18/04/2016, 17:09
La así conocida como hermana de Juro procedió corresponder con cortesía el saludo que se les había dado. Aunque parecía no estar muy segura de cómo reaccionar ante lo ocurrido, más aún cuando se dispuso a hablar luego de que su hermano le empujara con la mirada.
«¿Es que está disimulando? —se preguntó extrañado—. Hace unos instantes parecía una fiera y ahora habla tan calmadamente.»
Con el ambiente un poco más tranquilo y en orden, Naomi procedió a cerrar la puerta que con el apuro habían dejado abierta. De pronto se hizo un silencio un tanto incómodo, pero rápidamente el pelinegro salió al rescate de la situación. Y si la rescato, al menos hasta que arrojó a su compañero por las "escaleras".
—Mucho gusto, Naomi —dijo este, consciente de que no sabía quién era aún—. Kazuma no me había hablado de ti que yo recuerde. Has dicho que eras su... ¿Guardiana?
—El gusto es mío, Juro-san —Hizo una leve reverencia—. Que terrible por parte de mi señor jamás haber hecho mención de mi.
Kazuma pudo sentir como las delicadas manos de la Miyazaki se posaban sobre sus hombros y le apretaban con cierta fuerza acusatoria. Ella era alguien que solía ocultar sus emociones, pero cuando se trataba de la relación con su protegido resultaba ser bastante sensible y evidente. Lo mismo se aplicaba para el Ishimura, aunque este sí solía ser mucho menos atento y sensible a aquella relación.
«¡Condenado, Juro! —se apretujo en la silla—. Claro que te había contado de ella el día que la sensei nos preguntó quienes eran nuestras personas importantes. Seguro tantos golpes te han nublado la memoria.»
—Efectivamente —continúo ella—. Soy la responsable de que se desarrolle como una persona de bien y de evitar que se meta en problemas innecesarios ¿Cierto, Kazuma-sama?
—Esto… Sí, algo así. —No podía evitar responder torpemente cuando notaba lo recriminarte de la voz de su guardiana.
»De todas formas —necesitaba cambiar de tema pronto—. A pesar de las circunstancias es un gusto el conocerte Katsue-san. Si mi memoria no falla, mi compañero jamás dio indicios o pistas de poseer una hermana. Es una lástima, ya que de haberme hablado de ti hubiese reconocido tan agraciados rasgos al instante de verte.
La joven de ojos color ciruela le apretó un poco más fuerte en algún tipo de señal de desagrado. Probablemente para Juro y para ella fuera evidente que el peliblanco jamás actuaba con tanta cortesía y formalidad. Pero necesitaba sacarse algo de la manga, después de todo no podía ser el único que quedará como el malo que olvidaba a sus seres cercanos. Claro que se acordaba de que su compañero tenía una hermana, pero si caía en la zona de los malagradecidos no lo haría solo.
«¿Es que está disimulando? —se preguntó extrañado—. Hace unos instantes parecía una fiera y ahora habla tan calmadamente.»
Con el ambiente un poco más tranquilo y en orden, Naomi procedió a cerrar la puerta que con el apuro habían dejado abierta. De pronto se hizo un silencio un tanto incómodo, pero rápidamente el pelinegro salió al rescate de la situación. Y si la rescato, al menos hasta que arrojó a su compañero por las "escaleras".
—Mucho gusto, Naomi —dijo este, consciente de que no sabía quién era aún—. Kazuma no me había hablado de ti que yo recuerde. Has dicho que eras su... ¿Guardiana?
—El gusto es mío, Juro-san —Hizo una leve reverencia—. Que terrible por parte de mi señor jamás haber hecho mención de mi.
Kazuma pudo sentir como las delicadas manos de la Miyazaki se posaban sobre sus hombros y le apretaban con cierta fuerza acusatoria. Ella era alguien que solía ocultar sus emociones, pero cuando se trataba de la relación con su protegido resultaba ser bastante sensible y evidente. Lo mismo se aplicaba para el Ishimura, aunque este sí solía ser mucho menos atento y sensible a aquella relación.
«¡Condenado, Juro! —se apretujo en la silla—. Claro que te había contado de ella el día que la sensei nos preguntó quienes eran nuestras personas importantes. Seguro tantos golpes te han nublado la memoria.»
—Efectivamente —continúo ella—. Soy la responsable de que se desarrolle como una persona de bien y de evitar que se meta en problemas innecesarios ¿Cierto, Kazuma-sama?
—Esto… Sí, algo así. —No podía evitar responder torpemente cuando notaba lo recriminarte de la voz de su guardiana.
»De todas formas —necesitaba cambiar de tema pronto—. A pesar de las circunstancias es un gusto el conocerte Katsue-san. Si mi memoria no falla, mi compañero jamás dio indicios o pistas de poseer una hermana. Es una lástima, ya que de haberme hablado de ti hubiese reconocido tan agraciados rasgos al instante de verte.
La joven de ojos color ciruela le apretó un poco más fuerte en algún tipo de señal de desagrado. Probablemente para Juro y para ella fuera evidente que el peliblanco jamás actuaba con tanta cortesía y formalidad. Pero necesitaba sacarse algo de la manga, después de todo no podía ser el único que quedará como el malo que olvidaba a sus seres cercanos. Claro que se acordaba de que su compañero tenía una hermana, pero si caía en la zona de los malagradecidos no lo haría solo.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)