15/05/2016, 19:09
Así que para salvar vidas, ¿eh?, pensó Datsue, mientras oía la explicación de Eri. Un noble motivo, desde luego. Mejor que el que tenía yo. De pronto, ella puso las manos sobre sus hombros y se alejó.
—No me merezco que me consueles, soy la deshonra de todo shinobi y de mi villa entera, pero... —Sus manos se cerraron en un gesto de rabia—. Aún así sigo recibiendo órdenes y participando en este torneo, porque es lo único que sé hacer y lo que he querido desde el principio...
Datsue suspiró. No sabía si decirle la verdad o mentirle. Aquel día había soltado ya suficientes mentiras como para sonrojar a un embustero, aunque también había tenido su momento de sinceridad…
Suspiró de nuevo.
—¿Sabes que creo? —preguntó Datsue, con una pequeña sonrisa—. Creo que eres como los protagonistas de las novelas de fantasía que suelo leer. Al principio son débiles, tan insignificantes que ni siquiera creen en si mismos… Pero en su interior guardan una fuerza superior al resto, oculta. Creo que tu fuerza reside en tu bondad. En ese noble objetivo tuyo de querer salvar y proteger a los demás. Y, creo... No, estoy convencido—se corrigió—, de que al final conseguirás convertir esa bondad tuya en fuerza. Y entonces serás más fuerte que nadie —afirmó, y su sonrisa se ensanchó—. Obviamente, te queda un camino largo que recorrer. Estás al principio de la novela, como quién dice. Caerás. Incontables veces. Pero con caída te levantarás, cada vez más fuerte, y un día, recordarás con nostalgia estos días. Porque te parecerá gracioso que dudases tanto de ti.
»Y sí, estoy convencido de que ahora piensas que lo digo para consolarte. Simples palabras bonitas. Pero, ¿sabes por qué lo sé? —Datsue se inclinó hacia ella y fijó sus ojos sobre los suyos, a apenas centímetros de distancia—. Porque lo veo. Porque veo esa fuerza en ti. Y créeme —se llevó el dedo índice a la sien, y su reluciente Sharingan se activó, mostrando dos aspas alrededor de la pupila—, mis ojos no me engañan. Nunca lo han hecho.
¿Cómo se le llamaba a esto? Ah, sí, ya me acuerdo… Mentira piadosa. Bueno, al menos eso está bien visto en la sociedad, ¿no? Datsue esbozó una disimulada sonrisa, mientras se echaba de nuevo hacia atrás y esperaba la respuesta de Eri. Lo que sí es preocupante ha sido mi discurso improvisado. Muy por debajo del nivel que puedo dar. Para la próxima tengo que echarle más salsa, más picante… Quizá sazonarlo con el esfuerzo… Sí, ese rollo de la fuerza de la voluntad y nunca rendirse nunca pasa de moda. En fin, espero que al menos mi truquito del Sharingan haya maquillado el resto. Ese as siempre me funciona cuando lo muestro, especialmente con las chicas…
—No me merezco que me consueles, soy la deshonra de todo shinobi y de mi villa entera, pero... —Sus manos se cerraron en un gesto de rabia—. Aún así sigo recibiendo órdenes y participando en este torneo, porque es lo único que sé hacer y lo que he querido desde el principio...
Datsue suspiró. No sabía si decirle la verdad o mentirle. Aquel día había soltado ya suficientes mentiras como para sonrojar a un embustero, aunque también había tenido su momento de sinceridad…
Suspiró de nuevo.
—¿Sabes que creo? —preguntó Datsue, con una pequeña sonrisa—. Creo que eres como los protagonistas de las novelas de fantasía que suelo leer. Al principio son débiles, tan insignificantes que ni siquiera creen en si mismos… Pero en su interior guardan una fuerza superior al resto, oculta. Creo que tu fuerza reside en tu bondad. En ese noble objetivo tuyo de querer salvar y proteger a los demás. Y, creo... No, estoy convencido—se corrigió—, de que al final conseguirás convertir esa bondad tuya en fuerza. Y entonces serás más fuerte que nadie —afirmó, y su sonrisa se ensanchó—. Obviamente, te queda un camino largo que recorrer. Estás al principio de la novela, como quién dice. Caerás. Incontables veces. Pero con caída te levantarás, cada vez más fuerte, y un día, recordarás con nostalgia estos días. Porque te parecerá gracioso que dudases tanto de ti.
»Y sí, estoy convencido de que ahora piensas que lo digo para consolarte. Simples palabras bonitas. Pero, ¿sabes por qué lo sé? —Datsue se inclinó hacia ella y fijó sus ojos sobre los suyos, a apenas centímetros de distancia—. Porque lo veo. Porque veo esa fuerza en ti. Y créeme —se llevó el dedo índice a la sien, y su reluciente Sharingan se activó, mostrando dos aspas alrededor de la pupila—, mis ojos no me engañan. Nunca lo han hecho.
¿Cómo se le llamaba a esto? Ah, sí, ya me acuerdo… Mentira piadosa. Bueno, al menos eso está bien visto en la sociedad, ¿no? Datsue esbozó una disimulada sonrisa, mientras se echaba de nuevo hacia atrás y esperaba la respuesta de Eri. Lo que sí es preocupante ha sido mi discurso improvisado. Muy por debajo del nivel que puedo dar. Para la próxima tengo que echarle más salsa, más picante… Quizá sazonarlo con el esfuerzo… Sí, ese rollo de la fuerza de la voluntad y nunca rendirse nunca pasa de moda. En fin, espero que al menos mi truquito del Sharingan haya maquillado el resto. Ese as siempre me funciona cuando lo muestro, especialmente con las chicas…
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado