Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
«¡No jodas!» Casi le da un vuelco al corazón cuando descubrió la gema entre los ropajes del anciano. ¿De verdad había huido Tome sin su botín? «¡Al fin un golpe de suerte!» No obstante, un rápido vistazo le indicó que algo iba mal. La piedra preciosa había perdido su brillo. ¿Cómo explicarlo? Era como si aquella gema hubiese sido el ojo de una persona…
Una persona que ahora estaba muerta. Akame, por otro lado, mascullaba algo a Cicatrices.
—¿Alguien piensa explicarme vuestra historia de amor secreta? —Pero su pregunta quedó interrumpida por unas voces.
Se levantó de golpe, sintiendo que la adrenalina corría de nuevo por sus venas. ¿Un cabo suelto dejado por su Hermano? ¿Uno de los matones de Cicatrices? ¿O… la guardia personal de Iekatsu? «Como vean el cuerpo degollado de su señor… ¡Me cago en la puta! ¡Aun nos vamos a quedar sin recompensa y todo!»
Escupió a un lado. Quizá no había logrado hacer lo correcto, pero y una mierda se iba a quedar sin su pasta.
Se guardó la gema en el bolsillo y se llevó un dedo a los labios.
—Sshhh…
Perro. Jabalí. Carnero. Plantó la mano en el cuerpo de Iekatsu y este se convirtió en el de un chico. Un chico con chaleco ninja y brazalete de jōnin. Con una mueca de disgusto, repitió el proceso en la cabeza suelta del anciano, convirtiéndola…
… en la suya propia. Quién sabe, quizá algún día aquella ilusión se convirtiese en realidad.
Acto seguido, formó por tercera vez los sellos del Henge no Jutsu y se convirtió en una réplica exacta de Iekatsu. Si de verdad aquellas voces pertenecían a la guardia… iba a jugar.
—Mejor será que no se enteren de la muerte de su amo… o nos joden la misión. Si son los guardias… sígueme el rollo.
Estado de Datsue
170/200
–
(Datsue)
133/300
–
+90 por 9 turnos
–
-15
–
-15
–
-8
–
regen. dividida
– *Sharingan activado*
—Objetos:
Hitai-ate [cuello]
Chaleco militar (4/5)
Chīsana Hyōrōgan x1x0
Ōkina Chirōgan x1 (2 turnos de 4)
Paquete de 15 makabishi x1
Bomba de humo x1
Portaobjetos básico (10/10)[costado derecho]
Hikaridama x1
Bomba sonora x1x0
Shuriken x4x3
Hilo shinobi x1x0
Paquete de 5 senbon x2
Chīsana Makimono x1 (2/3)
Bomba de aceite x1
Bomba adhesiva x1
Sellados en el cuerpo (5/6)
Kunai x1x0
Sello explosivo de clase B x1x0
Oto Fuda x1x0
Fuda Kami x1x0[dorsal de la mano izquierda]
A-ranku no Kibakudama x1[antebrazo externo izquierdo]
Muchas de las misiones de un ninja están basadas en la infiltración y el subterfugio. Este Ninjutsu, que se enseña en todas las academias shinobi de Oonindo, es la técnica más básica para hacerse pasar por lo que uno no es, pero no por ello es menos útil. El usuario realiza los sellos del jutsu mientras visualiza mentalmente aquello en lo que se va a transformar, que puede ser o bien otro ser humano, un animal, una planta, un arma o un objeto inanimado, siempre de tamaño medio (un poco más pequeño que una persona o un poco más grande). Tras una pequeña nube de humo, el shinobi se transforma adquiriendo las características físicas deseadas, pero manteniendo algunas de sus propiedades (no puede replicar extremidades que no tiene, por ejemplo, y si lo hace, serán evidentemente falsas).
La técnica es básica, pero muy pocos logran dominarla por completo debido a que requiere una excelente capacidad de memoria y concentración. Por ende o bien se tiene 60 o más puntos en el atributo de Inteligencia o bien se tienen 60 o más puntos en la facultad de Ninjutsu; si no se cumple al menos una de estas dos condiciones, la transformación en otras personas será evidentemente falsa, con obvias carencias o imprecisiones respecto al original.
Incluso así, desconcentrar al usuario, como por ejemplo hiriéndolo, derribándolo o causándole demasiado estrés podría deshacer la transformación.
Alterador (Henge no Fūinjutsu): Gracias a su dominio en técnicas de sellado (Fūinjutsu 60), Datsue es capaz de, tras realizar los sellos originales, hacer contacto con el cuerpo de un objetivo (si este lo permite o está inconsciente), sobre su propio cuerpo o sobre un objeto, implantando un sello que mantendrá la transformación deseada durante (Poder/10) turnos, gastando 15 CK. La transformación no se ve afectada por golpes o estrés, pues es alimentada por el chakra del propio sello, y solo se deshará cuando éste se agote. Como máximo podrá tener dos sellos activos al mismo tiempo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
19/07/2018, 19:28 (Última modificación: 19/07/2018, 19:28 por Uchiha Akame.)
Kaguya Hida, ya libre del influjo del Fuuinjutsu que Datsue le había puesto, soltó una risotada sarcástica.
—Buena suerte si pretendes que este rapaz te explique algo de lo que está ocurriendo —Akame apretó los dientes y las esposas de chakra al unísono, arrancándole un leve quejido al mercenario—. Lleva casi un año dándome por culo y aun así no tiene ni idea de dónde se está metiendo.
El aludido le propinó una señora patada en las costillas que hizo caer al suelo a Hida.
—Sé lo suficiente como para asegurar que trabajas para gente poderosa, gente que anda buscando ciertos artefactos relacionados con un símbolo muy antiguo llamado Uróboros —replicó, casi escupiendo las palabras—. El shamisen mágico de Rokuro Hei, la Isla Monotonía, la mansión de Ichiban, el Templo de Uróboros... Todo está relacionado con vosotros, y pienso llegar hasta el fondo de este asunto. Así que empieza a cant...
Alguno de los elementos que enumeró Akame sí que había hecho alzar las cejas al mercenario, pero antes de que pudiese replicar las voces lejanas de los guardias llegaron hasta ellos. Datsue pidió silencio mientras se transformaba en una réplica de Toritaka Iekatsu.
—Hay que esconder el cadáver —apuntó Akame, soltando a Hida y acercándose al cuerpo sin vida de Iekatsu—. Es demasiado arriesgado, compadre. Este maldito nos va a delatar —agregó, refiriéndose al mercenario.
Entonces las últimas imágenes de su maestra con el señor le vinieron a la mente, y Akame entendió lo que debían hacer. Apresuradamente recogió la wakizashi del noble y se la clavó en el estómago, asegurándose de moverla luego para abrir una buena incisión. Luego empuñó la katana que Iekatsu le había dado a Tome y la dejó junto al cuerpo sin vida de éste último.
—Iekatsu estaba a punto de cometer seppuku —explicó—. Con un poco de suerte, los guardias creerán que lo ha conseguido y que nosotros le ayudamos —luego lanzó una mirada al Kaguya, indefenso—. Pero antes... Tenemos que hacer algo con este hijo de puta.
19/07/2018, 22:36 (Última modificación: 19/07/2018, 22:37 por Uchiha Datsue.)
Datsue se encogió de hombros.
—También me sirve. —En la mayoría de ocasiones, la solución más simple era también la más efectiva. Canceló su propio Henge no Jutsu y el que iba a ponerle al cadáver.
Pero todavía quedaba un problema. Uno bien gordo. Si tuviese una tela de sellado —con la que minutos antes había amenazado a Cicatrices— todo sería más fácil. Pero no, claro que no la tenía. Porque se la había dejado en casa, al ser tan grande y tan poco… vistosa.
«Definitivamente soy imbécil».
Un imbécil, sí, pero un imbécil con recursos.
—Lo mejor por el momento será que se vaya a dormir. —No fuese a ser que les llevase la contraria ante los guardias.
Se acercó a él a paso lento pero seguro. Hinchó los pulmones con una gran bocanada. Los vació muy lentamente. Entonces, demostró por qué el fuuinjutsu era la rama más versátil y poderosa del Ninshuu. Porque cuando formó un sello especial y único, cinco llamas moradas surgieron en sus dedos. Datsue se sujetó la muñeca con la otra mano y la estampó en el pecho de Cicatrices.
Y Cicatrices se fue a dormir.
