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28/12/2017, 21:56

Todo lo que ocurría a su alrededor le resultaba ajeno, como si nadie estuviese cerca de ella o hablando de ella, casi como si realmente se encontrasen allí Kuma y Katame en lugar de Datsue y Katame, pero eso último era imposible, el Uchiha ya debería estar a medio camino de Uzushiogakure con los pantalones cagados y corriendo a velocidad supersónica.

Lo curioso era que el sueño se le había terminado y ahora veía algo que parecía ser un barrote, solo uno, tenía los ojos ligeramente desviados hacia el centro a pesar de que eso fuese en contra de la naturaleza, pero ese único barrote fue lo primero en lo que pudo hacer foco y todo lo demás se veía excesivamente borroso para ella.

Pero algo en ella estaba mal, se sentía… muy extraña, le dolía la cara, pero también sentía molestias en otras partes de su cuerpo, irritación e incomodidad, un ligero dolor también que se le antojaba ciertamente similar y además, mientras regresaba de aquel particular mundo de fantasía, la rubia pudo ver otras cosas un tanto más perturbadoras que probablemente le estaban dando una vaga idea de lo que le había ocurrido a su cuerpo mientras tanto.

Cuando menos se lo esperaba, mientras alzaba muy lentamente la cabeza y comenzaba a vislumbrar el barrote, un baldazo de agua helada le cayó encima despertándola al instante y como cualquier persona, tuvo un sobresalto que rápidamente le alteró la respiración como si hubiese corrido una maratón, además de que ahora miraba al frente con los ojos bien abiertos.

—¿¡Qué!? —soltó antes de ver la silueta de Katame, que por algún motivo se le antojaba bastante menos intimidante así que rápidamente la mueca de sorpresa se le borró por una algo más aburrida—. Ah…

Si al contrario le agradaba la aburrida reacción de la kunoichi se la iba a tener que aguantar, porque la kunoichi ya estaba bastante resignada a que va a ser usada como trozo de carne hasta el cansancio, torturada y otra cantidad de cosas más.

—¿Y cómo sé qué cumplirías tú parte? —le interrogó con el ceño fruncido.

Aunque tampoco estaba muy dispuesta a negociar con él, con Yume tal vez, pero con Katame fijo que no.

—Seguro y luego me matas en venganza.

**Uchiha Datsue** · 28/12/2017, 22:24

Semejante respuesta de la kunoichi hizo a Katame fruncir los labios por un momento… para luego estallar en carcajadas.

—¡Cagonmimadre, tienes más ovarios que cojones tu amigo! ¡Me gustas! —Se pasó la lengua por los labios, lentamente, con gesto pensativo—. Pero, míralo de este modo: puedes hacer lo que te pido, y tener una posibilidad…; o puedo matarte ahora, y no tener nada.

»Además —añadió, enseñando los dientes. Su único ojo la recorrió de arriba abajo—, ya me tomé mi venganza particular…

28/12/2017, 22:36

Segundo bandido al que le había caído en gracia, ¿significará algo? Tal vez podría traicionar a la villa y aliarse a un grupo como este…

Ni en sueños.

Curiosamente, aquel bandido afirmó que se había tomado la venganza que le pareció adecuada, lo cual explicaría la molestia que ella sentía y que no tenía ninguna relación con las costillas dañadas. De igual manera Koko dobló un poco la espalda y miró hacia atrás, como si fuese posible verse el trasero cosa que obviamente no logró así que volvió a enderezarse y se mantuvo un momento en silencio pensativa.

«Puto asco »dijo haciendo una mueca de repulsión para luego desviar su atención a otro recuerdo. «Akame me ha dejado peor »se dijo recordando el día en que no se vio capaz de caminar adecuadamente.

—Lo malo es que si me matas ahora probablemente tendrías problemas con tus otros compañeros —respondió sin más—. Y aunque seas fuerte seguramente no estés en condiciones de enfrentarte a ellos, al menos por ahora, ¿verdad?

De haber escuchado algo de toda la conversación que él había tenido con Kuma tal vez se le podría haber ocurrido la idea de que Katame pretendía usarla a ella para poder matar a los demás, o al menos al tan llamado ”líder” ya que el tipo conocía de primera mano lo que Koko podía llegar a hacer si acertaba con las técnicas. Aunque claro, cualquier cosa podría ser con esos bandidos.

**Uchiha Datsue** · 28/12/2017, 23:03

Katame soltó un bufido.

—¿Mis compañeros? ¿¡Mis compañeros!? —repitió, y el ojo sano pareció a punto de salírsele de la cuenca—. ¡Todos muertos! Kuma era el último, y me da que tu amiguito se encargó de él.

Escupió al suelo.

—Yo me voy, antes que el barco termine de hundirse. Pero antes… Oh, antes quiero ver morirse al cabronazo responsable de nuestra caída. ¡Debe pagar! —rugió, fuera de sí, rociando el rostro de Koko con su saliva—. Pero yo no puedo tocarle. Ni él a mí. Hicimos un juramento, ¿sabes? —Emitió una risa demente—. Todos nosotros. Un juramento inquebrantable.

»Pero para ti… Oh, para ti no sería rival. Está enfermo, débil, puesto hasta las cejas de omoide. No se lo verá venir. Le matarás. ¡Le arrancarás su jodida cabeza de los hombros y me la traerás ante mí! Y entonces… Entonces me echaré a un lado y te dejaré marchar.

28/12/2017, 23:32

Muertos, y Kuma también, vamos bien aunque no entendía muy bien eso del juramento y…

«Su puta madre »pensó cuando comenzó a lloverle saliva de un Katame bastante alterado.

Habló bastante, relató un montón de cosas sobre la situación de aquella banda pero había un pequeñísimo problema que escapaba de la comprensión de la de Uzushiogakure, por lo que no tardó mucho en alzar una ceja y mirarle fijamente, con la esperanza de que la comprendiese pero no fue así.

—¿Un juramento te lo impide? O sea, ¿unas palabras te detienen? —preguntó bastante confundida.

Si el tipo tiempo atrás estuvo dispuesto a mandar lejos el código, ¿por qué ahora le da tanta importancia al juramento? Era algo que no comprendía, a no ser que hubiese algo escondido allí, algo como una especie de pacto extraño que si no lo cumples te mueres. Pero eso no existe, no a conocimiento de la pecosa.

Aunque con algo de suerte con los gritos del tipo el famoso líder le escuchaba y comenzaba un combate. Sería divertido de ver, siempre y cuando no vuele algo que le pueda llegar a dar de lleno a ella.

**Uchiha Datsue** · 29/12/2017, 00:04

¿Palabras? ¿De verdad Koko creía que unas simples palabras detendrían a un hombre como Katame?

—No estoy hablando de ese maldito Código —soltó impaciente—. No matarás al inocente, salvo que no haya otra opción. No robarás al pobre, salvo si es ninja. No traicionarás al grupo —recitó con fastidio—. ¡Y así un montón de chorradas! El muy cabrón estaba muy orgulloso cuando nos hizo firmar el Documento. Decía que ahora éramos unos bandidos honrados. ¿Honrados? ¿Qué coño es eso? El muy iluso hasta quiso que hiciéramos el juramento de todo el Código, pero al final solo logró que lo hiciéramos sobre una norma: No matarás al compañero. ¡Maldita la hora en la que accedí!

Levantó el antebrazo, con visible dolor, y movió el dedo meñique.

—¿Ves este hilo rojo? —preguntó. Lo cierto era que a Koko… le costaba distinguirlo entre la penumbra. Pero le pareció que tenía como un dibujo en el dedo—. Su mierda de fūinjutsu. Si quebrantas tu promesa, este hilo se te cuela por la arteria ulnar hasta el corazón, y lo colapsa. BAM. Lo he visto con mis propios ojos.

Suspiró, y avanzó un paso.

—Basta de cháchara. ¿Vas a hacerlo o no?

29/12/2017, 00:14

No, no tenía sentido, son bandidos, ¿qué código de honor van a seguir si todo lo que hacen va en contra de lo honrado? A saber, pero parece ser que el líder de aquella banda es alguien bastante peculiar. Tanto como para tener a todos sus hombres jurando como si eso significara algo.

Fue entonces que Katame le explicó por qué no se encargaba él mismo de su superior si está tan mal como dice, pero algo no la convencía del todo y eso porque no entiende un diantre de Fuuinjutsu.

—Y… ¿no te lo puedes quitar? Digo, rasgas un poco la piel para que alterar el dibujo… —consultó la chica que, a pesar de parecer que le tomaba el pelo, realmente estaba pensando que algo así era posible.

