28/04/2016, 01:37
Al menos una docena de personas inundaba la taberna de Yoshi. Sin embargo, al contrario de lo que venía siendo habitual, nadie estaba con un jarro de cerveza o un vaso de sake entre las manos. Al contrario, permanecían de pie y con rostro serio mientras escuchaban lo que una mujer decía, interrumpiéndola de vez en cuando con algún comentario breve. Karamaru la reconoció en seguida: era Aiko, la chica que había avisado del asesinato la noche pasada. También vio a Yoshi y su esposa junto a la barra.
En cuanto la multitud oyó a Karamaru bajando por las escaleras, todos los ojos se volvieron hacia él.
—¿Tú eres Datsue, el shinobi de Takigakure? —preguntó un hombre, delgado y bajito, de cabellera negra y corta y ojos saltones.
—¿Qué...? —soltó Noemi, perezosa, mientras levantaba su torso con la ayuda de ambos brazos--No quiero…
La extensa melena de Noemi cayó a ambos lados del rostro de Datsue, como cortinas doradas que limitaban su visión y le invitan a mirar a un solo punto: los suaves y enormes pechos que colgaban en el aire a escasos centímetros de su rostro, desbordando un sujetador que parecía estar a punto de estallar por el peso.
Podría decirse que Datsue ya estaba acostumbrado a aquella visión. Podría decirse que su cuerpo ya no reaccionaba de la misma forma: con la misma excitación de un pájaro al ser liberado por primera vez de su jaula. Podrían decirse muchas cosas y, como tantas otras, serían mentira.
—Sueño —soltó de pronto, echándose a un lado, boca arriba. No fue hasta aquel momento en que el Uchiha se dio cuenta de cuánto anhelaba el contacto con Noemi.
Por otra parte, sus músculos no opinaban lo mismo. Con el cuerpo dolorido por permanecer toda la noche en la misma posición, se incorporó en la cama y apoyó la espalda contra la cabecera, estirando cada músculo de su cuerpo mientras emitía un prologando bostezo.
Luego, rebuscó entre las sábanas hasta encontrar la goma de pelo que había tirado por la noche, rehaciendo nuevamente su habitual moño en la parte posterior de la cabeza.
Todo esto mientras su mente no paraba de pensar, dándole vueltas una y otra vez al mismo tema. Al mayor problema que había en aquellos instantes en aquel pueblo alejado y recóndito: ¿cuál debía ser su próximo paso con Noemi?
Apenas había dormido en toda la noche por culpa de aquella pregunta sin respuesta. Primero, se había arrepentido por no haber estado ágil, pícaro, cómo el creía que era, cuando Noemi le había besado. En lugar de hacer un comentario con chispa o devolverle el beso, se había quedado como una estatua, acobardado, en blanco. Después, tras horas de auto-recriminación, trató de hallar la mejor frase con la que empezar el día.
Pero no la encontraba. Sencillamente, toda su inspiración se había esfumado.
—No tenemos porqué levantarnos todavía —sugirió Datsue, bostezando de nuevo. Luego volvió a recostarse en la cama—. Total, no creo que el asesino escape a ninguna parte, ¿no? —aventuró, sin estar del todo convencido. De hecho, en realidad era del todo contraproducente. Cuanto más tiempo le diesen al asesino para pensar y planear su reacción, más difícil lo tendrían para averiguar quién era el culpable. Al menos, eso era lo que creía Datsue, pero poco le importaba en aquellos instantes—. ¿Qué tal has dormido? —preguntó, cubriéndose nuevamente con las mantas.
En cuanto la multitud oyó a Karamaru bajando por las escaleras, todos los ojos se volvieron hacia él.
—¿Tú eres Datsue, el shinobi de Takigakure? —preguntó un hombre, delgado y bajito, de cabellera negra y corta y ojos saltones.
***
—¿Qué...? —soltó Noemi, perezosa, mientras levantaba su torso con la ayuda de ambos brazos--No quiero…
La extensa melena de Noemi cayó a ambos lados del rostro de Datsue, como cortinas doradas que limitaban su visión y le invitan a mirar a un solo punto: los suaves y enormes pechos que colgaban en el aire a escasos centímetros de su rostro, desbordando un sujetador que parecía estar a punto de estallar por el peso.
Podría decirse que Datsue ya estaba acostumbrado a aquella visión. Podría decirse que su cuerpo ya no reaccionaba de la misma forma: con la misma excitación de un pájaro al ser liberado por primera vez de su jaula. Podrían decirse muchas cosas y, como tantas otras, serían mentira.
—Sueño —soltó de pronto, echándose a un lado, boca arriba. No fue hasta aquel momento en que el Uchiha se dio cuenta de cuánto anhelaba el contacto con Noemi.
Por otra parte, sus músculos no opinaban lo mismo. Con el cuerpo dolorido por permanecer toda la noche en la misma posición, se incorporó en la cama y apoyó la espalda contra la cabecera, estirando cada músculo de su cuerpo mientras emitía un prologando bostezo.
Luego, rebuscó entre las sábanas hasta encontrar la goma de pelo que había tirado por la noche, rehaciendo nuevamente su habitual moño en la parte posterior de la cabeza.
Todo esto mientras su mente no paraba de pensar, dándole vueltas una y otra vez al mismo tema. Al mayor problema que había en aquellos instantes en aquel pueblo alejado y recóndito: ¿cuál debía ser su próximo paso con Noemi?
Apenas había dormido en toda la noche por culpa de aquella pregunta sin respuesta. Primero, se había arrepentido por no haber estado ágil, pícaro, cómo el creía que era, cuando Noemi le había besado. En lugar de hacer un comentario con chispa o devolverle el beso, se había quedado como una estatua, acobardado, en blanco. Después, tras horas de auto-recriminación, trató de hallar la mejor frase con la que empezar el día.
Pero no la encontraba. Sencillamente, toda su inspiración se había esfumado.
—No tenemos porqué levantarnos todavía —sugirió Datsue, bostezando de nuevo. Luego volvió a recostarse en la cama—. Total, no creo que el asesino escape a ninguna parte, ¿no? —aventuró, sin estar del todo convencido. De hecho, en realidad era del todo contraproducente. Cuanto más tiempo le diesen al asesino para pensar y planear su reacción, más difícil lo tendrían para averiguar quién era el culpable. Al menos, eso era lo que creía Datsue, pero poco le importaba en aquellos instantes—. ¿Qué tal has dormido? —preguntó, cubriéndose nuevamente con las mantas.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado