23/04/2016, 15:36
Daruu se cruzó de brazos, pero el tiburón tenía tanta poca idea de qué hacer como él. Finalmente fue el monstruo marino-humano el que rompió el hielo.
—Pues podrías contarme por qué decidiste convertirte en ninja —dijo, para darse la vuelta después y apoyar la espalda sobre uno de los muebles. Cruzó sus brazos y siguió—; lo pregunto porque me parece que tu vocación es cocinar. Es decir, parece que lo disfrutas. ¿Por qué no hacerlo a tiempo completo?
Suspiró y cerró los ojos, y le dio la espalda. Kaido había dado de lleno en la diana de la pregunta que él mismo se hacía todas las noches. No estaba seguro de querer confiarle sus problemas a alguien a quien acababa de conocer, y tocar el asunto le hacía daño, en verdad. Pero lo cierto es que le estaba enseñando a hacer pizza, y hay algo especial en dos hombres compartiendo una pizza.
Quizás fuera un pensamiento poco común, pero él lo veía así.
Se apoyó en el lado contrario de la cocina y dio un nuevo y tendido suspiro antes de explicarse.
—La verdad es que no iba a dedicarme a ser ninja, aunque desde muy pequeño admiraba el Ninjutsu. Ya sabes, cosas espectaculares, ¿que se hacen con una energía mágica y espiritual salida del propio cuerpo, donde parecía que había un hombre que sólo sabía empuñar cuchillos y dar volteretas? Eso es guay —indicó—. No lo sé, es un trabajo noble, y nací con una particularidad que dicen que es muy poderosa y con la que han nacido grandes shinobi. Pero la verdad siempre es menos apasionante de lo que esperas.
»Puedo contarte mil y una excusas de por qué sigo siendo ninja. Que me gusta el Ninjutsu, que crear una nueva técnica es como diseñar tu propia receta de cocina... Ah, esa tontería se la he contado a mucha gente, y hasta ahora yo mismo me la creía. Pero la verdad es que... Sigo haciendo esto por cumplir una promesa que le hice a mi padre antes de que muriera.
Bajó la vista y la clavó en el parqué del suelo durante unos segundos. Luego, puso una cara alegre falsa y dio dos palmadas al aire.
—Bueno, bueno, ¿qué tal si salimos a relajarnos a la orilla del río mientras las masas hacen lo suyo? Es una superstición, pero dicen que si las dejas a solas crecen más rápido.
—Pues podrías contarme por qué decidiste convertirte en ninja —dijo, para darse la vuelta después y apoyar la espalda sobre uno de los muebles. Cruzó sus brazos y siguió—; lo pregunto porque me parece que tu vocación es cocinar. Es decir, parece que lo disfrutas. ¿Por qué no hacerlo a tiempo completo?
Suspiró y cerró los ojos, y le dio la espalda. Kaido había dado de lleno en la diana de la pregunta que él mismo se hacía todas las noches. No estaba seguro de querer confiarle sus problemas a alguien a quien acababa de conocer, y tocar el asunto le hacía daño, en verdad. Pero lo cierto es que le estaba enseñando a hacer pizza, y hay algo especial en dos hombres compartiendo una pizza.
Quizás fuera un pensamiento poco común, pero él lo veía así.
Se apoyó en el lado contrario de la cocina y dio un nuevo y tendido suspiro antes de explicarse.
—La verdad es que no iba a dedicarme a ser ninja, aunque desde muy pequeño admiraba el Ninjutsu. Ya sabes, cosas espectaculares, ¿que se hacen con una energía mágica y espiritual salida del propio cuerpo, donde parecía que había un hombre que sólo sabía empuñar cuchillos y dar volteretas? Eso es guay —indicó—. No lo sé, es un trabajo noble, y nací con una particularidad que dicen que es muy poderosa y con la que han nacido grandes shinobi. Pero la verdad siempre es menos apasionante de lo que esperas.
»Puedo contarte mil y una excusas de por qué sigo siendo ninja. Que me gusta el Ninjutsu, que crear una nueva técnica es como diseñar tu propia receta de cocina... Ah, esa tontería se la he contado a mucha gente, y hasta ahora yo mismo me la creía. Pero la verdad es que... Sigo haciendo esto por cumplir una promesa que le hice a mi padre antes de que muriera.
Bajó la vista y la clavó en el parqué del suelo durante unos segundos. Luego, puso una cara alegre falsa y dio dos palmadas al aire.
—Bueno, bueno, ¿qué tal si salimos a relajarnos a la orilla del río mientras las masas hacen lo suyo? Es una superstición, pero dicen que si las dejas a solas crecen más rápido.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)