16/05/2015, 00:09
Como se con ella no fuese la cosa, Senju Naomi no se inmutaba ni un solo ápice. Sus dos retoños iban lanzando sendas indirectas pero la mujer, atareada con sus bollitos, seguía trabajando y no abrió la boca. Y no lo iba a hacer. Llené por última vez aquel vaso de zumo e naranja y me lo bebí de un sorbo mientras Kota terminaba con su almuerzo y ambos teorizábamos sobre como iría aquella soleada mañana.
*Joder, no va a soltar prenda..*
-Mucho me temo que tendremos que descubrirlo cuando llegue el momento- Me recosté en la silla, algo pensativo y mirando al techo mientras Kota terminaba -¡Es un examen! Por supuesto que será un reto, pero no lo voy a suspender ¡Más te vale que tu tampoco lo hagas-
Ambos nos levantamos de nuestros asientos, con los nervios a flor de piel y mientras mi hermano hacia algún que otro saltito estúpido, yo ya me encontraba en la puerta, con las llaves de casa en la mano esperando a que terminase con ritual. En cuanto se acercó, alcé la mano hacia mamá, agitandola a modo de despedida.
-¡Cuando volvamos serás la primera en ver mi bandana!- dije.
Por supuesto, ella sabía que aquello significaba que partíamos, ladeó el rostro y esbozó una sonrisa la cual dedicó a ambos, echando una rápida ojeada a sus dos niños, cada vez más entrados en la madurez. Los pasos se sucedieron, y en apenas instantes los dos pequeños Uchihas, descendientes de Uchihas y Senjus, salieron a la calle dispuestos a enfrentar una nueva prueba de talento, con el único objetivo de demostrar que en cuanto al campo de los ninjas se refieren, estaban listos para volar en solitario. Aunque todo el que los conociese sabía que aquellos dos muchachos, blanco y negro, iban a hacerlo de la mano, no concebían nada que los separase, ni siquiera aquel examen que estaban a punto de enfrentar.
-Lo que más me cabrea es todo este puto secretismos...- hice una pausa para girar la cabeza y mostrarle mis ojos negros -Y que papá saqué pecho de sus dos hijitos, ¡Eso me provoca una maldita úlcera!-
*Y alguna que otra jodida nausea..*
El camino lo teníamos muy claro y los dojos donde se iba a realizar el gran evento y donde siempre entrenábamos estaba cerca, solo nos llevaría unos 10 minutos andando. Metí las manos en mis bolsillos y emití un suspiro con suma pesadez mientras, apenas sin levantar mis pies iba levantando una tenue cortina de humo de polvo.
*Joder, no va a soltar prenda..*
-Mucho me temo que tendremos que descubrirlo cuando llegue el momento- Me recosté en la silla, algo pensativo y mirando al techo mientras Kota terminaba -¡Es un examen! Por supuesto que será un reto, pero no lo voy a suspender ¡Más te vale que tu tampoco lo hagas-
Ambos nos levantamos de nuestros asientos, con los nervios a flor de piel y mientras mi hermano hacia algún que otro saltito estúpido, yo ya me encontraba en la puerta, con las llaves de casa en la mano esperando a que terminase con ritual. En cuanto se acercó, alcé la mano hacia mamá, agitandola a modo de despedida.
-¡Cuando volvamos serás la primera en ver mi bandana!- dije.
Por supuesto, ella sabía que aquello significaba que partíamos, ladeó el rostro y esbozó una sonrisa la cual dedicó a ambos, echando una rápida ojeada a sus dos niños, cada vez más entrados en la madurez. Los pasos se sucedieron, y en apenas instantes los dos pequeños Uchihas, descendientes de Uchihas y Senjus, salieron a la calle dispuestos a enfrentar una nueva prueba de talento, con el único objetivo de demostrar que en cuanto al campo de los ninjas se refieren, estaban listos para volar en solitario. Aunque todo el que los conociese sabía que aquellos dos muchachos, blanco y negro, iban a hacerlo de la mano, no concebían nada que los separase, ni siquiera aquel examen que estaban a punto de enfrentar.
-Lo que más me cabrea es todo este puto secretismos...- hice una pausa para girar la cabeza y mostrarle mis ojos negros -Y que papá saqué pecho de sus dos hijitos, ¡Eso me provoca una maldita úlcera!-
*Y alguna que otra jodida nausea..*
El camino lo teníamos muy claro y los dojos donde se iba a realizar el gran evento y donde siempre entrenábamos estaba cerca, solo nos llevaría unos 10 minutos andando. Metí las manos en mis bolsillos y emití un suspiro con suma pesadez mientras, apenas sin levantar mis pies iba levantando una tenue cortina de humo de polvo.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa