19/04/2016, 14:48
El muchacho parecía no saber prácticamente hablar, no era más que un crío, y no sabía como desenvolverse hablando con chicas tan guapas, además, nunca había destacado por su labia, por lo que, en aquel momento lo estaba pasando un poco mal.
La joven, no contenta con verle así simplemente por estar hablando con ella, al ver que se estaba ruborizando se acercó a él y trató de tomarle la temperatura, pensando que quizás el enrojecimiento se debiera a una posible fiebre.
— N-No, estoy bien, de verdad — Dijo el joven, que poco a poco y tratando de controlar la respiración se fue calmando, hasta que llegó de nuevo el señor Cheng, con té y tres tazas una para cada uno.
Aprovechando que Mitsuki se alejó para servirse un poco de té, el joven suspiró profundamente para terminar de calmarse, aunque el color de su piel no bajó un solo tono de rojo. Acto seguido, se volteó y se sirvió un poco del té que había preparado el anciano.
— Está muy rico, muchas gracias, Señor.
Entonces el señor Cheng también bromeó con el color que había adquirido la cara del de rastas, algo que, de seguro, hizo aumentar el tono de rojo, debido a la vergüenza que estaba comenzando a sufrir.
— ¿Que le parece se le muestro lo que sé hacer, Señor Cheng? — Trató de cambiar el tema de conversación.
La joven, no contenta con verle así simplemente por estar hablando con ella, al ver que se estaba ruborizando se acercó a él y trató de tomarle la temperatura, pensando que quizás el enrojecimiento se debiera a una posible fiebre.
— N-No, estoy bien, de verdad — Dijo el joven, que poco a poco y tratando de controlar la respiración se fue calmando, hasta que llegó de nuevo el señor Cheng, con té y tres tazas una para cada uno.
Aprovechando que Mitsuki se alejó para servirse un poco de té, el joven suspiró profundamente para terminar de calmarse, aunque el color de su piel no bajó un solo tono de rojo. Acto seguido, se volteó y se sirvió un poco del té que había preparado el anciano.
— Está muy rico, muchas gracias, Señor.
Entonces el señor Cheng también bromeó con el color que había adquirido la cara del de rastas, algo que, de seguro, hizo aumentar el tono de rojo, debido a la vergüenza que estaba comenzando a sufrir.
— ¿Que le parece se le muestro lo que sé hacer, Señor Cheng? — Trató de cambiar el tema de conversación.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»