El Cañón del Secuestrado

[Koko]

La risa de Zaide la descolocó por un momento, solo un momento porque pronto le llegó una justificación que la hizo reír a ella.

—¡Nunca dije que para rescatarme ni a mí ni a mi compañero! —afirmó enérgica. Seguro el Uchiha pillaría lo que quería decir con eso.

De todas formas cumplió con lo que le mandó hacer el contrario, se puso de pie y se acercó a los barrotes hasta estar al alcance de sus manos, supuso que por eso las había pasado por entre los barrotes en un primer lugar.

—Dentro del clan hay algunos pocos con más poder que el resto, ella es uno de esos —fue la explicación que se decidió a darle. No tenía por qué darle más información de la necesaria, ¿verdad? Además que son cuestiones de… del clan al que perteneció alguna vez.

[Uchiha Datsue]

—¡Nunca dije que para rescatarme ni a mí ni a mi compañero!

—¡Nu, nu, nu, nu! —Zaide hacía como que la imitaba, o, más, bien, como si imitase a un bebé dando berrinches—. Pues lo mismo por mí, joder. ¿Desde cuando uno de esos que llevan sombreros pomposos salen de su Villa más que para algún torneillo o evento para pavonearse?

Luego hizo un ademán, como si cortase el aire con el canto de la mano, quitándole importancia.

—¿Es tu hermana? ¿Tú tía? ¿Tu madre? —preguntó, volviendo al tema importante, y Koko pudo ver el Sharingan activado en sus ojos.

[Koko]

—Tú lo dijiste, para pavonearse.

No le dio importancia a ese gesto de burla que efectuó el Uchiha, realmente poco le importaba si la tomaba o no en serio ya que total, si quería la mataba a traición y punto. Aunque ahora que pensaba, un bonito regalo de Yume hubiese sido que le quitase las esposas, lástima que no se le ocurriese antes.

—Hermana —respondió finalmente a la pregunta, aunque algo la inquietaba—. ¿Vas a volver a meterte en mi cabeza? —cuestionó con el ceño fruncido.

[Uchiha Datsue]

Ante la segunda réplica de la kunoichi, Zaide puso los ojos en blanco, con esa expresión de padre que se rinde con su niña pequeña al tercer berrinche.

—Con esa actitud vas a durar poco en la profesión, chiquilla...

¿Ponerse a reírsele en la cara a tu secuestrador? Loable y aplaudible… en las películas. En la realidad, terminabas con un ojo hinchado, sin agua ni comida por unos días y… en caso de mujeres, a veces cosas peores. Pero por suerte para ella, él no era Katame ni Kuma, y nada de eso sucedió.

La kunoichi, tras revelarle que era su hermana, le preguntó si iba a volver a meterse en su cabeza. Ciertamente…

—Lo estoy pensando —replicó—. Eres tan testaruda que no sé si me estás mintiendo. —Se hurgó la nariz, se quitó una mierdecilla de ella y, colocándola entre el pulgar y el dedo corazón, la lanzó a modo de catapulta. Toda una obra de arte que fue a parar a un lado de Koko—. ¿Vendrá ella sola sin contárselo a sus hermanos, entonces?

[Koko]

«Como usted diga señor bandido que le cuenta su vida a los que secuestra »pensó para no echarle más carbón al fuego. Definitivamente prefería dialogar con Yume, por lo menos a ella no la había visto en la mierda y luego intentado hacerse pasar por una hija de puta de temer estando a punto de morir.

Dejando ese asunto de lado, el Uchiha no confiaba en ella y no era para menos, había intentado matarle y en momentos así se arrepentía de haberse quedado en el intento solamente. Una pena.

—Sí, que yo sepa al menos así es cómo hace ella las cosas —afirmó sin mucho ánimo.

Si pretendía motivarla a hablar con sinceridad con semejante amenaza de meterse en su cabeza pues iba muy mal, en el caso de Koko lograba lo contrario por lo cansada que estaba ya de que le jodieran la cabeza. Eso sí, la porquería que se sacó de la nariz sí que sería un buen incentivo para que hable todo lo que sepa.

Aunque sí, estaba siendo sincera respecto a Nagisa.

—Nunca la he visto acompañada por otros shinobis o guardias, dudo que esta sea la excepción a la regla.

[Uchiha Datsue]

Zaide la miraba con una sonrisa, que se iba ensanchando a medida que la kunoichi hablaba. Era una sonrisa de pura codicia, de alguien que ve el cofre de un tesoro abriéndose ante sus ojos.

