(D) ¿Donde está Michio?

[Yuki Sayo]

*Sintió un poco de alivio y sorpresa al ver a Kyo en el techo, no la abandonó después de todo y aún mejor, se las había ingeniado para encontrarla. El gato permaneció sin llamar la atención porque había una persona más allí y solo aguardó a que la kunoichi se desocupara.

Cuando el hombre mencionó la palabra “semanas” la chica regresó la mirada, realmente no se esperó que “varios días” era de hecho mucho más tiempo. Según las indicaciones del pergamino Michio acostumbraba a salir por lo cual era raro que esta vez no haya encontrado el camino de vuelta, eso claro en el caso de que se tratara del mismo gato.*

- ¿Semanas? Ya veo… - «es más tiempo del que pensé»

*El hombre también mencionó que hace aún más tiempo atrás, el gato había pasado por esa misma calle, era más probable que sí se trate de Michio pues cabía la posibilidad de que lo haya visto de cerca y pueda reconocer aquellos detalles blancos de su pelaje casi totalmente anaranjado.*

- En ese caso… no puede estar le-- -

*Desvió la mirada hacia Kyo mientras le respondía al hombre, le resultaba más fácil interactuar de esa forma, pero para su sorpresa mientras veía al gato gris, notó algo que le sorprendió, ¿había visto bien? ¿Eso era una cola de gato… naranja? No podía estar segura desde su posición, debía ponerse a la altura del techo o bien acercarse, pero tenía miedo de asustarlo.*

«¿Será aquel?»

*Pensó, quiso señalar para que el hombre lo identifique pero lo más seguro era que tampoco pudiese verlo desde donde estaba o que se confundiera pensando que se refería al gato gris. Tampoco supo cómo avisarle a Kyo sin que parezca sospechoso así que en su lugar solo se inclinó en señal de agradecimiento.*

- Gracias… por su tiempo… lo buscaré por aquí -

*Dicho esto comenzó a moverse lentamente manteniendo sus ojos hacia donde estaba Kyo. Lo que intentaba hacer era buscar una forma de rodear la casa para tener otra perspectiva y ver mejor al nuevo gato, de no ser posible intentaría trepar y ponerse a su nivel solo que pensó que era muy arriesgado pues podría escapar, tenía que ser paciente.*

[Nara Jun]

El hombre se quedó mirando a la chica que le estaba hablando lo más tranquilamente, hasta que detuvo sus palabras y cambió la dirección hacia donde estaba mirando.

—¿Pasó algo? — Un maullido sonó por encima del tipo. Volteó hacia donde estaba mirando Sayori y vio al gato gris en el tejado. Entendió que vio algo donde podía seguir investigando, por lo que la dejó marchar sin más después de su saludo. —No hay de que. Buena suerte.

El hombre cerró la puerta y volvió para dentro de su casa.

Kyo observaba a la muchacha, que se movía lentamente y mantenía su mirada en los gatos. Andaba rodeando la casa, como buscando la forma de subir al tejado de una manera sutil.

—¿Pero qué haces niña? — Preguntó con su gruesa voz a la chica, la cual ya estuvo intentando rodear la casa.

Tanto Kyo como el anaranjado bajaron del techo con un salto y se dirigieron hacia la humana. El felino naranja buscaba un techo mientras que al gris, a pesar de no parecer que le moleste mucho, le seguía a de cerca.

El animal en cuestión era por completo naranja, su cuerpo era parecido al de Kyo y tenía los ojos verdes.

—Escucha, pude encontrar algo de información. — Volteó hacia el otro gato y justo este último sacudió todo su cuerpo, mojando aún más a Kyo. —¿Qué haces cabrón? — Hizo lo propio, pero alejándose para no mojar a nadie mientras se sacudía. —Este es el único gato naranja que encontré, pero me dijeron que había otro más. Lo vieron durante una noche y ya al otro día no se lo vio más.

»¿Qué dices? ¿Se parece? Parece que lleva un tiempo largo en la calle.

