19/04/2016, 21:08
Calles por aquí, calles por allá, nadie te saludará porque traes un cráneo en la cara. Aunque técnicamente todos llevamos un cráneo encima, pero ella al menos llevaba uno extra tapándole su cara maquillada para un mejor disfraz, igual, si no mostrase tanta carne y llevara gabardina negra sería mucho mejor sin lugar a dudas.
Imperfecto o no, la gente abría paso conforme la kunoichi avanzaba hablando sola a la vez que miraba en todas direcciones como si algo buscara aunque no fuese así. - Tendrías que prestar algo más de atención por donde vas… - Le espetó el ente inexistente que iba flotando a su lado. - Que va a pasar. - Respondió con cierta arrogancia.
Lo que la pelirroja no sabía era que estaba yendo en línea recta a un rubio de ojos negros con una llamativa bandana atada al cuello, clara señal de que se trataba de un shinobi. ¿El rango? Aún por averiguar.
Como ambos iban totalmente distraídos con sus cosas y la chica ciertamente iba avanzando a paso ligero mediante saltitos al estilo caperucita roja, terminó por darse la cabeza contra la frente de este chico en particular. - Ay… - Soltó por mero reflejo por el impacto que en realidad no le había generado ni el más mínimo dolor gracias a la máscara. El otro a saber si estaba bien pero le vino un recuerdo a su mente que la hizo entrar en pánico.
- ¡Dime que no te achaté la nariz! - Chilló horrorizada en lo que intentaba atrapar al rubio por la cara cosa de asegurarse que no repetiría la misma historia que en Taikarune con el genin ese… ¿Juro era...? Quien sabe...
De todas formas, el miedo de Ritsuko era genuino, la última vez que había chocado así con alguien la había pasado muy mal e incluso le terminó por generar el miedo a regresarse a esa ciudad, principalmente porque seguramenten o les resultaría muy sencillo olvidar sus pintas dentro del museo de armas. ~ Dime que no, no te la achaté… ~ Pensó en primera instancia. - Ya la tenías chata de antes… Es eso… - Pensó en voz alta restándole importancia a si el chico la miraba raro o no.
Imperfecto o no, la gente abría paso conforme la kunoichi avanzaba hablando sola a la vez que miraba en todas direcciones como si algo buscara aunque no fuese así. - Tendrías que prestar algo más de atención por donde vas… - Le espetó el ente inexistente que iba flotando a su lado. - Que va a pasar. - Respondió con cierta arrogancia.
Lo que la pelirroja no sabía era que estaba yendo en línea recta a un rubio de ojos negros con una llamativa bandana atada al cuello, clara señal de que se trataba de un shinobi. ¿El rango? Aún por averiguar.
Como ambos iban totalmente distraídos con sus cosas y la chica ciertamente iba avanzando a paso ligero mediante saltitos al estilo caperucita roja, terminó por darse la cabeza contra la frente de este chico en particular. - Ay… - Soltó por mero reflejo por el impacto que en realidad no le había generado ni el más mínimo dolor gracias a la máscara. El otro a saber si estaba bien pero le vino un recuerdo a su mente que la hizo entrar en pánico.
- ¡Dime que no te achaté la nariz! - Chilló horrorizada en lo que intentaba atrapar al rubio por la cara cosa de asegurarse que no repetiría la misma historia que en Taikarune con el genin ese… ¿Juro era...? Quien sabe...
De todas formas, el miedo de Ritsuko era genuino, la última vez que había chocado así con alguien la había pasado muy mal e incluso le terminó por generar el miedo a regresarse a esa ciudad, principalmente porque seguramenten o les resultaría muy sencillo olvidar sus pintas dentro del museo de armas. ~ Dime que no, no te la achaté… ~ Pensó en primera instancia. - Ya la tenías chata de antes… Es eso… - Pensó en voz alta restándole importancia a si el chico la miraba raro o no.