—Cinco minutos —anunció. Eso era lo que tenían hasta que se despertase.
Estado de Datsue
170/200
–
(Datsue)
43/300
–
+30 Henges cancelados
–
-120
–
regen. dividida
– *Sharingan activado*
—Objetos:
Hitai-ate [cuello]
Chaleco militar (4/5)
Chīsana Hyōrōgan x1x0
Ōkina Chirōgan x1 (2 turnos de 4)
Paquete de 15 makabishi x1
Bomba de humo x1
Portaobjetos básico (10/10)[costado derecho]
Hikaridama x1
Bomba sonora x1x0
Shuriken x4x3
Hilo shinobi x1x0
Paquete de 5 senbon x2
Chīsana Makimono x1 (2/3)
Bomba de aceite x1
Bomba adhesiva x1
Sellados en el cuerpo (5/6)
Kunai x1x0
Sello explosivo de clase B x1x0
Oto Fuda x1x0
Fuda Kami x1x0[dorsal de la mano izquierda]
A-ranku no Kibakudama x1[antebrazo externo izquierdo]
—Técnicas usadas:
¤ Gogyō Fūin ¤ Sello de los Cinco Elementos - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Fūinjutsu 70 - Gastos: 120 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Deja inconsciente a un rival durante 5 turnos, anula su regeneración de CK hasta un contra-sellado, inhibe los poderes de un jinchuuriki - Sellos: Sello especial de la técnica (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario realiza un sello especial, tras lo que muestra la palma de la mano hacia el lado contrario de su cuerpo, sujetándose la muñeca con la otra mano. En sus dedos aparecen unas extrañas llamas moradas en las que se forman los cinco kanjis correspondientes a los cinco elementos chinos: metal (金), madera (木), agua (水), fuego (火), y tierra (土). Al estampar los cinco elementos contra la piel o la ropa de un adversario, cinco marcas de llama unidas por fórmulas de sellado aparecen en su piel, y éste se desmaya. El sello impide que el chakra del oponente funcione correctamente, así que, hasta que sea retirado, no podrá regenerar chakra a menos que esté durmiendo o descansando plácidamente. Si el sello se coloca sobre un sello de jinchuuriki previamente localizado, inhibirá los poderes de jinchuuriki de ese usuario, lo controle o no. Si el jinchuuriki establece un vínculo de amistad con el bijuu, sin embargo, es capaz de romper el sello a voluntad una vez se despierte.
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Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
La situación se dispuso tal y como los ninjas habían planeado; el cadáver de Iekatsu yacía plácidamente sobre el suelo, con los aceros colocados de tal forma que parecía que en efecto el viejo noble había cometido seppuku y uno de los ninjas había sido su ayudante durante el oficio —cortándole la cabeza a su señal—. El mercenario, resignado a su destino, recibió el poderoso Fuuinjutsu de Datsue con los dientes apretados y la mirada severa. Luego, quedó inconsciente.
Un par de minutos fue lo que tardó la guardia personal de soldados de élite de Iekatsu en encontrar la escena. El primero de ellos, el más corpulento y con su rostro oculto por un casco ornamentado, fue el que hizo señas a los demás para que se detuvieran al contemplar la situación.
—Uchiha Akame-dono, Uchiha Datsue-dono —les saludó—. ¿Qué ha sucedido aquí? ¿Y la dama Tome? —se giró entonces hacia el cuerpo inconsciente y esposado que reposaba en el suelo, a unos cuantos pasos del cadáver de Iekatsu—. ¿Quién es este hombre? ¿Se trata de uno de los enemigos que les han atacado?
El guardia no parecía, sin embargo, sorprendido por hallar el cuerpo muerto y descabezado de su antes señor; probablemente el propio Iekatsu ya le hubiera puesto al tanto de sus intenciones. Al fin y al cabo, no tenía nada de extraño que un hombre de sangre noble quisiera purgar sus pecados y limpiar su honor antes de partir hacia el más allá.
En cuanto a las preguntas, Akame optó por callar y dejar hablar a su Hermano, como siempre hacía.
Dos minutos. Eso fue lo que tardaron los guardias en llegar. «Tengo que despacharlos rápido». Eso, o esperar a ver cómo Cicatrices empezaba a escupir la verdad solo para buscar una oportunidad de desconcierto y escapar.
