El mejor participante de Kusagakure

[Inuzuka Nabi]

¡Pues no me acababa de enterar de que Juro estaba participando en el examen! ¡Después de todo lo que habíamos vivido juntos y no se digna a pasar a saludar cuando invade mi villa! ¡Qué vergüenza! ¿Donde estaban sus modales ahora? En el bosque, rodeados de mierda verde y nauseabunda.

Llevábamos toda la mañana buscando su olor por la villa y ni rastro, bueno, Stuffy pareció haber encontrado el rastro a la hora de comer pero no era más que el olor de un restaurante de barbacoa donde, obviamente, nos paramos a comer. Y pues nada, una mañana desaprovechada del todo. Me tragué mi mala uva con filetes de carne bañados en salsa barbacoa y muy hechos, tenía mucha pena que hundir en kilos de carne.

Obviamente, como buen shinobi, al haber desperdiciado la mañana y haberme inflado a comida después, pues me sentí mal. Mal psicológicamente, físicamente soy un toro. Decidí que lo mejor era ir al Jardín de los Cerezos encontrar una plazoleta de estas para entrenar y esperar a ver si algún oponente digno me deleitaba con un buen combate.

[Eikyuu Juro]

Juro caminaba en este mismo momento por un lugar bastante especial: el mítico jardín de los cerezos de Uzushiogakure. Alguna vez le habían hablado de él, pero nunca hubiese imaginado el haber podido verlo con sus propios ojos (principalmente, porque estaba en una villa ajena)

Pero ahí estaba. El examen le había proporcionado una gran oportunidad de visitar una villa que en condiciones normales no habría visto. Sería un idiota si no lo aprovechaba. Por eso mismo, había salido a dar una vuelta, para relajarse un poco y desconectar. ¿Debería entrenar ahí? ¿En ese sitio? Era una buena idea, aunque no podía quitarse de la cabeza la sensación de que era un completo extraño ahí.

Pero nadie iba aparecer y decirle que se fuera, ¿verdad? Después de todo, en este momento, Uzushiogakure era la villa más visitada. Podía haberse encontrado con genin de todas las clases.

« Debería visitar a Nabi y a Eri » — Lo había pensando desde que había llegado. Después de todo, era su villa, ¿no? Pero no tenía ni idea de dónde vivían, y era un poco difícil, así que se había tenido que rendir.

La plaza era enorme. Juro lamentó que los cerezos no estuvieran en flor en esa época del año (debían de ser preciosos). Había notado que en aquel espacio no había solo árboles. Había varios templos repartidos en la zona bastante interesantes. Se preguntó si alguno de sus compañeros iría ahí a rezar o a observarlos diariamente. Trató de pensar en algo que igualase esto en Kusa, pero desde luego, no era lo mismo.

Continuó caminando felizmente por los cerezos. Con suerte, vería a alguien conocido. Sin suerte, al menos daría un buen paseo. Pronto, empezó a ver que además de templos y bonitas vistas, también había zonas de entrenamiento para shinobi. Era muy curioso.

[Inuzuka Nabi]

No había nadie. Para estar en medio de pleno examen de Chunin, no había ni un espiritu entrenando. ¡Qué ejemplo daban a los jovenes genins! Vagancia y mediocridad es lo único que mis ojos atisbaban en el horizonte, lo único que iba a representarnos en ese evento que era el examen.

Mas, mayúscula fue mi sorpresa, cuando Stuffy me ladró, alarmado, que algo había entrado en el perímetro de la olfaticidad. Ese algo no era otro que Eikyu Juro, conocido maleducado y prófugo de la justicia anal.

Sin embargo, la justicia anal tenía un compromiso. Era incapaz de soltar su juicio pues lo había hecho de camino al lugar, con la idea de que esperábamos un combate de verdad, con ejercicio de verdad e ir con el cuerpo lleno no era buena idea. Así pues, la justicia sería el plato que se sirve frio.

— Te lo dije, guardatelo por si lo vemos, que esto siempre va así. En cuanto descargas, aparece alguien que se lo merece en la cara, pero tú, nooo, si no le huelo es que no existe. ¡Cabezota!

Stuffy empezó a ladrar impertinencias mientras gruñía improperios. Al final decidimos esperarle sin más y que la frialdad de nuestras miradas le sirviese de sustitutivo. Me senté en el banco que había al lado del camino con la esperanza de que lo siguiese y apareciese pronto.

