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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1

Hueco extra. Si quieren tomarse un par de rondas para charlar antes de este momento. Adelante.

Apenas era mediodía cuando las jóvenes genin llegaron al lugar indicado a la hora indicada luego de un arduo y complicado viaje por el País del Viento. Aquel lugar era un campo de batalla casi en su totalidad y era peligroso entrar sin un plan. Por suerte nuestras protagonistas de hoy no eran personas cualesquiera. Eran ninjas.

Dos días atrás, tanto Himura Hana como Yamikami Yuu recibieron una carta directamente en la puerta de sus casas, citándolos a Inaka para encontrarse con Kabin Yasahiro, su cliente.

Para las ninja sería realmente fácil reconocerse entre sí incluso si viajaban por separado, pues eran las únicas dos personas que se encontraban en aquella calle, frente a aquella casa, justo en ese momento.

Bueno, ellos y un señor que parecía dirigirse al mismo lugar, conduciendo un carruaje con techo que era llevado por dos dromedarios.
[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]

¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!

Team pescado.


Canal 5 con Uzumaki Eri hasta verano del 222.
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#2
Aunque a Hana le hubiese encantado hacer el viaje juntas, no tenía ni idea de quien era esa tal Yuu, donde vivía o si había salido ya o iba a salir al día siguiente. Así que decidió salir cuando saliese y con suerte se la encontraría por el camino. Solo tenía que buscar a una kunoichi de Uzushiogakure que fuese en su misma dirección.

Sin embargo, tras el primer día de viaje la cosa se complicó. Los trenes no circulaban por el País del Viento por la guerra y tenía que recorrer los caminos con todos los peligros que eso conlleva. Le parecía extraño que no hubiesen intentado solucionar de alguna forma el problema de transporte. Aunque realmente los ninjas fuera de su país eran poco más que mercenarios, si a nadie le interesaba meterse en ese conflicto, ellos no harían la iniciativa.

Durante el camino, Hana no podía dejar de pensar en lo duro que tenía que ser eso para los civiles del país. Obligados a hacer ese peligroso camino si querían viajar a algún sitio. Sabía que los conflictos internacionales eran algo más complicado que simplemente entrar y arreglarlo todo a golpes, pero seguro que Uzushiogakure podría hacer algo por, al menos, aliviar la carga sobre los inocentes. Tendría que hablar con Datsue al respecto.

Con cuidado y paciencia, acabó por llegar a su objetivo. Frente a la casa había una chica. Hana se acercó con confianza, convencida de que tenía que ser su compañera.

¿Yamikami Yuu?


Avatar obra de Sagiso Ranko


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#3
Me quedé completamente dormida en el tren, hasta el punto que si no llega a ser por uno de los supervisores que me despertó me hubiera saltado la estación en la que debía bajarme. O tal vez dos o tres. Desde que llegó aquella carta no pude apenas pegar ojo. ¿Por qué debía de hacer esa misión en un lugar tan conflictivo? ¿Porqué no podía perseguir gatitos? O tal vez que me hubieran mandado a ordenar algo, repartir el correo ¡Lo que sea! Bastante problema me suponía dejar mi casa para comprar tres o cuatro cosas para comer como para irme a los confines del mundo donde se estaba librando una guerra civil.

Por suerte para mi me podía mover con relativa facilidad entre las calles hasta alcanzar mi objetivo. En cualquier caso ahora que estaba de misión no era simplemente Yamikami Yuu, una simple chica huerfana. Era Kurokame Kurokami, la hija de la Gran Oscuridad del Caos y la Destrucción.

Poco después, una chica tan radiante como el sol empezó a acercarse desde una de las calles hasta mí. ¿Querría venderme algo? ¿O robarme? No, una chica así de guapa no podía dedicarse a algo así de sucio. A lo mejor era una princesa que se había escapado y buscaba ayuda de alguien que la escoltara, y el reflejo de mi placa la había atraído para preguntarme.

Kurokame Kurokami, la gran catastrofe — respondí negando mi auténtico nombre, extendiendo una de mis manos y llevando la contraria a uno de mis ojos para taparlo separando algo mis piernas. En cualquier caso seguía siendo una desconocida.
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#4
Mientras las kunoichi se hablaban, el hombre que conducía el carruaje pasó cerca suyo, saludándolas.

— Buenos días. —Les diría, saludando tranquilamente con la mano.

Se trataba de un hombre relativamente alto y moreno, con los ojos marrones y el pelo rojo oscuro, que parecía parecía intentar alejarse de su cabeza formando montones de pinchos que iban a todos lados. No podrían ver lo que llevaba en el carruaje, o si llevaba algo siquiera, pues estaba tapado, pero debía tratarse de un carruaje de mercancías.