Tenía poco margen de maniobra.
—¿Pudisteis escuchar mi bomba sonara? —respondió a la pregunta con otra pregunta. De haber sabido que llegarían tan tarde, ni de coña lo hubiese hecho—. Sí, en efecto. Este hombre es uno de los que nos atacó —confesó—. No obstante, la dama Tome se dio a la fuga, presa del terror —trató de convertir la desventaja en una ventaja—. Deberían peinar el bosque, señores. Quizá todavía quede algún enemigo vivo y se encuentre en peligro mortal.
»Aquí el trabajo ya está todo hecho. Asistí personalmente a Iekatsu-sama para completar su seppuku.
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Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Tanto el que parecía llevar la voz cantante como los otros tres guardias de élite de la familia Toritaka escucharon con atención las explicaciones que les ofrecía Datsue. Cuando terminó, todos parecían bastante convencidos, a excepción de...
—No se preocupe por la dama Tome, Datsue-dono —replicó el primero de los soldados—. Ella estaba personalmente muy unida a Iekatsu-sama, en paz descanse, pero sus hijos... No le tienen tanto aprecio.
Aquel tipo hablaba con seguridad y convicción, como si la versión de los hechos que Datsue le había ofrecido encajase perfectamente en sus esquemas y no tuviese motivos para cuestionarla. Así, le indicó con un movimiento de su cabeza a sus hombres que se llevaran el cuerpo inconsciente de Hida. Akame tensó los puños.
—Deberían dejar que nosotros nos hiciéramos cargo del prisionero —intervino el mayor de los Uchiha.
El robusto guardia se cruzó de brazos.
—Este hombre está acusado de intentar atentar contra la vida de un miembro de la familia Toritaka —recitó, como si lo estuviese leyendo en un pergamino—. Su custodia corresponde, por tanto, a la guardia personal del señor. Llévenselo, muchachos.
«No puede ser, no puede ser, no puede ser... ¡No puede ser!»
Akame sintió grandes deseos de liarse a golpes con los guardias, pero tuvo que contenerse ante la aplastante evidencia de que no sería buena idea.
—Mire, yo... Yo lo entiendo, de verdad que sí. Pero es que ustedes no... No saben de lo que este hombre es capaz. Es un tipo muy peligroso, un ninja renegado. Tenemos que ser nosotros quienes le vigilemos.
Ante las palabras del jōnin, el guardia guardó un momento de silencio y luego respondió, señalando a los grilletes que ataban las dos muñecas del mercenario.
—Está esposado, ¿no? Además de inconsciente —agregó, visiblemente poco convencido—. Lo siento, shinobi-dono, pero en este caso no hay discusión posible. Este hombre debe ser sometido a la justicia del legítimo heredero de Iekatsu-sama.
Mientras, dos de los guardias ya habían levantado en peso —sin aparente esfuerzo— el cuerpo inconsciente de Hida, y el tercero estaba requisándole todas sus pertenencias.
Datsue contuvo un suspiro de alivio cuando el soldado se tragó todo. Además, en un giro que debía haber previsto, el fortachón no se vio especialmente preocupado por el paradero desconocido de la dama Tome. Tal y como los Hermanos del Desierto habían observado en el palacio, la mujer no era muy querida entre los hijos. No por nada, aquella sabandija se había hecho con el control de su padre.
Observó, callado, la discusión entre Akame y el hombre por la custodia de Cicatrices. Sabía que había muchas cuentas pendientes —más de las que conocía— entre ellos dos, pero el guardia parecía muy convencido de llevárselo.
Habría que tomar medidas de contención.
—¿Me permiten un segundo? —preguntó, a los dos soldados que habían levantado a pulso a Cicatrices. Se acercó hasta ellos y posó una mano en el cuello del mercenario, como si quisiese tomarle el pulso. En realidad, le estaba colocando un Sello de Rastreo—. Dos minutos —les dijo, solemne—. Dos minutos para que despierte. ¿Están seguros de que no nos lo quieren dejar a nosotros? —miró a los ojos al soldado que le cogía por los hombros. Luego al que le agarraba por las pierdas, y, finalmente, al que parecía ser el jefe—. No estamos hablando de un samurái, sino de un ninja. Y he visto hacer cosas a este hombre…
Un escalofrío recorrió su espina dorsal, como si el solo hecho de rememorarlo le provocasen pesadillas.
—Tuvimos mucha suerte de dejarle inconsciente. Les digo, señores. Para mí es un alivio que lo lleven con ustedes, pero mi deber me obliga a, al menos, advertírselo.
¤ Tsuiseki Fūin ¤ Sello de Rastreo - Tipo: Apoyo - Rango: B - Requisitos: Fūinjutsu 40 - Gastos: 30 CK (sello de rastreo), 15 CK (sello-brújula; impide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales:
Un sello de rastreo es reconocido por la brújula sólo si se encuentran en la misma cuadrícula del mapa
(Fūinjutsu 50) Un sello de rastreo es reconocido por la brújula sólo si se encuentra en la misma cuadrícula del mapa o en una adyacente
(Fūinjutsu 60) Un sello de rastreo es reconocido por la brújula sólo si se encuentra en la misma cuadrícula del mapa o en dos adyacentes
(Fūinjutsu 70) Un sello de rastreo es reconocido por la brújula sólo si se encuentra en la misma cuadrícula del mapa o en tres adyacentes
- Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Al tocar con la palma de la mano a una persona, animal u objeto, Datsue es capaz de implantar en él un sello especial, llamado sello de rastreo, que permanecerá activo durante (Poder/10) estaciones. Este sello permanecerá invisible ante su víctima, a no ser que la brújula esté buscando su posición, momento en el que cobrará color sobre la superficie en la que se implantó, tomando la forma del Kanji del Norte (北), de unos cuatro centímetros de ancho.
Y es que este sello no tiene ningún tipo de utilidad sin el segundo tipo de sello: el sello-brújula. Datsue es capaz de implantar un sello en su propio cuerpo, en el de otro o en un objeto, con forma de brújula, cuya aguja apuntará siempre hacia un sello de rastreo. El Uchiha tiene que decidir hacia qué sello de rastreo apuntará en el momento de implantar la brújula, pudiendo elegir entre los (Inteligencia/15) últimos sellos de rastreo implantados. Sin embargo, este sello requiere de emisión constante de chakra y de una gran concentración, imposibilitándole realizar otras técnicas mientras tanto (cualquier golpe recibido rompería su concentración, deshaciendo el sello).
Se ha de remarcar que esta técnica no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (40, 50, 60 ó 70).
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Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Datsue tiró de algunos hilos y tocó determinadas teclas, con esperanza de que a aquellos hombres embutidos en ornamentadas armaduras se les ablandase el ímpetu y cedieran ante su manipulación... Sin embargo, pronto el jōnin podría darse cuenta de que había errado el tiro; aquellos eran soldados veteranos, no muchachos que recién comenzaban su andadura militar. El cuarteto de orgullosos guardias de élite no se inmutó siquiera ante las advertencias del joven Uchiha.
Tan sólo el que había hablado hasta el momento pareció soltar un bufido —no se sabía si de indignación o de burla— bajo su casco.
—Esté tranquilo, shinobi-dono —replicó—. Al fin y al cabo, si no me traiciona la memoria, un jovencito que apenas llevaba dos días afeitándose le desarmó sin problemas durante un mano a mano.
Otro de sus hombres soltó una risotada breve al oír lo que el jefe del cuarteto había replicado al ninja, y luego indicó que ya había terminado la requisa al preso. Todos los artilugios los habían metido en una bolsa de tela que uno de los soldados llevaba ahora colgando del cinturón.
—Aquí concluye nuestra misión, y la suya —confirmó el robusto soldado, dándose media vuelta e indicando a sus hombres que se marcharan—. Ah, antes de que se me olvide... --metió la mano en el morral que llevaba colgando del cinturón y sacó el pergamino de misión firmado—. Esto es para ustedes.
Akame, agotado y resignado a ver cómo el hombre al que se había estado enfrentando durante casi un año escapaba otra vez —sin quererlo— de sus manos, se adelantó y tomó el pergamino.
«Maldito hijo de puta, cretino, imbécil soplapollas. Algún día te comerás tus palabras, payaso, y ese día llegará antes de lo que crees»
—Ahí ha dado en el clavo —respondió, en su lugar, al comentario tan chistoso como hiriente del soldado. Tenía réplicas preparadas para aquellas ocasiones en las que se recibía un zasca tan grande que dejaba la mente demasiado aturdida como para improvisar nada de provecho. No obstante, prefirió no decir nada. Uchiha Datsue se tragaría el orgullo mil veces antes de poner en riesgo la recompensa de una misión.
Además, ya había puesto su sello particular a Cicatrices. Si lograba escapar de la horca, Akame podría encontrarle con su ayuda.
—Sí, vamos —respondió a su vez a Akame—. Tenemos mucho de lo que hablar…
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Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Mientras dos de los guardias se llevaban al inconsciente Hida, que poco después recuperaría el sentido, el capitán y su otro compañero se encargaron del cadáver del difunto noble. Tal y como Toritaka Iekatsu había expresado, era su deseo el ser incinerado en lo que él siempre había llamado "el mausoleo de sus antepasados". Los dos fornidos soldados juntaron leña para formar una pira sobre la que colocaron el cadáver —con la cabeza disimuladamente situada justo encima del cuello, como si no hubiese sido seccionada— y las armas del noble. Luego, uno de ellos tomó un pequeño frasco de un líquido espeso y amarronado y lo vertió sobre la pira funeraria.
El tenue resplandor anaranjado de las llamas apenas era visible ya para los dos ninjas, que recorrían —a la inversa— el sendero que debía llevarles de vuelta hasta Rōkoku; y más allá, a Uzushiogakure.
—Estoy agotado —masculló Akame mientras se volteaba para dar un rápido vistazo a la pequeña columna de humo que se alzaba en la lejanía—. Qué apropiado, el que a fuego mata, a fuego muere.
Luego largó una mirada a su compañero. Datsue había estado demasiado raro desde su enfrentamiento con Kunie, y a Akame no le había pasado por alto.
Datsue desvió la mirada hacia atrás para contemplar por última vez el resplandor anaranjado que era la pira funeraria de Iekatsu. Podía decirse que la misión había sido un éxito. El señor había tenido el final que quería, y las amenazas habían sido aplastadas. Pero, ¿lo había sido realmente? ¿O era una de esas medias verdades que escondían una mentira mayor?
Por un segundo, Iekatsu había hablado con otro tono de voz, negándose a su destino. Tampoco habían resuelto el misterio de la gema. Tome no se la había llevado consigo, pero estaba claro que después del Genjutsu, la piedra preciosa había perdido su esencia. Por no hablar de Cicatrices, claro. ¿A qué demonios jugaba ese hombre?
—¿Ya tienes pensado en qué vas a gastar la paga? —preguntó su Hermano, sacándole de su ensimismamiento. Se le hacía tan raro ahora hablar con él, después de lo que había descubierto…
—Pues mira, no me vendría mal un buen porro —respondió, sincero—. Bueno, qué, ¿piensas contarme toda tu movida con el mercenario y el uróboros?
Datsue no sabía ni la mitad de lo que había pasado. Lo cual, no hacía sino demostrar que Uchiha Akame era un hombre de secretos. Y muchos.
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Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Akame soltó una carcajada. Si bien él se había estado aficionando, últimamente, a la bebida... Datsue había descubierto un nuevo vicio. A su Hermano le encantaba últimamente viajar a Mori no Kuni, y Akame empezaba a intuir que no precisamente de turismo. Él, por su parte, nunca lo había probado; aunque siendo fumador de tabaco como era, pensaba que no debía ser muy diferente.
«Hablando de...»
Casi como acto reflejo, sus manos echaron mano a la cajetilla de tabaco que guardaba en uno de los bolsillos de su chaleco militar. La otra sacó un mechero del bolsillo izquierdo del pantalón de Akame, y con el gesto aprendido de un fumador avezado, en apenas un instante sacó un cigarrillo, se lo puso en los labios, lo encendió. Luego aspiró profundamente, dejando que el humo le llenara los pulmones, saboreando el amargor del tabaco. Quizás fumaba porque lo concebía como una retorcida metáfora de su vida shinobi.
Sólo después de un par de caladas, Akame contestó.
