8/04/2016, 14:03
Aunque ella no quiera hacerte daño, si por un casual tiene un bicho lleno de chakra y de ira en su interior, ese bicho puede no pensar igual. Y esta premisa es valida para todos los shinobis de esa villa. No te pido que la odies y huyas de ella como si tuviera algún tipo de enfermedad contagiosa. Solo quiero que estes más atenta de lo normal y te retires si pasa algo raro.
-Pobrecitas criaturas... - Susurró haciendo un puchero, pero luego agachó la cabeza, avergonzada porque, aunque ella pensase así de los bijuu, tampoco sabía lo que era una bestia de tal calibre. -Está bien, Nabi-kun, tendré más cuidado y estaré alerta -. afirmó con una pequeña sonrisa.
Y después esperó, espero a terminar de hablar porque le estaba demostrando todo lo que creía que era él, todo lo que pensaba del Uchiha rubio que llevaba con ella toda su vida, incluso si durante años no hubiesen estado juntos en cuerpo, en alma siempre había un sitio para él, un sitio que por mucho que quisiese o no, allí se encontraría de por vida. Así, cuando terminó su pequeño discurso, Nabi volvió a hablar.
Sinceramente, no lo sé. No soy el mismo que cuando eramos niños, y tú tampoco. Yo ya no soy protector de nada, tú eres más fuerte que yo, hasta Juro es más fuerte que yo. No pude hacer nada por Yota, simplemente un dia llego la noticia de que habia muerto y ya esta. Hare todo lo que este en mi mano para protegeros a todos, pero tengo que asumir que es muy probable que eso no sea suficiente para salvar a nadie.
- Tú lo que eres es tonto. - Exclamó chistando la lengua mientras fruncía el ceño. ¿Más fuerte que Nabi? ¡Jamás! -Yota desapareció y murió, ¿teníamos la responsabilidad de estar sobre él todo el rato? ¡No! Ni tú, ni yo, ni Shiona, ¡NADIE PUDO HACER NADA! - Su tono de voz se incrementaba por momentos mientras recordaba lo sucedido a su excompañero de equipo y una lágrima traicionera, fruto de la desesperación y frustración, se escapó de su ojo izquierdo. -Solo sé tu mismo, ¡por el amor de Shiona-sama! ¿Qué son todas esas tonterías que estás diciendo? ¡Y luego yo soy la que las dice! - De sus ojos seguían escapando más y más lágrimas. -Tú... Tu eres capaz de proteger tu villa, y a tus amigos... Tu... Eres Nabi... ¡Y si no lo crees, yo te lo haré saber! - Declaró mientras se tiraba a sus brazos, enrollándolos alrededor del cuerpo del de ojos oscuros de forma torpe y ansiosa. -Pero no pienses así de ti mismo... - pidió -Por favor...
-Pobrecitas criaturas... - Susurró haciendo un puchero, pero luego agachó la cabeza, avergonzada porque, aunque ella pensase así de los bijuu, tampoco sabía lo que era una bestia de tal calibre. -Está bien, Nabi-kun, tendré más cuidado y estaré alerta -. afirmó con una pequeña sonrisa.
Y después esperó, espero a terminar de hablar porque le estaba demostrando todo lo que creía que era él, todo lo que pensaba del Uchiha rubio que llevaba con ella toda su vida, incluso si durante años no hubiesen estado juntos en cuerpo, en alma siempre había un sitio para él, un sitio que por mucho que quisiese o no, allí se encontraría de por vida. Así, cuando terminó su pequeño discurso, Nabi volvió a hablar.
Sinceramente, no lo sé. No soy el mismo que cuando eramos niños, y tú tampoco. Yo ya no soy protector de nada, tú eres más fuerte que yo, hasta Juro es más fuerte que yo. No pude hacer nada por Yota, simplemente un dia llego la noticia de que habia muerto y ya esta. Hare todo lo que este en mi mano para protegeros a todos, pero tengo que asumir que es muy probable que eso no sea suficiente para salvar a nadie.
- Tú lo que eres es tonto. - Exclamó chistando la lengua mientras fruncía el ceño. ¿Más fuerte que Nabi? ¡Jamás! -Yota desapareció y murió, ¿teníamos la responsabilidad de estar sobre él todo el rato? ¡No! Ni tú, ni yo, ni Shiona, ¡NADIE PUDO HACER NADA! - Su tono de voz se incrementaba por momentos mientras recordaba lo sucedido a su excompañero de equipo y una lágrima traicionera, fruto de la desesperación y frustración, se escapó de su ojo izquierdo. -Solo sé tu mismo, ¡por el amor de Shiona-sama! ¿Qué son todas esas tonterías que estás diciendo? ¡Y luego yo soy la que las dice! - De sus ojos seguían escapando más y más lágrimas. -Tú... Tu eres capaz de proteger tu villa, y a tus amigos... Tu... Eres Nabi... ¡Y si no lo crees, yo te lo haré saber! - Declaró mientras se tiraba a sus brazos, enrollándolos alrededor del cuerpo del de ojos oscuros de forma torpe y ansiosa. -Pero no pienses así de ti mismo... - pidió -Por favor...