El anaranjado miraba a la chica, sentado y tranquilo.

[Yuki Sayo]

*Rodeando la casa tuvo una mejor perspectiva del gato naranja y viéndolo bien no parecía ser Michio, aunque tenía que admitir que por unos segundos se ilusionó pensando que Kyo ya lo había encontrado. Este gato bajó junto al gris y se acercaron a la kunoichi que para entonces había detenido su marcha pues ya no tenía necesidad de rodear la casa ni trepar al techo.*

- Ah.. es que creí que… ya no importa… ¿qué encontraste? -

*De momento evitó acercarse al gato naranja porque no sabía cómo podía reaccionar y mientras observaba a ambos no pudo evitar soltar una risita cuando el naranja mojó a Kyo y volvió a estar seria para escuchar lo demás que tenía que informarle. Cuando terminó de hablar, Sayori se arrodilló y se puso a la altura de los felinos.*

- Tengo entendido que estuvo por aquí… o unas calles más adelante… pero ya hace semanas… es mucho tiempo… ¿crees que… le haya pasado algo? -

*No quería pensar lo peor pero era realista, no podía descartar la posibilidad de que le haya pasado algo malo. Mientras aguardaba una respuesta de Kyo observó más de cerca al gato naranja. Tomando en cuenta su pelaje y ojos verdes sí se parecía mucho a Michio y se preguntaba si podía existir relación entre ambos.*

- Se parece… se parece mucho - *Mencionó, intentó acercar su mano y acariciar la cabeza del felino naranja mientras se dirigía a él.*

- Hola… ¿no tienes hogar? - *No esperaba una respuesta del felino aunque tampoco le sorprendería que le hablara de repente.*

[Nara Jun]

—Si quieres que te sea sincero, es probable que le haya pasado algo.

Kyo se quedó mirando como la ninja le hablaba al otro gato, como si este le podría responder o algo por el estilo. Lo único que iba a recibir de respuesta iban a ser maullidos bastantes amigables y su cabecita empujaba hacia la mano, como si él mismo intentase acariciarse.

—Algo parecido es. Es naranja, lo traje por eso, capaz era el que buscabas. Aunque no recuerdo bien el retrato, no recuerdo los demás detalles de como era Michio. — Se tomó unos segundos para rascarse detrás de la oreja con la pata. —¿Tienes idea si responde al nombre?

Además de ser un gato, Kyo también era un ninja. Iba a intentar recabar información por más mínima que sea, cualquier cosa siempre será importante para encontrar algo.

—¿Tu conseguiste algo más de información? ¿Anduviste revisando toda esta zona ya?

Si la chica le seguía el juego al gato naranja, este solo se pondría un poco más cariñoso. Incluso, en cierto momento empezaría a ronronear.

[Yuki Sayo]

«Es verdad... talvez le pasó algo... necesito encontrarlo»

*Escuchaba atentamente las palabras de Kyo sin quitarle la atención al gato naranja que cada vez se mostraba más amigable, aceptando que Sayori le acaricie la cabeza y maullando alegremente de vez en cuando. La chica volvió a sacar el retrato de Michio con su mano libre y se lo mostró a Kyo, para que pudiera apreciar los detalles blancos en la carita y cola; además del pelaje naranja y ojos verdes que eran como los del gato que se había encontrado en el camino. Tras varios segundos lo volvería a guardar.*

- Su dueña dijo que… responderá si lo llamo por su nombre…

*El anaranjado no tardaría en comenzar a ronronear, y cuando la kunoichi dejaba de acariciarle la cabeza veía como este mismo se le acercaba para frotarse contra su mano, como demandando más atención, en ese punto quería quedarse más tiempo con él, incluso adoptarlo si era posible, pero no podía pues tenía que avanzar con la misión.

Habiendo escuchado todo lo que Kyo tuvo que decir se detuvo a pensar un poco, aunque no obtuvo tantos datos hizo lo posible por recordar toda la información y contarle hasta el más mínimo detalle de lo que sabía hasta ahora.*

- No pude revisar toda la zona, solo alcancé a hablar con un par de personas de aquella casa...

…el padre reconoció a Michio… dijo que lo vio hace varias semanas por aquí… incluso unas calles más adelante… p-podría preguntar en otra casa más allá -

*Le respondió mientras se levantaba, se había cansado de pasar arrodillada mucho tiempo, limpió su pantalón, se estiró un poco y continuó hablando* —A Michio le gusta ir por los techos… uhm... aunque si está herido… dudo que tenga energías para escalar.

*Consideró sus últimas palabras pues aunque el felino no se encuentre en los tejados, desde allí tendrían una mejor visibilidad. También podían separarse para cubrir la zona más rápido o ir juntos para tomar decisiones y recaudar más información, pero solo aguardó a que Kyo hablase y tomara una decisión.*

[Nara Jun]

—Oh... ya veo. Parece no ser este entonces, ¿no? No recordaba bien esa parte blanca que tiene. De hecho, cuesta un poco darse cuenta.

No solo eso el retrato le había confirmado que ese gato no era el que buscaban, sino que también le dijo que respondía al nombre. Ya antes había nombrado a Michio, por lo que se le hacía raro que el gato no reaccionase para nada después de mencionarlo.

El anaranjado siguió aprovechando esos últimos segundos de caricias y comenzó a desistir cuando vio que la chica tenía cosas importantes que hacer. Aún seguía por ahí cerca de ellos, pero se distraía mirando la lluvia y el ambiente en general.

Kyo, por otro lado, se quedó reflexionando sobre lo que le estaba contando Sayori.

—Entiendo. Suponiendo que a Michio le pasó algo y que este hombre lo vio no muy lejos de aquí, puede que esté cerca. Claro, si es que estamos hablando del mismo gato. Ya vimos que no fue muy difícil confundirlos. — Dijo virando su mirada hacia el gato naranja que él había encontrado. —No me gusta mucho como pinta todo esto, pero no hay porqué hacer diagnósticos tempranos.

Comenzó a gatear en dirección al otro lado al que aún no había ido, la de las casas más tradicionales y donde había unos cuantos callejones. Intentaba asomar la cabeza, como viendo si podía ver algo de lejos.

—De todos modos, si aún te queda algún lugar donde preguntar, puedes hacerlo tranquilamente. — Ya sin la protección de un techo y empapándose con la lluvia, comenzó a moverse levemente más rápido. Mientras, le hablaba con su cabeza virada, mirándole a ella. —Yo iré por los callejones que se encuentran por esa dirección para ver si veo algo. Si consigues algo más de información, dirígete hacia allí y seguro que ya nos cruzaremos. Si veo que estuve un rato allá y aún no te cruzo, volveré para aquí.

Ahora si, empezó a ir a su velocidad, un ritmo que a la chica le iba a costar seguir con constancia. Podría verlo hasta que se metió a un primer callejón que se situaba del lado derecho de la calle. Ya partir de ahí, perdería visión de él.

A la Yuki solo le quedaba revisar esa zona. Aún podía revisar otra de las casas que pudieron llamarle la atención anteriormente, una de las dos que aún no había ido. O bien, como ella mencionó antes, podía subirse al techo para ver si había algún otro lugar al que no había ido.

Si cualquiera de las dos cosas llegaba a fallar, todavía tenía la baza de dirigirse para donde fue Kyo y revisar algún lugar que todavía no haya revisado el felino.

[Yuki Sayo]

- Entendido… volveré con información -

*El felino le había comentado su punto de vista y también le dio una idea sobre qué podían hacer a continuación. Se dividirían avanzando a la zona inexplorada, Kyo se dirigiría rápidamente hacia los callejones donde se perdería de vista y la ninja podía decidir si ir por los techos para tener más visión o preguntar en alguna de las casas y poder asegurarse de si alguien más en la zona podía identificar a Michio y ayudarle.

