21/04/2016, 00:43
Mitsuki observaba al muchacho junto al Sr Cheng, ambos daban buena cuenta de su té con calma y tranquilidad mientras el shinobi se posicionaba frente al hombre de madera. La Hyuga le notaba un poco nervioso, quizás fuese culpa del público o tal vez no quería decepcionar al anciano. Fuese por lo que fuese, titubeo antes de comenzar... pero una vez dio el primer golpe todo aquello quedó atrás.
Cada golpe parecía avivar la confianza del luchador, que se afanaba en dar golpe tras golpe, combinando patas y puñetazos a una velocidad impresionante. Además no solo era rápido, si no que sus golpes hacian que la madera crujiese en prueba de que eran duros.
La joven había visto muchos shinobis combatir, sobre todo en el torneo y no había visto a ninguno que utilizase habilidades cuerpo a cuerpo con esa fuerza constante. Era cierto que había visto a ciertos shinobis utilizar técnicas puntuales para aumentar la fuerza de sus golpes, pero allí no había ninguna técnica, era pura fuerza.
El anciano observaba fijamente el ejercico, sin ni siquiera pestañear, parecía no querer perderse ni un solo detalle.
—¡Sin duda es impresionante!— comentó el viejo dando un nuevo sorbo a su bebida —Eres muy rápido y golpeas fuerte, pero tengo una pregunta para tí chico. ¿Serías capaz de hacerlo sin dañar la madera?—
Mitsuki no tardó mucho en entender que era lo que el anciano pretendía, observando los movimientos del chico había notado que se internava cada vez más en un frenesí de golpes, cada vez más y más rápido, cada vez más y más fuerte... hasta casi perder el control, provocando una falta de presición en sus golpes. El anciano le estaba pidiendo contro, y la joven peliblanca celebró haber sido capaz de notar que es lo que una persona del nivel del Sr Cheng estaba pensando
Cada golpe parecía avivar la confianza del luchador, que se afanaba en dar golpe tras golpe, combinando patas y puñetazos a una velocidad impresionante. Además no solo era rápido, si no que sus golpes hacian que la madera crujiese en prueba de que eran duros.
La joven había visto muchos shinobis combatir, sobre todo en el torneo y no había visto a ninguno que utilizase habilidades cuerpo a cuerpo con esa fuerza constante. Era cierto que había visto a ciertos shinobis utilizar técnicas puntuales para aumentar la fuerza de sus golpes, pero allí no había ninguna técnica, era pura fuerza.
El anciano observaba fijamente el ejercico, sin ni siquiera pestañear, parecía no querer perderse ni un solo detalle.
—¡Sin duda es impresionante!— comentó el viejo dando un nuevo sorbo a su bebida —Eres muy rápido y golpeas fuerte, pero tengo una pregunta para tí chico. ¿Serías capaz de hacerlo sin dañar la madera?—
Mitsuki no tardó mucho en entender que era lo que el anciano pretendía, observando los movimientos del chico había notado que se internava cada vez más en un frenesí de golpes, cada vez más y más rápido, cada vez más y más fuerte... hasta casi perder el control, provocando una falta de presición en sus golpes. El anciano le estaba pidiendo contro, y la joven peliblanca celebró haber sido capaz de notar que es lo que una persona del nivel del Sr Cheng estaba pensando