31/03/2018, 21:01
—Creo... creo... que debe ser muy triste pensar así... Los shinobis no somos solo unas maquinas de matar. Nuestro cometido principal no ese ese, aunque se nos reconozca principalmente por ello. Los shinobis son los defensores de la paz. Igual ayudamos a encontrar a un gato perdido, que ayudamos a que un señor cruce sin problemas para sus pertenencias de un lado a otro del país, o bien prestamos ayuda a mantener el orden en una biblioteca. No todos nuestros esfuerzos se centran en quitar vidas, y no es mejor ninja el que mas vidas quita; si no el que mejor uso hace de sus capacidades para ayudar al resto.
“Los demás solo conocerán de ti lo que tú quieras mostrarles”. Era una de las cosas mas sabias que había aprendido. Dile a una persona, creyéndotelo tu mismo, que eres el tipo mas insensible del universo, y vivirá pensando que ese es tu verdadero yo. Podría descubrir que le has mentido, pero también podría pensar que estas fingiendo si te ve mostrando sentimientos.
Si toda mi historia fuese verdad, si no confiara en nadie, los cuervos jamás me habrían dejado formar parte de su familia. Desde luego, si no sintiera nada por ellos, si solo me comportara como un robot asesino, no seria quien soy. Pero aquello era divertido, era mucho más divertido, que aquel desconocido, pensara que yo no era mas que un tipo entrenado para hacer mi trabajo y nada más.
Y me parece aún mas triste que viajes con alguien, que compartas tus días con alguien... y aun así... aún así... pienses que no puedes confiar tu vida en ella. Aunque discutamos, Akane y yo confiamos plenamente el uno en el otro. Quizás no todo el mundo es digno de confianza, pero quienes te dedican parte de sus vidas, creo que merecen parte de la tuya.
—La gente en quien confías es la gente cuya puñalada duele más. —mantuve mi papel de persona fría y desconfiada. —¿Qué crees que cuenta mas para tus superiores, las personas a las que has ayudado o el numero de personas a las que has ayudado? ¿No somos números? Acumula éxitos y asciende, un solo fracaso… y se olvidaran de todos tus éxitos, te recordaran día a día la vez que te equivocaste. Una sola vez. Un numero.
Eso no era del todo mentira. La gente no te recuerda por tus éxitos, la gente te recuerda por tus fracasos. Puedes pasarte la vida haciendo las cosas bien, sin equivocarte. Tendrás un error cualquier día, y entonces, la gente a la que habías ayudado día a día, será la que te señale con el dedo y olvide todo lo bueno que hiciste por ello.
Por poco que me gustase, la vida era así, o, mejor dicho, el corazón de las personas era así. ¿Por qué la parte mas importante de un ser humano, la que lo mantiene con vida, era a su vez la parte más frágil?
“Los demás solo conocerán de ti lo que tú quieras mostrarles”. Era una de las cosas mas sabias que había aprendido. Dile a una persona, creyéndotelo tu mismo, que eres el tipo mas insensible del universo, y vivirá pensando que ese es tu verdadero yo. Podría descubrir que le has mentido, pero también podría pensar que estas fingiendo si te ve mostrando sentimientos.
Si toda mi historia fuese verdad, si no confiara en nadie, los cuervos jamás me habrían dejado formar parte de su familia. Desde luego, si no sintiera nada por ellos, si solo me comportara como un robot asesino, no seria quien soy. Pero aquello era divertido, era mucho más divertido, que aquel desconocido, pensara que yo no era mas que un tipo entrenado para hacer mi trabajo y nada más.
Y me parece aún mas triste que viajes con alguien, que compartas tus días con alguien... y aun así... aún así... pienses que no puedes confiar tu vida en ella. Aunque discutamos, Akane y yo confiamos plenamente el uno en el otro. Quizás no todo el mundo es digno de confianza, pero quienes te dedican parte de sus vidas, creo que merecen parte de la tuya.
—La gente en quien confías es la gente cuya puñalada duele más. —mantuve mi papel de persona fría y desconfiada. —¿Qué crees que cuenta mas para tus superiores, las personas a las que has ayudado o el numero de personas a las que has ayudado? ¿No somos números? Acumula éxitos y asciende, un solo fracaso… y se olvidaran de todos tus éxitos, te recordaran día a día la vez que te equivocaste. Una sola vez. Un numero.
Eso no era del todo mentira. La gente no te recuerda por tus éxitos, la gente te recuerda por tus fracasos. Puedes pasarte la vida haciendo las cosas bien, sin equivocarte. Tendrás un error cualquier día, y entonces, la gente a la que habías ayudado día a día, será la que te señale con el dedo y olvide todo lo bueno que hiciste por ello.
Por poco que me gustase, la vida era así, o, mejor dicho, el corazón de las personas era así. ¿Por qué la parte mas importante de un ser humano, la que lo mantiene con vida, era a su vez la parte más frágil?