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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#46
— ¡Ostia! — dijo la puerta cuando la abrió.

Pero no era una puerta parlante, era Mami al otro lado cayendo de culo al interior.

¿Estás bien? — fue su primera reacción al verla caer de cara al suelo, la ayudó a levantarse y entonces sus neuronas empezaron a funcionar. — Mami, no deberías apoyarte en la puerta, acabarás por hacerte daño de verdad.

Suspiró profundamente y entonces sí, su cerebro empezó a funcionar.

Espera, ¡ni siquiera deberías estar aquí!
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#47
Mami se limpió un poco la ropa, bastante más relajada de lo que debería, mientras Chika la ayudaba a levantarse.

— Es que estaba escuchándoos a ti y a Kimi, porque...

Y entonces Chika se dio cuenta de lo que estaba pasando, y Mami se dio cuenta de que no tenía a una aliada, sino a una chica demasiado despistada como para darse cuenta de lo que estaba sucediendo inmediatamente. Más o menos como ella misma.

— ¡Callacallacallacalla! —Se lanzó a taparle la boca a Chika, aunque estaba haciendo más ruido que ella. Cuando se dio cuenta de esto, empezó a susurrar—. Shhh... no digas nada, que me acabarán pillando. Solo vengo a por mi cartera y salgo ¿vale?
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#48
Shhh... no digas nada, que me acabarán pillando. Solo vengo a por mi cartera y salgo ¿vale?

Chika alzó una ceja, claramente ofendida porque Mami asumiese que no la habían "pillado". ¡Ella estaba ahí! ¡Estaba más que pillada! Aún así, bajo la voz inconscientemente.

¿Cómo que a por tu cartera? ¡Deberías estar en la academia! Así no te graduarás nunca, Mami.

¿Es que no era consciente de lo que hacía? ¡Era tal y como Hotaru había sospechado! ¿Qué debía hacer con ella? Desde luego no iba a conseguir nada entregandola a las autoridades locales, es decir, Raijin. Pero tampoco tenía ninguna esperanza de convencerla con sus palabras. Aún así, la perseguiría por la casa si hacía falta.
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#49
— ¿¡Pero cómo quieres que vaya a la academia!? ¡Si quieren hacernos correr en ropa interior! —Gritó Mami en susurros, alzando los brazos—. ¿Quién hace eso?

Ah, la clásica carrera bajo la lluvia, una de las más famosas formas de entrenamiento en Amegakure para hacer que sus ninja sean más duros y tenaces. Para Mami, igual que para muchos otros chicos, aquello era simplemente una mierda. Lo que no sabía la pobre es que las consecuencias de escaquearse siempre eran mucho peores que el trabajo en sí.

— Venga, Chika, tú me entiendes ¿no? —Le rogó—. No se lo digas a nadie y te invito a un té de burbujas. ¡Podemos ir juntas! ¿Qué dices?
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#50
— ¿¡Pero cómo quieres que vaya a la academia!? ¡Si quieren hacernos correr en ropa interior!

Chika se llevó una mano a la cara. No solo se había escaqueado, sino que lo había hecho en el ejercicio más emblematico de la villa. No había forma de que eso pasase desapercibido.

¿Cómo que en ropa interior? ¡Eso se hace desnuda! — dijo cuando comprendió las palabras de Mami.

Después procedió a ofrecerle té de burbujas, ¿qué demonios era eso? Pero lo único que quería Chika era que volviese a la academia.

¿Qué te parece si hacemos la carrera juntas? ¡Así no tienes de qué avergonzarte. — le ofreció de contraoferta.
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#51
Mami dio un paso atrás, entre sorprendida, asustada y asqueada.

— ¿¡Desnudaaaa!? —Con eso, lo de susurrar se fue completamente a la mierda—. ¿¡Pe-pero qué es esto!? ¿¡La Aldea Oculta entre los Exhibicionistas!?

Al fondo, proviniendo de la cocina, las chicas pudieron escuchar la voz de Raijin.

— ¿Chika? ¿Está todo bien? —Preguntó. Parecía que no se había percatado de que la segunda voz pertenecía a Mami.

En ese momento, la Kiriya entró en pánico, miró a todos lados en un instante, y le cogió la mano a su hermana.

