14/05/2016, 18:04
El rubió le advirtió que sería la última vez que confiaría en él, de repente Tatsuya sintió cómo el peso se iba de su espalda y sus brazos quedaban libres de toda atadura. Se incorporó poco a poco mientras sacudía la cabeza aunque no se puso de pie de un sólo, primero se sentó y se frotó la nariz para comprobar que no se le había roto el tabique por el estrellón que se dió al caer. Afortunadamente parecía que se había lastimado más de lo que ya estaba, escuchó como el rubio le ofrecía acompañarlo, pero al levantar la mirada y ver directamente esos ojos rojos sintió un malestar que hace mucho no experimentaba.
-¿Porqué me ves así?- Aunque su rostro estaba sereno sus ojos se mostraban al borde del llanto. -Yo no te he hecho nada...- Dijo cabizbajo pero sin dejar de hacer contacto visual.
No era la primera vez que recibía una mirada reprobatoria de esa manera, era la misma mirada que Hei le mostró aquella noche bajo el Árbol Sagrado. Talvez los motivos por los cuales el de Uzushio lo veía de esa forma eran diferentes pero le causaban el mismo efecto, tristeza. Tatsuya puede soportar la indiferencia que le muestra la gente, pero no que lo desprecien. No había motivo por el cual el tuviera que quedar bien ante él, pero aún así se iba a deprimir si no lo intentaba. Poco a poco se puso en pie, aunque el dolor de cabeza le hizo llevarse la mano a la sien.
-Eto... No recuerdo cómo terminé aquí- Miró a todos lados y se dió cuenta que estaba perdido. -¿Tan ebrio estoy?- Dijo mientras se pasaba la mano por la mandíbula a causa del dolor, sólo para luego mirar con extrañeza su extremidad al percatarse que estaba sangrando.
Empezaba a tomar conciencia de lo ocurrido, su padre lo había golpeado tan fuerte que casi le rompe la cara y él huyó de aquel sitio sn rumbo fijo escapando de todo el sermón. De ser así no podía volver cómo si nada, además que no lo deseaba, ahora que tenía un golpetazo encima de la cabeza cortesía del borracho loco su padre le exigiría explicaciones y todo volvería a empezar. Tatsuya negó varias veces con la cabeza mirando al ninja cuyo nombre aún no sabía. Ahora más que triste estaba asustado por el regaño que le iba a caer.
-¡No puedo regresar!- Dijo exaltado y con los ojos bien abiertos. -Huí de ahí y no pienso volver- Afirmó aunque el rubio no entendiera de que estaba hablando.
Con la mano se cubrió parte del rostro levantándose además el fleco con una gran cara de preocupación. "Mierda, ¿ahora que haré?". Entre tanto el samurai que los habia estado observando hasta ahora decidió hacer caso omiso a lo ocurrido, suspirando y encogiéndose de hombros mientras se iba a patrullar a otra zona, no le interesaba ya lo que ocurriera en esos lares.
-Con suerte podré arrestar a algún ladrón en otro lado, quizás si voy a...- Pensaba en voz alta mintras se marchaba.
-¿Porqué me ves así?- Aunque su rostro estaba sereno sus ojos se mostraban al borde del llanto. -Yo no te he hecho nada...- Dijo cabizbajo pero sin dejar de hacer contacto visual.
No era la primera vez que recibía una mirada reprobatoria de esa manera, era la misma mirada que Hei le mostró aquella noche bajo el Árbol Sagrado. Talvez los motivos por los cuales el de Uzushio lo veía de esa forma eran diferentes pero le causaban el mismo efecto, tristeza. Tatsuya puede soportar la indiferencia que le muestra la gente, pero no que lo desprecien. No había motivo por el cual el tuviera que quedar bien ante él, pero aún así se iba a deprimir si no lo intentaba. Poco a poco se puso en pie, aunque el dolor de cabeza le hizo llevarse la mano a la sien.
-Eto... No recuerdo cómo terminé aquí- Miró a todos lados y se dió cuenta que estaba perdido. -¿Tan ebrio estoy?- Dijo mientras se pasaba la mano por la mandíbula a causa del dolor, sólo para luego mirar con extrañeza su extremidad al percatarse que estaba sangrando.
Empezaba a tomar conciencia de lo ocurrido, su padre lo había golpeado tan fuerte que casi le rompe la cara y él huyó de aquel sitio sn rumbo fijo escapando de todo el sermón. De ser así no podía volver cómo si nada, además que no lo deseaba, ahora que tenía un golpetazo encima de la cabeza cortesía del borracho loco su padre le exigiría explicaciones y todo volvería a empezar. Tatsuya negó varias veces con la cabeza mirando al ninja cuyo nombre aún no sabía. Ahora más que triste estaba asustado por el regaño que le iba a caer.
-¡No puedo regresar!- Dijo exaltado y con los ojos bien abiertos. -Huí de ahí y no pienso volver- Afirmó aunque el rubio no entendiera de que estaba hablando.
Con la mano se cubrió parte del rostro levantándose además el fleco con una gran cara de preocupación. "Mierda, ¿ahora que haré?". Entre tanto el samurai que los habia estado observando hasta ahora decidió hacer caso omiso a lo ocurrido, suspirando y encogiéndose de hombros mientras se iba a patrullar a otra zona, no le interesaba ya lo que ocurriera en esos lares.
-Con suerte podré arrestar a algún ladrón en otro lado, quizás si voy a...- Pensaba en voz alta mintras se marchaba.