5/05/2016, 03:40
Todo estaba dicho, a pesar de las dudas que aún existían no podían darse el lujo de perder el tiempo, debían detener la amenaza de plaga cuanto antes. Tatsuya creía recordar que el área del claro no era demasiado grande, así que aún tenían tiempo suficiente antes de que se extendiera. El método de contención se le hizo un poco raro, el no tenía conocimiento alguno sobre fuinjutsu pero parecía que no lo necesitaría, pues al parecer habían dejado todo preparado en caso de que se repitiera la historia y no se necesitaría de alguien especializado.
-Yo también me encargaré de resguardarlo- Volteó a ver a Kazuma con una mirada confiada, no iba a dejar que él de Uzushio hiciera todo el trabajo.
Su trabajo ahora era prepararse para partir al día siguiente, se sentía motivado por alguna razón, estaba deseoso de poder colaborar con su granito de arena en esta causa. Aunque el hecho de tener que volver al hostil bosque de hongos le desanimaba un poco, pero no podía quejarse, era necesario.Tomó al jabato y se dispuso a salir de la choza del micólogo esperando que Kazuma también lo siguiese. Tenía sus dudas al respecto de en que consistía una "barrera".
-Kazuma-san, ¿tú sabes cómo funciona exactamente un fuinjutsu?- El de Taki sólo tenía una idea general sobre su funcionamiento, lo básico que debería saber cualquier ninja. -No conozco a profundidad sobre el tema-
Mientras regresaban al pueblo Tatsuya empezó a sentir hambre de nuevo, esperaba poder almorzar y de paso tomar una buena siesta, aún se sentía fatigado por la fiesta y lo mejor era reponerse para poder estar a su cien por ciento cuando salieran en la mañana rumbo al bosque. El pequeño Shibō por su parte lucía mas sano y examinaba todo a su alrededor con gran curiosidad.
Al volver a la aldea Tatsuya pudo notar que el ambiente era diferente, no era el triste pueblo al que había venido originalmente. Los lugareños parecían haber recuperado los ánimos, era cuestión de tiempo para que pudieran volver a su habitual cosecha de hongos. Pero antes de eso los shinobis debían asegurarse de fuese totalmente seguro. No tardaron en llegar de nuevo al hostal donde se habían alojado, ahora que lo miraba parecía tener más adornos que antes.
-Pues bien, tendremos que esperar hasta mañana, por ahora lo mejor será que descansemos- Respiró profundo antes de continuar. -Entonces nos vemos mañana cuando estemos listos- Hizo una reverencia para despedirse y luego se marchó a sus aposentos.
"Ese misterioso ninja... Podría ser una amenaza" No podía sacarse ese pensamiento de la cabeza.
-Yo también me encargaré de resguardarlo- Volteó a ver a Kazuma con una mirada confiada, no iba a dejar que él de Uzushio hiciera todo el trabajo.
Su trabajo ahora era prepararse para partir al día siguiente, se sentía motivado por alguna razón, estaba deseoso de poder colaborar con su granito de arena en esta causa. Aunque el hecho de tener que volver al hostil bosque de hongos le desanimaba un poco, pero no podía quejarse, era necesario.Tomó al jabato y se dispuso a salir de la choza del micólogo esperando que Kazuma también lo siguiese. Tenía sus dudas al respecto de en que consistía una "barrera".
-Kazuma-san, ¿tú sabes cómo funciona exactamente un fuinjutsu?- El de Taki sólo tenía una idea general sobre su funcionamiento, lo básico que debería saber cualquier ninja. -No conozco a profundidad sobre el tema-
Mientras regresaban al pueblo Tatsuya empezó a sentir hambre de nuevo, esperaba poder almorzar y de paso tomar una buena siesta, aún se sentía fatigado por la fiesta y lo mejor era reponerse para poder estar a su cien por ciento cuando salieran en la mañana rumbo al bosque. El pequeño Shibō por su parte lucía mas sano y examinaba todo a su alrededor con gran curiosidad.
Al volver a la aldea Tatsuya pudo notar que el ambiente era diferente, no era el triste pueblo al que había venido originalmente. Los lugareños parecían haber recuperado los ánimos, era cuestión de tiempo para que pudieran volver a su habitual cosecha de hongos. Pero antes de eso los shinobis debían asegurarse de fuese totalmente seguro. No tardaron en llegar de nuevo al hostal donde se habían alojado, ahora que lo miraba parecía tener más adornos que antes.
-Pues bien, tendremos que esperar hasta mañana, por ahora lo mejor será que descansemos- Respiró profundo antes de continuar. -Entonces nos vemos mañana cuando estemos listos- Hizo una reverencia para despedirse y luego se marchó a sus aposentos.
"Ese misterioso ninja... Podría ser una amenaza" No podía sacarse ese pensamiento de la cabeza.