso pero finalmente, descendió de la cama y se erguía ante mis ojos.

— ¡Listo!

— ¡Vamos, pues!

Tenía la mano ya en el pomo de la puerta de la habitación dispuesto a abrirla para adentrarnos en el pasillo cuando de pronto me vino algo a la cabeza, me detuve un par de segundos y entonces volví a mirar a mi camarada.

— Oye... Gen no se pondrá a lloriquear si lo dejamos solo, ¿Verdad?

[Eikyuu Juro]

— Venga va, sabes que nunca me paso. volveremos pronto, por si acaso

Yota se vio visiblemente emocionado cuando Juro respondió afirmativamente a su petición. A veces, se comportaba como un niño. Igualmente, el marionetista sonrió también. Estaba emocionado por poder hacer algo al fin.

Juro se acercó a la puerta, al tiempo que Yota iba a abrirla. Sin embargo, paró en el último momento.

— Oye... Gen no se pondrá a lloriquear si lo dejamos solo, ¿Verdad?

— Puede, pero no tengo fuerzas para cargarlo y tiene que madurar. No puede ser un niño siempre — dijo, encogiéndose de hombros.

Juro se sintió un poco reticente al dejarlo ahí solo. Luego pensó que no había más probabilidades de que lo robasen a que robasen su bandana o su portaobjetos, o su ropa. Tendría que hacer un voto de confianza con el hospital.

— ¿Sabes lo pesado que es llevarlo siempre a la espalda? — murmuró, mientras salían al largo pasillo típico de los hospitales —. Mi abuela siempre quiso que aprendiese fuinjutsu. Ya va siendo hora de que le haga caso.

Por fortuna, en aquel pasillo no pasaban a penas personas, y las pocas que pasaban, no repararon en los dos críos que acababan de salir de la habitación.

[Sasagani Yota]

— Puede, pero no tengo fuerzas para cargarlo y tiene que madurar. No puede ser un niño siempre

No pude evitar la carcajada.

— Comprendo. En ese caso pórtate bien, Gen. Volveremos pronto

Finalmente abrí la puerta para que pudiésemos salir al pasillo que daba a las distintas habitaciones. La verdad es que había poca gente allí, la gran mayoría estaba dentro de las habitaciones; pacientes, familiares y amigos e incluso algún que otro doctor, puede que alguna enfermera.

— ¿Sabes lo pesado que es llevarlo siempre a la espalda? — murmuró, mientras salían al largo pasillo típico de los hospitales —. Mi abuela siempre quiso que aprendiese fuinjutsu. Ya va siendo hora de que le haga caso.

— Sí me hago una idea —[color] respondí en relación a lo ce ir cargándolo todo el día [color=yellow]— ¿Fuinjutsu? Eso es lo de las técnicas de sellado, ¿Verdad? La verdad es que sería útil. con eso no haría falta llevar mochila en las misiones de más de un día

A mi también me llamaba la atención lo del fuinjutsu pero no conocía a nadie que pudiese enseñarme sus secretos. Hasta donde llegaba mi saber, ni Setsuna ni mamá sabían usar esas técnicas y de Sora no tenía ni idea. De hecho apenas sabíamos cuales eran sus habilidades, tan solo sabíamos que era jonnin y que era nuestra sensei y pues... ¿Quién más aparte de ellos podría enseñarme el fuinjutsu? Quizás si me ganaba el favor de Kenzou-sama... Igual él conocía los secretos de las técnicas de sellado.

Tantas vueltas acabé dándole al asunto que ya habíamos llegado a la salida que daba a la calle principal de Sendoshi. Allí había bastante más gente que en la salida del hospital. La salida daba a una plaza de tamaño normal.

— Bueno, ¿Y ahora, qué?

[Eikyuu Juro]

Los dos salieron de la habitación y recorrieron el pasillo, tranquilamente. Juro caminó a su ritmo, y Yota pareció respetarlo. Así durarían más y no tendrían que cargarle luego.

— ¿Fuinjutsu? Eso es lo de las técnicas de sellado, ¿Verdad? La verdad es que sería útil. con eso no haría falta llevar mochila en las misiones de más de un día

— Resumidamente, si — le concedió Juro, ligeramente sorprendido de que Yota no supiese nada del tema —. Mi abuela sabe bastante, y no solo de pergaminos. Una vez selló a mi marioneta en su brazo derecho. Era tan extraño.

¿Le dolería sellarse cosas en el cuerpo? ¿Le pesaría? Muchos interrogantes le asaltaron la primera vez que lo vio. Se había decidido a mejorar en sus técnicas de sellado. Quizá no tanto como eso, pero Furui le había regalado dos pergaminos a juego con sus marionetas, y pensaba utilizarlos.

Finalmente, lograron llegar a la salida del hospital. Esta daba a una plaza de tamaño normal. Ambos genin se vieron fuera, con la gran pregunta.

— Bueno, ¿Y ahora, qué?

— ¿Y me lo preguntas a mi? — contestó, con una sonrisa —. La fractura no me va a curar mi mala orientación. Si soy yo el que decide por donde ir, no volveremos al hospital.

Negó con la cabeza. La mala orientación le perseguía como una enfermedad.

— Recuerdo que esta ciudad estaba llena de puestos ambulantes y fiesta — murmuró. En su anterior visita, hacia varias semanas, se había topado con algo así.

[Sasagani Yota]

Y ahí tenía mi llave hacia el fuinjutsu, delante de mis narizotas. Pero antes de que Jurete me ayudase con eso necesitaba que su abuela le instruyese en el fuinjutsu o hablar directamente con su abuela... Sí, aquello también era una opción. Tendría que echarle morro, pero era algo que podría hacer.

Sin embargo ya estábamos en la salida y al parecer ambos nos hicimos la misma pregunta, la pregunta del millón de ryos dadas las circunstancias.

— ¿Y me lo preguntas a mi? — contestó, con una sonrisa —. La fractura no me va a curar mi mala orientación. Si soy yo el que decide por donde ir, no volveremos al hospital.

— Recuerdo que esta ciudad estaba llena de puestos ambulantes y fiesta

«Joder, no ayudas demasiado, ¿Eh?» me dije para mis adentros.

— Vale... osea que te apetece llenar el deposito. Bueno no será por restaurantes

Hice un gesto con la mano para que me siguiera.

— Algún tipo de comida en especial. Piensa que luego cuando volvamos al hospital te harán comer los potingues esos que hacen

[Eikyuu Juro]

— Vale... osea que te apetece llenar el deposito. Bueno no será por restaurantes

Con un gesto de mano, Yota indico que le siguiese. Juro hizo lo propio. A veces la gente se tomaba mal que escurriera el bulto, pero supuso que Yota ya estaría acostumbrado.

— Puede decirse así — concedió Juro. Las tripas le rugieron.

Se avergonzó un poco. No había comido nada en todo el día.

— Algún tipo de comida en especial. Piensa que luego cuando volvamos al hospital te harán comer los potingues esos que hacen

— Si, mi hermana a veces me trae algo, pero es horrible — dijo, con un suspiro teatral —. Creo que...

Juro se quedó pensativo. Llevaba días sin probar nada decente. Que le diesen ahora la posibilidad de elegir la comida que quisiese era algo casi inconcebible.

— ¡Barbacoa! — exclamó finalmente —. Carne asada, si. En el hospital no hay de eso ni a tiros. Podemos pasar también por algún lugar donde vendan dangos, si quieres.