15/05/2016, 16:11
Sus palabras fueron recompensadas con una dulce y jovial risa por parte de la chica, que colaboraron a la hora de reducir las tensiones. Gracias a ello, parece que encontró las palabras para continuar.
—Sí, bueno…En realidad mi señor Kazuma llegó para provocar todo un estado de "terror" en la mansión.
»Era un muchachito agresivo, desobediente e incontrolable. Jamás soltaba su espada o se atrevía a hablar con alguien y amenazaba a todos con ella. Todas las criadas le teníamos miedo, pero como era alguien muy importante para nuestro jefe no nos atrevíamos a disciplinarlo. Un día estaba más descontrolado de lo normal y antes de darme cuenta le di una bofetada para que se comportara. Fue la primera y única vez que le vi llorar, por lo que me sentí muy culpable. Luego de aquel incidente pase varios días sin verlo, e incluso llegué a pensar que despedirán a la señora a la cual estaba cubriendo.
Katsue asintió, con lentitud. Podía entender que algo malo le paso, y el trauma fuese más fuerte que el pobre niño. También que nadie se atreviera a tocarlo, especialmente si todas eran criadas sin trato con su jefe. Solo ella tuvo el valor para ponerle en su sitio cuando hizo falta.
»Cuando el señor Tensei me llamó pensé que era el fin —aseguró—pero pese a todo lo que temía, lo que hizo fue preguntarme como había hecho para que su protegido se quedará tan tranquilo durante aquellos días. Antes de darme cuenta era la única a la que mi señor Kazuma hacía caso. Aquello me gano un puesto como su guardiana y toda la educación necesaria para actuar como tal...
Una tenue sonrisa se formó en el rostro de Katsue. No estaba acostumbrada a escuchar historias, pero desde luego, esa era una buena.
— Ya veo... — dijo entonces — Ha crecido contigo como protectora. No deberías tener nada que temer.
Así, con esas sencillas y secas palabras, Katsue dijo lo que pensó en ese momento. Puede que fuesen para reconfortar, aunque era muy torpe socialmente hablando. Aun así, la chiquilla seguía interesandole bastante.
— ¿Qué tipo de entrenamiento recibe una guardiana?
____________________________________________________________________________________
—Ya veo… —Dijo el Ishimura en cuanto percibió la leve ausencia de su narrador.
Juro volvió a fijarse en Kazuma. Mantuvo el embobamiento durante unos segundos más, hasta que espabiló de nuevo, como si le hubiesen dado una bofetada.
— Oh, perdon... — no supo bien que decir ante ello, nunca le había pasado.
Trató de retomar el hilo. ¿Por donde iban? Ya había contado cuando le daba con la técnica de agua... y también cuando el atacaba... Si, solo le quedaba la parte final. Por mucho que le costase, esta vez la contaría.
— Bueno, en cuanto lance el humo, Ayame aprovechó. Los dos bushin desaparecieron, y desde su humo surgieron dos shuriken atados con hilos, que se enredaron en mi cuerpo, ya que me expuse demasiado al lanzar la técnica. No tuve tiempo de desatarme, y cuando quise darme cuenta, Ayame se había lanzado hacia mi con su brazo otra vez enorme...
» El golpe me dejo más o menos como me ves ahora, quiza algo peor. Atado y con semejante golpe, comprenderas que no pude hacer nada... — mencionó — Ayame tras ver esto sacó su kunai y me desató. Podría haberme hecho cualquier cosa. Desde luego, no le guardó rencor como rival. Y así fue...
Quizá lo había dicho muy rapido. Simplemente no quiso mantenerlo más tiempo. Solo escupió lo que restaba de pelea, la parte más bochornosa. Cuando perdía.
—Sí, bueno…En realidad mi señor Kazuma llegó para provocar todo un estado de "terror" en la mansión.
»Era un muchachito agresivo, desobediente e incontrolable. Jamás soltaba su espada o se atrevía a hablar con alguien y amenazaba a todos con ella. Todas las criadas le teníamos miedo, pero como era alguien muy importante para nuestro jefe no nos atrevíamos a disciplinarlo. Un día estaba más descontrolado de lo normal y antes de darme cuenta le di una bofetada para que se comportara. Fue la primera y única vez que le vi llorar, por lo que me sentí muy culpable. Luego de aquel incidente pase varios días sin verlo, e incluso llegué a pensar que despedirán a la señora a la cual estaba cubriendo.
Katsue asintió, con lentitud. Podía entender que algo malo le paso, y el trauma fuese más fuerte que el pobre niño. También que nadie se atreviera a tocarlo, especialmente si todas eran criadas sin trato con su jefe. Solo ella tuvo el valor para ponerle en su sitio cuando hizo falta.
»Cuando el señor Tensei me llamó pensé que era el fin —aseguró—pero pese a todo lo que temía, lo que hizo fue preguntarme como había hecho para que su protegido se quedará tan tranquilo durante aquellos días. Antes de darme cuenta era la única a la que mi señor Kazuma hacía caso. Aquello me gano un puesto como su guardiana y toda la educación necesaria para actuar como tal...
Una tenue sonrisa se formó en el rostro de Katsue. No estaba acostumbrada a escuchar historias, pero desde luego, esa era una buena.
— Ya veo... — dijo entonces — Ha crecido contigo como protectora. No deberías tener nada que temer.
Así, con esas sencillas y secas palabras, Katsue dijo lo que pensó en ese momento. Puede que fuesen para reconfortar, aunque era muy torpe socialmente hablando. Aun así, la chiquilla seguía interesandole bastante.
— ¿Qué tipo de entrenamiento recibe una guardiana?
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—Ya veo… —Dijo el Ishimura en cuanto percibió la leve ausencia de su narrador.
Juro volvió a fijarse en Kazuma. Mantuvo el embobamiento durante unos segundos más, hasta que espabiló de nuevo, como si le hubiesen dado una bofetada.
— Oh, perdon... — no supo bien que decir ante ello, nunca le había pasado.
Trató de retomar el hilo. ¿Por donde iban? Ya había contado cuando le daba con la técnica de agua... y también cuando el atacaba... Si, solo le quedaba la parte final. Por mucho que le costase, esta vez la contaría.
— Bueno, en cuanto lance el humo, Ayame aprovechó. Los dos bushin desaparecieron, y desde su humo surgieron dos shuriken atados con hilos, que se enredaron en mi cuerpo, ya que me expuse demasiado al lanzar la técnica. No tuve tiempo de desatarme, y cuando quise darme cuenta, Ayame se había lanzado hacia mi con su brazo otra vez enorme...
» El golpe me dejo más o menos como me ves ahora, quiza algo peor. Atado y con semejante golpe, comprenderas que no pude hacer nada... — mencionó — Ayame tras ver esto sacó su kunai y me desató. Podría haberme hecho cualquier cosa. Desde luego, no le guardó rencor como rival. Y así fue...
Quizá lo había dicho muy rapido. Simplemente no quiso mantenerlo más tiempo. Solo escupió lo que restaba de pelea, la parte más bochornosa. Cuando perdía.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60