Acabó por detenerse frente a una casa. Donde se detuvo a atar a los dromedarios para que no se escapasen.
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#5
Kurokame Kurokami, la gran catastrofe

No solo no era la chica que buscaba sino que le había dado una respuesta tan extraña que Hana necesitó un par de segundos para entender que le había dado su nombre y un titulo y ambos sonaban terriblemente inventados. Sin embargo, no iba a ser la rubia quien le dijese qué nombres o titulos podía decir o dar.

Oh, perdona. Me habré confundido. ¿Tienes algo que decirle a Kabin-san?

Si no era su compañera, automaticamente pasaba a posible sospechosa. Tenía que vigilar por ladrones, bandidos y otros maleantes que rondaran al artesano.

Buenos días. — contestaría al señor del carro, vigilando a ambos con atención.


Avatar obra de Sagiso Ranko


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#6
Oh, perdona. Me habré confundido. ¿Tienes algo que decirle a Kabin-san?

¿Contarle algo? Tengo que transportar unas vasijas sumamente valiosas y preciadas — respondí pasando pasando la mano de su ojo al hombro para después quedarse de lado, en un gesto completamente dramático con una de sus piernas semiflexionada.

No pasaría más de un par de segundos hasta que un hombre subido en un carruaje tirado por unos dromedarios apareciera en escena ante nosotras; avanzó apenas unos metros antes de acomodar las bestias. ¿Se trataba de nuestro contratista?

Yo, Kurokame Kurokami, princesa del reino oscuro y la gran calamidad os saludo. Vengo buscando a un hombre llamado Kabin, quien ha contratado mis servicios para transportar una valiosa y muy peligrosa mercancía desde Inaka hasta un pueblo mas allá del País del Rayo. ¿Sabe donde puedo encontrarlo? — cruzada de brazos, saque pecho orgullosa de mi ostentoso y poderoso titulo.
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#7
Cuando Yuu se acercó al hombre, este se la quedó mirando sin poder creerse lo que estaba escuchando. Entonces, un par de segundos después de que la chica terminó de hablar, el hombre se cruzó de brazos y empezó a reírse sin tapujos.

— ¡He conocido montones de ninjas excéntricos, pero nunca nadie como tú, Kuro! —Le dijo, riéndose—. ¿Eres una de las ninjas que contrató Kabin-san? Se suponía que vendrían al menos dos.

El hombre miró a su alrededor, como si buscase algo, antes de detener la mirada en Hana.

— ¡Eh! Tú también eres ninja ¿no? —Le preguntó—. Si sois los ninjas contratados, tendré que pediros que me enseñéis los pergaminos. Si no, no puedo deciros donde está Kabin-san.
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#8
Tras una breve busqueda en mis bolsillos, saqué un manuscrito que afirmaba mi autorización sobre la misión.

El mismísimo Uzukage-sama me ha designado para esta misión ya que es conocedor de mis grandes capacidades. Por ello, al saber que era una mercancía tan valiosa e importante, decidió que yo era la más indicada para prestar mi ayuda ante esta odisea —respondí antes que la joven rubia, para tras pasar una mano por mis cabellos, dejar que uno de mis ojos quedara oculto. — ¡Así que no se preocupe, conmigo aquí esta misión ya esta hecha desde el momento en que este pergamino cayó en mis manos!

Me hubiera gustado decir que tal vez me estaba sobrepasando o que estaba alardeando de más. Pero con los poderes de aquel demonio de mi lado, y con mi gran capacidad para controlar sus capacidades a mi antojo, unos simples asaltantes de caminos no tenían nada que hacer contra mí.
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#9
— ¡Eh! Tú también eres ninja ¿no? Si sois los ninjas contratados, tendré que pediros que me enseñéis los pergaminos. Si no, no puedo deciros donde está Kabin-san.

La cara de Hana era la cara de la incredulidad.

No, no, espera un segundo. — esta vez agarró a Kurokami del hombro para detenerla. — En el pergamino dice claramente Himura Hana y Yamikami Yuu. ¿Eres tú o no eres tú? Porque si no, ¿quien eres? ¿Qué le has hecho a Yuu-san?

Con su mano libre sacaría el pergamino donde se exponía la misión y los nombres de las integrantes.


Avatar obra de Sagiso Ranko


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#10
Luego de echarle un vistazo al pergamino, el hombretón comprobó que, efectivamente, Kurokame Kurokami no estaba asignada para esta misión.

— ¿Oh? Es verdad.

