Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Desgraciadamente, la puerta no estaba abierta. De modo que Reika tuvo que resignarse a intentar forzarla. Desafortunadamente, no tenía ni idea de usar una ganzúa, y no es que tuviese una a mano. La única otra opción posible era la fuerza.
Golpeó la puerta con el costado con toda la fuerza que fue capaz de reunir.
Reika rebotó contra la madera, que ni siquiera cedió un poco, y su trasero golpeó fuertemente contra los adoquines del suelo.
—¡Oye, chica! ¿Pero qué haces? —preguntó una voz por la derecha. Se trataba de un chūnin, un hombre rubio, con el pelo rizado y la piel bronceada. llevaba una tirita que le cruzaba de lado a lado por el puente nasal—. ¿Te has vuelto loca?
Buscaba la forma de poder entrar y para su desgracia no tenia ni sabía usar ganzuas, por lo que no le quedaba más remedio que golpearla con fuerza, tomó algo de carrerilla un metro, tal vez unos pasos más.
La kunoichi se lanzó con todo lo que su cuerpo podía dar de sí, pero fue en vano fue su esfuerzo -Ugh... - gimió de dolor al caer al suelo y dar su trasero contra el duro suelo de Amegakure
—¡Oye, chica! ¿Pero qué haces? La kunoichi levantó su mirada para encontrarse con un Chūnin rubio y moreno, cruzado de brazos ¿Te has vuelto loca? inquirió a la kunoichi que aún estaba en el suelo.
-Shinobi-senpai... - comenzó a hablar mientras se iba incorporando y luego hizo una leve reverencia -Soy Yamanaka Reika, una mujer amenazó al dueño de este establecimiento, su nombre es Dandan Ryū y estoy en misión oficial para él...mire - le muestra el pergamino con los datos del solicitante -Me he asomado por aquella ventana y logré ver cosas desordenadas y caídas y necesito ver que el señor no esté lastimado, necesito de su ayuda shinobi-senpai, es un hombre mayor- dijo con preocupación al Chūnin
«¿Cual es la necesidad Ame no Kami? Era solo retirar una condenada espada ¿Porque demonios me la haces complicada?» se dijo la kunoichi de cabellos dorados, no entendía como una simple misión se había torcido de esta manera
—¿Que le amenazó? —Repitió las palabras de Reika—. ¡Bien, chica! Aparta, voy a ver lo que puedo hacer con esa puerta.
El hombre sacó un juego de ganzúas, y, hábilmente y tras unos segundos, consiguió abrir la cerradura. Los dos entraron adentro. Tras una rápida inspección, confirmaron la impresión que había tenido Reika desde fuera: el perchero estaba caído, y había un delantal en el suelo.
Pero el establecimiento estaba vacío.
—Aquí no hay nadie, chica. Oye, ¿cuál es tu nombre? Yo me llamo Kame. Yareyare Kame. —Se rascó la nuca—. Oye, ¿estás segura de que ha sido un ajuste de cuentas? Yo no veo ningún signo de violencia. Quizás salieron de aquí con prisa por algo.
»¿Has considerado la posibilidad de que hayas llegado a una conclusión equivocada?
-Soy Yamanaka Reika, me asomé por aquella ventana y vi un delantal de trabajo y un perchero tirados en el suelo- dijo resignada la kunoichi -Ví eso y me imaginé lo peor, que habían cumplido con su amenaza- en otras palabras, quizá el Chūnin tuviera la razón y la realidad era que la kunoichi se había alarmado de más
-Kame-senpai... hizo una pequeña pausa -¿Usted conoce la dirección de la herrería "El yunque enamorado"?- Le preguntó al shinobi de cabellos rizados, ya solo quería terminar con aquel encargo de una santa vez
Kame se acarició la barba incipiente de tres días con los dedos pulgar e índice de la mano derecha, y dijo:
—Me has asustado, Reika-san. No hay que llegar a conclusiones tan precipitadas. Antes hay que descartar otras opciones. Si no lo tienes muy claro, por supuesto —opinó—. No te lo tomes a mal. ¡Todos hemos sido novatos alguna vez!
—Kame-senpai... ¿Usted conoce la dirección de la herrería "El yunque enamorado"
—Claro. Los trabajos de Yamauchi-san son legendarios. Espera, creo que tengo un papel por aquí... —respondió Kame, y rebuscó en sus bolsillos. Sacó un papel y un carboncillo, y dibujó una especie de círculo con un punto en medio, y unas cuantas calles adyacentes. Señaló con una flecha un punto en una de las calles—. No me sé el nombre de la calle, pero está cerca de una plaza con una estatua de Sumizu Kouta-dono, en pleno Distrito Comercial. Fíjate, fíjate si es famoso el tipo que hace unos meses tuvo que trasladarse del barrio de artesanos a un local súper grande de varios pisos. Creo que tiene a varios aprendices a su cargo y todo.
