Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
18/01/2020, 18:52 (Última modificación: 19/01/2020, 12:29 por Taka Kisame. Editado 3 veces en total.)
Parecía que Kid le iba a dar una buena lección de cómo hacer las cosas. Con unos ágiles saltos se puso detrás del muro de tierra y utilizó una técnica increíblemente poderosa que impidió la visión incluso al propio Kisame que estaba tras un gran muro de tierra. Una vez hizo eso, la gran lección estaba por venir y... Huir? Resultaba que era un cobarde...? El genin no supo muy bien como tomarse eso. Uno de los atacantes disipó el polvo rápidamente una vez el renegado huyó y... Una vez más, le habían dejado plantado con el marrón. Esta segunda lección le había demostrado algo muy importante: Los ninjas renegados no tienen por qué ser malas personas pero... Todos, absolutamente todos son unos egoístas. Tampoco esperaba que le ayudase a huir pero... Bueno. Tenía a un hombre interponiéndose entre él y la puerta. Aún no había aprendido aquella técnica que su padre le había recomendado tantas veces... Maldita vagancia, si la supiera, podría irse ahora mismo de la taberna sin tener que pelear pero... Tenía que pensar algo.
Su cabeza comenzó a pensar con velocidad. Tenía dos opciones, y una de ellas pasaba por destrozar completamente aquella taberna y... Ya había hecho suficiente estropicio por hoy. Miró las sillas, las mesas, calculó más o menos la distancia que había desde allí hasta la puerta y entonces tuvo un plan. Echó sus manos velozmente al portaobjetos y, antes de salir, la lanzó al suelo para automáticamente después guardar sus manos en sus largas mangas, juntándolas entre sí. Tras unos instantes, salió corriendo a toda la velocidad que sus piernas le permitían hasta la puerta.
Empleándose a fondo y con la vista dividida entre la puerta abierta y el tipo que allí había, si no había cambiado de posición, le tenía completamente controlado por lo que trazó el camino más corto sin obstáculos y en línea recta a ser posible hacia la salida.
18/01/2020, 22:37 (Última modificación: 18/01/2020, 23:04 por King Roga. Editado 3 veces en total.)
El sujeto se había quedado en un mano a mano, pero aparentemente Kisame tenía intenciones de huir del sitio. No se lo iba a dejar tan fácil.
—¡Kinton!— Hizo tres sellos rápidos, o al menos eran más rápidos que los del genin de la lluvia —¡Itami Ibara no Jutsu!— Completó la frase.
Pero no iba a escupir nada por la boca, no se desató una ilusión, ni siquiera cambió su físico en algo. No. El ataque venía al ras del suelo, siendo que el polvo y parte del piso se compactó rápidamente en afiladas y puntiagudas púas, tomando un color amarillento y un brillo metálico propio de uno de los bienes más preciados de muchas personas. Pero no había tiempo para admirarlos y ponerse codicioso, que resultaban ser quizá más que un obstáculo molesto.
La técnica ocupa un radio de tres metros (multiplicado x1)
La técnica ocupa un radio de cinco metros (multiplicado x2)
La técnica ocupa un radio de siete metros (multiplicado x3)
Estando en contacto con una superficie sólida, el usuario toma los elementos del suelo y forma rápidamente una gran cantidad de púas de oro puro bastante afiladas que se incrustan con facilidad incluso en el calzado más grueso, de una manera muy similar a los makibishi. Sin embargo, estas espinas no perduran por mucho tiempo, deshaciéndose al cabo de un turno en un polvo dorado y dejando libre a quién las haya pisado. Cualquier daño externo permitirá a la víctima liberarse de las espinas. En su versión más potente, el largo de las espinas es tal que atraviesa la carne y puede causar un incómodo sangrado.
19/01/2020, 12:48 (Última modificación: 19/01/2020, 13:28 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
Ocurrió todo exactamente como Kisame lo había pensado, con la única diferencia de que el tipo conocía una técnica de área que hizo totalmente inútil su kemuridama. Al ser un ataque desde el suelo, daba exactamente igual donde estuviera el genin. No tenía ninguna intención de jugarse la vida contra una persona aleatoria que le había atacado por estar acompañado por un delincuente, así que huiría si o si. Lo último que quería era asesinar a un hombre porque sí y cometer un crimen. Era algo totalmente innecesario.
Cuando la bomba de humo se disipó, pudo verse al genin con los pies clavados en aquellas brillantes púas áureas pero entonces... ¡puf! el genin se deshizo en una pequeña nube de humo y apareció una silla en su lugar. El propio Kisame, quien se encontraba ya tras el umbral de la puerta de la taberna, correría a toda la velocidad que sus piernas le permitieran fuera del pueblo, intentando aguantar el cansancio producido por el kawarimi. Ya tendría tiempo para descansar más tarde. No se detendría, incluso si alguien le atacaba, si no conseguía darle, no pararía.
Su plan había salido a la perfección. Cuando tiró la kemuridama, a la vez que esperaba a que su humo se expandiera, comenzó a preparar los sellos del kawarimi bajo las mangas. Era más que evidente que si salía corriendo como un inconsciente hacia la puerta, aunque hubiera tirado una bomba de humo, el tipo intentaría atacarle. La bomba de humo era más una distracción que el método de huida.
Esperaba haber despistado a aquel hombre. Lo último que quería era un enfrentamiento contra un completo desconocido con el único objetivo de sobrevivir, ya que no había recompensa en derrotarlo más que una palmadita en la espalda que se daría a sí mismo. Si le pasaba algo... Seguramente tuviera un problema con su padre por haberse metido donde no le llamaban. Si no le hubiera importado seguir destruyéndole la taberna a aquel pobre hombre, hubiera cerrado la puerta con un muro de rocas para facilitarse la huida pero... Ya le había hecho suficiente destrozo por una buena temporada y seguramente, para aquel pobre cantinero, quitar aquella enorme pared de rocas de su establecimiento le fuese a costar una fortuna.
Si su rival se empeñase en perseguirle, al menos, intentaría alejarse lo máximo posible de cualquier casa o zona donde sus técnicas pudieran causar daño a los habitantes de aquella zona. Como no iban a tener mala fama los shinobis fuera de su aldea si cada vez que peleaban destruían medio pueblo? Ahora empezaba a entender a toda aquella gente que le miraba con odio allá donde fuese.
¤ Bandana Ninja
¤ Portaobjetos básico
¤ Kemuridama, Bomba de humo (2)
¤ Comunicador básico
¤ Hilo shinobi
¤ Kawarimi no Jutsu ¤ Técnica del Reemplazo de Cuerpos - Tipo: Apoyo - Rango: E - Requisitos: Ninjutsu 25 - Gastos:
11 CK
30 CK (reemplazo por un clon o adversario)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Cada uso restará 10 puntos de aguante durante los próximos 5 turnos
(Ninjutsu 60) El usuario puede añadir un sólo sello adhesivo al reemplazo, o dejar clavada un arma con un sólo objeto atado con un hilo (una vez por combate)
(Ninjutsu 80), (Destreza 60), (Fuerza 60) El usuario es capaz de reemplazarse por uno de sus clones (una vez por combate)
(Ninjutsu 100), (Destreza 60), (Fuerza 60) Si el usuario tiene más de 40 puntos en Fuerza que el oponente, puede utilizarlo (o a un clon de éste) como reemplazo (una vez por combate)
- Sellos:
Carnero → Jabalí → Buey → Perro → Serpiente
(Ninjutsu 60) Carnero
(Ninjutsu 80) Carnero (una mano)
- Velocidad: Instantánea
Con esta técnica, el usuario reemplaza su propio cuerpo con cualquier otro objeto del área, generalmente con un bloque de madera o una roca, en el momento en el que un ataque da en el objetivo. Esto crea una conveniente ilusión óptica, pues hace pensar al enemigo que el ataque ha sido todo un éxito. Entonces, el usuario puede utilizar la pérdida de atención del enemigo para atacarle desde otro punto (no es posible aparecer a sus espaldas, pues te reemplazas por un objeto del campo de batalla que puede estar en cualquier sitio) o huir del campo de batalla. Es un Ninjutsu básico que se enseña en la mayoría de las academias ninja, pero muy pocos novatos salen de la academia sabiendo usarlo perfectamente. Pocos ninjas llegan a dominarla todavía mejor, pero los que lo hacen son capaces de utilizar esta técnica como una ofensiva inesperada.
Al inicio creyó haber atrapado a Kisame, sonriendo al escuchar el sonido del metal. Sin embargo, el sonido clásico de un "puff" le alertó de que algo no estaba bien, seguido del sonido de algo de madera cayendo al suelo. Luego escuchó el sonido de pasos alejándose, lo cuál indicaba que su estratagema para atraparlo había fracasado de algún modo, pero no podía permitirse dejarlo ir. Ahora estaba aún más decidido a atraparlo, no podía dejarlo ir si se trataba de un genin de otra aldea.
No iba a abrir la boca, que se le iba a meter el humo en los pulmones y no habría agua para quitarle esa tos. Le bastó hacer un sello y repetir mentalmente el nombre de la técnica para aplicar la misma táctica que su otro compañero y sopló para expulsar el humo fuera de la taberna. Una vez disipado su camino, saltó sobre las mesas y sillas para no caer victima de su propia técnica y emprendió una carrera para perseguir a Kisame.
Lo cierto era, que no tenía que esforzarse demasiado para ello. ¿Un error de cálculo, sobreestimar su capacidad, subestimar a su rival? Fuese cuál fuese la razón, el Kawarimi le pasó una factura con intereses al genin de la lluvia, una muy grande, más de lo que esperaba. El pobre no alcanzó a siquiera llegar a la otra calle, porque la fatiga sobre su cuerpo era extrema y tardaría un buen rato en reponerse de ello.
El sujeto por otro lado aún estaba en plenitud y de por sí era más rápido que su rival, no por mucho, pero lo suficiente para darle alcance sin dificultad alguna. A mitad de la carrera hizo tres sellos, formando unas garras doradas alrededor de cada una de sus manos. Daría un salto para terminar de acortar la distancia, dispuesto a clavar su puño en el estómago de Kisame y luego con la otra mano impactar su hombro izquierdo. Aunque aparentemente su extremidad siniestra no era tan precisa como la diestra.
- PV:
100/100
–
- CK:
89/140
–
-12
–
-30
–
- Daño provocado: Posibles 25 PV por cada ataque
- Acciones ocultas: 1 mantenida
¤ Fūton: Soyokaze no Jutsu ¤ Elemento Viento: Técnica de la Brisa Ligera - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Fūton 20 - Gastos: 12 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Desvía el rumbo en medio del aire - Sellos: Carnero (una mano) - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
Desvía al usuario 3 metros de su rumbo en mitad de un salto o una caída, en línea recta.
(Fūton 80) El usuario puede desplazarse parabólicamente.
Escupiendo un fino pero concentrado chorro de aire desde su boca, el usuario es capaz de cambiar la dirección de caída o aterrizaje de un salto en medio del aire a alta velocidad durante distancias cortas. Esto le permite amortiguar caídas o incluso esquivar ataques en pleno vuelo. Esta técnica puede utilizarse sobre el suelo para disipar bombas de humo o nubes de polvo.
¤ Kinton: Anaguma no Tsume ¤ Elemento Oro: Zarpas de Tejón - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Kinton 25 - Gastos: 15 CK por cada mano a recubrir (multiplicable x2) (divide regeneración de chakra) - Daños: 25 PV por ataque - Efectos adicionales: Permite bloquear armamento de tamaño mediano y pequeño - Sellos: Palmada → Mono → Palmada - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Tras terminar la secuencia de sellos, una o ambas manos del usuario empiezan a recubrirse de una capa de oro que cubre desde el codo hasta los nudillos, formando además cinco afiladas garras que sobresalen a manera de manopla. La movilidad de las muñecas y dedos del usuario queda medianamente restringida, por lo que no puede realizar sellos o empuñar otras armas con la mano recubierta. Sin embargo, se compensa con la posibilidad de defenderse de ciertas clases de armas.
20/01/2020, 02:29 (Última modificación: 20/01/2020, 02:48 por Taka Kisame. Editado 3 veces en total.)
Dicen que cuando estás a punto de morir, toda tu vida pasa por delante de tus ojos. Patrañas y cuentos del viejo Ichiro que jamás había creído. En milésimas de segundo, un montón de cosas se le pasaron por la cabeza. Él tumbado sobre la lluvia con su padre delante, llamándole debil y diciendo que era toda una decepción. La gente en la academia haciéndole el vacío. La vieja kata pegándole collejas cada vez que olvidaba el orden de los sellos de alguna técnica... Volvió en sí. Se sorprendió a sí mismo enlazando sellos uno tras otro. Aquella modificación que él mismo había creado y que tanto le habían cuestionado en casa. Aquello que definía su estilo, y su camino ninja.
El hombre saltaba hacia él con unas afiladas garras de oro. Fué en ese preciso instante en el que terminó los sellos y anunció en tono convincente el nombre de su creación.
-Doton: Dōmuheki! -Al instante, dos semi óvalos de roca le taparon casi completamente, excepto por una abertura central no lo suficientemente grande como para que una garra entrase.
Quizás aquel ataque no repeliera el movimiento de su rival, pero si tenía claro que al menos paliaría su potencia. Mantenía el sello del perro, esperando durante ese interminable segundo en el que su rival volaba hacia el con las garras por delante. Pensó, pensó mucho. su cabeza funcionaba demasiado rápido en aquel momento. Tanto que, ni siquiera él mismo tenía demasiado claro si había hecho lo correcto. Nuevamente algunas imágenes invadieron su mente. Nuevamente, su vida pasó delante de sus ojos y entonces, entonces fue cuando comenzó a valorarla. Lástima que quizás fuese demasiado tarde.