No había dejado de sonreír en ningún momento, pues parecía estárselo pasando bastante bien con lo excéntrica que era la chica. También estaba bastante relajado incluso ahora que la posibilidad de posibilidad de que Kurokami fuese una bandida que estaba allí para engañarlo y robar las vasijas estaba sobre la mesa. Tan relajado estaba, que incluso en el sitio tan peligroso en el que se encontraban y en la misión tan peligrosa en la que participaba, tenía las manos metidas en los bolsillos.

— ¿Dónde está Yuu, Kuro-chan?

Solo Hana se daría cuenta entonces de que en su bolsillo derecho tenía algún tipo de arma escondida.
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#11
No había caído en algo tan estúpido y simple como que mi nombre real era el que estaba escrito en el papel que me autorizaba aquella misión. Entonces la chica rubia me cogió del brazo y mi fachada se desmoronó por completo. ¿Quien se creía que era? El sacarme un par de centímetros de altura no significaba que estuviera por encima mía. Bueno, si. Pero no jerárquicamente.

¡Y-Yo soy Yuu, soy Yamikami Yuu! — respondí rechazándole lo más rapido que pude el brazo y posando una mano sobre la zona que había tocado. — K-Kurokami es... Y-Ya te lo explicaré en otro momento

Había sido tan solo un momento, pero había sido suficiente como para que entrara en pánico por completo. No quería que me llamasen Yuu, no quería ser la chica desvalida y huérfana. Me reajuste la bandana sobre mi cuello, y desvié la mirada en una mezcla entre miedo y vergüenza. Seguramente aquello no sería suficiente como para terminar de convencerlos, y no sabría que más decir para mostrar quien era. Podrían simplemente despecharme y mandarme de vuelta a casa.

Aquello tampoco me disgustaba. Total, no había nadie en casa que me pudiera reñir.
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#12
Hana estaba muy preparada para una reacción violenta por parte de la impostora, al igual que su compañero el del carro. Sin embargo, la chica se vino abajo por completo.

¡Y-Yo soy Yuu, soy Yamikami Yuu!

La rubia apartó la mano de inmediato viendo ahora a una Yuu nerviosa y asustada. No parecía estar mintiendo y eso era suficiente para Hana de momento. Podría lidiar con ella más adelante si era necesario.

Está bien. La próxima vez da tu nombre primero y después di cómo quieres que te llamen. O cambiate el nombre en la villa.

No era una procedimiento demasiado complicado, pero tal vez necesitaria el permiso de sus padres, que era improbable que le permitiesen hacer tal cosa.

Ya ha visto los pergaminos, ¿nos puede decir donde está Kabin-san?

Hana intentó cambiar de tema de nuevo a la misión y dejar atrás la fatidica presentación de la chiquilla. En el viaje de vuelta tendría que explicarle largo y tendido lo que significa estar de misión y ser una kunoichi de su villa, no podía ir simplemente diciendo y haciendo lo que le diese la real gana con la bandana puesta.


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#13
— ¡Claro! —Dijo el hombre, antes de sacar la la mano del arma de su bolsillo y apuntar tras de sí con el pulgar—. Está justo aquí. Me pidió que esperásemos fuera para que pueda terminar de retocar la mercancía.

La casa a la que estaba apuntando no era nada menos que la misma casa frente a la que había atado sus dromedarios. En su rostro, una enorme sonrisa feliz y confiada se formó ahora que sabía que estaba tratando con aliados.

— ¡Oh! Se me olvidó presentarme. —Exclamó de repente, antes de apuntarse a sí mismo con el pulgar—. Yo soy Yamamoto Ryō, vuestro transportista.
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#14
— ¡Oh! Se me olvidó presentarme.Yo soy Yamamoto Ryō, vuestro transportista.

M-Mucho gusto, yo soy Yamikami Yuu

Respondí siendo redundante y avergonzada, ya había quedado claro cual era mi auténtico nombre después de haber sido descubierta mi identidad. No podía evitar sentirme algo culpable, por lo que hice una pequeña reverencia posando las manos sobre un poco más arriba de mis rodillas siendo incapaz de deshacer mi rostro de preocupación ante la adversidad. Solo esperaba que la rubia no me pidiera más explicaciones de las necesarias, ni ahora ni después de que acabara la misión si todo salía bien.
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#15
Está justo aquí. Me pidió que esperásemos fuera para que pueda terminar de retocar la mercancía.

Hana se relajó al oír que estaban en el momento adecuado en el sitio adecuado. Solo para tensarse de nuevo. Mucha casualidad.

¿Lleva mucho dentro?

Yo soy Yamamoto Ryō, vuestro transportista.

Alzó una ceja incapaz de recordar si se había presentado o no. Recordaba haber dicho su nombre, pero solo para desmentir a Yuu. Tal vez no había quedado claro y desde luego no era una presentación ni era nada.

Himura Hana, encantada. — se presentó con una leve reverencia.


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