Realmente no entendía nada de aquella materia, a sus ojos toda técnica constaba de dibujar sobre algo y ya, mientras la tinta permanezca intacta funcionará, caso contrario ale, a tomar por culo.

—De todas formas, estoy igual que él —afirmó con absoluta seriedad, momento en el que su estómago se puso de acuerdo reafirmando las palabras de la chica con un sonoro gruñido que cualquiera podría escuchar.

**Uchiha Datsue** · (Última modificación: 29/12/2017, 00:43 por Uchiha Datsue.)

¿Le estaba vacilando? ¿Se estaba riendo de él? ¿Acaso no le tomaba en serio? Le sonaron los huesos de los nudillos de tanto apretar.

—Provienes de la Villa famosa por su fūinjutsu, ¡¿es que no te han enseñado nada?! —rugió, y el hecho de que una niña estuviese sacándole de sus casillas pareció enfurecerle todavía más—. ¡No es tinta! ¡No funciona así, joder!

Sin ser capaz de contenerse más, dio un paso hacia ella, y otro, para luego levantar la pierna y propinarle un patadón lateral a las costillas, que la hubiese mandado volando contra la pared de no ser por las cadenas que la apresaban. De hecho, la esposa de su mano derecha la sujetaba ahora alrededor del pulgar y la mano, en lugar de la muñeca, por el tirón recibido.

—Me importa una mierda que estés igual —continuó—. Haces el Henge no Jutsu para hacerte pasar por Yume. Estoy convencido de que tú y ella ya os habéis hecho muy amiguitas, ¿eh? Sabrás imitarla. Y nada más acercarte a él le disparas uno de tus chidoris al jodido corazón, y se acabó.

»No me vengas con más excusas. O lo haces o te mato, aquí y ahora.

29/12/2017, 02:59

El problema no es la villa, es ella, lisa y llanamente. La mente de aquella kunoichi es incapaz de procesar el funcionamiento del fuuinjutsu y todo lo relacionado a ello, incluso el genjutsu le cuesta horrores de entender pero por lo menos, no es tan negada como con la primera facultad mencionada.

Así que simplemente le miró con expresión de cachorrito regañado porque no estaba haciéndolo por molestar.

Al menos Katame se molestó en dejarle en claro que con borrar un poco el dibujo no es suficiente, que hace falta algo más para poder quitarse de encima aquella marca y eso era algo que Koko podía entender.

¿Lo malo? Al tipo le da igual si ella está o no en condiciones de hacerle frente a ese hombre, le da igual si la termina de matar a golpes porque fácilmente aquella patada podría haber terminado de quebrarle las costillas de no ser porque… «No golpea tan duro como Kuma… »se dijo a sí misma a pesar de que, de todas maneras, estaba sufriendo por el dolor que le provocó semejante golpe.

Pero con ese último golpe, Koko pudo notar algo de lo más curioso, y es que las esposas prácticamente la tenían completamente libre.

—¡Está bien! —exclamó, tratando de reincorporarse—. Lo haré, solo… libérame o ni siquiera podré transformarme.

**Uchiha Datsue** · 30/12/2017, 19:42

Katame asintió, complacido, mientras Koko se reincorporaba.

—Así me gusta —dijo—. Has elegido la opción correcta.

Dio un paso hacia ella, y notó su aliento en la cara. No era tan fétido como el de Kuma, que olía a pescado podrido, pero sin duda olía mal. Un olor que su olfato, curiosamente, ya conocía, pese a que su mente se afanaba en no recordar. Entonces sintió sus dedos en su pierna, y vio como Katame apretaba los dientes, dolorido, mientras su mano iba subiendo por los muslos de ella. Entonces notó algo, en su muslo interno. Algo pegajoso, como si un papel se acabase de adherir a su piel.

—Oh, y por si a esa cabecita tuya se le ha ocurrido traicionarme, que sepas que eso que acabas de notar es un sello explosivo —le reveló, en una macabra sonrisa. Se alejó un paso. Y luego otro—. Sello que estaré encantado en desactivar y quitarte cuando cumplas lo prometido. Y… ah —añadió, como si se acabase de acordar de algo—, le puse una cuenta atrás. Mejor será que te des prisa.

Retrocedió de nuevo hacia la pared contraria y frunció el ceño.