—¿Cuánto crees que podrá reunir en metálico en unas horas, huh? ¿Cuánto crees que daría por ti?

Zaide se inclinó hacia atrás, sacando los antebrazos de los barrotes. Aquella parecía, por su expresión corporal, su última pregunta.

[Koko]

A juzgar por la expresión del Uchiha, estaba decidiendo confiar en la Kageyama, aunque la última pregunta la tomó desprevenida.

—No lo sé, ¿cinco mil tal vez? —propuso sin estar segura de nada—. Depende de lo que llames unas horas —añadió pensativa.

«Aunque eso creo que es más o menos lo que sacan los demás en un par de semanas, ¿cuánto dinero junta ella sola en un mes? »Realmente no tenía idea de cuánto podría llegar a pagar Nagisa, tan solo sabía que hay algo por lo que sí pagaría una suma ridícula y justamente no es una hermana.

[Uchiha Datsue]

La sonrisa de Zaide desapareció tan rápido como las ilusiones de un kusareño al creer que aquella, aquella noche sí, iba a triunfar.

—¿Cinco… mil? —su voz sonó confusa—. Eso son… menos que la recompensa que da dos misiones de rango A. ¡Se supone que tu familia es de las más ricas de la Villa! ¿Cómo que cinco mil? —preguntó, visiblemente irritado—. ¡Que he estado en timbas donde se llegaba a apostar el doble, joder!

[Koko]

—Ya te dije, depende lo que consideres unas horas, eso es seguramente lo que tenga a la mano ni bien le llegue el mensaje, para colmo no es que pueda ir a pedirles todo el salario de los demás abiertamente —dijo Koko en un intento por justificarse a pesar de que en realidad haya tirado la cifra por otro motivo.

«Tampoco es que yo valga mucho dinero »pero no lo diría o Zaide seguramente se enloquecería y arremetería contra ella. Claro, él ignoraba el motivo por el que había sido exiliada, y tomando en cuenta dichos motivos, cualquiera llegaría a la deducción a la que Koko había llegado, su trasero valía muy poco, al menos entre Sakamotos.

—Dale más tiempo y te consigue más dinero, seguramente. Aparte del extra.

¿Extra? Entrar en detalles no era aconsejable, mejor que el Uchiha los descubra por sus propios medios.

[Uchiha Datsue]

Zaide no pudo evitar mostrar su disgusto. Se estaba jugando mucho, demasiado, por simplemente cinco fajos de los grandes. Incluso entre su enorme botín armamentístico, tenía piezas individuales que valían lo mismo, como un Dai Tsuchi. Pero aquellas armas no las daba vendido, y necesitaba liquidez… ¿Quizá dar más tiempo? ¿Podría Kuma ganárselo?

Era arriesgado. Demasiado.

—¿A qué te refieres con el extra? —preguntó, acercando de nuevo el rostro a los barrotes, curioso.

[Koko]

—Sexo, seguro —afirmó sin pudor, casi parecía la típica ebria que se sinceraba tras pasar determinado punto.

Pero no, estaba completamente sobria y por la seriedad con la que lo afirmó sería muy estúpido que alguien pusiera en duda dicha afirmación, más considerando que las Sakamoto tenían ciertamente fama de ser… codiciadas, al menos dentro de la aldea. Eso si es que Yume le había contado con exactitud lo que ocurría entre los del sexo masculino —y mujeres homosexuales—, caso contrario probablemente Zaide no sabría de este pequeño detalle.

Además, Koko justamente no tenía permitido convertirse en una kunoichi porque a ojos del patriarca no reunía las características físicas necesarias para ser heredera de las técnicas únicas del clan y más.

En otras palabras, no tenía el atractivo físico que el viejales pretendía que tuviese. Cosa que la tal Nagisa sí poseía.

[Uchiha Datsue]

La carcajada de Zaide fue tan grande que retumbó por toda la cueva como un eco atronador.

—Otra de tus bromas, ¿huh? —dijo, con una media sonrisa dibujada en el rostro. Luego sus ojos se posaron en los de ella, analíticos. Las pupilas de Koko no se habían dilatado, ni desviado hacia la izquierda. Nada en su expresión corporal indicaba que estaba mintiendo. ¿Acaso…?—. ¿Cómo? ¿Lo dices en serio? —preguntó, atónito.

Yume le había contado que aquella familia tenía fama de ser un tanto… peculiar. ¿Se refería a aquello?

