9/05/2016, 16:17
Naomi escuchó todo cuanto Katsue le dijo, algo que parecía estar dentro de su carácter apacible y tranquilizador. Esa chica tenía algo que simplemente relajaba con solo mirarla.
—Parece que tienen una buena relación de hermanos. —dijo, dirigiendole una cálida sonrisa.
— Bueno... — bufó Katsue, poniéndose roja durante unos instantes.
No es que no fuese verdad. Simplemente no estaba en su caracter admitir tan abiertamente el cariño hacia una persona, tenía orgullo.
Siempre he querido tener una relación así de cercana con mi señor, que me llegara a considerar como una hermana en la que pudiese apoyarse y con la cual pudiese contar.
La joven puso la vista en el suelo, como si estuviese avergonzada. Katsue trató de buscar las palabras adecuadas para expresarse sin empeorarlo aun más. La falta de tacto también le caracterizaba.
— Bueno, no soy muy dada a destacar relaciones personales de los demás, pero creo que no vas tan mal. Apuesto lo que sea a que has estado la mayor parte del tiempo en el hospital, pendiente de él — dijo entonces, tratando de tranquilizarla — He visto como le reprendías antes, tan sigilosamente. Te comportas como una verdadera hermana mayor.
Katsue sonrió un poco. Lo último había sido mitad en broma mitad en serio. La forma de castigo decía mucho de las personas, pero también indicaba un grado de confianza.
— ¿Cuanto tiempo llevas cuidandole? — preguntó Katsue, más curiosa, acerca de la relación entre la chica que tenía delante y el amigo de su hermano.
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—¡Guau! —Kazuma exhaló un suspiro de asombro, quizá motivado por todo lo que Juro contaba—. Parece que ambos se estaban moviendo con bastante cautela.
— Si, Ayame era igual de precavida que yo, tuve suerte de ser cauteloso— Asintió Juro, conforme.
Después se recostó nuevamente en la butaca, tratando de re ordenar los hechos. La verdad es que la pelea tampoco había sido muy larga, pero no había prisa por contarla. Kazuma lo quería detalle a detalle...
— Bueno, a lo que iba — carraspeó un poco, listo para continuar — Cuando me escondí en el pilar, pensé en aprovechar, ya que mi rival no podía verme. Así que hice un clon, el ninjutsu más básico que hay, y lo envié al centro, haciendose pasar por mi. Es entonces cuando ella saltó del centro del pilar y se lanzó, con el puño en alto, a por mi clon.
Juro dejó una breve pausa. No tenía que carraspear, ni aclarar la garganta, ni beber agua. Lo había hecho simplemente por el disfrute de dejar que pasase el tiempo un poco más.
— Antes de que aterrizase, formulé los sellos y ejecuté una técnica básica de futon para lanzarla a ella y al cebo, oculto desde el pilar. Ya sabes que técnica, la que use en el entrenamiento. La que alimentó la bola de fuego que casi te calcina — comentó, sin pensar que eso le pudiera molestar — Pero en ese momento, ambos estallaron en una nube de humo, y un potente chorro de agua me estalló en la cara. Ayame se reveló, escondida tras el pilar, habiendo hecho mi misma jugada...
—Parece que tienen una buena relación de hermanos. —dijo, dirigiendole una cálida sonrisa.
— Bueno... — bufó Katsue, poniéndose roja durante unos instantes.
No es que no fuese verdad. Simplemente no estaba en su caracter admitir tan abiertamente el cariño hacia una persona, tenía orgullo.
Siempre he querido tener una relación así de cercana con mi señor, que me llegara a considerar como una hermana en la que pudiese apoyarse y con la cual pudiese contar.
La joven puso la vista en el suelo, como si estuviese avergonzada. Katsue trató de buscar las palabras adecuadas para expresarse sin empeorarlo aun más. La falta de tacto también le caracterizaba.
— Bueno, no soy muy dada a destacar relaciones personales de los demás, pero creo que no vas tan mal. Apuesto lo que sea a que has estado la mayor parte del tiempo en el hospital, pendiente de él — dijo entonces, tratando de tranquilizarla — He visto como le reprendías antes, tan sigilosamente. Te comportas como una verdadera hermana mayor.
Katsue sonrió un poco. Lo último había sido mitad en broma mitad en serio. La forma de castigo decía mucho de las personas, pero también indicaba un grado de confianza.
— ¿Cuanto tiempo llevas cuidandole? — preguntó Katsue, más curiosa, acerca de la relación entre la chica que tenía delante y el amigo de su hermano.
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—¡Guau! —Kazuma exhaló un suspiro de asombro, quizá motivado por todo lo que Juro contaba—. Parece que ambos se estaban moviendo con bastante cautela.
— Si, Ayame era igual de precavida que yo, tuve suerte de ser cauteloso— Asintió Juro, conforme.
Después se recostó nuevamente en la butaca, tratando de re ordenar los hechos. La verdad es que la pelea tampoco había sido muy larga, pero no había prisa por contarla. Kazuma lo quería detalle a detalle...
— Bueno, a lo que iba — carraspeó un poco, listo para continuar — Cuando me escondí en el pilar, pensé en aprovechar, ya que mi rival no podía verme. Así que hice un clon, el ninjutsu más básico que hay, y lo envié al centro, haciendose pasar por mi. Es entonces cuando ella saltó del centro del pilar y se lanzó, con el puño en alto, a por mi clon.
Juro dejó una breve pausa. No tenía que carraspear, ni aclarar la garganta, ni beber agua. Lo había hecho simplemente por el disfrute de dejar que pasase el tiempo un poco más.
— Antes de que aterrizase, formulé los sellos y ejecuté una técnica básica de futon para lanzarla a ella y al cebo, oculto desde el pilar. Ya sabes que técnica, la que use en el entrenamiento. La que alimentó la bola de fuego que casi te calcina — comentó, sin pensar que eso le pudiera molestar — Pero en ese momento, ambos estallaron en una nube de humo, y un potente chorro de agua me estalló en la cara. Ayame se reveló, escondida tras el pilar, habiendo hecho mi misma jugada...