26/04/2016, 03:36
(Última modificación: 26/04/2016, 03:39 por Uchiha Datsue.)
-C-creo que aceptaré tu oferta, eres muy amable, Datsue-san -agradeció, pero sin moverse del sitio-. A cambio... De que... Bueno, me cuentes qué pasó en tu combate
Datsue hizo una mueca de dolor. No por el hecho de que la chica no se hubiese enterado de lo sucedido, sino por el hecho de tener que contárselo. La chica debió malinterpretarlo, porque en seguida continuó hablando:
-¡No me malinterpretes! Es que... Todo el revuelo... No me he enterado de los demás combates... Estoy tan metida en mi mundo que yo... Yo...
Tranquila, eres tú quien me ha malinterpretado. No al revés. Pero, de pronto, para sorpresa del Uchiha, Eri comenzó a sollozar, ocultando su bello rostro bajo las manos. ¡Por Amateratsu! ¡Pues sí que es sensible!
-¡Lo siento mucho, Datsue-san!
—Eri, tranquila. No pasa nada —dijo, tratando de tranquilizarla. Realmente, no sabía muy bien qué debía hacer en una situación como aquella. Le parecía totalmente surrealista—. Eri, de verdad que no pasa nada. No llores más, por favor. No me gusta verte así —añadió, con el tono de voz más afligido que fue capaz de emitir. No me gusta verte así… Joder, buena frase que me he sacado de la manga, sí señor. Vale, y ahora a ver qué le digo… No puedo mentirle, porque tarde o temprano se acabaría enterando de lo ocurrido y sería peor. No, por una vez tendré que decir la verdad.
Datsue carraspeó para ganar algo de tiempo y enfocar de la mejor manera la historia que tenía que contar.
—Lo de mi derrota en el torneo… En fin, la versión corta es que me dejé chantajear —soltó directamente. Seguramente no era la mejor forma de empezar, ni mucho menos, pero no tenía ganas de alargarse en el tema—. Así es. Mi contrincante me ofreció un diamante para dejarme ganar y yo… acepté —Datsue desvió la mirada, como si se avergonzase de lo que había hecho—. Pero nos descubrieron en mitad del combate y nos descalificaron a ambos.
Datsue cambió el peso del cuerpo de una pierna a otra.
—Así que ya ves… Ahora soy el hazmerreír de todo el mundo. Bueno, salvo de mi propia Villa. A mis camaradas no les hizo pizca de gracia, ni mucho menos. Pero supongo que me he ganado su odio a pulso. —Datsue suspiró, fingiendo abatimiento. Luego, una mirada encendida iluminó sus ojos—. Pero, ¿sabes qué? Lo volvería hacer. Sí, no me importa tener que cargar a la espalda con todo el odio de mi propio pueblo. No si con eso consigo salvar a Chips.
Dígase una cosa de Uchiha Datsue: incluso cuando dice la verdad miente.
—Chips es mi perro —le informó Datsue, que inventaba la historia a medida que hablaba—. Apenas tiene un año, pero está muy débil. Sus huesos no terminan de formarse, y cualquier golpecillo le provoca fracturas —los ojos de Datsue se humedecieron, y el Uchiha se mordió el labio inferior como si estuviese a punto de llorar—. Pero hay un veterinario muy famoso en el País del Agua, llamado Doctor Milagro, que dice poder salvarle… Por eso acepté el dinero. ¡Para poder salvar a mi Chips!
La voz estuvo a punto de quebrársele.
—Y si por ello tengo que ser odiado y apartado de mi propia Villa… ¡Que así sea! Para mi habrá merecido la pena.
Joder… ¡Grande, Datsue, GRANDE! ¡Genio y figura, eso es lo que eres! Por Amateratsu, casi me creo mi propia mentira de lo bien que actué. Fiuuu… Qué bueno, joder. Debería dedicarme al teatro y no a esta mierda de trabajo. Seguro que haría un buen papel.
Datsue hizo una mueca de dolor. No por el hecho de que la chica no se hubiese enterado de lo sucedido, sino por el hecho de tener que contárselo. La chica debió malinterpretarlo, porque en seguida continuó hablando:
-¡No me malinterpretes! Es que... Todo el revuelo... No me he enterado de los demás combates... Estoy tan metida en mi mundo que yo... Yo...
Tranquila, eres tú quien me ha malinterpretado. No al revés. Pero, de pronto, para sorpresa del Uchiha, Eri comenzó a sollozar, ocultando su bello rostro bajo las manos. ¡Por Amateratsu! ¡Pues sí que es sensible!
-¡Lo siento mucho, Datsue-san!
—Eri, tranquila. No pasa nada —dijo, tratando de tranquilizarla. Realmente, no sabía muy bien qué debía hacer en una situación como aquella. Le parecía totalmente surrealista—. Eri, de verdad que no pasa nada. No llores más, por favor. No me gusta verte así —añadió, con el tono de voz más afligido que fue capaz de emitir. No me gusta verte así… Joder, buena frase que me he sacado de la manga, sí señor. Vale, y ahora a ver qué le digo… No puedo mentirle, porque tarde o temprano se acabaría enterando de lo ocurrido y sería peor. No, por una vez tendré que decir la verdad.
Datsue carraspeó para ganar algo de tiempo y enfocar de la mejor manera la historia que tenía que contar.
—Lo de mi derrota en el torneo… En fin, la versión corta es que me dejé chantajear —soltó directamente. Seguramente no era la mejor forma de empezar, ni mucho menos, pero no tenía ganas de alargarse en el tema—. Así es. Mi contrincante me ofreció un diamante para dejarme ganar y yo… acepté —Datsue desvió la mirada, como si se avergonzase de lo que había hecho—. Pero nos descubrieron en mitad del combate y nos descalificaron a ambos.
Datsue cambió el peso del cuerpo de una pierna a otra.
—Así que ya ves… Ahora soy el hazmerreír de todo el mundo. Bueno, salvo de mi propia Villa. A mis camaradas no les hizo pizca de gracia, ni mucho menos. Pero supongo que me he ganado su odio a pulso. —Datsue suspiró, fingiendo abatimiento. Luego, una mirada encendida iluminó sus ojos—. Pero, ¿sabes qué? Lo volvería hacer. Sí, no me importa tener que cargar a la espalda con todo el odio de mi propio pueblo. No si con eso consigo salvar a Chips.
Dígase una cosa de Uchiha Datsue: incluso cuando dice la verdad miente.
—Chips es mi perro —le informó Datsue, que inventaba la historia a medida que hablaba—. Apenas tiene un año, pero está muy débil. Sus huesos no terminan de formarse, y cualquier golpecillo le provoca fracturas —los ojos de Datsue se humedecieron, y el Uchiha se mordió el labio inferior como si estuviese a punto de llorar—. Pero hay un veterinario muy famoso en el País del Agua, llamado Doctor Milagro, que dice poder salvarle… Por eso acepté el dinero. ¡Para poder salvar a mi Chips!
La voz estuvo a punto de quebrársele.
—Y si por ello tengo que ser odiado y apartado de mi propia Villa… ¡Que así sea! Para mi habrá merecido la pena.
Joder… ¡Grande, Datsue, GRANDE! ¡Genio y figura, eso es lo que eres! Por Amateratsu, casi me creo mi propia mentira de lo bien que actué. Fiuuu… Qué bueno, joder. Debería dedicarme al teatro y no a esta mierda de trabajo. Seguro que haría un buen papel.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado