(D) Desastre Bibliográfico

[Himura Ren]

Tras aquel lanzamiento tan justo, no pudo evitar aplaudir con suavidad y una mirada ilusionada, sujetando un libro bajo una de las axilas, que había apartado por el repentino movimiento del Yotsuki.

— Creo que entiendo lo que quieres decir — dejo un libro en una de las repisas de la estantería, para coger otro casi al momento. — En ocasiones esta "esa canción" que encaja con todo. Como si fuera una pieza que encaja a la perfección; y el mundo entero se mueve a ese ritmo. Y pese a que estés algo alicaído, en cierta forma te acaba animando porque representa y explica esa situación y emoción que estás viviendo — agitó las manos de un lado a otro, bastante emocionada; no era una entusiasta de la música, pero se sentía bastante cómoda hablando con Roga por lo que se dejó llevar con sus tonterías, como era habitual; era bastante inmadura. Cuando se dio cuenta que sus brazos estaban en alto ligeramente flexionados por la emoción, no pudo evitar avergonzarse.

>>Tal vez fui por las ramas... Jeje — añadió con un tono mas bajo.

[King Roga]

—¡Mejor enfoca esa energía en la misión! — Puso los brazos en jarra. Ren se dejaba llevar fácilmente por sus palabras, pero Rōga estaba mucho más preocupado por las estanterías en esos momentos. —Deja ese libro en su lugar y vayámonos a la siguiente—. Se giró y empezó a andar esperando que ella le siguiese.

Por suerte, iban más rápido de lo que pudieran pensar, La plática aligeraba las cosas.

—Al menos captas la idea. ¿Sabes? Cuando llegue a ser Arashikage y cantante de talla mundial igual tendré poco tiempo para irme de gira y necesitaré asistentes competentes. ¿No te late? — Se volteó y sonrió mientras alzaba ambas cejas en gesto cómplice.

[Himura Ren]

Tras otro suave toque de atención, la joven kunoichi se apuró en seguir sus ordenes sin rechistar ni debatirle; se le había ido un poco el santo al cielo y tenía que compensarlo. Otra vez en el otro extremo, agarró la madera; esta vez sus brazos dudaron, por lo que dio un segundo tirón antes del definitivo que les permitió erguir el mueble de madera. Tras ello, Roga hizo una curiosa sugerencia.

— Uuuuuh ¡Suena divertido! Cuenta conmigo — dijo dándose un suave golpe en el pecho. — Aunque no esperes nada extraordinario de mí; me gusta la música y canto como cualquier idiota en la ducha, pero ni mi voz es agradable de escuchar ni sé tocar un instrumento de verdad — comentó jocosa.

La idea le resultaba de lo más atractiva; podría viajar por todo el mundo, vivir mil y una experiencia, probar la comida de cada lugar que visitara e incluso conocer a otros famosos del sector y disfrutar de su ritmo. Y además ¿qué adolescente se negaría a ser una estrella de la música? Aunque no tuviera ni idea de tocar un solo acorde, la idea seguía siendo atráctiva.

[King Roga]

—En algún momento voy a necesitar una guitarra melódica, un baterista y un bajista. Aunque igual, de aprender en algún lado se empieza, ¿no? — Dijo mientras alzaban el mueble.

—De hecho ya que estamos, ¿Y si modificamos el plan de acción con las estanterías? —[/color} El Yotsuki tenía tantas ideas en la cabeza que pasaba de un tema a otro sin previo aviso y sin contexto. [color=dimgray]—Levantemos todas las estanterías primero y luego metamos los libros. Dicen que el orden no altera el producto pero al menos yo lo siento más cómo, ¿que opinas?— Puso los brazos en jarra.

Él estaba haciendo todo lo posible por que las cosas salieran bien, pero siendo genin no creía que fuese su deber andar regañando a los demás, por mucho que le gustase mandonear hasta de eso se aburría.

[Himura Ren]

— ¡Vale, pues me pido el bajo!— respondió en el mismo momento que aquella suposición se planteó. Ahora si que necesitaría clases y maestría para tocarla; aunque supiera tocar una tonta armónica, una guitarra era mucho más compleja. Y más cuando solo sabía tocar una canción.

—De hecho, ya que estamos, ¿Y si modificamos el plan de acción con las estanterías? Levantemos todas las estanterías primero y luego metamos los libros. Dicen que el orden no altera el producto pero al menos yo lo siento más cómo, ¿que opinas?— Puso los brazos en jarra.

— Uuuhm... Podemos hacer eso, pero solo en algunos sitios — dijo cruzada de brazos, mirando a su alrededor. — Algunas tienen libros encima, pero si recolocamos lo más voluminoso en su sitio; habremos avanzado mucho más. O por lo menos, dará esa sensación.

Y era cierto; aunque estuvieran todos los papiros por el suelo todavía, si las estanterías se volvían a erguir en pie seguramente diera la impresión de que habían progresado más en su tarea.

[King Roga]

—Pues los quitamos, los recogemos y muerta la gallina. ¡Échame una mano con esto!— No planeaba complicarse de más la vida con obstáculos pequeños —[/color] Chocó su puño contra la palma de la otra mano. —¡Yosha!— Estaba bastante energético pese a sólo ser una misión sencilla.

Tal y como habían sugerido, fueron apartando los que tenían libros encima, así fuese encaramándose para recogerlos. Una vez hecho esto, procedieron a levantar las quince estanterías faltantes. Era una suerte que ambos tuviesen la fuerza física necesaria o las cosas quizá hubiesen sido complicadas. Sin embargo, el genin por unos instantes se quedó observando los muebles recién levantados. Entonces sonrió malicioso y echó a reír.

—Oeh, tengo una idea. ¡Compitamos! — Señaló a la kunoichi. ¿De verdad iba a cometer alguna locura a mitad de la misión? —Veremos quién será el mejor bibliotecario de un sólo día —. Se cruzó de brazos. —Que cada quién vaya a un extremo de las estanterías que faltan, ¡a ver quién logra ordenar más estanterías! Cuando nos juntemos de nuevo en medio contaremos quién ha logrado apilar más libros — Asintió varias veces con la cabeza.

No planeaba aceptar un no por respuesta.

[Himura Ren]

Por fin, todas las estanterías fueron levantadas de una vez; dejando a los lados y entre medias de decenas de columnas de manuscritos. Roga, para nada afligido tras haberlas levantado, todavía tenía energía de sobra, o incluso más que al empezar la misión; en contra parte, la kunoichi de la lluvia estaba intentando retomar el aliento, apoyando las manos sobre sus rodillas semi flexionadas jadeante y algo acalorada. El hecho de levantarlas no era un problema, pero una tras otra sin descanso fue lo que realmente le afligió a su aguante.

—Oeh, tengo una idea. ¡Compitamos! — Señaló a la kunoichi. Un extraño escalofrío recorrió el cuerpo de esta, quien le dirigió una mirada de perplejidad y confusión a partes iguales. —Veremos quién será el mejor bibliotecario de un solo día. Que cada quién vaya a un extremo de las estanterías que faltan, ¡a ver quién logra ordenar más estanterías! Cuando nos juntemos de nuevo en medio contaremos quién ha logrado apilar más libros

— P-Pero dame al menos un momento para recuperar el aliento — respondió sin negarle el placer de a competición por un premio inexistente. No aguantó mucho más, y al final decidió dejarse caer al suelo, estirando las piernas y resoplando. — Ya tenemos más de la mitad del trabajo hecho. Dame un respiro. — protestó.

[King Roga]

Tal vez ella tenía la misma fuerza que él, pero en cuanto a energía se notaba que le faltaba bastante para llegarle al joven Yotsuki.

—¿Pero cómo es que ya te cansaste si no vamos ni a la mitad del trabajo?— se cruzó de brazos y frunció el ceño. —Bueno descansa un tiempo pero que no sea en exceso, no quiero que venga el bibliotecario y piense que no estamos haciendo nada — Resopló.

A él le costaba estarse quieto, aunque más que energía era su propia actitud la que le obligaba a estarse activo la mayor parte del tiempo.

[Himura Ren]

— Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaale. Palabra de shinobi — dijo con un tono algo infantil, para después suspirar mirando al techo. Reincorporó la mirada; viendo tan solo un par de estanterías erguidas y vacias delante de ambos, ya que el resto se hayaban detras. Con razón fue tan fácil derribarlas todas de golpe, empujando la primera, el resto debió de haber caído como si de fichas de dominó se tratasen.

A su lado, había un gran surtido de libros que todavía esperaban volver a su sitio. Diversos temas adornaban los títulos de aquellos manuscritos; "Historia de Oonindo", "De donde venimos, y a donde vamos"... Aquel último tenía un título bastante filosófico, pensó. Ya que todavía estaba sentada buscando recuperar el aliento por el sobres fuerzo, pensó que podía al menos ordenar un poco aquellos que estaban tan próximos; de esa manera el Yotsuki no se enfadaría demasiado con ella; o eso quería creer. Hasta que uno, acabó llamando su atención.

— ¿Las Siete Espadas legendarias?... — dijo en voz alta pasando a ojear el contenido; pasaba las hojas con ligereza, mostrando sobre todo atención en los dibujos y las notas a pie de página.

[King Roga]

—¡¿Qué crees que estás haciendo?!— Se acercó de pronto con la mirada sombría y con los brazos cruzados, aprovechando que Ren estaba sentada para lucir más intimidante dada la natural falta de estatura del Yotsuki. —No creas que no me di cuenta de loq ue estabas planeando...— Movió su dedo índice y le apuntó a la cara. —¡Estás haciendo trampa para adelantarte a mí en el duelo! No esperé que tanto quisieras vencerme para tener que recurrir a eso — Dentro de su cabeza no cabía otra explicación.

Entonces se agachó irrespetando totalmente el espacio personal de Ren y acercó su rostro ojeando el libro a toda velocidad.

—¿Qué es eso de las Siete Espadas Legendarias— Parpadeó varias veces.