—Tu amigo —continuó—, Datsue. Él será el mensajero. ¿Lo tendrá fácil para hablar con ella? —Zaide conocía muy bien cómo eran aquellas cosas. Cuanto más pretencioso y rico fuese uno, más trabas ponía para codearse con… inferiores.

[Koko]

No hizo falta que respondiera, simplemente le miró fijamente y con suma paciencia hasta que el contrario entendió que no iba de coña, iba muy en serio, hasta donde sabía aquella mujer era muy capaz de todo y…

Por lo visto, aquello le fue más que suficiente a modo de pago al Uchiha, de lo contrario no hubiese optado por explicar otra parte del plan.

—Si no me equivoco lo tendrá fácil, a no ser que por su forma de ser la embarre a último momento.

Sí, iba muy en serio con eso, Datsue tenía cierta costumbre de sacar la peor cara de cada Sakamoto, al menos de las mujeres, con los hombres no había muchas evidencias porque solo había tratado con Hideo.

—Si no la caga tendría que llegar fácil a ella.

[Uchiha Datsue]

Zaide asintió, formando un sello de mano y haciendo surgir un clon a su lado. Respiró hondo, y, al hacerlo, tosió. No, todavía no estaba recuperado del todo… pero no había estado tan bien desde hacía mucho tiempo. Casi le parecía una eternidad.

El clon se alejó de allí, desapareciendo de la vista de Koko, aunque no se iría muy lejos. Concretamente, a la celda de al lado.

• • •

Datsue había pasado una mala semana. Una semana de mierda. Y lo habían sido por tres razones.

Primero, porque las atenciones que recibía eran, desde luego, mucho menores a las de Koko. Ni charlas con Yume, ni bromillas tras los barrotes, ni la posibilidad de dormir en el frío suelo. Estaba hecho mierda, olía a mierda y su celda apestaba también a mierda.

Segundo, porque su comida era escasa, ya que Yume —o Zaide, el último día—, se impacientaban con su lento masticar y en seguida dejaban de darle de comer. Hubiese sido más fácil si le hubiesen soltado una mano para dejarle hacerlo a él, pero no, no había sido el caso.

Y, para empeorarlo, Koko parecía no entender sus mensajes. Había tratado de elaborar un sencillo lenguaje para comunicarse entre ellos: dos golpes significaban un sí; uno, un no. Pero la Kageyama o no lo había entendido, o le preocupaba más chismorrear con Yume.

Y por eso su semana había sido de mierda.

Pero su suerte estaba a punto de cambiar cuando Zaide apareció tras los barrotes. Esta vez, sin nada entre las manos.

• • •

—¿Algún consejo para que no la cague? —preguntó Zaide a Koko—. Y… una última pregunta. ¿Por qué contarme todo esto? ¿Por qué no mentirme o negarte a contarlo y dejar que la tropa de tus hermanos viniese a por mí?

[Koko]

Un clon pronto apareció y así como lo hizo se fue, reuniéndose con Datsue aunque esto Koko lo desconocía porque en su posición apenas veía un poco, y de todas maneras su vista estaba centrada en el Zaide que tenía delante.

—Es bastante simple en verdad, basta con que se presente como corresponde y pida a los guardias un encuentro con Nagisa, de estar en casa fijo que le recibe. Lo siguiente básicamente sería darle el mensaje exacto sin más, ni pensamientos propios ni nada.

Así su compañero la escuchase del otro lado de la celda, poco le importaba salvo por lo primero. Eso esperaba lo interpretara como correspondía, es decir, afirmar con absoluta claridad quién diantres era él o de lo contrario le mandarían a pastar. Si fuese Akame sería mucho más sencillo, la pecosa tenía en claro que su pareja ya había sido recibida por medio clan y lo reconocían con facilidad.

Pero Zaide había decidido preguntar algo de la misma manera en que ella lo había hecho previamente. Entonces, ¿por qué mierdas tendría que responderle con sinceridad o seriedad?

—Porque si mintiera no te diría, ”mira que te estoy mintiendo” —dijo empleando una voz algo más aguda de la natural para la última frase—. Bah, creo yo, a sabiendas de que te puedes meter a mi cabeza y con lo mucho que me jode prefiero decir la verdad directamente.

No, la pregunta no le hacía ningún sentido, y aún si lo hiciese, ¿por qué tendría que explicarle cuando él se había negado rotundamente a darle una explicación acerca de la necesidad del dinero? Nada tenía sentido a estas alturas.