¤ Bandana Ninja
¤ Portaobjetos básico
¤ Kemuridama, Bomba de humo (2)
¤ Comunicador básico
¤ Hilo shinobi
¤ Doton: Doryūheki ¤ Elemento Tierra: Muro de Estilo Tierra - Tipo: Defensa - Rango: B - Requisitos: Doton 20 - Gastos:
16 CK
(Doton 40) (multiplicable x2)
(Doton 60) (multiplicable x3)
(Doton 80) (multiplicable x4)
(Doton 100) (multiplicable x5)
- Daños: - - Efectos adicionales: Defiende 40 PV - Sellos: Tigre → Liebre → Jabalí → Perro - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: La barrera mide 2 metros de ancho y 3 de alto (aumenta con la multiplicación)
El usuario crea una pared sólida de tierra como forma de defensa. El ejecutor de la técnica puede convertir su chakra en tierra dentro del cuerpo y escupirlo para formar la barrera, o manipular la tierra frente a él con el mismo objetivo. Entonces, la tierra se levanta y se endurece de forma casi instantánea, protegiéndolo. Dadas las propiedades especiales de la tierra, la pared es altamente resistente al agua, pero es débil a ataques de elemento rayo. Los usuarios pueden personalizar la apariencia de la barrera, a efectos totalmente interpretativos.
Alterador (Dōmuheki): El usuario crea dos semi óvalos a su alrededor, con una apertura entre ellos de tres o cuatro centímetros. Estos tienen la misma función y propiedades que la técnica original, mantendría el hecho de ser multiplicable, pero no aumentaría su tamaño sino los PV que defiende. Al cubrirle más ángulos, cada mitad de la cúpula defendería 20PV. El ejecutor podría deshacerla cuando quisiera.
20/01/2020, 02:47 (Última modificación: 20/01/2020, 02:49 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
El tiempo empezaba a correr y aún no había logrado mandar al suelo al intruso. No había pasado a una postura ofensiva del todo, aunque eso era conveniente para el ninja de las manos de oro. Su primer golpe se vio totalmente frustrado, aunque el segundo logró pasar por una rendija, rozando las carnes del genin de la lluvia como el de las espinas de las rosas. A Kisame le dolería aquel arañazo, pero era apenas una caricia comparado al daño que podría recibir si recibía un impacto directo.
Su oponente pareció fruncir el ceño, o al menos eso es lo que el pelinegro lograría apreciar desde su escondite. Estaba siendo demasiado molesto, ese mapache no dejaba de huir, pero el tejón haría todo lo posible por ponerle las manos encima. Retiraríaa rápidamente su zurda y lanzaría un nuevo golpe con la diestra. Al haber debilitado previamente con sus dos impactos aquella muralla, apuntó un tercero a la rendija con fuerza que terminaría por abrir un hueco en sus defensas. Esta vez buscaba el hombro derecho, pues dado que la mayoría de personas eran diestras, su lógico pensamiento era lesionar su principal brazo útil para así facilitar su tarea.
20/01/2020, 03:06 (Última modificación: 20/01/2020, 03:08 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
El dolor inundó su cuerpo durante un breve periodo de tiempo. Nunca había recibido un zarpazo así, por lo que, quizás por actorreflejo, o quizás porque su subconsciente pensaba más rápido que su conciencia, nada más que el punzante dolor le llegó, deshizo la técnica defensiva que había hecho, lo cual, dejaba libre su cuerpo para una posible esquiva. Estaba consiguiendo escurrirse. Al menos por el momento... Llegado aquel momento, era su memoria muscular y su cuerpo el que actuaba por instinto en lugar de reflexionar cada uno de sus movimientos como solía hacer cuando tenía la situación controlada.
Tiró entonces una bomba de humo al suelo para bloquear la visión de su oponente lo máximo posible mientras, cerraba sus ojos y boca a la par de contener la respiración rápidamente para moverse hacia su izquierda, tratando de evadir el garrazo de su rival por la parte de fuera. Si conseguía hacer esto y, sumado a su distracción, intentaría salir de la zona del humo con paso rápido, mientras hacía una serie de sellos todo lo rápido que sus manos le permitían en aquel momento. Una vez fuera, se mordería el dedo pulgar de la mano izquierda y, pensando plenamente en el nombre de su técnica, mientras abría de una buena vez los ojos. Poniendo su mano en dirección al suelo, una pequeña nube de humo aparecería y, tras ella, su apreciado compañero tanuki.
El animal, algo desconcertado, olió rápidamente la bomba de humo y tras observar rápidamente a Kisame, entendió que se trataba de una situación de combate...