—No tengo las jodidas llaves, así que… No te muevas —le ordenó, mientras realizaba sellos a una mano, sin levantar el brazo—. Fūton: Shinkūgyoku

Flup, flup… ¡Bam, bam! Las dos balas de viento lanzadas por Katame impactaron en las cadenas de Koko, muy cerca de su muñeca, reventando los eslabones y liberándola. Seguía teniendo las esposas alrededor de las muñecas, con una cadena de apenas cinco centímetros colgándole en cada mano, pero había recuperado plena libertad de movimientos.

—Haz ya el Henge no jutsu —le ordenó Katame, impaciente.

30/12/2017, 19:56

De haber podido hubiese aprovechado ese preciso instante para atrapar a Katame con brazos y piernas mientras preparaba el Raiken, pero las esposas que traía puestas no se lo permitirían y por ende, lo mejor que podía hacer era quedarse bien quieta a pesar de que el contrario se estaba pasando de la raya al acariciarle la pierna.

Fue un esfuerzo sobrehumano el de la Kageyama por evitar tener una reacción normal. Golpear al tipo básicamente. Pero lo consiguió tras morderse el labio inferior con la fuerza suficiente para dejarse una pequeña marca. «Dios mío, la suerte que tienes, mamerto » pensaba la kunoichi sin dejar de mirar con sumo desprecio al bandido.

Entre tanto toqueteo, algo sintió en el muslo, algo muy extraño que se le antojaba parecido al papel y pronto el masculino le confirmó todo tipo de sospecha, alegando que se trataba de un sello explosivo. ¿Grado? A saber, pero muchas ganas de averiguarlo no tenía.

De cualquier manera, el tipo procedió a liberarla de una forma tan particular que terminó por confirmar la sospecha de la rubia.

—No, si eres brillante —dijo formando el sello correspondiente a la técnica, pero no ocurrió absolutamente nada.

Claro, tenía aun las esposas puestas, las cadenas estaban rotas, eso es cierto, pero los grilletes seguían en su lugar perfectamente. Salvo uno que se le había desacomodado muy feo y pudo quitárselo de forma manual.

—Vamos, que así no puedo —afirmó extendiendo la mano que seguía esposada, casi como si la estuviese ofreciendo para que volviese a echarle una de esas cosas de viento.

**Uchiha Datsue** · (Última modificación: 30/12/2017, 20:52 por Uchiha Datsue.)

Katame se quedó de piedra. Aquella chica había pasado un día y una noche entera encerrada como rehén, sin apenas agua ni un trozo de pan que llevarse a la boca. Había sido violada. Había sido amenazada de muerte para obligarla a asesinar ella misma a un hombre, y tras colocarle un sello explosivo que le reventaría la pierna en caso de incumplirlo…

—No, si eres brillante.

… iba y se le ponía a vacilar. Katame no supo si era la mujer con más ovarios de toda Oonindo que había conocido, si sencillamente le daba igual morir, o si estaba loca de remate. No era capaz de catalogarla, ninguna etiqueta le encajaba al cien por cien, y eso… le ponía nervioso. Porque Katame siempre había sido bueno calando a la gente.

—¿Me estás vacilando? —preguntó, más curioso que enfadado.

Quizá Koko estuviese pensando en esas modernas esposas supresoras de chakra que utilizaban en las prisiones de Uzu. Quizá aquellas seguían funcionando con la cadena rota, pero no era así con las que tenía puestas. Aquella era una antigua guarida de bandidos, y Zaide aseguraba, que hacía cientos de años, los shinobis de Iwagakure lo utilizaban como base de torturas. Todo allí rezumaba a antiguo y arcaico, al igual que aquellas esposas, que solo funcionaban cuando conectaban ambas muñecas —o tobillos— por la cadena. Creaba un circuito cerrado, por donde el chakra no era capaz de escapar, pero cuando el cable se rompía…

—La cadena está rota, haz la maldita técnica de una vez —le espetó.

3/01/2018, 01:01

«A ver cómo termina este delirio »pensaba la kunoichi, bastante fastidiada de lo que se veía obligada a soportar por una simple droga, aunque claro que era culpa suya por fiarse de una traidora que le había metido la píldora en la boca por la fuerza. Algún detalle le podría haber dado, como el tiempo de duración o algo similar, efectos secundarios o algo, pero no, y así estaba, suponiendo que seguía delirando.

