17/04/2016, 18:45
Juro, acorralado y a punto de recibir su castigo, agradeció el momento en que la puerta se abrió y por ella apareció Kazuma, aun en silla de ruedas, junto con una chica a la que Juro no conocía.
—¡¿Qué demonios te pasa?¡ —Gritó Kazuma, lleno de ira, a su hermana, mientras trataba de levantarse de la silla.—. ¡Suelta el látigo de Juro, antes de que te dé tu merecido!
- ¡Jah! - una risotada fue lo único que la mujer contestó, observando el espectáculo que Kazuma hacía.
Kazuma se levantó y agarró una bata que lanzó hacia Katsue. Esta, quien se había dado cuenta de todo el estruendo en la puerta, no tardó en reaccionar. Se apartó hacia la izquierda agilmente, sin dejar que la bata le nublase la vista, con el látigo aun en mano, pero esta vez rozando el suelo. Se había puesto seria.
Kazuma cayó mareando, probablemente por el esfuerzo , en la cama de Juro. Katsue alzó el látigo, dispuesto a rematar al loco que había osado creer que podía hacerle algo. Sin embargo, Juro la detuvo.
- ¡Para, Katsue! - exclamó, haciendo acopio de las fuerzas que le quedaban para gritar - Es mi amigo...
Katsue se detuvo. No detuvo su posición ofensiva, pero bajó el látigo y dejó de intentar rematar a Kazuma. Algo era algo.
Tras decir esto, hundió la cabeza bajo la almohada, como si hubiese hecho un gran esfuerzo. Realmente estaba aliviado, aunque más por que su hermana hubiese parado.
- Puede que no sea el mejor de los momentos... - dijo Juro, dirigiéndose a su invitado - Pero... Bienvenido Kazuma. Te presento es mi hermana, Katsue.
- Encantada... - bufó Katsue, aun cruzada de brazos. Su hermana era así de molesta a veces...
—¡¿Qué demonios te pasa?¡ —Gritó Kazuma, lleno de ira, a su hermana, mientras trataba de levantarse de la silla.—. ¡Suelta el látigo de Juro, antes de que te dé tu merecido!
- ¡Jah! - una risotada fue lo único que la mujer contestó, observando el espectáculo que Kazuma hacía.
Kazuma se levantó y agarró una bata que lanzó hacia Katsue. Esta, quien se había dado cuenta de todo el estruendo en la puerta, no tardó en reaccionar. Se apartó hacia la izquierda agilmente, sin dejar que la bata le nublase la vista, con el látigo aun en mano, pero esta vez rozando el suelo. Se había puesto seria.
Kazuma cayó mareando, probablemente por el esfuerzo , en la cama de Juro. Katsue alzó el látigo, dispuesto a rematar al loco que había osado creer que podía hacerle algo. Sin embargo, Juro la detuvo.
- ¡Para, Katsue! - exclamó, haciendo acopio de las fuerzas que le quedaban para gritar - Es mi amigo...
Katsue se detuvo. No detuvo su posición ofensiva, pero bajó el látigo y dejó de intentar rematar a Kazuma. Algo era algo.
Tras decir esto, hundió la cabeza bajo la almohada, como si hubiese hecho un gran esfuerzo. Realmente estaba aliviado, aunque más por que su hermana hubiese parado.
- Puede que no sea el mejor de los momentos... - dijo Juro, dirigiéndose a su invitado - Pero... Bienvenido Kazuma. Te presento es mi hermana, Katsue.
- Encantada... - bufó Katsue, aun cruzada de brazos. Su hermana era así de molesta a veces...