¤ Bandana Ninja
¤ Portaobjetos básico
¤ Kemuridama, Bomba de humo (1)
¤ Comunicador básico
¤ Hilo shinobi
¤ Kuchiyose no Jutsu - Requisitos: Ninjutsu 40
Permite al usuario utilizar técnicas de invocación. Como técnica no sirve de nada, pero da el derecho a aprender y ejecutar invocaciones propiamente dichas, por evolutivas o por pacto animal. Para realizar la invocación correctamente se necesita realizar la serie de sellos correspondiente: Jabalí, perro, pájaro, mono, carnero; y después efectuar el sacrificio de sangre necesario.
¤ Kuchiyose: Futsū no Dōbutsu ¤ Invocación: Animal Ordinario - Tipo: Criatura - Requisitos: Senjutsu - Gastos: 20 CK - Daños: 10 PV por golpe con las garras (Taijutsu animal) y 8PV por mordisco. - Resistencia: 20 PV (rompe el contrato), 40 PV (vitalidad total) - Chakra disponible: 40 CK - Duración del contrato: 10 días on-rol (máximo 3 al mismo tiempo) - Máximo número de usos: 3 por día (dormir unas horas on-rol se considera como descanso válido). - Dimensiones: Las de un animal común de su especie, o más pequeño, dentro de lo razonable
El usuario obtiene la habilidad de invocar animales shinobi comunes, que poseen las características típicas de un animal de su especie, pero que son capaces de hablar, empuñar y lanzar armas y objetos. Resultan extremadamente útiles para recopilar y transportar información, puesto que el tiempo de contrato de estos animales es muy largo y les permite viajar durante días. Un usuario que disponga de animales cuyas dimensiones son muy grandes debido a su especie, puede invocar crías o adultos jóvenes de menor tamaño, siempre dentro de lo que es razonable. Asimismo, los animales pequeños podrían llegar a tener versiones de treinta centímetros, o incluso cincuenta. La descripción de estos animales es libre, y el usuario lo interpretará como desee cada vez que los invoque.
«Se trata de tanukis de aspecto común, de unos 30 o 40 centímetros de alto y unos 60 o 70 centímetros de longitud. De pelaje grueso y de colores pardos, negro y blanco con larga y gruesa cola. Suelen caminar sobre cuatro patas. Son seres bastante rápidos y considerablemente sigilosos. Cuentan con una agilidad natural bastante grande, sin embargo tiene sus limitaciones, al igual que la capacidad de sus saltos. Pueden transportar pergaminos de tamaño mediano dentro de su cuerpo, utilizando 5CK para ingerirlos y 10CK para expulsarlos. También pueden ocultarse a la vista común durante unos minutos mientras permanezcan estáticos, esto les costará 10CK. Podrían rastrear a una persona en un rango de 500m si pueden oler antes un objeto personal de la persona en cuestion.»
20/01/2020, 03:21 (Última modificación: 20/01/2020, 03:32 por King Roga. Editado 2 veces en total.
Razón: Corregir una falta de ortografía :'v
)
Otra, jodida, bomba, de, humo. Le estaba fastidiando en sobremanera aquello, ya que tuvo que detenerse en seco cuando estaba a punto de golpear a aquel paliducho, escurriéndose de sus garras como el aceite. Se estaba hartando, pronto podrían venir guardias del castillo del Señor Feudal y lo último que necesitaba era que más personas le viesen.
El combate cuerpo a cuerpo no estaba funcionando, así que le tocaría pasar a la ofensiva a largo alcance. No iba a esperar a que el humo se disipase, sino que iba a devolverle la jugada y utilizar su propio artilugio en su contra para que dejara de abusar de ello. Primero que nada deshizo su técnica de oro, desvaneciendo el metal precioso que la recubría y formó tres sellos sin que Kisame pudiese verlo.
Mentalizó la técnica y de pronto escupió una ráfaga de viento, con la diferencia que esta si iba con la intención de causarle perjuicio a la integridad del genin de la lluvia. Si no bastaba acercarse para golpearlo a melé, pues entonces iba a usar un ataque de distancia a quemarropa. No iba a darle más tiempo para reaccionar.
La ráfaga de viento abarca 1,5 metros y avanza 5 metros (mutiplicado x1)
La ráfaga de viento abarca 2'5 metros y avanza 8 metros (mutiplicado x2)
La ráfaga de viento abarca 3'5 metros y avanza 12 metros (mutiplicado x3)
Técnica Fūton básica, que consiste en una simple ráfaga de viento que se escupe desde la boca una vez finalizan los sellos. Sin embargo, el poder destructivo de ésta puede aumentar exponencialmente si un ninja experimentado utiliza una cantidad de chakra mayor. A diferencia de la mayoría de técnicas Fūton, el Toppa no produce cortes en la piel del enemigo, si no que lo golpea de manera contundente, además de alejarlo.
El genin fué sorprendido en medio de su huida y, antes de poder invocar a su compañero, recibió una fuerte ondanada de viento desde su derecha que le golpeó en el hombro y pierna derecho, haciéndole volar algo más de un metro hacia su izquierda. Pudo notar entonces que, dado que había atacado con algo potente a quemarropa, a pesar del tremendo dolor que sentía ahora mismo en sus zonas afectadas, su rival estaba empezándose a enfadar y eso, según le habían contado siempre, era lo mejor que podía pasarte en un enfrentamiento uno contra uno...
Trató de levantarse del suelo con toda la rapidez que pudo y no hacer nada arriesgado, esperaría a ver su siguiente movimiento para responder de la mejor manera, quedándose mirando en su dirección con las manos cerca para comenzar a utilizar sus sellos en cuanto atacase para poder defenderse. Llegado a este punto, comenzaba a estar jadeante y algo desanimado, pero... Ese no era momento de rendirse. Quizás apareciesen los guardias del feudo y parasen la pelea o... Quizás un golpe de suerte le haría ganar la carrera de desgaste.
20/01/2020, 03:52 (Última modificación: 20/01/2020, 04:56 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Lo largo de la pelea no sólo le estaba acarreando frustración, sino que estaba empezando a desconcertrarse. Por suerte, haber atinado ese último golpe le estaba dando más esperanzas. En ese punto había notado que el otro tenía una sólida defensa de Doton, que si bien no era tan avispado como Kisame, como mínimo se sabía las debilidades y fortalezas elementales para saber que con viento no iba mover una piedra.
Ya casi lo tenía, no podía dejarlo ir. Si le habían dejado de último contra él, era porque confiaban en que podía derrotarlo. No podía regresar con el grupo con las manos vacías. Sin embargo, creía tener una carta que, a menos que a Kisame le salieran alas, no iba a poder responder del todo bien. Como mínimo, iba a poder cerciorarse de que no huiría del siguiente golpe.
Sus reservas de chakra habían descendido por debajo de la mitad, pero a su vez la presión ejercida ya tenía en las últimas a su rival. Aceleró en carrera mientras repetía tres sellos que Kisame no había visto en un inicio al haber estado en una bomba de humo. Quizá había visto la técnica, pero no su ejecución cómo tal. ¿Caería dos veces en el mismo truco? Ciertamente no era una técnica para usar a media pelea, sino más bien en medio de una persecución donde la presa estaba distraída. Si caía, tendría la última palabra.
La técnica ocupa un radio de tres metros (multiplicado x1)
La técnica ocupa un radio de cinco metros (multiplicado x2)
La técnica ocupa un radio de siete metros (multiplicado x3)
Estando en contacto con una superficie sólida, el usuario toma los elementos del suelo y forma rápidamente una gran cantidad de púas de oro puro bastante afiladas que se incrustan con facilidad incluso en el calzado más grueso, de una manera muy similar a los makibishi. Sin embargo, estas espinas no perduran por mucho tiempo, deshaciéndose al cabo de un turno en un polvo dorado y dejando libre a quién las haya pisado. Cualquier daño externo permitirá a la víctima liberarse de las espinas. En su versión más potente, el largo de las espinas es tal que atraviesa la carne y puede causar un incómodo sangrado.
20/01/2020, 04:22 (Última modificación: 20/01/2020, 05:09 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
El siguiente ataque de aquel chico lanzó, desde luego, no le pilló en absoluto por sorpresa pero, la verdad es que no tenía idea alguna de como evadir aquel golpe. Intentó correr todo lo que pudo fuera del área de dicha técnica en cuanto la enunció en voz alta y la reconoció, pero... Era demasiado tarde. Las áureas púas se le clavaron en los pies, lo cual le hizo sentir un terrible dolor difícil de describir. Ya no tenía salida, estaba cansado, apenas podía ver con claridad por el intenso dolor en casi todo su cuerpo y sus pies le dolían demasiado como para moverse. Aquel rival le había superado, desde luego. El primer rival que había tenido había conseguido vencerle.
En aquel momento, empezó a convencerse de que igual su padre si tenía razón al llamarle debilucho. Quizás era su único destino, ser derrotado por un ninja aleatorio sin ton ni son y sin nada por lo que luchar salvo su propia supervivencia. Nunca debió salir de la aldea. Nunca debió de sentarse a investigar a ese sucio Kid, nunca debió de haber obrado así, pero lo había hecho...
Preso de un dolor terrible y desesperado trató de sacar fuerzas de flaqueza para dar todo lo que le quedaba a una sola carta. En el mejor de los casos, podría morir con honor. Trató de enlazar tres sellos. Una técnica básica, todo lo que le quedaba. La adrenalina del momento le ayudaba un poco...
-Doton: Retsudo Tenshō! -Gritó a pleno pulmón con sus últimas fuerzas.
