Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
4/11/2018, 13:09 (Última modificación: 4/11/2018, 13:09 por Inuzuka Nabi.)
Eri se paró, y la miré con el ceño fruncido, ¿como podía abandonar el compañerismo? ¿La hermandad de nuestra generación? ¿Qué eramos? ¿La generación posterior que ya están casi todos muertos? ¡No, joder! Eramos la generación dorada, nos apoyábamos los unos a los otros.
Entonces rompió a llorar. ¡Ya está! ¡Claro! Ahora lloraba y el malo era yo, y seguro que esperaba que la consolara. ¡Pues no! Tenía que aprender que con traiciones y faltando el respeto a la villa y a sus compañeros no se puede ir por la vida, hombre ya.
Así que me acerqué a ella, dispuesto a darle dos hostias y que se dejase de tonterías y espabilase. Cuando estuve justo frente a ella, la abracé. Mierda. Que era Jounin, podía acusarme de acoso sexual y matarme ahí mismo. ¿Cuantos Genins habrían muerto así? Seguro que no se pueden contar ni con todas las manos de las estatuas del Valle del Fin.
— ¿Estás bien? — solté con un tono conciliador que claramente no era mio.
Le pasé un brazo por la espalda, acercándola a mí, y la otra se la apoyé en la nuca, acercando su cabeza a mi hombro para que pudiese llorar en paz.
No presenció como Nabi miraba con el ceño fruncido como Eri se paraba y lloraba en su posición. Claro que ella no se sentía mejor, pues se había puesto a llorar, en plena misión, cosa que le hacía sentir peor puesto que ella como jounin no debería mostrar sus sentimientos así.
Nabi se acercó, y... ¿la abrazó? Eri abrió los ojos rápidamente y los posó en el castaño, o en lo que veía de él, perpleja. Era él quien había dicho que ella estaba renegando de los de su villa, era él quien no compartía su firme posición de conseguir la Paz de nuevo entre las villas, y ahora... Ahora era él quien la abrazaba.
Y ella se sentía peor.
—¿Estás bien?
Aquella pregunta solo hizo que llorase más. Ahora Nabi se preocupaba por ella y por sus estúpidos sentimientos, y lo peor era que cuando él acercó a la muchacha a su cuerpo, ella sintió como su corazón daba un brinco y algo extraño se removía en su estómago, nervioso, como si estuviera emocionado por el tacto que él le proporcionaba.
—No...—murmuró contra su ropa—. Yo solo quería que todos estuviéramos bien, y al final os he decepcionado a todos...
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—No... Yo solo quería que todos estuviéramos bien, y al final os he decepcionado a todos...
Gracias a mi oído super desarrollado y a mi percepción extrasensorial claramente por encima de la media pude descifrar algo de lo que dijo Eri. Le empecé a acariciar la cabeza lentamente, con cuidado, por si me mandaba a la mierda, lo cual pasaba con demasiada frecuencia últimamente.
— La cosa es que no puedes hacer como que no pasó nada en el examen. Se lio, parda además, por lo que no se puede dejar correr como si nada. Juro hizo cosas malas, pensó cosas malas, y ya ha pagado su pena. Después nos volvimos a encontrar y diría que no acabamos a malas. Pero tú no has decepcionado a nadie. Has protegido la villa y a los subnormales, digo, amables extranjeros que nos atacaron sin dudarlo en cuanto su querida jinchuriki perdió la puta cabeza.
No sabía como decorar más mis palabras para no sonar terriblemente ofensivo, sabía que Eri quería la paz mundial, y yo era capaz de ceder la paz con Kusagakure si cesaban en su ímpetu por dejarse arrastrar por Amegakure. Pero para mí, los amenios estaban todos muertos. Incluida, bueno, qué digo incluida, en negrita y en mayúsculas AYAME, la muy lianta, esa era la más culpable de todos los amenios, seguida por el loco apuñalador de Daruu.
Pero eso no se lo podía decir a la buena de Eri, tenía que centrarme en las cosas buenas, pensar en positivo sobre la relación nefasta que nos quedaba con el resto de villas.
— La cuestión es que Juro me aseguró que casi todos en Kusagakure se arrepienten de su papel en el alboroto. Y si le creo es por ti, porque sé que tú crees en la paz. Así que con Kusagakure diría que estamos, bueno, casi bien.
Por desgracia, en política internacional, escaseaban las cosas positivas.
Acaso... ¿Acaso Nabi estaba haciendo lo que ella pensaba que hacía? ¿La estaba acariciando el pelo? Se removió ligeramente en su ropa, aunque lo único que consiguió fue secarse las lágrimas en la tela.
— La cosa es que no puedes hacer como que no pasó nada en el examen. Se lio, parda además, por lo que no se puede dejar correr como si nada. Juro hizo cosas malas, pensó cosas malas, y ya ha pagado su pena. Después nos volvimos a encontrar y diría que no acabamos a malas. Pero tú no has decepcionado a nadie. Has protegido la villa y a los subnormales, digo, amables extranjeros que nos atacaron sin dudarlo en cuanto su querida jinchuriki perdió la puta cabeza.
—Pero todos necesitamos una segunda oportunidad para rectificar —prosiguió ella, negando ligeramente con la cabeza—. No voy a negar que el examen fue un desastre, pero necesito que todos colaboremos para que todo salga bien...
— La cuestión es que Juro me aseguró que casi todos en Kusagakure se arrepienten de su papel en el alboroto. Y si le creo es por ti, porque sé que tú crees en la paz. Así que con Kusagakure diría que estamos, bueno, casi bien.
Ella asintió, sonriendo levemente contra el hombro del castaño. Poco a poco sus lágrimas iban perdiendo intensidad pero seguía aferrada al cuerpo del muchacho (¿desde cuándo le estaba agarrando?). Se separó poco a poco, solo para poder mirar al muchacho a los ojos.
—¿Crees... que podríamos conseguir la paz?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
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—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Quería decirle que sí, mientras me miraba con esos ojitos tan tiernos, pero no era capaz de mentir. En condiciones normales me sería tremendamente complicado, sin embargo, con Eri era totalmente imposible en cualquier condición. ¿Cómo iba a mentirle?
— Con Kusagakure se podría llegar a algún acuerdo, desde luego, los kuseños que he conocido son mucho más razonables que los amenios, de hecho, me he acabado discutiendo con todos los amenios con los que me he cruzado. Con Amegakure habrá guerra, puede que este año, o dentro de diez, pero veo casi imposible que acabemos en buenos términos.
Se lo dije mirándola a los ojos, lo cual no hizo más que añadir más dolor a mi pobre corazón. Claro que mi expresión se mantuvo imperturbable mientras por dentro tenía los dedos cruzados para que Eri no volviese a llamarme de todo.
La pelirroja se encogió un poco, parpadeó varias veces para deshacerse de las lágrimas que quedaban en sus pestañas.
— Con Kusagakure se podría llegar a algún acuerdo, desde luego, los kuseños que he conocido son mucho más razonables que los amenios, de hecho, me he acabado discutiendo con todos los amenios con los que me he cruzado. Con Amegakure habrá guerra, puede que este año, o dentro de diez, pero veo casi imposible que acabemos en buenos términos.
—Pero... —la kunoichi tragó saliva—. A-ayame no es mala persona, ella... Ella tiene buen corazón, de verdad... —su voz se fue apagando y ladeó la mirada, teniendo miedo del efecto que sus palabras podrían causar sobre el muchacho.
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—Pero... A-ayame no es mala persona, ella... Ella tiene buen corazón, de verdad... —
— Ya, pero Ayame, la del buen corazón, no tiene el control del monstruo que lleva dentro que debería, y nunca mejor dicho, porque literalmente lleva algo dentro que quiere matarnos a todos y que por poco lo consigue aquel día.
Estábamos hablando de la misma Ayame que era la archienemiga de nuestro camarada, Uchiha Datsue, podía ser que no fuese el demonio, pero tampoco era ninguna santa. Sin embargo, me encontraba de nuevo en la encrucijada de que Eri era capaz de ver bondad en Amegakure, Shiona-sama sabrá cómo y donde, pero lo veía.
— Si Amegakure nos declarase la guerra, dudo que Ayame tuviese ni voz ni voto, y si pudiese matar a Datsue, probablemente lo hiciese. Yo no tengo ningún problema con la paz, pero no quiero que se aprovechen de nosotros más. Porque bastante hemos tenido que aguantar.
—Ya, pero Ayame, la del buen corazón, no tiene el control del monstruo que lleva dentro que debería, y nunca mejor dicho, porque literalmente lleva algo dentro que quiere matarnos a todos y que por poco lo consigue aquel día.
—Pero no es su culpa —murmuró ella, dejando que sus hombros cayesen, abatida—. Datsue tiene un monstruo dentro que quiere matarnos también, por ello tenemos que apoyarnos entre todos...
Tragó saliva, ya había mencionado a Datsue, no, no debía ir por ese camino, no...
—Si Amegakure nos declarase la guerra, dudo que Ayame tuviese ni voz ni voto, y si pudiese matar a Datsue, probablemente lo hiciese. Yo no tengo ningún problema con la paz, pero no quiero que se aprovechen de nosotros más. Porque bastante hemos tenido que aguantar.
—Por eso tenemos que demostrar que no buscamos guerra, ni la queremos —murmuró despacio, tentativa—. Y por eso... Por eso no debemos dejar de ser más fuertes tampoco...
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Pero no es su culpa. Datsue tiene un monstruo dentro que quiere matarnos también, por ello tenemos que apoyarnos entre todos...
— Y Datsue pudo contestar a Ayame del mismo modo, haber convertido ese combate en una verdadera carnicería, pero no lo hizo, mantuvo al bijuu a rajatabla que es de lo que se trata ser jinchuriki.
Comparar a Ayame con Datsue era como compararme a Stuffy con Shiona, no tenías por donde cogerlo.
—Por eso tenemos que demostrar que no buscamos guerra, ni la queremos. Y por eso... Por eso no debemos dejar de ser más fuertes tampoco...
— Hanabi se encargó de eso, les dimos a Ayame y a Daruu INTACTOS. Si el examen hubiese sido en Amegakure y Datsue hubiese perdido el control, hubiese muerto hasta el apuntador a manos de Yui. Seguro que aún nos culpan de sus errores, si mataron a uno de los suyos como si tal cosa, bien del todo no pueden estar.
Vale, me estaba yendo un poco al extremo de matarlos a todos, pero es que Eri no me lo estaba poniendo nada fácil. Era muy difícil mantenerse neutral con esos amenios traidores hijos de un chacal que no hacían más que matarse y buscar muerte por todas partes. Podía tolerar la paz, neutralidad y tal, pero convivir, nunca más. Cada uno en su villa y Shiona-sama en la de todos, en la del cielo.
—Y Datsue pudo contestar a Ayame del mismo modo, haber convertido ese combate en una verdadera carnicería, pero no lo hizo, mantuvo al bijuu a rajatabla que es de lo que se trata ser jinchuriki.
Quiso suspirar, pero no lo hizo. Bajó la mirada y aguantó de nuevo una oleada de lágrimas que acudían a sus ojos. ¿Por qué era tan difícil? ¿Por qué?
— Hanabi se encargó de eso, les dimos a Ayame y a Daruu INTACTOS. Si el examen hubiese sido en Amegakure y Datsue hubiese perdido el control, hubiese muerto hasta el apuntador a manos de Yui. Seguro que aún nos culpan de sus errores, si mataron a uno de los suyos como si tal cosa, bien del todo no pueden estar.
—Amegakure no es Aotsuki Ayame —musitó, con cierto tono agudo en su voz. Se estaba cansando de nuevo, nunca llegarían a nada, nunca le daría la razón y eso hacía que quisiese llorar, pero no sabía como hacerle entrar en razón, no podía, era superior a sus fuerzas —. No sé nada de Amegakure, no tengo ni idea, pero si algún día se restaura la paz no pienso pensar que Amegakure anda detrás de una guerra contra Uzushiogakure. Quiero que me entiendas —pidió, a la desesperada—. Ayame no es una persona mala, que tenga un bijuu en su interior no significa que ella quisiese tenerlo, ni desatarlo en el chuunin, quiero que entiendas que no todos allí son malos...
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Amegakure no es Aotsuki Ayame. No sé nada de Amegakure, no tengo ni idea, pero si algún día se restaura la paz no pienso pensar que Amegakure anda detrás de una guerra contra Uzushiogakure. Quiero que me entiendas. Ayame no es una persona mala, que tenga un bijuu en su interior no significa que ella quisiese tenerlo, ni desatarlo en el chuunin, quiero que entiendas que no todos allí son malos...
A veces, me daba la extraña sensación, la brisa me traía pistas, los pajaros me lo susurraban cada mañana y el ligero oleaje del mar me quería recordar que la gente me toma por tonto.
— Sé que Aotsuki Ayame no es Amegakure, igual que nosotros no somos Uzushiogakure. No quiero aniquilar toda la población de Amegakure, ni siquiera a todos los ninjas, ni siquiera quiero aniquilar a nadie. Mi sueño es que se den cuenta de que tienen una percepción erronea y unos superiores corrompidos hasta la saciedad por el odio y la paranoia. Porque lo primero que hizo su jefa en el examen, fue lanzarse a por Datsue, y no a pedirle que le indicase donde estaba el baño, por favor, precisamente. Se lanzó espada en ristre a por su cabeza.
Suspiré.
— Pero no quiero entrar de nuevo en ese discurso, que ya he dado cinco o seis veces. Vale, Aotsuki Ayame es pura de corazón y no tiene culpa ninguna del bicho que lleva dentro. Pero sigue en Amegakure, con superiores que le van a ordenar hacer lo que ellos creen, y ellos creen que es normal lanzarse a por un ninja de otra villa, en esa misma villa, cuando acaban de salvarte de tu propio jinchuriki. ¿Qué opina Aotsuki Ayame de lo que hizo su superior?
Llegar no íbamos a llegar a ninguna parte, aparte de a los Herreros que es a donde nos dirigíamos físicamente. Aunque si seguíamos discutiendo en vez de caminar, entonces sí que no llegaríamos a ninguna parte, ni metafóricamente ni físicamente.
10/11/2018, 20:04 (Última modificación: 10/11/2018, 20:04 por Uzumaki Eri.)
— Sé que Aotsuki Ayame no es Amegakure, igual que nosotros no somos Uzushiogakure. No quiero aniquilar toda la población de Amegakure, ni siquiera a todos los ninjas, ni siquiera quiero aniquilar a nadie. Mi sueño es que se den cuenta de que tienen una percepción erronea y unos superiores corrompidos hasta la saciedad por el odio y la paranoia. Porque lo primero que hizo su jefa en el examen, fue lanzarse a por Datsue, y no a pedirle que le indicase donde estaba el baño, por favor, precisamente. Se lanzó espada en ristre a por su cabeza.
Ahora fue su turno de suspirar, totalmente.
—La superior de Amegakure no hizo lo mejor, ni tampoco lo hizo Akame, por lo que ambas partes son igualmente culpables, en qué grado no lo sé —le dijo antes de que contradijese sus palabras. Su tono sonaba ligeramente más alto, pero seguía tentativa, yendo poco a poco, sin entrever que ya estaba cansada de todo lo sucedido—. Es eso a lo que quiero llegar, no quiero proteger a Amegakure de sus actos, yo soy Uzumaki Eri de Uzushiogakure y quiero pagar mis pecados de la mejor manera posible.
Se separó de él lentamente. No es que quisiese hacerlo, pero parecía levemente incómodo por la cercanía, además de que por su culpa se estaban retrasando, de nuevo; para cumplir la misión.
— Pero no quiero entrar de nuevo en ese discurso, que ya he dado cinco o seis veces. Vale, Aotsuki Ayame es pura de corazón y no tiene culpa ninguna del bicho que lleva dentro. Pero sigue en Amegakure, con superiores que le van a ordenar hacer lo que ellos creen, y ellos creen que es normal lanzarse a por un ninja de otra villa, en esa misma villa, cuando acaban de salvarte de tu propio jinchuriki. ¿Qué opina Aotsuki Ayame de lo que hizo su superior?
—Sí, ella está en Amegakure recibiendo órdenes de superiores, como nosotros, ¿no somos iguales? —preguntó, más para ella misma que para el castaño—. Imagino que no estará orgullosa de los actos de su villa, al igual que yo no estoy orgullosa de lo que Akame o Datsue hicieron, pero sé que yo hubiese obrado igual, bien o mal a ojos de los demás... Eso no lo sé —dejó caer su rostro, mirando de nuevo al suelo o en su defecto a sus manos—. No sé, todo esto es demasiado grande para mí y al final no podré seguir luchando...