[Eikyuu Juro]

Juro continuó el camino, felizmente, sin saber que un imbécil y su perro cagon estaban acechando su delicioso olor. El chico se adentró más en la boca del perro mientras admiraba las obras arquitectónicas de los uzujin y la belleza de sus árboles. No se le pasó por la cabeza que era un buen parque para pasear perros.

Emitió un hondo suspiro, mientras caminaba. Supuso que al igual que el cerezo que aún no había florecido, quizá no había llegado en el mejor momento a aquel lugar.

Entonces, escuchó los ladridos.

Se sorprendió así mismo acelerando, en busca del causante. Era un perro. Podría ser un perro callejero, pero no lo creía. Estaba seguro de que tendría un dueño. Quizá todos los perros sonasen igual ladrando o no, pero él estaba casi seguro de que reconocía ese ladrido.

« Solo puede ser de Stuffy. Estoy seguro »

Junto al camino, en un banco, estaba Stuffy y su compañero humano. Juro se relajó un poco, pero una sonrisa se asomó por su rostro. Por fin. Quizá fuese suerte o destino, pero había encontrado a uno de los uzujin a los que más quería ver. Con la misma sonrisa, se acercó a ellos.

— ¡Nabi! ¡Stuffy! — exclamó —. ¡Me alegra veros! ¿Cómo estais?

Si permanecían sentados, Juro se sentaría con ellos, no sin antes tratar de acariciar al perro, con el que más o menos se llevaba decentemente.

[Inuzuka Nabi]

— ¡Nabi! ¡Stuffy! — exclamó —. ¡Me alegra veros! ¿Cómo estais?

La reacción a la emoción de Juro sería una completa y total indiferencia por parte de Stuffy y mía. Obviamente, éste se dejó acariciar, faltaría más.

— Vaya, se alegra de vernos. ¿Lo has oído, Stuffy?

Stuffy bufó como respuesta, claramente contrariado con la actitud del kuseño.

— Lleva tres semanas en la villa y AHORA se alegra de vernos, como no ha tenido tiempo el señorito de pasarse a saludar. ¡Vergüenza!

Stuffy asintió vehementemente mientras resoplaba y gruñía.

— Tres semanas, Juro, ¡tres semanas! Que he tenido que enterarme POR MI MADRE de que eras el que mejor nota sacó en la primera prueba. También he oído que eres el mejor participante de Kusagakure, claro que me parece que eres el único así que por descarte... Bueno, ¡tres semanas! Casi dos desde la primera prueba, desde que viste a Eri y Datsue, podrías haber preguntado, pero nooo... Te parecerá bonito.

Me crucé de brazos, en posición de madre disgustada.

[Eikyuu Juro]

La sonrisa que tenía en la cara al final se congeló, al ver las caras largas que tenían tanto el perro como el dueño. Al menos, Stuffy aceptó sus caricias, pero tampoco muy alegremente.

— ¿Qué ocurre? No me digas que os habéis peleado con Eri — murmuró Juro, atónito por esa reacción. Generalmente, el chico presentaba su típica cara de felicidad bobalicona que le caracterizaba tanto.

Pero la cosa no iba por ahí

— Tres semanas, Juro, ¡tres semanas! Que he tenido que enterarme POR MI MADRE de que eras el que mejor nota sacó en la primera prueba. También he oído que eres el mejor participante de Kusagakure, claro que me parece que eres el único así que por descarte... Bueno, ¡tres semanas! Casi dos desde la primera prueba, desde que viste a Eri y Datsue, podrías haber preguntado, pero nooo... Te parecerá bonito.

Juro se echó para atrás, retrocediendo ante la furia del chico. Sus mejillas se enrojecieron, más por la verguenza de que le estuvieran echando algo en cara que por el motivo. De hecho, el no tenía motivos para enrojecerse. No había hecho nada malo, por mucho que ese soba perros creyese lo contrario.

— ¡Oye! — exclamó el chico —. Primero, no sé quién es Datsue (aunque se hacía una idea. Más adelante lo lamentaría). Segundo, no he podido hablar más de tres palabras con Eri desde la última vez que nos vimos. La vez que la ví estábamos muertos de nervios, ella con sus compañeros y yo... a un lado, esperando a empezar. No iba a preguntarle dónde vivís, porque me amonestarían y porque no era el momento.

