25/04/2016, 23:45
En otra habitación lejos del amor takigakureño que se fraguaba esa noche en la taberna de un pequeño pueblo se encontraba Karamaru viendo el amanecer. Su costumbre de entrenar temprano sumada a la necesidad de redimir la actitud que había tenido el día anterior hizo que el calvo se levantase temprano y realizase algunos ejercicios matutinos sobre el suelo de madera del cuarto de posada.
Unas cuantas flexiones y abdominales después dirigió nuevamente su mirada hacia el cielo y observó como el alba se convertía en un Sol radiante que marcaba que era la hora de tomarse algo y comenzar el nuevo día.
Se colocó sus alpargatas marrones y un poquito sucias, se puso su túnica dorada junto a su cinturón azul con bandada y con un simple "Allá vamos" abrió la puerta para sorprenderse. Escuchaba voces que venían de abajo, algo raro después del ambiente de la noche anterior.
«¿En serio? ¿La gente puede venir a beber a esta hora? ¿Por qué no toma el desayuno en su casa?»
Por los sonidos que se colaban por los oídos del pelado parecía que estaba medio pueblo metidos en el edificio hablando sin parar en las mesas del local de Yoshi. Pero nada le iba a impedir a Karamaru tomar su pequeña tasa de té que le pediría al posadero y continuar con el trabajo de búsqueda junto a Noemi. Si es que ella lo aceptaba nuevamente...
Caminó por el pasillo del piso superior, pasó por la puerta de la kunoichi ignorandola completamente, y se dirigió a las escaleras. Si quería caerle mejor a esa mujer, mejor pensar menos y actuar con un poco más de naturalidad. Unos escalones más abajo pudo ver finalmente el ambiente que lo esperaba.
Unas cuantas flexiones y abdominales después dirigió nuevamente su mirada hacia el cielo y observó como el alba se convertía en un Sol radiante que marcaba que era la hora de tomarse algo y comenzar el nuevo día.
Se colocó sus alpargatas marrones y un poquito sucias, se puso su túnica dorada junto a su cinturón azul con bandada y con un simple "Allá vamos" abrió la puerta para sorprenderse. Escuchaba voces que venían de abajo, algo raro después del ambiente de la noche anterior.
«¿En serio? ¿La gente puede venir a beber a esta hora? ¿Por qué no toma el desayuno en su casa?»
Por los sonidos que se colaban por los oídos del pelado parecía que estaba medio pueblo metidos en el edificio hablando sin parar en las mesas del local de Yoshi. Pero nada le iba a impedir a Karamaru tomar su pequeña tasa de té que le pediría al posadero y continuar con el trabajo de búsqueda junto a Noemi. Si es que ella lo aceptaba nuevamente...
Caminó por el pasillo del piso superior, pasó por la puerta de la kunoichi ignorandola completamente, y se dirigió a las escaleras. Si quería caerle mejor a esa mujer, mejor pensar menos y actuar con un poco más de naturalidad. Unos escalones más abajo pudo ver finalmente el ambiente que lo esperaba.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