9/04/2016, 17:50
Mientras tomaban camino hacia Amegakure, los shinobis comenzaron a hablar de nuevo. Mantener una conversación, fuera de lo que fuera, evitaría el incómodo silencio. Aunque por suerte, por el momento no había habido nada de eso. Parecían caerse bien mutuamente.
La chica en un principio preguntó por un buen lugar donde comer, y el chico comentó que eran horribles los lugares donde parecía haber variedad de comida, y sin embargo solo cocinaban una línea de alimentos exclusivamente. Si, eso era algo frustrante, pero en algunas ocasiones era realmente bueno, porque esas comidas suelen pillar un grado de especialización fuera de lo común. Sin embargo, no tardó en datar que conocía un lugar donde cocinaban muy bien y era realmente tranquilo, lo único malo era que no sabía si aún seguía en pié.
—Supongo que seguirá en pié, si cocinan bien y están en un sitio bueno, no creo que lo hayan cerrado.—
Después de la contestación, vino una pregunta. Sencilla aunque difícil de responder, mas que nada porque no estaba segura de esa verdad. Nunca le había dado por preguntarse si realmente los fideos eran su comida favorita, aunque cierto era que los comía con bastante frecuencia.
—Bueno, supongo que es de mis comidas favoritas, aunque no estoy segura de si es la comida que mas me gusta... me encanta cualquier tipo de pasta, y si es con alguna salsa de tomate, aún mejor.— Respondió a la pregunta. —¿y cual es tu comida favorita? A ver si vamos a ir a un sitio donde no te agrade la comida...—
Evidentemente, quería evitar eso. Entre tanto, la distancia que los separaba de la urbe amenguaba paulatinamente.
La chica en un principio preguntó por un buen lugar donde comer, y el chico comentó que eran horribles los lugares donde parecía haber variedad de comida, y sin embargo solo cocinaban una línea de alimentos exclusivamente. Si, eso era algo frustrante, pero en algunas ocasiones era realmente bueno, porque esas comidas suelen pillar un grado de especialización fuera de lo común. Sin embargo, no tardó en datar que conocía un lugar donde cocinaban muy bien y era realmente tranquilo, lo único malo era que no sabía si aún seguía en pié.
—Supongo que seguirá en pié, si cocinan bien y están en un sitio bueno, no creo que lo hayan cerrado.—
Después de la contestación, vino una pregunta. Sencilla aunque difícil de responder, mas que nada porque no estaba segura de esa verdad. Nunca le había dado por preguntarse si realmente los fideos eran su comida favorita, aunque cierto era que los comía con bastante frecuencia.
—Bueno, supongo que es de mis comidas favoritas, aunque no estoy segura de si es la comida que mas me gusta... me encanta cualquier tipo de pasta, y si es con alguna salsa de tomate, aún mejor.— Respondió a la pregunta. —¿y cual es tu comida favorita? A ver si vamos a ir a un sitio donde no te agrade la comida...—
Evidentemente, quería evitar eso. Entre tanto, la distancia que los separaba de la urbe amenguaba paulatinamente.