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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
— Oh... chispas. ¿Crees que piense escaparse de clases?

Chika no reaccionó de inmediato. Realmente no le importaba tanto que Mami se saltase clase. Si quería rezagarse y que el resto de sus hermanos se graduasen antes que ella, era su decisión. Pensaba que todos eran lo suficiente inteligentes como para entender que no atender a las lecciones iba a acabar con una consecuencia clara, que no se graduase.

Espero que no, pero incluso si lo hace... Tarde o temprano se dará cuenta de que eso es una mala idea, ¿no? El resto se graduarán y ella no. Lo mejor será hablar con Hotaru, pero no creo que haya que presionarla. — negó con la mano para restarle importancia al asunto.

Realmente le preocupaba más que matase al sensei que la informase de que no iba a graduarse. O que lo intentase.
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#17
— Sí... él la conoce más que nosotras. Él sabrá qué hacer.

Aunque, por otro lado, si Hotaru estaba preocupado significaba que había una razón para preocuparse ¿verdad? Aquello podría ser un verdadero problema, uno que Chika estaba ignorando, pues si acababan por no graduarse de la academia, fácilmente podrían ser echados de la villa por no cumplir el trato que les permitía estar allí en primer lugar.

Kimi suspiró. No era bueno preocuparse tanto. Tenía que confiar en ellos.

— Espero que todo les esté yendo bien...
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#18
Seguro que sí. No creo que ninguno quiera quedarse atrás.

Afirmó con confianza.

Finalmente llegaron hasta su padre, que estaba meditando. Chika miró a ambos lados buscando a Hotaru, sin hallar rastro de él. Fue a abrir la boca pero le sabía mal interrumpir una meditación. Normalmente era Kimi la que se autointerrumpia cuando ella aparecía.

Tampoco es que Chika fuese especialmente sigilosa, o lo intentase.
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#19
Kimi asintió con confianza. Estaba segura de que incluso los que no tenían la motivación intrínseca de dar lo mejor de sí en la academia al menos lo harían por orgullo... qué equivocada que estaba.

El padre, igual que la hija, detuvo su meditación en cuanto ambas entraron a la habitación. Poniéndose de pie para saludarlas con una sonrisa. Las chicas podrían ver que a todo el dojo estaba impoluto, prácticamente podrían ver su reflejo en la madera.

— Hemos terminado de limpiar. —Le informó Kimi a su padre—. Y... hemos tenido una idea.

Luego de decir aquello, Kimi le dio un golpecito a Chika con el codo para que terminase ella de hablar.
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#20
— Hemos terminado de limpiar. Y... hemos tenido una idea.

Al parecer, a Kimi se le había bajado el subidón que tenía hace un momento, porque se detuvo para dejar que Chika siguiese. Lo cual a la peliazul le parecía terrible a todos los niveles. Ella no era la de las ideas brillantes, ese era, literalmente, el papel de Kimi.

Celebrar la graduación de Hotaru de alguna manera. Llevarlos al arcade o comprarle una magdalena y ponerle una vela. Algo pequeño para poder hacerlo con cada uno. Y después, cuando estén todos, una super fiesta. — acompañó el final con un gesto de explosión con sus manitas.

Realmente no sabía qué era una super fiesta. Lo más cercano a eso había sido su entrenamiento con Ranko y Lyndis, en el que habían celebrado por adelantado el cumpleaños de Kimi. ¡Y entonces eran cinco! ¡Ahora son como ventinueve! ¡Una super mega fiesta!
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#21
Kimi asentía con energía a la explicación de Chika, mientras Raijin no pudo evitar reírse un poco, teniendo que taparse la boca con una mano para ocultarlo sin mucho éxito. Lo cierto era que él ya planeaba celebrarlo de alguna manera, pero que viniesen las dos a proponérselo de aquella manera se le hacía demasiado adorable.

— Me parece una idea maravillosa. —Les dijo a ambas con una sonrisa—. Por supuesto que celebraremos las graduaciones de todos.

Alegre, la menor de las Kaminari fue a abrazar a su padre.

— ¡Yay! ¿Entonces los llevaremos hoy al arcade?

Raijin se tomó un segundo para responder, pues había sido tomado por sorpresa por el repentino abrazo.

— Sí. A vosotras dos os gusta mucho ¿no? Seguro que ellos también se lo pasan bien.
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#22
— Me parece una idea maravillosa. Por supuesto que celebraremos las graduaciones de todos.

Chachi, iré a decirselo a Hotaru. — comentó alegre

Kimi, por su parte, se lanzó a abrazar a Raijin. Estaba muy animada esa mañana.

— Sí. A vosotras dos os gusta mucho ¿no? Seguro que ellos también se lo pasan bien.

Bueno, hace mucho que no vamos, pero sí. Espero que nadie nos haya quitado nuestros records mientras estabamos ocupadas. — dejó caer antes de volver al tema pertinente. — ¿Y Hotaru? Podemos ir a decirselo, a ver qué le parece a él.
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#23
— Incluso si lo hubiesen hecho, seguro que los volveríais a romper con facilidad. —Le contestó Raijin a su hija, animado—. Sí. Deberían preguntarle si le gusta la idea. Debería estar en el salón.

— ¡Te acompaño! —Le dijo Kimi a su hermana, soltando a Raijin y despidiéndose de él, antes de seguir a Chika.

Las chicas anduvieron el camino de vuelta, esta vez por dentro de la casa, solo para encontrarse con Hotaru tirado en el sofá, durmiendo a pierna suelta con un escoba apoyada en el pecho y un recogedor con algo de polvo y basura a un lado. Parecía que había terminado de barrer el lugar y simplemente se había quedado dormido allí.

— ¿Deberíamos despertarlo...? —Se preguntó Kimi.

A un lado del sofá también estaba la fregona metida en su cubo lleno de agua, pero el suelo no estaba fregado.
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#24
Pues vamos a decírselo, ahora volvemos. — aclararia Chika antes de salir al salón a buscar a su hermano y darle la buena nueva.

Sin embargo, Chika empezaba a notar que su hermana parecía estar emocionada. Muy emocionada. Incluso antes de decirle nada de Hotaru. ¿Pasaba algo y ella no se había enterado? No podía ser su cumpleaños. ¿Alguna buena noticia que no había compartido?

Pensó en decírselo pero ya habían llegado al salón para encontrarse a Hotaru durmiendo a pierna suelta.

Sí, deberíamos. Podría haberse dormido después de acabar. Geez. — le dijo a su hermana, antes de acercarse a Hotaru.

Si no la detenía, le pondría la mano en el hombro a Hotaru y lo zarandearia levemente.
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#25
Kimi no detuvo a Chika cuando fue a despertar a Hotaru, quien abrió un ojo para mirar a Chika, antes de soltar un largo bostezo mientras se estiraba.

— Ah... buenos días... ¿Ya ha llegado el resto? —Una rápida mirada a su alrededor le reveló que no, pero también le reveló que había dejado el trabajo a medio hacer—. Mierda...

El joven se sentó en el sofá, antes de levantarse. Aquello no era nada raro en él, pues era conocido por la cantidad de siestas que se tomaba al día. Prácticamente se solía pasar el día durmiendo, a menos que estuviese obligado, usualmente por Mami, a hacer otra cosa.

— ¿Qué hora es?

— Las doce... —Respondió Kimi. Todavía no podía creerse lo mucho que podía llegar a dormir Hotaru.

— Oh. —El chico pareció sorprenderse un poco—. Entonces no he dormido ni media hora. ¿Qué pasa?
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#26
Entonces no he dormido ni media hora. ¿Qué pasa?

¡Que vamos a celebrar tu graduación al arcade! — aplaudió para sí, alegre. — Después de que acabemos de limpiar el dojo, vengan todos, comamos y nos echemos la siesta. ¿Qué te parece?

Enumeró su lista de tareas tan rápido como pudo. Estaba claro que no podían llevarselos antes de comer, se comerían el arcade. Tampoco podían ir justo después de comer, había que hacer la digestión. Así que con un breve descanso para que no fuesen vomitando por haberse movido demasiado después de comer y que diese tiempo a abrir el arcade, estarían listos.

Un plan detallado al detalle.
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#27
Hotaru se quedó mirando a Chika un par de segundos, confundido. ¿Celebrar su graduación? ¿De qué estaba hablando? ¿Por qué iban a celebrar eso? No lo entendía ni lo necesitaba, pero Chika parecía emocionada y Kimi, que estaba detrás suyo, quizás incluso más.

— Oh... cool. —Dijo. Parecía ser la clase de cosas que alegraría a los demás, así que no le pondría pegas—. Entonces terminaré de limpiar... cuanto antes termine, antes saldremos... o no, porque tendremos que esperar a los demás de todos modos...

El joven fue a coger la fregona que había dejado preparada para seguir fregando de todos modos, pero para cuando se giró Kimi ya la estaba cogiendo.

— ¡Oh! Ya me encargo yo, Hotaru-san. Puedes descansar, si quieres. —Le dijo Kimi con una sonrisa.

— Ya estaba... —Pensaba discutirle porque lo habían despertado en primer lugar, pero optó por no hacerlo—. Gracias... así aprovecho para ir a la cama.
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#28
Chika se quedó viendo como la escena se desarrollaba. Hotaru paso de la confusión a la emoción. Pero cuando se dispuso a seguir su tarea, Kimi le robó la fregona. Chika la miró confundida. O más bien, algo ofendida.

Que descanses.

Le deseó a Hotaru sonriente. Una vez hubiese salido del lugar de giraría a Kimi.

Pero, Mi-chan, tenía que hacerlo él. No puedes hacerlo todo. — se quejó poniendo los brazos en jarra.
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#29
— Gracias... —Bostezando, el chico se marchó a su habitación.

Kimi miró a Chika, confundida. ¿Acaso había hecho algo malo? Si pensaba que le estaba haciendo un favor a Hotaru.

— ¿Eh? ¿Por qué? Si claramente necesitaba un descanso... —Dijo. El pobre ni siquiera se mantenía de pie—. Pero... si no quieres que lo haga todo, podemos hacerlo juntas.

Como si aquello fuese la solución al problema que tenía Chika, Kimi le sonrió y le tendió la fregona, por si aceptaba.
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#30
Chika aceptó la fregona y empezó a fregar sin interrumpir su discurso.

Aunque esté cansado no puedes salvarlo de todas sus responsabilidades siempre, sino no aprenderá. Si necesitaba descansar, podría habernoslo dicho. Así solo le enseñas a seguir sus malos hábitos. — explicó Chika como una experta en el tema.

Había empezado a leer sobre cómo educar. Y si dejaba que Kimi les diese a sus hermanos todos sus caprichos empezarían a mearse por donde quisieran y a comerse los sillones.
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