—No conseguí averiguar mucho más de lo que ya te conté aquel día —respondió, mientras ambos caminaban entre las sombras de la noche—. En realidad... Bueno, ese renegado tenía razón en algo. Estoy perdido, no hago más que dar tumbos en la oscuridad —admitió, escupiendo a un lado—. Sólo sé que todo está conectado a ese símbolo, Uróboros, y que hay gente muy poderosa detrás... ¿Qué pretenden? ¿Quiénes son? A esas preguntas no tengo respuesta.
Pegó otra calada al cigarro. Entonces volvió a sacar su cajetilla de tabaco y le ofreció uno a Datsue.
—Lo de la casa "encantada" en Ichiban, el Muerto Vivo en Yamiria... —entonces el joven Uchiha cayó en la cuenta de algo. Algo tan obvio y evidente que tuvo que contenerse para no pegarse un puñetazo en su propio rostro al darse cuenta—. ¡Yamiria! ¡Eso es! La primera vez que vimos al mercenario de las cicatrices estaba allí, ayudando a un hampón a conseguir ese instrumento mágico...
—El Jefe —recordó de pronto Datsue, siguiendo el hilo de pensamientos de Akame. El mercenario lo había mencionado horas atrás—, así se llamaba el hampón. Ese cabrón debe saber algo.
Era curioso. Allí había sido donde había conocido a Aiko. Una aventura que recordaba muy bien. Por aquel entonces, los dos todavía no habían sido bautizados como los Hermanos del Desierto. Eran dos criajos, a decir verdad, superados en el momento por algo que se les hacía demasiado grande.
No ahora. En sus brazos portaban la placa de jōnin, y sus ojos empezaban a tomar la forma de un Sharingan extinto. La forma de un mito.
Era curioso que tan solo hubiese pasado un año desde entonces.
—Pero, espera, ¿qué mierdas pasó en Tane-Shigai? —quiso saber—. Donde al parecer torturaste a un hombre hasta la muerte.
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Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
El joven jōnin asintió ante la confirmación de su compadre. Sí, el criminal llamado como El Jefe evidentemente estaba involucrado en todo aquello; ¿hasta qué punto? Sólo había una manera de averiguarlo...
«A Yamiria es, pues...»
Aquella súbita revelación le había sentado como un soplo de aire fresco. Como una luz en la oscuridad. Sin quererlo, Akame había aligerado el paso y ahora sus pies parecían dispuestos a andar varios kilómetros más, en lugar de simplemente pedir a base de dolor un buen descanso en la posada más cercana.
Sin embargo, la siguiente pregunta de Datsue le sacó de sus pensamientos. Akame fumó otra calada con aire de tipo duro, aunque le salió bastante mal.
—Hice un "viajecito" a Mori no Kuni, concretamente a los Templos Abandonados. Según los apuntes de un viejo profesor de la Universidad de Taikarune, un historiador, o arqueólogo, o algo así, allí debía encontrarse un templo especialmente dedicado a Uróboros.
El Uchiha hizo una pausa en su relato para volver a fumar.
—Allí fue donde conocí a Uchiha Ralexion-san. Se ofreció a guiarme hasta allí y me ayudó también a entrar en el templo y escapar con vida... Y con una gema muy parecida a la que llevaba ese desgraciado de Iekatsu —agregó—. Sin embargo, al salir, el de las cicatrices y sus hombres nos tendieron una emboscada. Nos cogieron por sorpresa, nos triplicaban en número y yo estaba bastante falto de chakra... Tuve que dársela.
Datsue oyó atento a toda la historia, alzando cada vez más las cejas a medida que iba llegando a su final. ¿Qué también había encontrado una gema? ¿Qué se la habían robado? ¿Cómo demonios no le había contado hasta entonces algo tan importante?
—Tú sí que me coges por sorpresa —respondió, cuando Akame aseguró que les habían cogido por sorpresa a la salida del templo—. No pensé que te guardases tantos… —hizo una pausa eterna—, secretos.
Y aquello solo era la punta del iceberg.
—Imagino que fue entonces cuando raptaste a uno de sus hombres para sacarle información —se imaginó. Akame había omitido en su respuesta, por error, aquel detalle. Ahora que lo pensaba, Akame era muy bueno en omitir cosas por error—. ¿Descubriste para qué querían la gema? ¿Qué es lo que hace?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80