El chico se encogió de hombros, claramente enfadado.

— ¡Además! ¡A mi que me cuentas, ésta es tu villa! — señaló a Nabi con su diestra —. Sabes dónde están sucediendo los exámenes, y el lugar, por Eri. Podrías haber ido a vernos al terminar la prueba. También debes saber seguro donde nos alojamos, y si no, te enterarías fácilmente. Podrías haberme ido a visitar donde estaba alojado. Yo sin embargo no tenía forma de enterarme. ¿Por qué tengo que visitarte yo a ti y no tú a mi?

Suspiró. No le gustaba esa conversación. Sabía que Nabi y él podían discutir durante horas de un tema estupido (como las plantas, por ejemplo). Por eso, quería evitar conflictos innecesarios. Porque por cualquier tonteria, podrían llegar a las manos. Y no quería más líos.

— Oye, hace mucho que no nos vemos. ¿En serio la conversación tiene que ser así? — protestó.

[Inuzuka Nabi]

— Oye, hace mucho que no nos vemos. ¿En serio la conversación tiene que ser así? —

— Se trata de un poco de cordialidad, Juro, podrías haber mandado una carta para avisar de que venías y yo lo hubiera sabido desde el minuto uno. No era tan complicado.

En parte, el kuseño tenía algo de razón, igual no era el momento de ponerse a discutir por su falta de tacto y educación, lo hecho hecho estaba.

— Pero vale, dejemoslo pasar. Hablemos de ti, ¿cómo te ha ido el examen hasta el momento? Si hay un mínimo de aprobados por villa, lo tienes hecho, tio. Y pareces más... hecho que la última vez que nos vimos. ¿Has estado entrenando con esmero para intentar superarme? Porque aún te queda un trecho.

A pesar del aspecto de muchacho debilucho que Juro jugaba a la perfección, siempre se mantenía bastante bien cuando le presionaba, de débil no tenía nada. Pero había algo más, un cambio verdaderamente significativo en todo él.

— También hueles diferente y, no sé, pareces cambiado... — hice una pausa para mirarle de arriba a abajo y olfatearle un poco, Stuffy corroboró mi versión. Olía diferente. — No será... ¡que te has enamorado! Vaya, Juro, quien me lo iba a decir. ¿Quien es la afortunada? O... ¿el afortunado?

[Eikyuu Juro]

Nabi dijo alguna estupidez más sobre una carta (no sabía su dirección), pero él lo ignoró. Había aprendido por las manos que si hacía demasiado caso a las cosas de Nabi, al final él acaba creciendose y la estupidez solo crece y crece en su cabeza hasta que se hace insoportable.

— Pero vale, dejemoslo pasar. Hablemos de ti, ¿cómo te ha ido el examen hasta el momento? Si hay un mínimo de aprobados por villa, lo tienes hecho, tio. Y pareces más... hecho que la última vez que nos vimos. ¿Has estado entrenando con esmero para intentar superarme? Porque aún te queda un trecho.

Juro ladeó la cabeza, sorprendido. ¿Más hecho? ¿Era una especie de cumplido?

— B-bueno, no me ha ido mal. Como ya sabes, acabé el primero en la primera prueba — dijo Juro, hinchandose de orgullo —. Me he sentido un poco solo, y aun no entiendo por qué nadie más se presentó, pero estoy defendiendme como puedo. Siempre dijeron que el examen es muy duro, y ha tenido sus momentos, pero creo que puedo aguantarlo.

« ¡Y claro que he estado entrenando! He estado esforzándome mucho para poder entrar — protestó Juro.

Juro se sentía algo incómodo por la afirmación, pero entonces, Nabi empezó a notar algo... extraño en él, que le puso los pelos de punta.

— También hueles diferente y, no sé, pareces cambiado...

— ¿C-cam...b-biado? — murmuró Juro, observando con horror como Nabi y Stuffy olfateaban a la par. No podía ser. ¿Podían oler al bijuu dentró de él? ¿Se darían cuenta de que era el jinchuriki de Kusa? Juro soltó una carcajada nerviosa —. N-no se de qué me estas hablando.

...No será... ¡que te has enamorado! Vaya, Juro, quien me lo iba a decir. ¿Quien es la afortunada? O... ¿el afortunado?

Juro casi se cae de culo. Sintió una inmensa oleada de alivio, que luego fue reemplazada por la verguenza. Sus mejillas se pusieron totalmente rojas.

— ¿Enamorarme? ¿Yo? ¡Qué va! Que cosas tienes, Nabi — murmuró. ¿Era mejor que lo pensase así? No. No podía fingir así —. Espera. ¿Los enamorados huelen diferente? ¿Puedes oler las emociones de las personas?

[Inuzuka Nabi]

— B-bueno, no me ha ido mal. Como ya sabes, acabé el primero en la primera prueba. Me he sentido un poco solo, y aun no entiendo por qué nadie más se presentó, pero estoy defendiendme como puedo. Siempre dijeron que el examen es muy duro, y ha tenido sus momentos, pero creo que puedo aguantarlo.

« ¡Y claro que he estado entrenando! He estado esforzándome mucho para poder entrar

— Eh, a mi no me mires. Que yo no me he apuntado, pero la última vez que te vi pelear no saliste muy bien parado. No me gustaría que fueses perdiendo por ahí, deshonrarías a mi perro.

Dije señalando a Stuffy que no entendía de qué iba la vaina. La verdad es que aún no nos habíamos pegado en serio con ningún shinobi, lo cual era un poco... tenso para mí. Si estallaba una guerra, nos pillaría completamente vírgenes en demasiados sentidos. Tampoco es que tuviese prisa por matar gente, Shiona-sama me salve de eso.

— ¿Enamorarme? ¿Yo? ¡Qué va! Que cosas tienes, Nabi. Espera. ¿Los enamorados huelen diferente? ¿Puedes oler las emociones de las personas?

Los vaivenes de emociones de Juro le delataban, estaba claro que algo había, podíamos llamarlo amor o cosa X, pero estar estaba porque casi le da un sincope al ver que me había dado cuenta.

— ¿Cómo voy a poder oler las emociones? Las emociones no huelen, hombre. Yo solo te digo que hueles diferente a la última vez, eso puede ser mil cosas, pero normalmente es porque cuando uno se enamora cuida más el olor y entonces huelen diferente. O incluso si te vuelves más violento, olerías diferente. ¿No te habrás vuelto más violento? ¿Has venido pegándote con todo lo que se movía por el camino?

Juro no parecía el tipo de persona que va pegándose sin motivo alguno. Pero con estos kuseños NUNCA SE SABE.

[Eikyuu Juro]

Nabi pareció notar su nerviosismo. Hasta un ciego lo habría notado, la verdad. Pero él no parecía sospechar nada acerca de bijuus y jinchurikis, y eso era un alivio. Probablemente Juro tenía un miedo infundado a que lo descubrieran.

— ¿Cómo voy a poder oler las emociones? Las emociones no huelen, hombre. Yo solo te digo que hueles diferente a la última vez, eso puede ser mil cosas, pero normalmente es porque cuando uno se enamora cuida más el olor y entonces huelen diferente. O incluso si te vuelves más violento, olerías diferente. ¿No te habrás vuelto más violento? ¿Has venido pegándote con todo lo que se movía por el camino?

« Es como un radar humano. Que interesante » — reflexionó Juro, antes de contestar.

— N-no, claro que no. Ya te lo he dicho, he estado entrenando mucho estos meses, pero no me he enfrentado a nadie en serio desde que terminó el torneo — murmuró Juro, excusándose —. Tu mismo lo has dicho, pueden ser mil cosas, y ha pasado un tiempo desde que nos vimos. Quizá hueles mi determinación por aprobar el examen.

Eso si que era gracioso, pero no iba a dejarle mucho tiempo para que su cerebro (compuesto, probablemente, por un hamster y una rueda conectada) empezara lentamente a procesar lo que le acababa de decir.

— Pero díme. ¿Por qué no te has presentado al examen? ¿No cumplias los requisitos? — A Juro se le hacía muy raro esto —. Esperaba haberte encontrado al ver a Eri, pero nada. Estoy seguro de que tienes el nivel necesario, lo vi en nuestra pelea.

[Inuzuka Nabi]

— N-no, claro que no. Ya te lo he dicho, he estado entrenando mucho estos meses, pero no me he enfrentado a nadie en serio desde que terminó el torneo . Tu mismo lo has dicho, pueden ser mil cosas, y ha pasado un tiempo desde que nos vimos. Quizá hueles mi determinación por aprobar el examen.

