(C) Otra tabla más en el puente

[Akamatsu Nao]

—¿Diosa, eh? Los shinobi ciertamente tienen un enigma detrás... Reciben golpetazos mucho mayores que los "humanos corrientes" y salen tan campantes... — Puso sus manos en las zonas en las que le indicó Lyndis, palpando y apretando, e ignoraría cualquier posible queja de la chica ante esto. —Pues mira, parece que sólo son contusiones comunes. Has soportado hasta más de lo que yo hubiese esperado, realmente una fractura no hubiese sido rara, pero no, estás de una pieza. Por suerte no tienes ni una dislocación, ni esguinces ni nada, pero cuando baje la adrenalina del todo va a doler mucho. Echaré algunos ungüentos, vendaré la zona y te daré algunos analgésicos. Descubre el torso por favor.

El sujeto se levantó y se dirigió a un estante; tomó un tarro que tenía alguna clase de crema olorosa, además de bastantes tiras de vendajes. Regresaría, y empezaría a aplicar el ungüento que se sentía bastante frío en la piel de la chica, ejerciendo bastante presión con el dedo pulgar.

—Mañana temprano seguro aparecerán moretones, así que trata de dar masajes con los dedos de forma circular como lo hago yo para que la sangre circule. Podrás moverte, pero por favor si vas a intentar pelear de nuevo, al menos trata de que no te golpeen donde mismo — Pasaría a colocar el vendaje, apretándolo de manera que quedó bastante ceñido. —Por hoy toma estas pastillas, dos al día bastarán. Descansa, y cualquier cosa extra me avisas — Le daría una dura palmada en la espalda.

[Zhaoren Lyndis]

— ¿Aaaah? Eso significa que tengo un cuerpo fuerte. Seguro que si sigo entrenándolo así acabo alcanzando la...¡Ay, eso está helado! — Protestó cuando notó la crema sobre su cuerpo. Había desplazado a los lados dejando caer por la cintura la parte superior de su obi.

Poco después ataría parte de su torso con vendas con la misma fuerza e intensidad que con el hombre de hace un momento. Ahora entendió se quejó. Imitó el gesto en la misma zona que había puesto algo de ungüento y antes de que se diera cuenta, prácticamente la había echado de la consulta con un par de aspirinas en la mano.

— Que no me golpeen en el mismo sitio, me tome dos al día y... Masajear los moratones — dijo caminando, mientras utilizaba los dedos de la mano que sostenían las pastillas para contar, después suspiró de forma exagerada.

Su trabajo por ese día, parecía haber terminado así que se dirigió a los barracones dispuestos a dormir en la cama que le habían dado solo a ella mientras ayudaba durante la misión.

[Akamatsu Nao]

El médico reiría al final mientras la chica se marchaba.

El resto de la noche sería tranquila, siendo que ella podría tirarse a la colchoneta y cerrar los ojos sin más. Ni los ronquidos más duros de los operarios de la construcción podrían despertarla, pudiendo restaurar sus reservas de chakra y las fuerzas en general.

Sería a las cinco de la madrugada que escucharía un trompetazo extremadamente fuerte, sacándola de sus sábanas. No tardaron ni un segundo y los hombres saldrían rápidamente a tomar el desayuno y turnarse para las duchas a ritmo de hormigas sincronizadas. Aunque como la kunoichi no era parte de esto, recaía un su propio criterio el madrugar como los demás o quedarse algún rato más en la cama.

[Zhaoren Lyndis]

— Ññeeñeggggggggggggggggemeeeeemmmmmmmmmmm — se quejó repetidas veces en la cama, agarrando la almohada con ambas manos y apretándola contra los laterales de su cabeza. Pero el sonido obviamente atravesaría sin problemas el objeto.

Se inclinaría hacia delante, con los ojos entrecerrados y el ceño algo fruncido, con cara de disgusto. Había descansado, pero seguía sintiendo aquella sensación de haber recibido una paliza. O en su caso, una bomba. Poco después de que el último trabajador abandonara la estancia, ella se levantaría también encorvándose y llevándose una mano al torso, cerca de debajo de su axila derecha.

— Dios, que dolor. Joder. Hostia puta — refunfuño por un rato, blasfemando también mientras intentaba acostumbrarse un poco al dolor y salir del lugar.

Una vez sentada en las sillas, se encorvaría hacia atrás incluida la cabeza y suspiró. El dolor le remitía en el cuerpo al haber perdido toda la adrenalina como le indicó el enfermero el día anterior. Debía comer algo antes de tomarse la medicación, o su estómago sería quien pagaría un nuevo daño en el cuerpo.

[Akamatsu Nao]

Afuera, los hombres ya se habían terminado buena parte del desayuno. Pese a que apenas había luz del alba, los sujetos ya se estaban poniendo manos a la obra. Las mesas ya estaban vacías, y el chico jovenzuelo, pese a haber sido apuñalado la noche anterior ya se hallaba trabajando. Eso sí, no mostraba los mismos ánimos cómo a la hora de la cena. Si Lyndis había dormido poco, pues el chiquillo mucho menos que ella.

—AH, Kunoichi-san... — Dejó el trapo en la mesa. —No sabía si ibas a comer ahora o no, así que te guardé un plato... Aún está caliente, no ha pasado mucho tiempo desde que acabó el desayuno...

Entre tanto, parecía que los sujetos estaban improvisando de nuevo una pasarela, en lugar de del puente como tal.

[Zhaoren Lyndis]

— Ah, muchas gracias — dijo aceptando el plato cuando este le sirvió. — Por lo que veo tu también has salido bastante jodido de la situación. Pero si estás aquí, supongo que estás fuera de peligro. Y los obreros no han tardado en ponerse otra vez manos a la obra. Puede que quieran atacar de nuevo hoy, o bastante pronto ahora que el hierro esta caliente. Aunque supongo que si no se ponen a arreglarlo, no les interesaría volver a las andadas

Comenzaría entonces a comer su plato, escuchando lo que el joven tuviera que decirle alternando la mirada entre el puente que se estaba reconstruyendo al fondo apilando en un principio largas vigas de madera, y con un fuerte martilleo a continuación de que se colocaran.

[Akamatsu Nao]

El muchacho entre tanto, continuó recogiendo los utensilios, apilando los platos en una montaña para luego irlos llevando poco a poco al lavamos. Entre tanto, a ratos parecía dedicarle algunas palabras a la kunoichi.

—Realmente, lo que están haciendo ahora es volver a montar una pasarela. Los comerciantes suelen venir a transitar en la mañana. El paso se habilita unas horas y ya durante la tarde es cuando nos ponemos a trabajar... Bueno, ellos, yo me la paso pelando papas y lavando platos — Se encogió de hombros. —Tienen que darse prisa para montar algo improvisado rápido, pues el comercio no puede detenerse en ningún momento. Realmente del lado de la Tierra hay muchísima presión debido a que hay rumores de que una guerra civil pueda estallar en cualquier momento, y si eso sucede, este puente será demasiado clave en un futuro — Dijo a la ligera.

De pronto, trastabilló, pero logró mantener el equilibrio para no tirar al piso los platos.

—Ay, demonios. La verdad es que la herida no es profunda, pero punza a ratos. Aún así, creo que sí tu sobreviviste a una caída del puente, yo no debería estarme quejando tanto — Sonrió entre la mueca de dolor. —Aunque se supone que has venido aquí a trabajar, realmentte quisiera darte las gracias por lo que has hecho.

[Zhaoren Lyndis]

Lyndis esbozó una suave sonrisa algo aliviada, dejando escapar el aire por su nariz ante otra nueva muestra de gratitud. No era algo a lo que todavía se hubiera acostumbrado pese a dar siempre su mano en cualquier señal de apoyo. Se acarició la nariz con una mano, después de ofrecerle su plato vacio, levantandose de la mesa.

— Bueno, era mi trabajo. Mi deber. Eso es todo — volvió a sonrerir confiada.

