Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Viajé tan deprisa como mi cuerpo me lo permitió. La ocasión realmente lo ameritaba, debía informar a nuestro líder y cuanto antes lo hiciese, mucho mejor. Me vi en la obligación de hacer noche en una pequeña pooosada de Tane-Shigai y, al día siguiente llegue por la noche a la aldea. Ni siquiera me detuve a pasar por casa, fui directamente a aquel gran dojo dodne esperaba encontrar a Moyashi Kenzou, nuestro Morikage.
Con las constantes vitales aceleradas, abrí la puerta a trompicones y accedí a la estancia principal del edificio con la intención de dirigirme a aquel escritorio con rapidez. En mi cabeza, rondaba la idea de como sería mi primer encuentro a solas con el Morikage. ¿qué pensaría de mí? ¿penmsaría que estaba loco? ¿me creería? De cualquier modo, debía intentarlo. La visita de Kaido sin nada que le identificase como shinobi de la lluvia y su extraño y agresivo comportamiento me hacía dudar de sus propósitos por allí.
— Necesito hablar con Morikage-sama urgentemente, por favor, ¿donde puedo encontrarle?
Rápido, preciso y directo al grano. Fuese quién fuese que me encontrase al otro lado de aquella mesa de recepcionista, soltaría exactamente esas palabras.
Nara Shikako le miró con el ceño fruncido —o quizá tan solo era una arruga más de tantas que tenía— tras el mostrador. Las llamas de los farolillos encendidos sobre la mesa bailaban en sus ojos cansados, y pese a que su boca se abrió, tardó un rato en pronunciar las primeras palabras.
—¿Sabes la hora que es, muchacho? Estamos a punto de cerrar —le informó con lentitud. Ya casi eran las doce de la noche—. ¿Seguro que no puede esperar a mañana? El Morikage ha tenido un día muy ajetreado. —Y estresante. Se merecía un buen descanso después del día que había tenido.
Datsue al teclado, tomo la trama con hueco de master
Un tipo que no había visto en mi vida, ya que jamás había estado por allí a esas horas, abrió la boca como si una manivela tuviese que hacer todo el proceso, le estaba costando horrores y, de hecho, tardó en articular palabras, pero el hombre dijo lo que todos los que hubiesen estado allí podrían pensar.
—¿Sabes la hora que es, muchacho? Estamos a punto de cerrar
Básicamente fue como si le hubiese salido del alma.
. ¿Seguro que no puede esperar a mañana? El Morikage ha tenido un día muy ajetreado.
— Lo comprendo, la verdad es que no he podido venir antes, estuve fuera unos días, pero si pudiera hablar con él ahora se lo agradecería.
«Pero supongo que esperar hasta mañana no es el fin del mundo»
Nara Shikako suspiró. A sus sesenta años de edad, había visto de todo. Ninjas que aseguraban tener una urgencia y no era más que querer contarle al Morikage que habían tenido éxito en su primera misión. Jóvenes que todavía debían mamar del pecho de su madre asegurando que tenían algo importante que contar, y no era otra cosa que habían logrado dominar tal o cual técnica, y que por favor le tuviesen en cuenta para el próximo examen Chunin. Cuando ella era joven no ocurría tanto, pero en los últimos tiempos nunca faltaba el tonto del año que trataba de metérsela doblada.
Pero aquel chico ya no era un infante. Había realizado varias misiones con éxito, y, entre ellas, había participado junto a Yubiwa en una. Eso tenía que significar algo.
—Está bien. Ya sabes donde encontrarle. Por las escaleras de la derecha hasta el último piso —le informó por si acaso.
—Está bien. Ya sabes donde encontrarle. Por las escaleras de la derecha hasta el último piso
Lo cierto es que nunca antes me había reunido con el Morikage en sus aposentos, así que no sabía, pero las indicaciones que acababa de recibir eran lo suficientemente claras.
— Se lo agradezco. Iré a hablar con Kenzou-sama
Hice una reverencia a aquella mujer y enfilé las escaleras como había indicado la recepcionista unos segundos atrás. Ya no había marcha atrás y, por consecuencia mi respiración se fue acelerando por momentos. Demasiados nervios, incluso demasiadas sensaciones a la vez. Tenía miedo de haber obrado mal por haber sido demasiado prudente y hacerle caso a Yubiwa por una vez al no haber metido las narices en todo aquel asunto como hubiera hecho mi yo inconsciente. También tenía a Daigo en mis pensamientos.
De pronto, como si mis piernas se hubiesen movido solas, me encontraba ante la puerta que me separaba del Morikage. Alcé la mano con el puño cerrado y...
Toc.
Toc toc.
Mis nudillos ya habían hecho su labor, ahora restaba la confirmación desde el interior. Un simple orden que me permitiese acceder a la estancia.
Nada más entrar, Yota pudo ver al Morikage sentado tras la mesa, en el centro de la sala. Las ventanas correderas estaban abiertas parcialmente, y la brisa nocturna se colaba por ellas haciendo que la temperatura fuese más baja que en el resto del edificio.
Kenzou tenía una mano en la nuca y estiraba el cuello de un lado a otro, con visibles molestias. Nada más verle, sin embargo, su boca esbozó una sonrisa. La sonrisa de alguien que se ponía muy contento con la nueva visita.
—Oh, Yota-kun. Cuánto tiempo. Llegas en el momento perfecto —le aseguró, levantándose—. ¿Qué te parece si ayudas a este viejo saco de huesos a estirar un poco los músculos? No me vendría mal una peleilla después de pasarme el día aquí sentado. —Normalmente se tomaba un respiro mientras meditaba en la azotea, pero aquel día había tenido mucho más trabajo que de costumbre.
Aquella fue la clara indicación de que podía acceder al interior de la estancia. Así que, tragué saliva un par de veces, puse la mano en el pomo y abrí la puerta para posteriormente cruzar la puerta. aunque pudiese aparentar seguridad desde fuera, por dentro todo temblaba, no descartaba que algún que otro órgano se hubiese movido por dentro y se hubiese desplazado de su ubicación natural.
Una vez dentro vi al Morikage, tras aquel escritorio, visiblemente agotado de una exigente jornada. En especial, su cuello parecía realmente agotado y los movimientos que realizaba con él daban buena prueba de ello. Sin embargo, mientras realizaba una reverencia para presentarme...
—Oh, Yota-kun. Cuánto tiempo. Llegas en el momento perfecto
— El momento... ¿perfecto? —me preguntaba a mi mismo en voz alta, entre confuso y extrañado.
. ¿Qué te parece si ayudas a este viejo saco de huesos a estirar un poco los músculos? No me vendría mal una peleilla después de pasarme el día aquí sentado.
Como si de un mecanismo se tratase, abrí los ojos de par en par. Aquello debía tratarse de una broma.
— Esto... ¿una peleilla, Morikage-sama? —pregunté, todavía intentaba asimilar el porque de todo aquello— En realidad venía a verle por otra cosa
«Y yo que pensaba que el único graciosillo de esta aldea en las altas esferas era Yubiwa-dono...»
—Imagino que sí, Yota-kun. Y debe ser algo importante para ti, o no vendrías a estas horas de la noche —intuyó, esbozando una sonrisa—. Pero nada que no pueda esperar un par de minutillos, ¿verdad? —Se levantó—. Venga, vamos. Cuanto antes terminemos, antes podrás contarme lo que te angustia.
Sin esperar a su beneplácito —no lo necesitaba, ventajas de ser Morikage—, Kenzou subió hasta la azotea. Caminó hasta el centro del tatami y encaró a Yota, formando el Sello de la Confrontación con una mano. Sonrió con picardía.
- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
Pero aquel viejo estaba repleto de vitalidad. quería probarme, o hacer algo distinto a lo habitual o qué sé yo. El caso es que quería pelear y al parecer nada podría hacerle cambiar de parecer.
«Bueno, parece que no hay vuelta atrás»
—. Pero nada que no pueda esperar un par de minutillos, ¿verdad? —Se levantó—. Venga, vamos. Cuanto antes terminemos, antes podrás contarme lo que te angustia.
Me encogí de hombros viendo como el hombre enfilaba el camino hasta aquel tatami. Viéndole empezaba incluso a motivarme para tratar de dar mi mejor versión e impresionarle, aunque sabía que sería realmente complicado. Seguí sus pasos y correspondí su sello de la confrontación con el mio.
—Vamos, Yota-kun. ¡Muéstrame lo que sabes!
— Está bien, está bien. Jamás he luchado contra alguien de tan alto nivel pero le mostraré lo que he mejorado
«Puede que hasta me sea útil que vea mi progresión»
Trataba de pensar con rapidez cual podría ser mi primer movimiento totalmente a ciegas. Aunque era más que obvio que Moyashi Kenzou sería un ninja realmente capaz, debía pensar muy bien mis pasos, un error supondría dejarle llevar la iniciativa de los intercambios.
Se me ocurrió algo.
«Probemos con el genjutsu»
Así que le miré directamente a los ojos y empecé a realizar una cadena de sellos. si aquello surtía efecto, del suelo del tatami empezarían a salir los característicos sirvientes de la niebla, siluetas azabaches que rodearían al Morikage con el claro objetivo de esconderme entre ellos.
Estado de Yotita
• PV:
160/160
–
• CK:
175/200
–
-25
–
Fuerza: 35
Resistencia: 30
Aguante: 40
Agilidad: 40
Destreza: 45
Poder: 40
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 30
Percepción: 40
[code][spoiler=Inventario]
Portaobjetos [Muslo derecho][6/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
Ninjato (15 PV/golpe con mango o vaina, 20 PV/corte superficial, 30 PV/corte, 40 PV/penetración)(en horizontal en la parte trasera del cinto)
¤ Kasumi Jūsha no Jutsu ¤ Técnica de los Sirvientes de la Niebla - Tipo: Apoyo (Genjutsu ambiental) - Rango: D - Requisitos: Genjutsu 20 - Gastos: 25 CK (impide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: (ver descripción) - Sellos: Buey → Jabalí → Caballo → Rata → Palmada - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: 30 metros
Este genjutsu crea una serie de réplicas ilusorias del usuario, vestidas completamente de negro y armadas con kunais también ilusorios, que aparecen uno por uno desde los árboles, las rocas u otros obstáculos del entorno (incluso del suelo) para arrinconar al enemigo. Sus movimientos son más lentos de lo normal, pero cuando son atacados se multiplican, por lo que en este sentido parecen fantasmas que habitan en la niebla.
Kenzou sonrió gratamente al ver ejecutar la ofensiva de su genin.
—¡Oh, un Genjutsu! ¡Eso no me lo esperaba, Yota-kun! ¡Muy bien hecho! —No eran muchos los que tenían la capacidad y el intelecto para especializarse en aquella rama, y el solo hecho de que Yota le dedicase tiempo para aprenderse aquella sencilla ilusión le hizo henchir el pecho de orgullo—. Veamos sí…
Formó el sello del Carnero, y las réplicas vestidas de negro desaparecieron como una voluta de humo en el cielo. Una lástima. Se giró hacia su genin, y se cruzó de brazos.
- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
¤ Genjutsu: Kai ¤ Técnica Ilusoria: Liberar - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Genjutsu 10 - Gastos: 0'5 * Gasto de la técnica a contrarrestar - Daños: - - Efectos adicionales: Libera a un usuario de un Genjutsu si su habilidad en Genjutsu o su Inteligencia es mayor o igual a la de su adversario - Sellos: Carnero - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Técnica básica que consiste en parar el flujo del chakra de uno mismo o de un compañero y reactivarlo de forma súbita para expulsar un chakra ajeno a su cuerpo. Dado que todos los Genjutsus existentes se basan en la inserción de chakra propio en el cuerpo de un adversario, es una habilidad primordial para combatirlos, además de provocar un daño externo al que sufre la ilusión. Es preciso señalar que todos los jinchūriki que hayan controlado a su bijū pueden utilizar esta técnica a través del ente para zafarse de ella. Aún así, necesitan conocerla.
—¡Oh, un Genjutsu! ¡Eso no me lo esperaba, Yota-kun! ¡Muy bien hecho!
Aquel halago logró esbozar una notable sonrisa en mi rostro. el mismisimo Morikage me estaba felicitando por lanzarle un genjutsu. A pesar del subidón de adrenalina pude mantener la técnica y, por consecuencia, los entes negros estrecharían el circulo que habían trazado sobre Kenzou sin embargo... Un simple sello para desbaratar la técnica por completo.
«Supongo que le infravaloré, o me vine demasiado arriba»
No obstante, aquello sirvió para entender que los genjutsus no servirían contra el Morikage.
— He entrenado muy duro desde lo del torneo de los dojos
—¡Sorpréndeme de nuevo!
Pero aquel anciano quería ver más. No se contentaba con haber visto un genjutsu por parte de uno de sus gennins. Uno de aquellos que no se presentaron al examen de ascenso a chunnin de Uzushiogakure. De nuevo, se me presentaba una nueva oportunidad de sorprenderle. El Morikage estaba esperando, con los brazos cruzados, a que le deleitase con un nuevo alarde de poder.
— Está bien —dije a la vez que asentía con la cabeza— ¿Recuerda cuando le pedí poder salir de la aldea hace un tiempo para entrenar? Fue después del Torneo de los Dojos. Permitame mostrarle lo valioso que fue aquel viaje
Realicé una cadena de sello para luego morderme el pulgar y plantar la palma de mi mano en el suelo.
— ¡Kuchiyose no jutsu!
Bajo mi mano, se dibujaron unos trazos de un color negro para que instantes después explotase en una nube de humo. Al desaparecer el humo, el Morikage podría observar como su gennin se posaba, muy exhausto encima de una araña negra con rayas anaranjadas y en su abdomen se dibujaba un reloj de arena carmesí.
— Permitame que le presente a Kumokichi-san. Kumokichi, este es Kenzou-sama, nuestro Morikage
— ¿El Morikage? ¿Y para qué narices me invocas a estas horas, tronco?
Di un par de bocanadas de aire antes de ahogarme.
— Bueno, se ve que tenía bastante interés en pelear conmigo
— ¿Cómo? ¿Es en serio? ¿Está usted loco, señor Morikage? —dijo finalmente el animal señalando con una de sus patas delanteras al anciano.
Estado de Yotita
• PV:
160/160
–
• CK:
75/200
–
-100
–
• PV Kumokichi:
100/100
–
• CK Kumokichi:
100/100
–
Fuerza: 35
Resistencia: 30
Aguante: 30
-10
–
Agotamiento 1/3
–
Agilidad: 30
-10
–
Agotamiento 1/3
–
Destreza: 45
Poder: 40
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 30
Percepción: 40
[code][spoiler=Inventario]
Portaobjetos [Muslo derecho][6/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
Ninjato (15 PV/golpe con mango o vaina, 20 PV/corte superficial, 30 PV/corte, 40 PV/penetración)(en horizontal en la parte trasera del cinto)
¤ Kuchiyose: Sentō no Dōbutsu ¤ Invocación: Animal de Combate - Tipo: Criatura - Requisitos: Nivel 20 - Gastos: 100 CK - Daños: 25 PV por golpe de Taijutsu animal - Resistencia: 80 PV (rompe el contrato), 100 PV (vitalidad total) - Chakra disponible: 100 CK - Duración del contrato: 15 turnos del usuario (incluyendo el inicial) - Máximo número de usos: 1 por día (dormir unas horas on-rol se considera como descanso válido) - Dimensiones: 3 metros
«Se trata de un ejemplar de araña de 3 metros que responde bajo el nombre de Kumokichi. Al igual que las arañas ordinarias, tiene una anatomía culona, por lo que dispone de una cabeza más bien pequeña para lo que es su aspecto y un torso redondo y visiblemente más grande. Su cuerpo es de un tono azabache con marcas atigradas de color naranja, aunque conserva el símbolo de la viuda negra, un reloj de arena carmesí en su abdomen.
Al igual que toda invocación de la familia Kumo, tiene un salto potenciado y será capaz de atacar con taijutsu con sus patas causando un daño de 15 PV, un daño por placaje de 12 PV y serán capaces de usar sus fauces para morder a sus presas causando 20 PV.
Pero al tratarse de una invocación de combate, ha estado preparada y entrenada para ello. Cuando muerden a sus enemigos, son capaces de usar sus quelíceros para inyectar una dosis de veneno potenciado con chakra que causan un daño de 10 PV durante los siguientes 6 turnos a cambio de 48 CK. Además, es capaz de expulsar llamaradas de fuego de 20 PV a cambio de 12 CK.»
—¿Recuerda cuando le pedí poder salir de la aldea hace un tiempo para entrenar? Fue después del Torneo de los Dojos. Permitame mostrarle lo valioso que fue aquel viaje.
Kenzou asintió. Lo recordaba, claro que lo recordaba. Había sido justamente después de la misión de rango S que había realizado junto a Yubiwa y Taeko, en el momento en que habían venido a reportar la misión.
El Morikage observó, curioso, la tanda de sellos que realizaba y la palmada final sobre el tatami. Aquello solo podía significar una cosa: una invocación. Una enorme nube de humo blanca invadió el tatami, tras la que se vio una araña de al menos tres metros de color azabache.
La sonrisa de Kenzou se hizo más grande. Parecía que, después de todo, sí que iba a poder estirar los músculos.
—Un placer conocerle, Kumokichi-san —saludó, inclinando brevemente la cabeza de manera respetuosa—. Oh, solo quería estirar los músculos. Hoy ha sido un día estresante. —Entre otras cosas, se había graduado una nueva camada de genins. Creyó que ya sabía que primera misión D encomendarles…
… Reparar el Tatami del Morikage. No era mal título para el encargo, no señor.
—¡Vamos, chicos! ¡Que me coge el frío! —Kenzou seguía con los brazos cruzados y el mismo aire calmado que antes.
- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
—. Oh, solo quería estirar los músculos. Hoy ha sido un día estresante.
— Buenas horas para estirar los músculos...
Joder, ¿es que todas las malditas arañas eran así de cizañeras? Le golpee la cabeza como el que manda un aviso.
— Muestra un poco de respeto por el Morikage, Kumokichi
El animal bufó.
—¡Vamos, chicos! ¡Que me coge el frío!
— Cierto, en teoría teníamos que pelear. ¡Enseñemosle lo que sabemos hacer, Kumokichi!
Tras toda aquella cháchara, Kumokichi parecía estar dispuesta a pelear, por momentos la tensión del momento podía cortarse con el filo de un kunai. Había llegado el momento de lucirse de verdad. sin embargo, sentía que el hecho de invocar a Kumokichi me había dejado en una mala posición. Por ahora deberíamos lidiar con las técnicas del arácnido.
— ¡Vamos allá, Yota!
Sonreí y justo después el animal saltó hasta la posición de Kenzou dispuesta a azotarla con una de sus ocho extremidades en el torso como primera toma de contacto. Yo, todavía a sus lomos, esperaba mi momento para intervenir.
Estado de Yotita
• PV:
160/160
–
• CK:
95/200
–
+20
–
• PV Kumokichi:
100/100
–
• CK Kumokichi:
100/100
–
Fuerza: 35
Resistencia: 30
Aguante: 30
-10
–
Agotamiento 1/3
–
Agilidad: 30
-10
–
Agotamiento 1/1
–
Destreza: 45
Poder: 40
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 30
Percepción: 40
Portaobjetos [Muslo derecho][6/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
6/11/2018, 17:50 (Última modificación: 6/11/2018, 17:53 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Normalmente, una persona tiene un rasgo que le caracteriza, y por el que es recordado y conocido por la gente que le rodea. Moyashi Kenzou ha sido el protagonista de numerosas historias y leyendas, siendo adorado por algunos incluso como un Dios. Y, si hay algo que resaltan, eso es su resistencia.
Pero un servidor piensa que un adjetivo tan genérico, y que puede abarcar tanto, no le hace justicia. Un chico de trece años de metro setenta es considerado como alguien alto, sin ningún tipo de duda, por todo Oonindo. En cambio, si se le pone al lado de Shiten el Acaparador, el encargado del Edificio del Morikage por las mañanas, ya no lo parece tanto. Shiten, un gigante entre hombres. Y, aun así, ¿no parece pequeño si se le compara con un árbol? Y si ese mismo árbol se pone al lado del Árbol Sagrado, ¿no parece diminuto? Todo el mundo sabe que el Árbol Sagrado es el más grande y alto de todo Oonindo. Sin posible rival, ninguno llega a acercársele. Y pese a eso, si se le compara con una montaña, no es más que una pulga. Y lo mismo sucede con esta montaña si se compara con Oonindo, y a Oonindo con las estrellas…
¿Ven por dónde voy? Los adjetivos son relativos. En cambio, cuando hablamos de que Kenzou es resistente, es en términos absolutos. La punta del iceberg desde el que se mide el resto de cosas. A Kenzou se le puede comparar con un pedrusco, y será el pedrusco quien saldrá perdiendo. Se le puede comparar con una coraza, con una muralla de hormigón, con un diamante, y seguirá sin palidecer. A Kenzou-sama se le puede poner al lado de un muro de grafeno de veinte metros de grosor, y será el grafeno el primero en partirse.
A Kenzou-sama se le puede comparar con la abrupta pendiente de un acantilado, que ha resistido a la erosión y desgaste del mar, de las tormentas, del mismísimo paso del tiempo. Por milenios. Y, aún así, será el acantilado el primero en caer.
Por eso cuando la pata de la araña se precipitó hacia él, Kenzou-sama no se movió. ¿Acaso lo hacía la montaña, cuando alguien le tiraba un guijarro? El guijarro cayó sobre él, y el resultado fue el previsto: la montaña permaneció inmutable.
—Hmm… —Por una milésima de segundo, frunció el ceño. Luego, un gesto de… alivio—. ¡Oh, gracias! —exclamó sonriente, moviendo el hombro en círculos—. Lo tenía agarrotado de tanto escribir. —Prefirió no comentar que le había sentado como un masaje para no herir sensibilidades.
»Ahora sí, chicos. ¡Id con todo!
Y Moyashi Kenzou hizo lo que algunos temerían tanto como que otro sacase un auténtico arsenal de bombas y sellos explosivos de rango A. Hizo lo que a muchos provocaría un auténtico infarto, algunos de ellos incluso shinobis reputados, que habían tenido que enfrentarse al Nanabi en el País del Rayo para atraparlo.
Moyashi Kenzou descruzó los brazos…
… y alzó los puños en posición de guardia.
Resistencia 140: Recibes 20 PV menos de daño ante cualquier daño directo que te inflijan.
- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
Y como si aquello se tratase de una jodida broma del destino, el Morikage se limitó a encajar el golpe, todavía de brazos cruzados. Y lo recibió, pero literalmente fue como si no hubiese pasado nada, ni siquiera se tambaleó, como si hubiese pateado una roca y esta ni se hubiese movido. Era de presuponer que Moyashi Kenzou era un tipo de una fortaleza destacable, pero no esperaba que pudiese encajar un golpe de una araña de 3 jodidos metros como si fuera un simple cosquilleo.
No suficiente con ello, se permitió el lujo de hacer un comentario chistoso. Aquello no sentó bien a Kumokichi, puyde sentirlo en su cuerpo y su repentina tensión, así como el bufido que le propinó. sus quelíceros empezaron a gotear alguno tipo de jugo y yo ya me temía lo peor. No había tiempo a reacción apenas, estábamos a pocos centímetros los unos de los otros y el Morikage alzó los brazos. Lo peor estaba por llegar.
»Ahora sí, chicos. ¡Id con todo!
— ¡Yota, ahora!
Ahora ya se había convertido en una cuestión de orgullo para Kumokichi. Su cabeza empezó a moverse y sus quelíceros se alzaron para clavarlos en los hombros de aquel anciano que se lo estaba pasando bien con nosotros. Tras clavar sus garras en el cuerpo del Morikage, estos inyectarían su veneno en él.
— Ya voy, ya voy
Salté, desvinculandome de la posición de Kumokichi, dejando bajo mis pies al Morikage y aterrizando a su espalda con mi pierna cubierta de una notable capa de chakra electrizante. Poco después, le propinaría una potenciada patada en las lumbares que de impactar en su cuerpo deberían impulsarlo en dirección opuesta. aunque visto lo visto, igual también lo encajaba como si fuese una caricia...
Estado de Yotita
• PV:
160/160
–
• CK:
71/200
–
-24
–
• PV Kumokichi:
100/100
–
• CK Kumokichi:
52/100
–
-48
–
Fuerza: 35
Resistencia: 30
Aguante: 30
-10
–
Agotamiento 2/3
–
Agilidad: 40
Destreza: 45
Poder: 40
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 30
Percepción: 40
Portaobjetos [Muslo derecho][6/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
- Daños: Taijutsu básico + 20 PV - Efectos adicionales:(Raiton 50) En la versión multiplicada al impactar se hace un descarga de chispas que repele al objetivo lanzandolo en la dirección opuesta al golpe - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario ha aprendido a recubrir con una fina pero potente capa de chakra raiton una de sus extremidades, ya sea del codo hasta la mano, o de la rodilla hasta el pie, para realizar golpes potentes apoyándose en el uso de su elemento y del taijutsu enseñado en la academia. Al alcanzar el máximo de poder, el usuario ejecutor podrá lanzar por los aires a su objetivo.