Recordó que antes de hablar con el padre y el chico, había otra casa un poco más adelante con la puerta de reja abierta, donde a simple vista no vio movimiento pero eso no descartaba la posibilidad de que pudiese estar igualmente habitada, así que sin pensarlo mucho se dirigió allá. Una vez en frente llamó a la puerta y esperó, a la vez que intentaba ver a través de la ventana por si observaba movimiento o bien en dirección a la puerta de reja que seguía abierta, con las esperanzas de que si salía alguien, tenga nueva información sobre el felino.*

[Nara Jun]

Nuevamente sin Kyo y sin el superpoder de orientarse, Sayori decidió optar por revisar la casa con la reja abierta. A unos cuantos metros de la puerta, podía ver de lejos aquel charco de un color oscuro y que parecía tener una sequedad de unos cuantos días. Más de cerca, se notaba que ese charco empezaba su rastro desde la parte del suelo donde no daba la lluvia. La parte donde si daba el agua, no parecía haber algún rastro de nada.

La ninja tocó la puerta e iba a tener que esperar, por lo menos más de lo que había esperado en la anterior casa. Con la curiosidad digna de un gato, la chica intentó mirar por una de las ventanas que se encontraban allí. Realmente, estaba entrecerradas y poco podía ver. La iluminación y el desorden que había dentro no le ayudaba mucho. Con algo de suerte, pudo distinguir algún movimiento dentro de la casa. Una figura a la que solo se le veía por la mitad, su otra parte la tapaba el marco de una puerta. Parecía que decía cosas a un otro que parecía estar dentro de esa habitación. No pudo notar exactamente que decía, pero su tono de voz era tierno, como si le estuviese hablando a un bebé.

—Ya voy. — Soltó más fuerte en dirección a la entrada.

A diferencia de lo que estaba escuchando, se oyó una voz más grave y, acto seguido, cerró la puerta de aquella habitación con cierto cuidado. Luego, se encaminó hacia la puerta de la entrada.

Abrió la puerta, no completamente, y se asomó un poco para ver quien era. El hombre alto lo primero que vio fue la bandana de la Yuki, luego a sus ojos.

—¿Algún problema, kunoichi?

El tipo era algo corpulento y parecía haber estado bien entrenado antaño, ahora estaba un poco entrado en años. No era del todo mayor, pero se le podían calcular unos cuarenta y largos. Sus ojos claros parecían estar cansados y con ojeras. El cabello era corto y su color ya era completamente blanco.

[Yuki Sayo]

*Luego de tocar la puerta y observar por los alrededores de la casa, notó un charco oscuro al que no le dio tanta importancia en un inicio, pues podía confundirse fácilmente con agua de lluvia estancada, pero ahora que tenía más tiempo y viéndolo más de cerca notó que en realidad era una mancha oscura de algo que parecía haberse secado hace un tiempo, cosa que llamó su atención.*

. . .

*Continuó esperando sin saber con exactitud cuánto tiempo había pasado, pero de no ser por ese detalle del charco, porque vio una silueta y porque escuchó una voz en el interior, ya se hubiese rendido hace rato y desistido de preguntar en aquella casa.

Cuando finalmente alguien atendió, la persona tras la puerta no parecía nada amigable, ni siquiera le abrió completamente. El tipo corpulento parecía querer intimidar a la kunoichi cuando era más común que generara el efecto contrario solo por ser ninja de Ame. De una u otra forma Sayori intentó no reflejar emociones y seguir con lo suyo.*

- ¿Problema…? Ah… no… bueno… -

*Resumió lo mejor que podía su razón de estar allí y por qué había llamado a la puerta, esta vez no le mostró el retrato de Michio. Intentó ver a través del pequeño espacio que daba la entrada, curiosa por conocer si escondía algo aunque no podía sacar conclusiones tan pronto ni dejarse llevar por las apariencias, así que siguió hablando con normalidad y aguardando la reacción del hombre.*

- Busco a Michio… es… es un gato… anaranjado... ¿lo ha visto? -

[Nara Jun]

Lejos de enojarse o ponerse agresivo, el hombre sonrió al ver como la chiquilla no se achantaba. Ya conocía muchos genin que con solo su aspecto estarían cagados encima, y si les tiraba una puyita, ni siquiera se despedían para irse por patas.

Le sorprendió la novata, pero más le sorprendió lo que dijo a continuación.

—¿Michi qué? — Levantó una de las cejas y, tranquilo, se asomó un poco más fuera de su casa.

Sayori intentaba ojear dentro de la casa y la puerta se abrió solo un poco más al salir el hombre. Aún no se veía mucho, solo todo el desorden que tenía con los muebles y poca iluminación interior.

—¿Por qué estas buscando un gato? — Miró para los costados y para la calle, buscando si había más personas además de la pequeña.

El hombre parecía tener un leve nerviosismo y, también, algo de curiosidad de tener a esa ninja en frente de su casa.

[Yuki Sayo]

*Quiso averiguar si el hombre escondía algo pero no tuvo suerte, no pudo observar más allá del desorden en el interior, ni siquiera cuando la puerta se abrió. Dio unos pasos hacia atrás cuando se asomó como una leve precaución, no admitiría para nada que estaba algo intimidada y más si comparaba su estatura a la diminuta figura de la genin.*

- Michio -

*Respondió volviendo a decir el nombre del felino, esta vez con la voz un poquito más alta esperando que el hombre escuche bien y continuó.*

- Su dueña… me pidió que lo encuentre… ¿sabe algo? -

*La kunoichi quería presionarlo un poco para ver si soltaba algo de información pues el actuar del hombre no era normal y menos si observaba sus alrededores notándose un tanto nervioso cuando le preguntó sobre el gato.*

- Está cerca… es lo que nos han dicho -

*Concluyó, hablando en plural para ver como se comportaba al conocer que otro ninja estaba rondando la zona y pues no mintió, no era la única buscando al gato contando a Kyo y tomando en cuenta que él también era un ninja.*

[Nara Jun]

—¿Su... dueña?... Oh.

El hombre no solo se apartó por un segundo para quedarse pensativo, sin poder mirar a la chiquilla, sino que también su actitud había cambiado de un momento a otro. Sus pensamientos daban más vueltas que un trompo, tanto que el tiempo de respuesta se dilató bastante.

Luego de unos momentos, viró nuevamente hacia la chiquilla. Parecía querer retomar aquella actitud dominante e intimidante nuevamente, pero para nada parecía estar igual que antes.

—Dime, ¿tienes más detalles del gato? Del Michio ese o como se llame.

Suspiró, entre alterado y ya algo superado por la situación. Parecía querer que se termine rápido aquel asunto, pero al mismo tiempo parecía que no ayudaba a avanzar en el tema. El poder de la repregunta era eficaz pero también fugaz y cortoplacista.

—Digo, además de ser naranja ¿Qué otra cosa me dices de él?

[Yuki Sayo]

«No creo que obtenga mucha información de él… tsk... Sayo eres terrible para hacer preguntas…»

*Empezaba a impacientarse, el hombre parecía no querer hablar ni ayudarle con su investigación y a medida que le contaba más sobre el gato su comportamiento variaba, algo que no tardaría en ver raro y tomarlo a su favor, pues el hombre trataba de mostrarse intimidante como en un principio pero no era igual.

La kunoichi por un lado podía explicarle con más detalles como era Michio pero probablemente el sujeto siga dando vueltas en el asunto, tampoco era la mejor expresándose ni era buena con las palabras para variar, describir al animal podía ser una tarea muy complicada, así que recurrió nuevamente a ese retrato que llevaba consigo.*

- Naranja, ojos verdes… marcas blancas en cara y cola…

*Diría mostrándole el retrato para que lo observara mejor, la kunoichi lo sujetaba con ambas manos para evitar temblar y la vez estaba pendiente de la reacción del hombre cuando escuchara sus palabras y viera el dibujo. Además agregó otra cosa para dar a entender que no estaba sola, y que el hombre se deje llevar por su imaginación, ver si así bajaba más la guardia y le contase algo.*

- …seguro… mi compañero puede dar más detalles… no debería tardar en volver -

*En ese momento realmente quería que Kyo regresara y pudiese dar con su ubicación. Había algo que no le gustaba y que tampoco podía ignorar, y era el charco que vio hace un momento, quería acercarse, verlo de cerca o indagar en el tema pero no se le ocurría como hacerlo con el corpulento hombre allí.*

[Nara Jun]

Naranja. Ojos verdes. Diversas marcas blancas. A pesar de la poca habilidad social de la chica, su breve descripción del gato lo estaba dejando impactado y mudo. Cada adjetivo clavaba en una coincidencia que poco le alegraba a aquel tipo. La espera solo lo hacía ponerse más raro de lo que Sayori le percibía.

Lo que terminó por quebrar aquella situación fue aquel retrato. Estuvo a punto de arrebatárselo de las manos, cosa que contuvo ampliamente. Sus ojos se abrieron como platos y, nuevamente, se quedó unos momentos pensado profundamente. Esta vez, dirigiendo su vista a la impresión que sostenía la chica.

Dio un suspiro muy cargado y apretó fuerte su puño.

—Ya. No sería justo para su dueña. — Soltó desganado. —Espérame un segundo.

La muchacha no podría ver a Kyo por el momento, pero si notaría al hombre afligido, dándose la vuelta y entrando a su casa. Se metería en la habitación que con anterioridad se pudo ver desde la ventana. Y, ahora sí, se podría ver un poco la casa por dentro. Muebles en mal estado, desorden general, algunas prendas de ropas tiradas por los lugares. En la entrada de la casa, en el llavero, se podía ver colgada una bandana de Amegakure. Debajo de este, un mueble que tenía varios retratos. En la mayoría parecía estar el hombre en una versión mucho más joven y siempre acompañado por una mujer.

Tan solo un instante después, el amejin salió con algo que llevaba aúpa envuelto en una manta completamente blanca, que parecía bastante limpia, a diferencia de todo en ese lugar.

—Mierda que ya me había encariñado con él durante estos días. — Dijo ya cerca de la chica, haciendo caricias al animal por debajo de la manta.

Destapó un poco al gato y se le veía la cara. Justamente como dijo Mayu, se diferenciaba fácil que era él. Daba la impresión de que era Michio. Todos los datos eran correctos. El pelaje, los detalles blancos y los ojos verdes.

El gato respondía tierno a las caricias del hombre pero parecía algo agotado.

—¿Es este? — Preguntó inocente, esperando que de alguna forma la Yuki se esté equivocando.

Pero había una prueba que podía terminar por confirmar si era el correcto o no.

[Yuki Sayo]

*No se esperó la reacción del hombre ni de lejos, pensaba que le seguiría dando vueltas o se escondería en su casa dejándola allí sin respuestas, pero en su lugar solo le dijo que esperara y entró en su casa dejando la puerta abierta. Allí la chica tuvo un poco más claras las cosas, el hombre parecía vivir solo ahora, pero en los cuadros donde se veía más joven estaba acompañado por una mujer, vio además la bandana de Ame colgada, seguramente en sus mejores tiempos, el amejin había sido un ninja al igual que ella.

El hombre salió de la habitación y ahora traía algo envuelto en una manta blanca, pero solo cuando se acercó a ella y descubrió su carita se percató de que era Michio no tenía dudas, pero… ¿Por qué lo tenía?

Pensaba varias teorías en su cabeza, cosas que podrían haber pasado y por un breve momento se imaginó que el hombre había secuestrado al gato pero luego recordó la mancha oscura en el patio y no queriendo dejarse llevar por las apariencias, dedujo que talvez el animal había llegado herido hasta allí y solo lo estaba cuidando hasta que mejore.*

- ¿M-Michio? -

*Dijo el nombre del felino con preocupación por verlo algo cansado y envuelto en una manta, a pesar de que el hombre parecía estarlo cuidando todos estos días que había desaparecido.*

- ¿Qué le pasó…? -