[Himura Ren]

Roga mal interpretó las intenciones de la kunoichi; quien solo quería que no la viera vaguear en exceso, pero ya se había empezado a abstraer en el libro; hasta que el yotsuki prácticamente se le echo encima, estaba pegado a su lado como una lapa, ojeando también el libro. Ahora quien sentía curiosidad por las aficiones del otro era al contrario.

— Parece que son espadas muy poderosas... — comenzó entonces a volver atrás en las páginas, para señalar la primera frase que había leído al abrir el libro, debajo del título al pasar dos hojas de la portada. — Pero aquí pone que puede que realmente no existan... El libro habla de relatos de las armas así como características o casi mitos de estas.

Había capítulos de decenas de páginas para cada una de las espadas; donde nombraba sus características y nombraba algunas leyendas sobre estas. Una espada de la que se dice que cortó hasta un rayo, otra que era capaz de quebrar cualquier defensa, incluso una realmente pesada y ancha hecha de escamas de algún animal.

[King Roga]

—Si existe la posibilidad y alguien se ha tomado la molestia de escribir al respecto, quizá no sea una fantasía después de todo — Se llevó los dedos al mentón. —Tú misma lo dijiste, puede— Puso las manos en la cintura y sonrío. —Las leyendas se forjan porque existe una verdad detrás de ellas. Créeme, he visto cosas imposibles que nadie más y si no fuese porque yo estuve presente jamás hubiese creído que fuesen ciertas — carcajeó.

¿Que pretendía exactamente con aquel discurso? ¿Presumir? ¿Motivarla? Quizá un poco de ambas.

—Yo mismo planeo que algún día la gente cuente historias de mí... ¿Cómo me recordarán? Por la melodía de Otome, por el Relámpago de Plata, por mi gallardía y guapura. Bueno, eso ya lo decidirá el destino — Cerró los ojos y negó con la cabeza manteniendo una sonrisa presuntuosa.

—Bueno pero antes de lanzarse a la aventura hay que resolver los problemas pequeños. ¡Si tienes fuerzas para distraerte con eso tienes fuerza para trabajar!— Aplaudió de nuevo en la cara de la kunoichi. —Recuerda el trato. Cada quién a un extremo, ¡sin trampas!— Aunque realmente no había manera de que eso ocurriera. ¿Oh sí? —Vamos, ¡así lograremos terminar antes de la hora del almuerzo!— El entusiasmo no parecía mermar en el Yotsuki.

[Himura Ren]

Con las palabras de Roga en mente, se reincorporó. Ella pensó igual, si alguien se había tomado la molestia de haber escrito aquellos mitos y cuentos, es porqué algo o alguien los provoco; y seguramente más de una persona fuera refrendatario de aquellos acontecimientos. Además la afirmación de que él había sido testigo de sucesos inenarrables o de dudosa credibilidad, solo reforzaban sus ánimos. Posteriormente le preguntaría sobre a que se refería con aquellas palabras, pero no era el momento, había sido amable con ella y la había dejado recuperar el aliento durante algunos minutos; por lo que tenía que era hora de corresponder a su desafío, tuviera o no las de ganar, avanzarían en su misión.

— Está bien — se colocó en el extremo opuesto a él, de quien se notaba un claro nerviosismo. — Cuando quieras, da la señal — añadió con dos libros en la mano.

Dispuesta a comenzar a colocarlos nada más diera la salida.

[King Roga]

El Yotsuki hizo lo propio colocándose en su extremo de los estantes, acercándose a una pila de libros apilados listo para extender la mano media vez diese la salida. Realmente más que una misión parecía estar jugando, pero era una buena manera de medirse incluso en los campos más sencillos de la vida. Sería cosa de coordinación de extremidades, y ahí es donde la habilidad de cada uno podría ser medida y quizá, servir como un práctico entrenamiento.

—¡A la cuenta de tres! — Anunció. —¡Uno!— Se agachó. —¡Dos!— Puso su mano en la pasta del primer libro. —¡Tres!— Finalmente empezaba la competencia.

Para hacerlo más interesante, se planteará como un minijuego. Habrá 150 Puntos de Libro iniciales. Cada turno tiraremos vía Telegram y el resultado será la cantidad de puntos a restar al total inicial. Cuando llegue a 0, se sumarán los resultados de las tiradas de cada uno y quién haya acumulado más será el ganador.

El Yotsuki echó mano a toda velocidad de la pila de libros a su lado, metiéndolos rápidamente en la estantería, tratando de no doblar alguno en el proceso.

Dado: 17

[Himura Ren]

Y tras la salida dada por el Yotsuki, apresuradamente echo mano de los libros que más cerca tenía. Meterlos sin ton ni son no ayudaría en nada, no sería diferente de que estuvieran todavía apilados en el suelo unos encima de otros, por lo que por lo menos tenía la consideración de que estuvieran bien colocados y pudiera verse en el lomo el título de este.

Que estuvieran en su sección correspondiente o que una misma colección estuviera junta... No era la prioridad en aquel momento.

Dado: 15
Total de libros: 15