»Bueno, Reika. Salgamos de la tienda y volvamos a cerrar con cuidado la puerta, ¿sí? No queremos que el señor Ryū se enfade con nosotros cuando vuelva.
Reika y el chūnin salieron de la tienda y aseguraron la entrada. Después, Kame se despidió de ella alegremente y siguió su propio camino.
El Chūnin se rascó su barba de tres días. —Me has asustado, Reika-san. No hay que llegar a conclusiones tan precipitadas. Antes hay que descartar otras opciones. Si no lo tienes muy claro, por supuesto —opinó—. No te lo tomes a mal. ¡Todos hemos sido novatos alguna vez!
-Si, lo tendré más claro para la siguiente oportunidad- respondió la kunoichi encogiéndose de hombros, realmente se había preocupado por la seguridad del anciano.
—Claro. Los trabajos de Yamauchi-san son legendarios. Espera, creo que tengo un papel por aquí... — Kame tomó de uno de sus bolsillos un papel y un carboncillo, para luego ponerse a dibujar una especie de croquis detallando a groso modo la ubicación del"Yunque Enamorado" —. No me sé el nombre de la calle, pero está cerca de una plaza con una estatua de Sumizu Kouta-dono, en pleno Distrito Comercial. Fíjate, fíjate si es famoso el tipo que hace unos meses tuvo que trasladarse del barrio de artesanos a un local súper grande de varios pisos. Creo que tiene a varios aprendices a su cargo y todo.
-Me pasa por no seguir las noticias dentro de la aldea, mala mía- dijo la rubia sonriendo y rascándose la nuca, pero ahora ella tenía la nueva dirección de la herrería
»Bueno, Reika. Salgamos de la tienda y volvamos a cerrar con cuidado la puerta, ¿sí? No queremos que el señor Ryū se enfade con nosotros cuando vuelva.
Reika asintió a lo dicho por Kame, lo cierto es que tenía la razón, demasiado ya había sido lo sucedido con la vieja -Muchas gracias Kame-senpai, ya mismo me pondré en camino- se detuvo para hacer una leve reverencia al Chūnin -¡Quetengas un buen día Kame-senpai- dijo la kunoichi que también se ponía en marcha para cumplir con su objetivo. Rápidamente dirigió su andar en la dirección que Kame le dio, Escarlata hoy volvería al lugar donde pertenece.
Reika llegó al Distrito Comercial. Pero pronto se dio cuenta de una cosa: habían muchas, muchas plazas diferentes, llenas de tenderetes, puestos callejeros de comida, tiendas de ropa y de capas para la lluvia... Encontrar o no el lugar dependía directamente de si daba con la plaza concreta que Kame-san había descrito.
Si Reika recordaba quién era Sumizu Kouta —debía de recordarlo, claro—, daría con la plaza, y no tardaría en dar con la entrada del Yunque enamorado. Si no lo recordaba... Se perdería entre las calles, buscando el establecimiento sin éxito.
¿Sabes quien es Sumizu Kouta? Si conoces la respuesta, ponla en tu post y di tu misma que llegas al lugar . Si no, tendré que masterizar algo.
El Distrito Comercial de Amegakure No Sato era, como era de esperarse, gigantesco. Estaba repleto de plazas que, a su vez, también estaban repletas de tenderetes y tiendas. Por suerte para la rubia Kame le había dado una pista clave para poder hallar el "Yunque Enamorado" de forma fácil y era que la nueva tienda de Yamauchi estaba en la plaza donde se encontraba la estatua del Primer Arashikage: Sumizu Kouta.
Recorrió las plazas hasta encontrar la que ella necesitaba encontrar. «Aquí estas Shodaime Arashikage-sama» dijo la kunoichi en pensamientos luego de encontrar la estatua y buscando con la mirada la tienda que buscaba.
19/12/2017, 23:32 (Última modificación: 19/12/2017, 23:33 por Amedama Daruu.)
Claro que no. ¿Cómo iba a olvidarse Reika de quién era Sumizu Kouta, el primer Arashikage? La plaza fue fácil de encontrar: al fin y al cabo la suya era la estatua más grande. Estaba abarrotada de gente, no obstante, así que le fue imposible encontrar el Yunque Enamorado a simple vista.
«Tirada de Inteligencia 35: 3d10. Dificultad 5 (-1 por 5 de Inteligencia)» «Resultado: 1, 9, 8. 2 ÉXITOS + PIFIA = 1 ÉXITO»
Reika recordó, entonces, las palabras de Kage:
«No me sé el nombre de la calle, pero está cerca de una plaza con una estatua de Sumizu Kouta-dono, en pleno Distrito Comercial.»
Eso significaba que, bien podría ser una de las calles adyacentes, pero también podría no serlo. El único dato que tenía es que estaba cerca.