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Dejé que hablase y que se separase, porque de una forma o de otra, íbamos a acabar discutidos, eso parecía estar escrito en el gran libro del Destino y nada podía cambiarlo. Intenté no ver las burradas que me estaba diciendo y tomarmelo todo por el lado más positivo, porque si tenía que coger las cosas que me estaba diciendo, tal y como me las estaba diciendo. Equiparando a la loca que se lanzó a por Datsue, katana en mano, con Akame, que recibió una puñalada trapera de un amenio, pues igual la comparación no tenía ningún sentido.
— La diferencia principal y más importante, es que nuestros superiores, más concretamente, Hanabi-sama, hizo lo posible y hasta lo imposible por mantener la paz. Sin embargo, los representantes de las otras villas se pavonearon por nuestra villa exigiéndonos a nosotros y acusándonos de todo tipo de crímenes. Yo sé que Hanabi-sama está haciendo todo lo que puede por esa paz que quieres. ¿Te ha dicho Aotsuki Ayame qué está haciendo Yui por la paz? ¿Juro ha dicho algo de lo que hace Kenzou? Lo único que hacen esos dos es NO empezar la guerra. Mientras nosotros tenemos que arrastrarnos para que ellos no se vuelvan locos.
Es que si eso le parecía mínimamente justo en alguna escala, yo ya no sabía ni qué decir. Daruu apuñala a Akame, Shanise se lanza a por la cabeza de Datsue, Ayame intenta reventar la villa, pero qué cabrones somos nosotros que no buscamos la paz. Joder, es que está difícil encontrar algo de paz mientras los amenios nos atacan constantemente.
Los escasos minutos que duró la paz entre Nabi y ella fueron suficientes para volver a entrar de nuevo en un territorio hostil donde ni uno ni otro darían su brazo a torcer. Se llevó su mano izquierda sobre el antebrazo derecho y se sujetó la piel tan fuerte que comenzó a doler, hasta clavar sus uñas sobre la superficie de éste.
Tenía que contenerse, tenía que evitar por todos los medios enemistarse con sus propios compañeros de villa.
Y dolía, no solo de forma física. Era algo que iba más allá, que quemaba su cuerpo por dentro, que la devoraba hasta acabar con toda la luz que había dentro de su corazón.
— La diferencia principal y más importante, es que nuestros superiores, más concretamente, Hanabi-sama, hizo lo posible y hasta lo imposible por mantener la paz. Sin embargo, los representantes de las otras villas se pavonearon por nuestra villa exigiéndonos a nosotros y acusándonos de todo tipo de crímenes. Yo sé que Hanabi-sama está haciendo todo lo que puede por esa paz que quieres. ¿Te ha dicho Aotsuki Ayame qué está haciendo Yui por la paz? ¿Juro ha dicho algo de lo que hace Kenzou? Lo único que hacen esos dos es NO empezar la guerra. Mientras nosotros tenemos que arrastrarnos para que ellos no se vuelvan locos.
—Vale —escupió, casi con ironía—. Tienes razón.
Un hilo de sangre se escapó de entre las heridas que comenzaba a hacerse, pero no le importó, solo sintió la calidez de aquel líquido carmesí bajar por su brazo lentamente, como si fuese el reloj que indicase cuando acabaría todo aquello.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
En la oración de "Dar la razón como a los tontos" casi siempre Nabi sustituía a los tontos a la perfección, porque la de gente que me lo hacía se contaba en miles ya. Torcí la nariz, sin saber exactamente como reaccionar.
¿Qué esperaba Eri de mí? ¿Que le dijera "Sí, claro, confiemos de nuevo en esos conspiranoicos y traicioneros chacales, ¿qué podría salir mal?" o "Ah, que Ayame se arrepiente, hagamosle una estatua en la plaza principal de Uzushiogakure, LA DIOSA DE AMEGAKURE NOS BENDICE CON SUS REMORDIMIENTOS" ?
Claro, no podía mentirle. Tampoco podía decirle la verdad. Suspiré abiertamente y seguí el camino en silencio. Era la única opción que se me ocurría para evitar más subterfugios y abrir más heridas.
Por un leve momento, recordé que yo también vi el mundo del color del que lo veía Eri ahora, todo rosa, ni bien ni mal, solo rosa. Justo después se me abalanzaron todos los momentos que me definieron a la perfección el bien y el mal, el momento en que el mundo cobró matices.
Si ella no lo había experimentado, no iba a poder explicarselo. Yo veía claro lo que tenía que hacer y lo que no. Y ahora tenía una misión que cumplir.