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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#21
Sí, es un chico pacífico e inocente, que lleva siempre a rastras un látigo consigo —dijo, con una sonrisa que lejos estaba de la ironía, sino más bien de la melancolía—. Quizá Juro no estaba destinado a esta vida, pero… Alguien le hizo cambiar, supongo.

»Aunque no lo parezca, tiene un fuerte deseos de explorar, de progresar. El me pidió participar en el torneo por su propia cuenta —explicó, exhalando un hondo suspiro—. Ha salido a su madre.


Parece que tienen una buena relación de hermanos. —Le dirigió una cálida sonrisa a Katsue.

Naomi miro hacia el cielo, apreciando aquel azul con manchones blancos y esponjosos. Hacía bastante tiempo que tenía deseos de hablar con alguno de los compañeros de sus protegidos y conocerlos. Deseaba saber quiénes eran esas personas a las cuales el joven de cabello blanco consideraba como sus colegas e incluso como sus amigos, en aquel momento suponía que hablar con su homólogo era una oportunidad imperdible.

De hecho, me da un poco de celos... —admitió de repente, bajando su mirada hacia donde estaban ambos muchachos—. Siempre he querido tener una relación así de cercana con mi señor, que me llegara a considerar como una hermana en la que pudiese apoyarse y con la cual pudiese contar.

La joven de ojos color ciruela cruzó sus manos sobre su regazo y las frotó una sobre otra, como quien habla sobre algo en lo ha fracasado o en lo que no le va muy bien.
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Kazuma no podía evitar sentirse emocionado ante la forma en que su compañero relataba lo sucedido, después de todo era un aficionado a las historias anecdótica. Además, aquel ambiente apacible y cálido resultaba perfecto para conversar.

Por lo escuchado se podía notar que ambos genins habían comenzado con calma; examinaron visualmente el entorno en donde combatirían, luego se colocaron en posición y después de evaluarse el uno al otro, hicieron el sello de reconciliación que anunciaba el inicio de la lucha.

El primer movimiento fue del Eikyu, quien en vista de la considerable distancia que les separaba decidió tantear la capacidad de respuesta de la chica de ame. Su oponente lo evito y contestó con su propia estrella metálica que terminó por volar hacia la nada, pues Juro ya estaba moviéndose en busca de alguna posición que le fuera favorable. Al final se decanto por ocultar su presencia tras un de los pilares, pero fue entonces cuando vio que una de las armas arrojadizas tenía en su sombra una copia idéntica que le acompañó volando hasta perderse de vista.

¡Guau! —Dejó escapar un poco de aquella sensación de asombro—. Parece que ambos se estaban moviendo con bastante cautela. —Lo cual contrastaba mucho con su propio y usual estilo descuidado.
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RE: Las guardianas del sosiego - por Hanamura Kazuma - 8/05/2016, 23:21


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