El suelo frente a él y a su rival comenzó a resquebrajarse. Comenzó a romperse con violencia mientras Kisame trataba de pestañear para ver con claridad lo que estaba ocurriendo.
¤ Bandana Ninja
¤ Portaobjetos básico
¤ Kemuridama, Bomba de humo (1)
¤ Comunicador básico
¤ Hilo shinobi
¤ Doton: Retsudo Tenshō ¤ Elemento Tierra: Desgarro de Palma de la Tierra Retorciéndose - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Doton 10 - Gastos:
12 CK
(Doton 20) (multiplicable x2)
(Doton 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV - Efectos adicionales:(Doton 80) La tierra puede romperse en parábola, aunque sólo alcanzará su radio máximo cuando se encuentre a 3 metros del objetivo. - Sellos: Jabalí → Buey → Sello específico de la técnica - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
La técnica avanza 3 metros, y goza de 1'5 metros de anchura (multiplicado x1)
La técnica avanza 5 metros, y goza de 2'5 metros de anchura (multiplicado x2)
La técnica avanza 8 metros, y goza de 4 metros de anchura (multiplicado x3)
Tras la realización de los sellos, esta técnica causa que la tierra frente al usuario se retuerza sobre sí misma, rompiéndose, desequilibrando a los adversarios y causándoles daños debido a las rocas puntiagudas y a la gravilla. Cuanto más chakra se añada a la habilidad, más grande será la destrucción del terreno y más dañina sobre los oponentes.
20/01/2020, 04:53 (Última modificación: 20/01/2020, 04:56 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Finalmente lo había acorralado, finalmente podía regresar a contarles a todos su victoria, que lograría hacer orgullosos a los demás. Había vencido a un genin hecho y derecho con placa, había ayudado a la pandilla y finalmente no era sólo una carga. Pero quizá entre la euforia y cantar demasiado rápido la victoria, había echado todo al traste. En su cabeza, sólo bastaba acercarse a terminar de noquearlo, pero no se esperaba aquel último grito de ira, cargado con una furia que no había mostrado en toda aquella batalla.
El mapache al tener madriguera donde esconderse, sacó los colmillos. Colmillos como rocas filosas. Para cuando se dio cuenta no supo como reaccionar, ¿acaso iba a soplar cuando el suelo bajo sus pies acababa de partirse? La había cagado en el último momento. Puso los brazos por delante, siendo que los pedruscos le golpearon, pero algo más pasó.
Una nube de humo estalló entre las rocas, un bulto salió volando por el impacto violento. Dio una vuelta y cayó boca abajo.
—Aaahhh... La voz de hombre se vio reemplazada por una femenina, una dulce y diminuta.
Vestía un kimono rosa, con bordado de árboles de cerezo en floración. Las mangas tenían detalles en rombos. Una de sus getas había caído lejos, mientras sus blancos calcetines se habían manchado con el agua sucia de las calles de Shinogi-To. Le dolía enormemente el cuerpo, al punto que le costó levantarse. Tenía dos colas amarradas con lazos café en su cabeza. Su cabello era lacio, dando la impresión de ser una cascada negra. Alzó la cara, dejando ver grandes ojos del mismo color que dictaba su barrera de sangre. Sin la transformación podías ver que era pequeña, siendo que no pasaba del metro con cincuenta.
Tenía una lagrimita en el ojo, que jamás en su vida le habían pegado tan duro. Vio a Kisame, y entonces cayó en cuenta de que se había roto su disfraz.
—¿Eh?— Se vio las manos. —¿¡EHHHHHH!?— La había arruinado horriblemente al dejarse pegar.
Un silbato sonó a la lejanía desde el horizonte en la calle, a su vez que al manos cuatro luces de lámparas se iban acercando.
—¿¡EEEEEEEEEEEEEHHHHHH!?— No podía dejar que más gente la viera. La había arruinado muy, MUY, en grande. Aún con el dolor encima y trastabillando, se puso en pie. No aparentaba superar los diez años. Fue a por su zapatilla y echó a correr como mejor se le daba. aparentemente Kisame no era el único que no sabía utilizar el Sunshin no Jutsu. La niña se fue soltando unas lágrimas que fueron maquilladas por la lluvia, desapareciendo por un callejón.
Las luces de los faroles se iban acercando, siendo que varios hombres armados con katanas llegaron a la escena.
—¡ALTO! ¿¡Que ha pasado!?— Uno de los oficiales se acercó, levantando su lámpara alumbrando al mal herido Kisame.
La niña ya se habría escondido en un callejón.