—Supongamos —respondió a la primera pregunta.

¿Por qué tenerle miedo? Si el último golpe que le dieron casi que gusto le había dado. ¿O fue el anteúltimo?

A pesar de esto, Katame volvió a ordenarle realizar la técnica y esta vez, ya sin siquiera el plantearse molestar al hombre, realizó la técnica a pesar de tener el grillete y vaya, había funcionado.

Tras disiparse la nube de humo, podría verse en el lugar de la Kageyama a una mujer de cabello largo castaño, enmarañado y con algunas trenzas. Ojos color avellana y rostro fiero. Había imitado tanto como pudo incluyendo la vestimenta, pero si algo no sabía a ciencia cierta era la estatura exacta de la mujer ya que desde el piso no podía medir bien la estatura de las personas.

—Solo lo mato y ya está, ¿verdad? —consultó en lo que se miraba a sí misma, comprobando que no se le pasara ningún detalle.

A simple vista, y según el juicio de la pecosa, estaba todo en orden.

**Uchiha Datsue** · 4/01/2018, 00:38

—¿Me estás vacilando?

—Supongamos.

Silencio.

Katame no dijo nada. Ni con palabras, ni con gestos. Simplemente permaneció en silencio, con una mirada imposible de descifrar. Luego, tras unos segundos eternos, le ordenó que no perdiese más el tiempo e hiciese el Henge no jutsu, cosa que la kunoichi al fin se prestó a hacer.

La transformación salió mejor de lo que Katame podía esperarse, o eso pudo intuir Koko, porque el hombre torció la boca en una especia de sonrisa al verla. La recorrió de arriba abajo con su ojo sano, y asintió. Era el vivo retrato de Yume. Solo había un problema, y es que…

—Solo lo mato y ya está, ¿verdad?.

… Yume era mucho más que un retrato. O que un timbre de voz. Más que su imagen, lo que más destacaba de ella era su manera de moverse. De hablar. Siempre con gestos despreocupados, naturales, pero que poseían una elegancia inherente. ¿Sería Koko capaz de imitar también su forma de ser? Al contrario que Datsue, que había interrogado a Kuma, no conocía demasiado de su captora. Había averiguado muy poco de ella, información a cuentagotas que la exkunoichi de Uzu había ido soltando. ¿Bastaría con aquello?

—Sí —respondió Katame, con el ceño fruncido—. Pero deja de mirarme con esos ojitos de cordero. Ahora eres una loba. Vamos —dijo, saliendo de la celda, aunque sin quitarle la vista en ningún momento. Había aprendido de su error—. Y menéame esas caderas, hostia —se quejó, al salir.

Por primera vez, Koko distinguió el exterior de su celda. Se encontraba en un escenario bastante amplio y grande, como en el interior de una cueva. Llegaba luz natural, muy tenue, desde la derecha, de donde se escuchaba un suave rumor. De frente, una amplia pila de pergaminos. A su izquierda, más celdas, y unas escaleras que conducían a un pasillo abierto, situado a unos tres metros de altura, y que conectaba con varias puertas. Eran un total de nueve, y al lado de cada una, había una antorcha. Algunas encendidas, otras no.

—Es la novena puerta —le informó Katame.

4/01/2018, 01:10

Algo que Koko no había llegado a estudiar en Yume, era su forma de andar, por lo que le llamó la atención aquella última exigencia por parte de Katame, eso de menear las caderas puesto que aquella mujer en realidad no se le antojaba del tipo que hiciera justamente eso al caminar. Pero él conocería mucho mejor a la fémina que la Kageyama así que tendría que tomarle la palabra.

Sin mediar palabra con el contrario, la rubia le siguió, tratando de habituarse a mover un tanto la cadera en cada paso que daba, un movimiento sutil y para nada exagerado, que es lo que suponía era adecuado sin generarse un malestar importante en las articulaciones.

Además de verse obligada a cambiar su forma de caminar, también tuvo que cambiar su forma de expresión, principalmente porque ella acostumbraba a mostrarse tranquila e incluso alegre, pero ahora más bien tenía que hacer lo contrario, tal vez… como si oliese mierda a la distancia… probaría a ver qué tal, de última el bandido le indicaría su error.

—Espera —dijo antes de adentrarse en los pasillos—. ¿Cómo lo llamo?

Por poco y se le pasó el detalle, que podría ser importante.