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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#76
*Kyo se despidió y se marchó con una agilidad y destreza que impresionaron a la ninja, ni ella quien consideraba que eran sus puntos más fuertes hubiera podido seguirle el paso. Dentro de nada el gato gris había desaparecido de vista continuando su camino, con algo de suerte se volverían a ver. Sayori devolvió su atención a la puerta y a Michio que ya comenzaba a despertar y maullar, se veía relajado y curioso por ver donde estaba.*

- Si, yo también estaría contenta de volver a casa -

*Le habló y comenzó a acariciar su cabecita mientras esperaba a que les abran la puerta, alegre de haber podido cumplir con su objetivo.

La dueña de Michio tardó un poco en abrir esta vez y cuando finalmente lo hizo tenía una mezcla de sentimientos. Tomó al felino con cuidado y este no tardó en reconocerla y mostrarse cariñoso. A pesar de que se estaba recuperando de la herida no parecía dolerle, al menos no mucho pues se veía relajado y contento.

Mayu hizo la pregunta que se podría esperar, dónde había estado todos estos días, pero lo que más le sorprendió fue cuando levantó la manta y vio la patita de Michio, con las puntadas que cerraron su herida, su reacción no podía ser más natural.*

- Un accidente -

*Dijo de forma muy directa, talvez hasta sonando muy seria o algo fría debido a su falta de habilidad social, hizo una leve pausa intentando buscar las palabras para explicarle mejor lo que había pasado.*

- Al parecer resbaló y al caer… se lastimó la patita con unas rejas…

«Había un charco de s… no… es mejor no entrar en detalles que la preocupen más»

…Alguien lo recogió… Imai Ohara es su nombre… él trató sus heridas…

*Le informó, contándole acerca de la persona que salvó a Michio y de esta forma habiendo cumplido con su palabra. El gato estaba en buenas manos ahora que volvía a casa, su recuperación no sería rápida pero confiaba que la próxima vez que sea visto fuera de casa, ya esté corriendo y saltando nuevamente.*

- Michio va a estar bien… solo necesita descansar
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#77
Oh... pobrecito.

Parecía querer darle aún más mimos cuando escuchó la razón de aquella herida. Al mismo tiempo, no parecía sorprendida. Más bien, parecía agradecida de que el gato apareció.

Imai Ohara. Lo recordaré. — Con su brazo libre, secaba las lagrimas con el antebrazo. —Muchas gracias, no sé como agradecerte aún más.

La misión cumplida podía parecer suficiente, pero realmente era mucho más para ella que unos cuantos ryos. Era muchísimo más.

No sé... Puedo hacerte un retrato de ti si gustas. O con alguien que quieras mucho. Si es que te gusta. — Dijo algo nerviosa, sin saber muy bien como reaccionar. —Como mínimo acéptame invitarte a almorzar, justo estaba haciendo la comida y poniendo la mesa.
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#78
*No hacía falta una recompensa por la misión más allá de los ryos, que en cierta forma le eran necesarios para conseguir implementos. Valoraba la experiencia que adquirió en la misión y se sentía bien por haber encontrado a Michio y haberle alegrado el día a su dueña, no podía pedir mayor recompensa.

Pero Mayu insistió y la verdad un retrato no sonaba mal, le gustaba su arte y pensó por un momento, quizás podía pedirle algo sencillo, se conformaba con un boceto, así que le respondió con algo de vergüenza.*

- Un… Un retrato de Michio está bien… P-pero como… ninja de Ame -

*Lo imaginó con el Hitai-Ate en su frente, una mezcla entre Michio con rasgos de gato ninja para que al verlo también le recordara a Kyo, apreciaría poder tener el dibujo entre su colección como un detalle de aquella misión.*

- Si… es posible…

*El almuerzo tampoco sonaba mal y si la mujer insistía en que le acompañe no se iba a negar, porque sí, moría de hambre. Aunque al igual que Mayu, era algo nerviosa para saber qué más decir y tampoco se quería aprovechar de su hospitalidad.*
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#79
¿Michio como un gato ninja? — Le pareció curiosa la petición pero no le desagradaba la idea. De hecho, nunca se le hubiera ocurrido hacer algo así. —Si es lo que quieres, no hay ningún problema. Lo que sí, como te imaginarás, no creo terminarlo en el día. Puedes venir en algunos días para recogerlo, si es que no te es molestia.

Le había tranquilizado un poco que le acepte el regalo que quería hacerle, aunque aún no estaba del todo conforme con lo que podía ofrecerle.

Entonces, ¿te quedas a almorzar? — Mientras le hablaba, con su cuerpo abrió más la puerta. —Se va a enfriar si tardamos mucho.

Mayu se quedó manteniendo la puerta abierta, esperando que bien la Yuki acepte su propuesta y entre. O, por lo contrario, simplemente se vaya.
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#80
*Le emocionaba poder recibir un retrato y no le molestaba volver luego por él, entendía que tomaba tiempo y le daría todo el necesario. Afortunadamente no vive muy lejos de allí y conservaba las indicaciones de cómo llegar al lugar, regresaría otro día por el retrato y vería cómo avanzaba la recuperación de Michio.*

- Ah… está bien… puedo volver en unos días -

*Se inclinó levemente en señal de agradecimiento y escuchó la invitación de Mayu, quien sostenía la puerta como esperando que aceptara la propuesta de quedarse a almorzar.*

- Bueno… gracias -

*Decidió no hacerle esperar más tiempo e ingresó detrás de la mujer, ya había recorrido el pasillo hasta el comedor esa mañana, una vez allí se sentaría a esperar a no ser que requiera que le ayude a poner la mesa o algo.*
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#81
Mayu sonrió y perdió algo del nerviosismo que llevaba. Quizá más adelante lo tendría de nuevo, ya todo se había solucionado y su mente estaba del todo despejada para darse cuenta que había invitado a otra persona a su casa a comer. Eso también la ponía algo nerviosa, aunque no en demasía y probablemente se le vaya después de unos momentos.

Lo primero que hizo la mujer después de cerrar la puerta y meterse en la casa, fue dejar a Michio en un sillón para que descansase. Luego iría a la cocina, la sopa estaba hecha y tan solo le faltaba servir. Tan solo había un cuenco para servir, pero sacó rápidamente el segundo y llevo ambos a la mesa.

En menos o más tiempo terminarían de comer, con menos o más charla. En el momento que quede a solas con el gato, pasaría bastante tiempo con él, ya sea mientras plasmaba en los lienzos o, simplemente, estando allí. Prometería tener más cuidado con las salidas de su gato, no quería pasar por la misma situación otra vez. Tan solo esperaba poder controlarlo.


La trama ya está terminada. Si queres podes hacer un post más, sino ya pasadas las horas cierro la trama y pido la experiencia.
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