27/04/2016, 22:21
Y de repente, un fuerte golpe contra algo más duro que su propia frente resonó e hizo saltar todas las alarmas que tuviera el shinobi. Reconoció un rostro y rapidamente le soltó un derechazo en la mejilla. Sin embargo, el contacto de su puño no era el tipico de cuando golpeas algo de carne y hueso, era como golpear hueso directamente.
Pasado aquel instante lleno de hostias y reacciones instintivas, Nabi repasó con la mirada el cuerpo con el que habia chocado. Una chica de su edad más o menos aunque era dificil saberlo, pues era escualida y apenas parecia haberse desarrollado más que una niña de diez años. Desde luego la ropa que llevaba era de adolescente, enseñando más carne que una carniceria, pero con esa especie de calavera cubriendola no hacia más que sumar puntos a la sospecha de que en verdad solo era una niña descarriada.
Vio la bandana de Taki en la cintura y la verdad es que ahí ya no supo ni qué pensar. Aunque los hechos se amontonaron de golpe encima de su conciencia, habia golpeado a una kunoichi que habia empezado a disculparse en plena calle. Bueno, estaba con los nervios a flor de piel, demasiado movimiento por los alrededores para que cualquier shinobi que se precie pueda estar relajado, la tensión constante en la que vivia se habia doblado o incluso triplicado. Si se hubiera chocado con su kage igual le hubiera soltado la misma replica que a aquella pobre muchacha.
— Disculpame, no estaba mirando y al sentir el golpe reaccioné por puros instintos
Le ofreció la mano para ayudarla a levantarse, esperaba que eso fuera suficiente y que fuera menos niña de lo que parecia y no se pusiera a armar escandalo. Su rostro seguia tan serio como siempre, lo cual podria influir a que la chica no le tomara en serio y se pensara que la estaba vacilando. A decir verdad, ni siquiera sabia qué le habia dicho la kunoichi antes de que le arreara aquel derechazo. Sus ojos oscuros se clavaron en los de la pelirroja cuyo tono rojizo hizo que se alarmara, en principio habia buscado los orbes de la joven para asegurarse de que no le iba a devolver el golpe y poder avanzarse si la veia enfadada o molesta, pero aquel color... no era normal.
— Nada bueno sale de unos ojos rojos. Probado experimentalmente.
Durante un breve instante frunció el ceño, lo que tardó en volver a poner los pies en la tierra y racionalizar la situación, que acababa de zurrarle a una genin de otra villa en medio de la calle. No era el sitio ni el lugar para sospechar por el color de los ojos de la victima. Despues volvió a su rostro serio habitual.
Pasado aquel instante lleno de hostias y reacciones instintivas, Nabi repasó con la mirada el cuerpo con el que habia chocado. Una chica de su edad más o menos aunque era dificil saberlo, pues era escualida y apenas parecia haberse desarrollado más que una niña de diez años. Desde luego la ropa que llevaba era de adolescente, enseñando más carne que una carniceria, pero con esa especie de calavera cubriendola no hacia más que sumar puntos a la sospecha de que en verdad solo era una niña descarriada.
Vio la bandana de Taki en la cintura y la verdad es que ahí ya no supo ni qué pensar. Aunque los hechos se amontonaron de golpe encima de su conciencia, habia golpeado a una kunoichi que habia empezado a disculparse en plena calle. Bueno, estaba con los nervios a flor de piel, demasiado movimiento por los alrededores para que cualquier shinobi que se precie pueda estar relajado, la tensión constante en la que vivia se habia doblado o incluso triplicado. Si se hubiera chocado con su kage igual le hubiera soltado la misma replica que a aquella pobre muchacha.
— Disculpame, no estaba mirando y al sentir el golpe reaccioné por puros instintos
Le ofreció la mano para ayudarla a levantarse, esperaba que eso fuera suficiente y que fuera menos niña de lo que parecia y no se pusiera a armar escandalo. Su rostro seguia tan serio como siempre, lo cual podria influir a que la chica no le tomara en serio y se pensara que la estaba vacilando. A decir verdad, ni siquiera sabia qué le habia dicho la kunoichi antes de que le arreara aquel derechazo. Sus ojos oscuros se clavaron en los de la pelirroja cuyo tono rojizo hizo que se alarmara, en principio habia buscado los orbes de la joven para asegurarse de que no le iba a devolver el golpe y poder avanzarse si la veia enfadada o molesta, pero aquel color... no era normal.
— Nada bueno sale de unos ojos rojos. Probado experimentalmente.
Durante un breve instante frunció el ceño, lo que tardó en volver a poner los pies en la tierra y racionalizar la situación, que acababa de zurrarle a una genin de otra villa en medio de la calle. No era el sitio ni el lugar para sospechar por el color de los ojos de la victima. Despues volvió a su rostro serio habitual.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)