Tras ello, marcharía a buscar al capataz de la obra, para pedirle nuevas instrucciones o indicaciones. Ir y volver para pedir refuerzos, dejaría la obra a plena luz del día desprotegida como otros tantos días, pero tras haber sido repelidos con tanta dureza, o la violencia con la que atacaron la última vez, seguro que hasta el jefe de obra pensaba que esa podía ser una posibilidad como cualquier otra. El mismo lo dijo, colocar un explosivo fue algo nuevo y no debía de pasar por alto.

[Akamatsu Nao]

El capataz se encontraba revisando los planos de la obra, siendo que en apenas el tiempo que a la kunoichi le tomó desayunar, los obreros ya casi terminaban la pasarela improvisada. Había además, algunos viajeros haciendo un poco de fila, esperando a que se habilitara el paso. Muchos llevaban bolsas y cajas en sus espaldas, y si no se apuraban seguramente se iban a amontonar más y más en lo que iba de la mañana. Por ahora, trabajaban a toda velocidad. Algunos trabajadores trataban de explicar a los viajeros la situación. Ciertamente había habido problemas.

El capataz de la obra, estaba con el ceño fruncido. Lucía bastante molesto y movía el pie mientras observaba hacia el puente.

[Zhaoren Lyndis]

Desde luego no esperaba encontrarlo precisamente contento, y así fue. Parecía bastante nervioso y seguramente la gente que pedía cruzar el puente lo único que le haría es alterarlo más. Lyndis se acercó con su afilada sonrisa como siempre, sin darle más importancia, pues si podía ayudarle el algo para quitarle algo de alivio, ya sería suficiente.

— Se te ve bastante estresado — dijo apareciendo por su lado derecho, y mirando de reojo sin prestar atención a la seguramente multitud de planos y papeles que habría en su mesa. — ¿Quieres que te ayude con algo? Parece que todavía no me voy a ir porque me falta un segundo asalto. Pero de aquí a la noche todavía falta un buen rato — puso una mano sobre su hombro, y posteriormente se las llevo a las caderas mientras echaba un vistazo general de nuevo.

[Akamatsu Nao]

El sujeto suspiró y se rascó la cabeza ante el gesto de camaradería de la chica. Por lo menos tenía el consuelo de que ella iba estar ahí para ayudarles en caso de una emergencia.

—La verdad no creo que debas esforzarte de más. Ya te lastimaste ayer lo suficiente y por muy ninja que seas no quiero que te arriesgues demasiado...— Negó con la cabeza. —Todo lo que hay que hacer es esfuerzo físico, y como dices, si aún te falta una segunda ronda, creo que será mejor que estés con todas tus fuerzas para ello. Aún así, te loa gradezco — sonrió el sujeto, luciendo algo más aliviado.

—¿Crees que vengan de nuevo esta noche? Un par de colegas se ofrecieron a vigilar para visarte en caso de que vieran algo raro, pero dudo mucho que puedan hacer algo si los bandidos vienen tan armados como ayer... — Se llevó ambas manos a la cintura. —Algo me preocupa. De hecho al inicio yo creía que querían sabotear a los viajeros. Y por eso a veces atacaban a mis trabajadores. Pero esa bomba, y que sean tantos... — No terminó su frase, pensando en posibilidades.

Aunque no encontraba respuestas a sus dudas.

[Zhaoren Lyndis]

La joven asintió ante la preocupación del operario, pero no podría ir y volver en un dia por más ayuda, asi que tendría que ocuparse ella misma con lo que tuviera.

— Si, entiendo lo que quiere decir. Cuando peleé contra ellos, otros estaban ocupados plantando el explosivo. Por lo que seguramente hubieran podido conmigo si venian todos a la vez; aunque de uno en uno no hubiera tenido problema, incluso tal vez de dos en dos. Por eso quería pedirte algo — dijo tras tantear con un giro de hombro dicha articulación.

Estaba todavía dolida, y aunque diera el cien por cien de ella puede que estuviera en problemas si era un grupo tan grande y organizado.