- PV:
40/100
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-60
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- CK:
78/140
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+20
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-3
– (Un poco de CK que no había regenerado pro la AO)
20/01/2020, 05:13 (Última modificación: 20/01/2020, 05:16 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
Apenas podía ver con claridad lo que estaba ocurriendo. Su último esfuerzo había servido para... Deshacer una transformación? Estaba demasiado cansado y dolorido como para sorprenderse por lo que estaba viendo. Se sentía desmotivado y solo podía pensar en que había sido derrotado y que se desangraba poco a poco. Aparentemente era una niña pequeña disfrazada de chico. No lograba entender por qué demonios debía ocultarse. Sus brazos ya no le podían sostener y no sentía las piernas.
La vista se le empezó a nublar cuando, a lo lejos, vio unas luces que se acercaban. Los... Guardias? Tarde, como siempre. Apensa alcanzó a ver como la niña escapaba, mientras los guardias llegaban a donde él estaba. Los ojos le pesaban, el dolor era insoportable y... Cayó rendido en el suelo por el sobreesfuerzo que había hecho. En su cabeza, solo podía escuchar la voz de su padre, solo había eso.
-Eres débil, Kisame. Más te vale mejorar si no quieres seguir avergonzándome -La voz de Ichiro repetía aquella frase una y otra vez, mientras la energía del escuálido genin llegaba a su final. No podía seguir manteniéndose despierto por mucho más, simplemente no podía.
Y allí estaba, el joven shinobi de Amegakure, derrotado por una niña pequeña, moribundo, mientras se desangraba tendido en un suelo lleno de barro. Manchada su ropa, su honor y su camino ninja. No duraría mucho más. Entre tanto, los guardias se le acercaron. Trató de levantarse, pero solo pudo desabrochar su túnica para dejar ver su placa de la aldea.
-Me... Me han atacado. Siento... Siento todo el destrozo -Alcanzó a decir antes de escupir un poco de sangre a su lado.
20/01/2020, 05:29 (Última modificación: 20/01/2020, 06:30 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
—Un, ¿shinobi?— Los guardias se vieron a las caras y nuevamente a Kisame. —Oeh muchacho, ¡OEH!— acerco su mano hasta el rostro pálido del joven,
Entre la hemorragia, los golpes previos en el cuerpo y la propia fatiga a la que sometió a su cuerpo le llevaron finalmente a la inconsciente. Aún así, Contra todo pronóstico. Sobrevivió. Perdió una batalla, pero su guerra personal por hacerse más fuerte aún continuaba. Pasarían horas, ¿qué digo horas? En realidad pasó dos días en la inconsciencia, siendo que cuando finalmente despertó, se encontraría en una típica escena de hospital viendo la luz del techo que iluminaba su blanco y pulcro cuarto.
Tenía vendajes en la cabeza y todo el torso, además de un suero hacia sus venas. Tenía también una mascarilla para oxígeno, aunque no era realmente necesaria. No había nadie, aunque pudo la silueta de alguien caminar tras la ventana de su cuarto. Al lado de cama, tenía una mesita con sus ropas y su bandana, además de una pequeña campanita de mano. Sus sandalias ninja estaban al pie de la cama. A decir verdad, se sentiría como nuevo. La única razón por la que estaba ensuerado era porque al verlo pálido lo creían deshidratado, y durmió tanto únicamente por los sedantes.
Se había recuperado milagrosamente, lo suficiente para sorprender a cualquier médico que use la razón.
Al levantarse estaba algo desconcertado... Un... Hospital? Donde estaba la niña? Quien... Quién le había traído? Tenía muchas preguntas. A pesar de que se sentía genial, no calculó el tiempo que llevaba allí y eso también le causaba curiosidad. Pudo ver como todas sus cosas estaban en la mesita junto a una campana. No era difícil de deducir que era para avisar al médico o a los enfermeros, por lo que la tomó en la mano y la agitó un poco mientras se levantaba con cuidado de no hacerse daño con la vía. Quería irse ya y volver a casa y que alguien le respondiese todo lo que quería preguntar.
Ahora que se sentía bien comenzó a hacerse la pregunta que hacía dos días no se había planteado... Quién era esa niña y por qué se ocultaba? Francamente, era una niña prodigio ya que había conseguido vencerle teniendo por lo menos diez años menos que él y además usaba unas técnicas de oro que jamás había visto antes a nadie. Así eran las técnicas únicas que tenían los shinobi por el mundo? Si había más gente así en el mundo ninja tenía que seguir entrenando muy fuerte. Su ánimo estaba dolido y se sentía decepcionado consigo mismo. Todas esas horas bajo la lluvia recibiendo fuertes golpes de su padre no habían servido para nada cuando una niña pequeña trasformada en un chico joven le había vencido sin siquiera llevarse un rasguño apenas. No había conseguido desgastarla lo suficiente para poder atacar. Finalmente y como había pensado, un golpe de suerte le había salvado la vida, pero llegado a ese punto del combate, ese era un final que no deseaba...