— ¡Vale! ¡Venga! ¡Acepto! ¡Vamos! —Le diría, antes de intentar salir por patas mientras la agarraba.
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#52
Pues claro que desnuda. ¿Qué sentido tiene salir en ropa interior? Ninguno, ya te lo digo yo.

No era cuestión de exhibir el cuerpo, sino el alma. Demostrar entereza y coraje, demostrar que nada te detendrá en tu entrenamiento, respetar a la lluvia como quieres que te respeten a ti. Las tradiciones están por un motivo y Mami se lo estaba perdiendo.

Sin embargo, la voz de Raijin le puso las ideas en orden a Mami.

¡Sí! Saldré a correr antes de que vuelvan de la academia.

Fue todo lo que pudo contestar China antes de dejarse arrastrar por su hermana.
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#53
Mami se pudo llevar a Chika con ella sin problemas, aliviada porque no se hubiese chivado de ella. Por supuesto que no planeaba correr por la aldea como había dicho, eso era una locura y no entendía como podía ser tradición. ¡Ni siquiera sus padres intentaban hacerla hacer nada así!

Cuando se plantaron frente al uno de los botes de la familia Kaminari para marcharse de allí, Mami se detuvo para realizar una corta serie de sellos.

— He tenido suerte de encontrarme contigo. Tu hermana me habría delatado enseguida, pero tú eres más enrollada. —Le dijo.

Al terminar los sellos, una nube de humo la cubrió durante apenas un par de segundos, revelando al final a un chico relativamente alto, de piel oscura y cabello platino algo corto que llevaba puesta una chaqueta negra ajustada, con unas pantalones negros ajustados y unas botas. Se había transformado en Hotaru, aunque él no solía vestir así.

— Hablando de ella... ¿de qué iba todo lo de antes? Pensaba que vosotras nunca os peleabais. —Hasta la voz la tenía completamente pillada. Era una transformación perfecta.

Lo único que le faltaba era el lenguaje corporal. Para Chika, que ya había interactuado con Hotaru, sería extremadamente raro verlo mirándola a la cara, o hablando de una forma tan fluida o sonriendo.

De nuevo, estaba esperando a que fuese Chika quien empezase a remar.
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#54
— He tenido suerte de encontrarme contigo. Tu hermana me habría delatado enseguida, pero tú eres más enrollada.

No pudo evitar quedarse pillada con lo que le decía Mami. ¿Como que ella era la enrollada? Ella no quería ser la enrollada. ¿Qué significaba eso? No se enrollaba y no iba a ocultar nada de Kimi y Raijin. Y no la estaba ayudando a saltarse nada, iban a hacer la corrida. Solo la estaba ayudando a no hacerlo sola.

Antes de poder decirle nada, Mami se había transformado en Hotaru. Chika alzó una ceja.

¿Por qué te estás transformando? ¿Prefieres ver a Hotaru desnudo?

— Hablando de ella... ¿de qué iba todo lo de antes? Pensaba que vosotras nunca os peleabais.

Pues de vosotros, de ti, especialmente. Quiero ayudaros a graduaros y Kimi prefiere dejarlo en vuestras manos. Pero yo sé que si te dejamos sola no te graduaras. Si ni siquiera puedes correr bajo la lluvia.

Lo soltó tranquilamente, mientras remaba a ningún lugar en concreto.
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#55
Hotaru se sentó en el boto, apoyando la mejilla en su mano mientras miraba a Chika con una ligera sonrisa, mientras ella remaba por él.

— Si los profesores me viesen corriendo, aunque fuese contigo, me regañarían y me harían volver a la academia ¿no? Así que me transformé en lo primero que pensé. —Le explicó—. Pero lo importante es que entrene ¿no? Ellos lo entenderán.

El chico se estiró en la barca, descansando en ella boca arriba mientras cruzaba ambas manos tras la nuca. Parecía bastante cómoda, incluso con el comentario de que no se graduaría, que podría haber hecho saltar a cualquiera de sus hermanos.

— De todas formas, la academia no me interesa. Solo tengo que esperar a que mi familia venga a buscarme, así que no tiene sentido que me esfuerce mucho a ser ninja ¿no?
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#56
— Si los profesores me viesen corriendo, aunque fuese contigo, me regañarían y me harían volver a la academia ¿no? Así que me transformé en lo primero que pensé. Pero lo importante es que entrene ¿no? Ellos lo entenderán.

Estoy bastante segura de que no. Los profesores solo siguen las normas y quieren que tu las sigas también.

Ella no había sido una alumna modelo, pero tampoco les guardaba rencor. Al fin y al cabo, hacían su trabajo lo mejor que podían.

¿Tienes familia? ¿Y tus hermanos? ¿No les quieres? ¿Te vas a ir de la villa? ¿Por qué? ¿Y Hotaru? — Chika simplemente soltó todo lo que le vino a la cabeza ante la noticia de que Mami iba a irse en cualquier momento.

Mami podría darse cuenta de que Chika había estado remando de forma erratica y habían hecho poco más que dar vueltas de un lado a otro sin avanzar demasiado realmente.
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#57
La noticia de que Mami se podría ir en cualquier momento pareció afectar a Chika bastante más de lo que Mami esperaba. Aunque, ahora de lo que pensaba, no sabía por qué se sorprendía. Chika, igual que el resto, pensaba que realmente eran familia.

— ¿Eh? Ah... sí, el resto me cae bien, pero tengo una familia ¿sabes? Y me están buscando. —Le explicó—. Y claro que Hotaru vendrá conmigo. Es mi protector.

Mientras le estaba explicando aquello como si nada, Hotaru miraba a su alrededor, buscando algún sitio donde aparcar la barca.

— Por ahí. —Indicó, mientras apuntaba a un muelle en el distrito comercial.
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#58
— ¿Eh? Ah... sí, el resto me cae bien, pero tengo una familia ¿sabes? Y me están buscando. Y claro que Hotaru vendrá conmigo. Es mi protector.

¿Entonces son de Amegakure? ¿Quienes son? ¿Van a venir a por ti? ¿Antes de que el resto se gradue? Porque sino te echaran de la villa. ¿Has hablado con ellos? ¿Y cómo que Hotaru irá contigo? ¿Es también de esa familia? ¿Y cómo que os perdisteis?

— Por ahí.

A Chika le pareció un lugar raro para salir a correr, pero no había forma de que fuesen a hacer nada más. Ninguna de las dos llevaba su cartera. Así que fue a aparcar donde le dijo Mami.
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#59
Hotaru levantó las manos, intentando defenderse de la andanada de preguntas que caía sobre ella.

— Bueno, bueno, bueno, bueno, cálmate. —Le pidió. Para cuando Chika había terminado de hablar, Mami ya se había olvidado de la primera pregunta—. Soy Kiriya Mami, de la familia Kiriya. ¿Es que nunca habías escuchado hablar de nosotros?

Mami lo había dicho como si fuera algo obvio y súper conocido, pero Chika no había escuchado hablar de aquella familia jamás.

— Somos del Norte del País del Rayo. Cuando el ejército de Kurama invadió el país, todos los bandidos del lugar huyeron al Norte, así que nos tuvimos que separar cuando atacaron nuestro hogar. —Le explicó—. Eso fue hace unos pocos meses, pero mis padres me están buscando. Estoy segura.

Muchísimas personas iban y venían de todos lados en el distrito comercial, saliendo y entrando de las tiendas iluminadas por las luces de Neon mientras charlaban y reían de sus propias cosas. Al llegar, Mami miraba a un lado y al otro, como si buscase algo.
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#60
— Somos del Norte del País del Rayo. Cuando el ejército de Kurama invadió el país, todos los bandidos del lugar huyeron al Norte, así que nos tuvimos que separar cuando atacaron nuestro hogar. Eso fue hace unos pocos meses, pero mis padres me están buscando. Estoy segura.

Pero... ¿saben que estás aquí? Porque esto es una aldea oculta, dudo que te encuentren aquí. Sobre todo si son bandidos, no pasaran de las puertas. ¿Por qué no vamos a buscarlos? Cuando te gradues podrás salir y solo tendremos que ir y encontrarlos, facil.

No lo había planeado. De hecho, si lo hubiese planeado no le hubiese salido tan bien. Pero sí, todo llevaba a que Mami se tenía que graduar. Finalmente, bajaron en el distrito comercial y Mami se puso a buscar algo.

¿Buscas algo? — y ella se puso a buscar con ella, a pesar de no saber qué buscaba.
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