10/05/2016, 22:32
Como si el tiempo se detuviese, hasta la chica que tenía delante mostró una nostalgia superior a sus fuerzas. El tiempo pasaba para todos, pensó Katsue, conteniendo una sonrisa ironica.
—Se siente como si hubiese sido hace muchos años que nos conocimos —contestó, tras exhalar un hondo suspiro—. En aquel entonces yo solo era una chica que tuvo que abandonar la academia para trabajar como una simple criada y él era un inadaptado muchachito huérfano que vivía en las calles.
Asintió, con solemnidad. Cuando la palabra "huerfano" entró en su canal auditivo, se puso aun más seria de lo que ya estaba. Katsue ya había podido suponer que algo raro pasaba en su famiilia, no era idiota. El hecho de tener una "guardiana", y de que no fuesen sus padres los que estuvieran por ahí ya la había hecho sospechar.
Recordó levemente a sus padres, vivos, y muertos. Se estremeció. No tenían que recordarle una experiencia como esa, de eso estaba más que segura.
— Lamento oírlo, se lo desagradable que puede ser algo así... — dijo al final, tras respirar y dejar un pequeño silencio, hasta articular la pregunta que resonaba en su cabeza — ¿Le has estado cuidando tu sola desde entonces?
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Tras escuchar todo el discurso largo y pausado, de forma intencionada, Kazuma respiro profundamente. Quizá Juro se estaba pasando con la tensión, quién sabe, podría estar mal del corazón por las secuelas del golpe de Eri, y darle un infarto de un momento a otro.
—Cielos —dijo por fin, haciendo que Juro se olvidase de sus preocupaciones anteriores—, parece que fue donde dejaron de tantearse y comenzaron a ponerse serios.
Juro asintió, con una sonrisa. No supo muy bien por qué, pero le hizo mucha gracia su comentario. Tras ello, retomó otra vez la conversación. Una narración pausada se estaba haciendo tediosa. Menos mal que ya quedaba poco.
— Yo recibí el golpe, y Ayame se alzó triunfante, en el primer asalto de nuestro combate. Tras eso, me levante y ejecuté varios bunshins. Mi estrategia no era otra más que mandarlos a estallar cerca de Ayame, para generar una cortina de humo y atacarla desde la distancia. Sin embargo, ella no se quedo quieta, y se lanzó directamente a por mi, mientras yo me mantenía apoyado con chakra en el suelo del pilar - la situación se volvía más engorrosa de explicar, y cada vez le costaba más transmitir todas las emociones, pero hizo un esfuerzo - En ese momento, el público se alzó, sorprendido. Yo no supe que pasaba, pero salté en el último momento en que se acercaba al pilar, para situarme detrás suyo.
» Tras eso, vi como en lugar del pálido y sencillo brazo derecho que había tenido en toda la pelea, se había transformado en un brazo grotesco lleno de musculos. Ella había golpeado el pilar con ese brazo, haciendo una gran abolladura, pero quedándose atascada en él - Juro recordaba ese brazo. Después de todo, había acabado con él así - Así que aprovechando el momento, ejecute la técnica anterior y la golpee, lanzandola varios metros hacia atrás.
—Se siente como si hubiese sido hace muchos años que nos conocimos —contestó, tras exhalar un hondo suspiro—. En aquel entonces yo solo era una chica que tuvo que abandonar la academia para trabajar como una simple criada y él era un inadaptado muchachito huérfano que vivía en las calles.
Asintió, con solemnidad. Cuando la palabra "huerfano" entró en su canal auditivo, se puso aun más seria de lo que ya estaba. Katsue ya había podido suponer que algo raro pasaba en su famiilia, no era idiota. El hecho de tener una "guardiana", y de que no fuesen sus padres los que estuvieran por ahí ya la había hecho sospechar.
Recordó levemente a sus padres, vivos, y muertos. Se estremeció. No tenían que recordarle una experiencia como esa, de eso estaba más que segura.
— Lamento oírlo, se lo desagradable que puede ser algo así... — dijo al final, tras respirar y dejar un pequeño silencio, hasta articular la pregunta que resonaba en su cabeza — ¿Le has estado cuidando tu sola desde entonces?
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Tras escuchar todo el discurso largo y pausado, de forma intencionada, Kazuma respiro profundamente. Quizá Juro se estaba pasando con la tensión, quién sabe, podría estar mal del corazón por las secuelas del golpe de Eri, y darle un infarto de un momento a otro.
—Cielos —dijo por fin, haciendo que Juro se olvidase de sus preocupaciones anteriores—, parece que fue donde dejaron de tantearse y comenzaron a ponerse serios.
Juro asintió, con una sonrisa. No supo muy bien por qué, pero le hizo mucha gracia su comentario. Tras ello, retomó otra vez la conversación. Una narración pausada se estaba haciendo tediosa. Menos mal que ya quedaba poco.
— Yo recibí el golpe, y Ayame se alzó triunfante, en el primer asalto de nuestro combate. Tras eso, me levante y ejecuté varios bunshins. Mi estrategia no era otra más que mandarlos a estallar cerca de Ayame, para generar una cortina de humo y atacarla desde la distancia. Sin embargo, ella no se quedo quieta, y se lanzó directamente a por mi, mientras yo me mantenía apoyado con chakra en el suelo del pilar - la situación se volvía más engorrosa de explicar, y cada vez le costaba más transmitir todas las emociones, pero hizo un esfuerzo - En ese momento, el público se alzó, sorprendido. Yo no supe que pasaba, pero salté en el último momento en que se acercaba al pilar, para situarme detrás suyo.
» Tras eso, vi como en lugar del pálido y sencillo brazo derecho que había tenido en toda la pelea, se había transformado en un brazo grotesco lleno de musculos. Ella había golpeado el pilar con ese brazo, haciendo una gran abolladura, pero quedándose atascada en él - Juro recordaba ese brazo. Después de todo, había acabado con él así - Así que aprovechando el momento, ejecute la técnica anterior y la golpee, lanzandola varios metros hacia atrás.