«No me sé el nombre de la calle, pero está cerca de una plaza con una estatua de Sumizu Kouta-dono, en pleno Distrito Comercial.»
Resonó en la mente de la kunoichi al darse cuenta que quizá no era realmente en frente a la estatua el lugar en donde se encontraba la tienda, algo era seguro, ya estaba mas cerca que antes, quizá consultando nuevamente.
Entre la muchedumbre de gente intentó buscar algún ninja a quien pudiera preguntar acerca de la ubicación de la tienda «Alguno debería andar por aquí también» después de lo sucedido con Kame, la kunoichi se sentía mas tranquila, sobretodo con saber que ahora se encontraba pronto al lugar donde debería estar la espada
¿Hacemos tirada de Percepción para ubicar algún Shinobi o Kunoichi o puede ubicar debido al ropaje característico?
La primera, lo siento por la tardanza, como dije en mis ausencias. A partir de ahora estoy contigo a tope.
La segunda, voy a mover este post a mis huecos de master, si no le importa a nadie.
En la plaza había una muchedumbre importante, como ya hemos dicho anteriormente. Pese a todo, reconocer a un shinobi era bastante fácil, al menos si vestía la placa o el uniforme habitual. Reika oteó la plaza desde su limitado rango de visión, entre todo el barullo.
Afortunadamente, a un par de metros de ella, un chūnin se acababa de parar frente a un puesto donde vendían salchichas atravesadas con un palo y rebozadas en aceite. Dispuesto a disfrutar de aquél flagrante crímen contra las arterias, el shinobi, un muchacho joven de cabello corto y de color tizón, se había sentado en una de las banquetas.
10/01/2018, 01:17 (Última modificación: 10/01/2018, 01:19 por Reika.)
Las personas se amontonaban mas y mas en aquella plaza, la chica busco como pudo desde su posicion y se movio un poco buscando un shinobi o kunoichi que pudiera ayudarle, no tardó mucho por suerte, todo debido a la indumentaria distintiva de la mayoria de los chuunin o jounin.
Allí, en un puesto de salchichas, estaba un muchacho que parecía ser chuunin, el chico había comprado su salchicha pinchada en un palillo y se sentó en una banca cercana, era la oportunidad de la kunoichi, quien intento acercarse como pudo atravesando el mar de gente de a poco
-Buen provecho Shinobi-senpai- se dirigió con el respeto que un mayor rango merecía -Mi nombre es Yamanaka Reika y quisiera hacerle una pregunta...¿Sabe usted la ubicación de "El Yunque Enamorado?- dijo la chica al muchacho -Hace un momento hablé con Yareyare Kame y me dijo que era por aqui cerca, pero no supo precisarme el nombre de la calle- agregó la kunoichi.
No me molesta para nada si lo haces con cuenta tuya o la de master
Me alegra que ya hayas podido solucionar tus cosas!!!
El ninja se dio la vuelta, y terminó de tragar el bocado antes de dedicarle a Reika una amplia sonrisa. Escuchó atentamente su solicitud, a la que respondió:
—No sé de qué Kame me estás hablando —dijo el hombre—. Pero si buscas El Yunque Enamorado, lo tienes al fondo de esa misma calle. —Señaló al este, donde una gran avenida discurría cuesta abajo.
¡Gracias! Ahora incluso voy a coger vacaciones después de un examen que tengo el martes, así que estaré súper activo.
El Chūnin tragó el bocado que tenía en sus fauces luego de darse la vuelta —No sé de qué Kame me estás hablando —dijo el hombre «Supuse que se conocían...mala mía» —. Pero si buscas El Yunque Enamorado, lo tienes al fondo de esa misma calle. —Señaló al este, donde una gran avenida discurría cuesta abajo.
La kunoichi de cabellos dorados miró en dirección hacia donde el shinobi le señaló y su rostro cambió a uno más sonriente del que ya tenía, era solo seguir el camino en aquella dirección.
La chica se giró nuevamente hacia el Chūnin -¡Muchas gracias shinobi-senpai- dijo dedicando una reverencia al ninja, la chica ya estaba partiendo dio un paso y sintió que debía detenerse...algo le faltaba decirle -Y buen provecho, disfrute de los alimentos- una nueva reverencia antes de salir en dirección antes mencionada, en la cual, iría mirando cartel por cartel Hasta encontrar la herrería «pufff que he dado vueltas » fue el pensamiento divertido que se le cruzó en ese momento mientras iba de camino
La herrería de El Yunque Enamorado era un lugar enorme. Tenía dos pisos y un sótano. Nada más Reika puso el pie en el local le golpeó una ola de calor que le hizo marearse. Aquello estaba lleno de gente sin camiseta o en camisa de tirantes, que iba de un lado para otro cargando trozos de metales y armas varias.
Un cincuentón le sonrió desde detrás de un mostrador, y saludó con la mano intentando hacerse ver entre tantos empleados.