— Si me marcho y voy a por ayuda, no me dará tiempo a volver en el mismo día. Tal vez no debería exigirles demasiado a los chicos, y que me echen una mano esta noche, o parte de ellos — dijo bajando el tono de voz y acercandose un poco a él. — O intentar tenderles alguna trampa, aunque no sabemos tampoco si quiera si hay alguien filtrando información. Dijiste que antes no eran tantos, ni habían llegado a algo como una bomba ¿no? Tal vez fue debido a que sabían que intervendrían ninjas debido a que pediste ayuda. O tal vez fue solo una casualidad — y se encogió un poco de hombros, desviando la mirada para dar un vistazo general.

[Akamatsu Nao]

El sujeto alzó ambas manos, abriendo además los ojos en sorpresa ante las afirmaciones de la kunoichi.

—Woah, woah, woah. Espera y calma. ¿Alguien aquí filtrando información?— Parpadeó varias veces. —Joder, me lo planteas así como si estuviésemos lidiando con algo más grande como una organización o algo, no me des esos sustos —. Se llevó la mano al pecho y suspiró. —La cosa es que si quieres que te ayudemos... No creo que los muchachos puedan pelear, pero si hablas de trampas, bueno construir cosas se nos da bien — Alzó el brazo, doblándolo para enseñar el músculo. —¿Tienes laguna idea de que trampa necesitas? Dinos, y tal vez pueda poner a los muchachos a trabajar en ello.

Pese a todo, estaban dispuestos a colaborar.

—Ya que te has metido en esto y resultó ser más problemático de lo que esperábamos, pues déjanos colaborar.

[Zhaoren Lyndis]

Se sorprendió un poco que accediera con tanta facilidad. Como bien dijo y ella supuso, la mayoría de los obreros estarían bastante cansados como para asistirla en combate., y seguro que gran parte de ellos estaban con falta de sueño tras la noche anterior, pero saldrían a socorrer sin dudar de la misma forma si se podrecía un escándalo igual de grande. Y puede que solo la presencia del número, podría ser útil.

— Muchas gracias, de verdad — dijo con una sonrisa cruzada de brazos mas que agradecida. Entonces se llevaría una mano al mentón intentando pensar algo. — Supongo que usted conoce mejor que nadie a sus operarios y lo que se cuece por aquí, por lo que me fio más que de su palabra. Si usted dice que no hay nadie filtrando información, le creo. Bien... — Se acercaría entonces a mirar un poco los planos, aunque no es que entenderia algo de lo que había en estos, y tampoco es que se le ocurriera alguna trampa en concreto que le pudiera servir.

— La verdad es que tampoco quiero que puedan tener más trabajo del debido asi que... Tampoco se me ocurren muchas cosas... ¿Algún tablón quebradizo? ¿Alguna bomba de humo que se pueda hacer improvisada? Y de todas formas ahora que caigo, atacaron uno de los puntos de apoyo más importantes del puente ¿no? Si no llega a ser por esos refuerzos puede que se hubiera venido abajo entero ¿hay algún otro punto importante a tener en cuenta?

[Akamatsu Nao]

El sujeto se encogió de hombros.

—Conozco a mis muchachos, y son de buen corazón. Además, aunque quisieran, sé que muchos son demasiado inocentes o tontos como para planear algo — Empezó a carcajear. —Si pudiéramos ingeniárnoslas para ir contra los bandidos, no hubiéramos llamado un shinobi en primer lugar — Se sobó la barriga.

El sujeto volvió a cruzarse de brazos, escuchando los planes de la kunoichi. Luego pasó a fruncir el ceño, y a llevarse la mano al mentón. Su mirada se desvió al cielo.

—¿Una bomba de humo? No soy científico — Puso los brazos en jarra. —Pero si quieres una tabla inestable, creo que puedo recurrir a mis viejos años de novato para hacer algunas travesuras — Se tronó los dedos. —Tú dime donde y nosotros lo ponemos, pero eso sí, después de que reparemos todo el desastre de ayer.

»En cuanto a los refuerzos, fue más que nada para modernizar la obra. El viejo puente, bueno, era eso, viejo. No hay mucho más que pueda decirte.