31/03/2016, 15:25
«U... unas... a... aguas t-termales con... con...», pensó Daruu, y observó a Ayame de reojo, de arriba a abajo. Tuvo el reflejo instantáneo de sentarse en el borde de la fuente para disimular la juventud que floreció dentro de él, y a la vez se sintió tremendamente avergonzado.
Inmediatamente dirigió la vista a Zetsuo y a Kori. «Claro, están divididos por... oh, no». No pudo haber juventud después de eso. Pero se sintió tremendamente avergonzado de todas formas.
—¿A estas horas de la noche?
De pronto se dio cuenta de que bañarse en un estanque de aguas termales junto a Kori implicaría, de una u otra forma, que el agua iba a estar tan tremendamente fría como el aire a su alrededor. Sintió entonces un escalofrío y se cruzó de brazos.
—Yo... Creo que será mejor que os espere en la habitación.
«Uff, menos mal... o...»
Oh, no. Ahora se había percatado que aquello iba a significar estar con Zetsuo a solas.
Ya no tenía frío. Pero de todas formas, sintió un escalofrío... y se cruzó de brazos.
—¿Entonces, qué? ¿Apetece o no apetece?
«...»
—Yo es que tengo un poco de frío —se quejó Daruu.
—Con el calor se te pasa.
—Qué va, luego es peor.
—Que no, que en cuanto se vaya Kori se te pasa fijo.
«¡Me cago en la leche, que no me la puedo quitar de encima!»
Miró a Zetsuo, y deseó con todas sus fuerzas que el hombre dijera que no.
Inmediatamente dirigió la vista a Zetsuo y a Kori. «Claro, están divididos por... oh, no». No pudo haber juventud después de eso. Pero se sintió tremendamente avergonzado de todas formas.
—¿A estas horas de la noche?
De pronto se dio cuenta de que bañarse en un estanque de aguas termales junto a Kori implicaría, de una u otra forma, que el agua iba a estar tan tremendamente fría como el aire a su alrededor. Sintió entonces un escalofrío y se cruzó de brazos.
—Yo... Creo que será mejor que os espere en la habitación.
«Uff, menos mal... o...»
Oh, no. Ahora se había percatado que aquello iba a significar estar con Zetsuo a solas.
Ya no tenía frío. Pero de todas formas, sintió un escalofrío... y se cruzó de brazos.
—¿Entonces, qué? ¿Apetece o no apetece?
«...»
—Yo es que tengo un poco de frío —se quejó Daruu.
—Con el calor se te pasa.
—Qué va, luego es peor.
—Que no, que en cuanto se vaya Kori se te pasa fijo.
«¡Me cago en la leche, que no me la puedo quitar de encima!»
Miró a Zetsuo, y deseó con todas sus fuerzas que el hombre dijera que no.