La determinación de Juro en asegurarme por activa y por pasiva que lo del olor no era nada demostraba, sin lugar a dudas, que algo había, algo me estaba ocultado vilmente. No es que yo no le ocultase cosas, pero de ahí a intentar mentirle, hombre, eso estaba feo. Nunca le iba a mentir, es cuestión de principios morales inamovibles, podía decirle una media verdad, pero eh, es verdad, solo que te falta algún que otro detalle, pero mentir, jamás.

— Si no quieres decírmelo no te voy a obligar, entiendo que hay cosas de las que no podemos hablar, ya sabes, tú eres de allí y yo soy de aquí, es triste, pero cierto. La cuestión es que si necesitas cualquier cosa, dímelo. Yo te puedo ayudar a camelarte a la dama que sea, confía en mi.

— Pero díme. ¿Por qué no te has presentado al examen? ¿No cumplias los requisitos? Esperaba haberte encontrado al ver a Eri, pero nada. Estoy seguro de que tienes el nivel necesario, lo vi en nuestra pelea.

— Sé que tengo el nivel, de hecho, probablemente tengo mucho más nivel del que se requeriría para ser chunin, pero ese no es el tema. El tema es que el rango conlleva una responsabilidad, una responsabilidad que yo, evidentemente, no tengo. Y lo de comandar genins, quita quita, tengo más que suficiente con Stuffy. Necesité muchos años y mucha paciencia para que me hiciese caso, ya no tengo ni tantos años ni tanta paciencia.

No le iba a dar pie a la villa de cometer el error de ascenderme, estaba mejor de segundo al mando, si Eri o Datsue ascendían, seguro que en sus misiones de alto riesgo necesitan un rastreador, y ahí estaré yo, humildemente dispuesto a hacer lo que nadie más puede. Algunos a ese tipo de gente los llaman héroes, pero no yo, yo no me llamaría héroe, aunque esté clarisimo desde todos los puntos de vista que lo sea. Porque soy humilde. Super humilde.

[Eikyuu Juro]

Su propuesta no fue para nada creíble, al menos, a ojos de Nabi. Sin embargo, y para sorpresa de Juro, éste no se molestó, ni trató de averiguar más allá, sino que le respeto.

— Si no quieres decírmelo no te voy a obligar, entiendo que hay cosas de las que no podemos hablar, ya sabes, tú eres de allí y yo soy de aquí, es triste, pero cierto. La cuestión es que si necesitas cualquier cosa, dímelo. Yo te puedo ayudar a camelarte a la dama que sea, confía en mi.

— G-gracias — murmuró Juro, emocionado por la amabilidad de su casi-amigo Nabi.

Por otra parte, la contestación sobre por qué no se había presentado al examen, fue aún más sorprendente. Nabi le dijo que no quería aceptar las responsabilidades de un mayor rango, y que prefería quedarse siendo un genin. Juro supuso que se refería a serlo en aquel momento de su vida (no pudo imaginarse a Nabi con cuarenta años continuando como genin), pero aún así, pudo entender por qué lo decía.

— Bueno, entiendo tu punto. Si no te sientes preparado, siempre puedes esperar a más adelante, como imagino que harás — dijo Juro —. ¡Estoy seguro de que a los genin les encantaría Stuffy! ¡Te los ganarías enseguida!

Juro no pudo evitar reírse un poco, aunque pronto se volvió serio.

— Si te soy sincero, yo tampoco me veo comandando a nadie. Me siento aún un poco verde. Pero quiero probar mis habilidades, y asegurarme de lo que soy capaz —. Después de todo, si no probaba, nunca sabría si era capaz, ¿verdad?

[Inuzuka Nabi]

— Bueno, entiendo tu punto. Si no te sientes preparado, siempre puedes esperar a más adelante, como imagino que harás ¡Estoy seguro de que a los genin les encantaría Stuffy! ¡Te los ganarías enseguida!

Sonreí. Hasta cierto punto, Juro tenía una inocencia que le hacía verlo todo como arcoiris y tulipanes, tal vez era por haber crecido en Kusagakure o por su forma de pensar.

— No va de ganarme a nadie. A lo que me refiero es que esas personas estarían a mi cargo, serían mi responsabilidad. Tendré que tener una actitud diferente ante ellos, no podría ser tan inconsciente ni tan libre como soy ahora. Y no porque la villa me obligue ni nada de eso, sino porque yo mismo no podría. Aún no estoy preparado para ese cambio hacia la seriedad. Quiero ser despreocupado un poco más.

Había llegado a confiar en Juro, más de lo que me hubiese gustado, y estos temas siempre es más fácil hablarlo con un shinobi de otra villa que de la propia, porque la respuesta de "DEBES HACERLO POR LA VILLA" era incontestable. Sí, debía hacerlo por la villa, para que la villa tuviese más shinobis de alto rango, pero yo sabía que no iba a poder hacerlo tan bien como Eri o Datsue, por lo menos de momento.

No iba a poner en riesgo vidas por presentarme al examen antes porque justo han decidido hacer un evento super chachi. Ya habría otros exámenes y Eri y Datsue harían quedar a la villa de puta madre. Bueno, Eri. Datsue igual, con suerte, la liaba poco.

[Eikyuu Juro]

Nabi sonrió. Era una sonrisa triste, de incomprendido. Juro supuso que Nabi no estaba demasiado contento con su respuesta, que le parecía muy adorable.

— No va de ganarme a nadie. A lo que me refiero es que esas personas estarían a mi cargo, serían mi responsabilidad. Tendré que tener una actitud diferente ante ellos, no podría ser tan inconsciente ni tan libre como soy ahora. Y no porque la villa me obligue ni nada de eso, sino porque yo mismo no podría. Aún no estoy preparado para ese cambio hacia la seriedad. Quiero ser despreocupado un poco más.

— Ya lo entiendo — murmuró Juro. La despreocupación, el no creerse capaz —. Supongo que tiene razón. Ser serio es un poco aburrido y no es muy agradable. Es normal, no es algo que puedes desarrollar porque te de la gana. Si aún no te sientes capaz, no se te debería obligar. Siento la intromisión, entiendo que muchos te preguntaran y es bastante molesto.

Juro pensó en cualquiera de sus compañeros. El no presentarte al examen podía ser por decisión o por no cumplir los requisitos. De igual forma, las preguntas, aún bienintencionadas, podían salir mal, o podían tomarse mal.

— Me pregunto que clase de gente habrá, y si tendré que enfrentarme a otros participantes en alguna prueba. He mejorado, pero quién sabe. Quizá me encuentro con Eri en alguna prueba y me da patea el culo — dijo Juro, medio en broma medio en serio. Sabía que había posibilidades de que pasara eso, y más si le tocaba enfrentarse a ella.

[Inuzuka Nabi]

— No te preocupes, tú al menos estás con el positivismo por bandera mientras me dices que debería haber intentado ascender. Hay muchas otras formas de verlo no tan favorables hacia mi persona. Muchas, muchas.

Le comenté apoyandole durante unos segundos la mano en el hombro. Demostrandole que le apoyaba más allá de las palabras, que ahí estaba yo a pesar de lo que me dijese, de que había un vinculo entre nosotros, más poderoso que las ofensas verbales. Porque esa era la clase de vinculo que se tienen en Uzu, fuerte e irrompible, antes de romperse ese vinculo, se me rompería el corazón.

— Me pregunto que clase de gente habrá, y si tendré que enfrentarme a otros participantes en alguna prueba. He mejorado, pero quién sabe. Quizá me encuentro con Eri en alguna prueba y me da patea el culo —

Me reí unos segundos antes de ponerme mortalmente serio y contestarle.

— Si te cruzas con algún participante de Uzushiogakure, huye, escóndete y, sobretodo, no les mires a los ojos. Los dos que hay son Uchiha Datsue y, por supuesto, Eri. Y si uno de esos dos tiene que derrotarte en alguna prueba de algún modo, te hará picadillo, no te dejará ni la más leve oportunidad. Después tendrá que venir el Kusakage en persona a recoger tus restos del suelo y será muy incomodo.

Me quedé unos segundos mirandole fijamente y despues volví a reirme.

— Es broma, bueno, no del todo, pero era una exageración. Tal vez no mueras si te encuentras con un ninja de Uzushiogakure. Datsue y Eri son el top de la villa en cuanto a genins, sin contarme a mi, por supuesto. Tendrás más suerte con Amegakure, que han suplido su falta de calidad con la cantidad porque se han presentado seis o siete. No como Kusagakure, que tiene solo calidad, ¿no?