13/04/2016, 23:09
El supuesto maestro de la cocina replicó a la galantería de su recién nuevo pupilo en las artes culinarias con un claro reto. Porque a pesar de saberse mejor en el conocimiento de técnicas para preparar una pizza, tuvo que replicar a las palabras del tiburón, quien se había animado a alegar que su preparación era incluso mejor que la de Daruu.
El alumno supera al maestro, pero ese no era el caso; desde luego.
En algo tenía razón. La mezcla no tenía forma alguna y era imposible indagar en la calidad de la masa hasta que estuviese cocida. Y sin embargo, antes de llegar a ese punto; aún faltaba un paso importante en el que Daruu se sentía muy seguro, o eso pensó Kaido por la risilla que su colega soltó.
— Ahora, buena suerte amasándola. A ver si lo haces mejor que yo. — y entonces;
La palma de su interlocutor cubrió el bol y en súbito un sutil resplandor verdoso se hizo notar en la mano de Daruu, lo que coincidió con que la mezcla comenzara a moverse de forma giratoria por sí sola. Kaido levantó una ceja, un tanto anonadado, aunque no iba a demostrar su impresión lo suficiente como para que Hanaiko lo viera. Pero estaba claro que lo que estaba haciendo era genial, fuera lo que fuese.
—Tú, que sólo eres un novato sin experiencia, tendrás que mancharte las manos y mezclar los ingredientes, aplastarlos, intentar juntarlos todos y que formen una masa integrada. Te iré echando harina por encima cada vez que se te pegue la masa a los dedos.
—Eres un puto tramposo, ¿sabes? —alegó—. dime cómo lo haz hecho, que no se vale enseñar a medias, joder.
Quería saberlo. Y lamentablemente no tenía forma o truco alguno que le permitiera mostrarse superior a Daruu a la hora de mezclar. Así que alzó los brazos, concedido totalmente, e introdujo las manos en el bol para empezar a mover de la forma más rudimentaria posible su propia mezcla. Las manos iban y venían, de un lado a otro, y esperó a que Daruu echara la harina cuando él lo creyese necesario.
El alumno supera al maestro, pero ese no era el caso; desde luego.
En algo tenía razón. La mezcla no tenía forma alguna y era imposible indagar en la calidad de la masa hasta que estuviese cocida. Y sin embargo, antes de llegar a ese punto; aún faltaba un paso importante en el que Daruu se sentía muy seguro, o eso pensó Kaido por la risilla que su colega soltó.
— Ahora, buena suerte amasándola. A ver si lo haces mejor que yo. — y entonces;
La palma de su interlocutor cubrió el bol y en súbito un sutil resplandor verdoso se hizo notar en la mano de Daruu, lo que coincidió con que la mezcla comenzara a moverse de forma giratoria por sí sola. Kaido levantó una ceja, un tanto anonadado, aunque no iba a demostrar su impresión lo suficiente como para que Hanaiko lo viera. Pero estaba claro que lo que estaba haciendo era genial, fuera lo que fuese.
—Tú, que sólo eres un novato sin experiencia, tendrás que mancharte las manos y mezclar los ingredientes, aplastarlos, intentar juntarlos todos y que formen una masa integrada. Te iré echando harina por encima cada vez que se te pegue la masa a los dedos.
—Eres un puto tramposo, ¿sabes? —alegó—. dime cómo lo haz hecho, que no se vale enseñar a medias, joder.
Quería saberlo. Y lamentablemente no tenía forma o truco alguno que le permitiera mostrarse superior a Daruu a la hora de mezclar. Así que alzó los brazos, concedido totalmente, e introdujo las manos en el bol para empezar a mover de la forma más rudimentaria posible su propia mezcla. Las manos iban y venían, de un lado a otro, y esperó a que Daruu echara la harina cuando él lo creyese necesario.