15/05/2016, 23:53
Ante el comentario de la chica, Len respondía con confianza y alegría, negando completamente la cruda realidad. No hacía mas que mirar hacia los lados para mascar la tragedia, no hacían mas que jugarse el físico permaneciendo en aquella cola hacia un local que a saber qué vendía. Sin duda, no era un lugar sacado de un cuento de hadas.
—Ya... claro...
Los ánimos de la Sarutobi no estaban para tirar cohetes. La verdad, estaba arrepintiéndose bastante de haberle dicho a ese inquieto y dulce trocito de cielo rubio de salir a comer. Pero en fin, también quedaba el pensar que aún estaban dentro de Amegakure, jamás se le ocurriría a un maleante meterse con un shinobi, era una idea absurda.
No tardó en formarse una buena pelea casi al lado. Un jaleo de aúpa, que no tardó un solo instante en ser retenida por el "guarda" del local. Sin embargo, ésto no retuvo la fogosidad de los implicados, que siguieron dándose de hostias justo donde el portero del sitio les había plantado. Absurdo y sin sentido, pero para ellos era una forma de vida, dejando bien claro quién era el macho alfa. Nada en lo que la chica debiese meterse, no le beneficiaba en absoluto.
Len por su parte le vio el lado positivo al hecho, haciendo gala de que la cola avanzaba rápido. Obvio que avanzaría rapido si todos se implicaban en una pelea callejera de semejante estilo...
—Si, ya veo que avanza bien rápido...— Contestó con desdén.
¿De verdad ese chico no estaba viendo ésa realidad? Parecía irónico, el chico sí que vivía en un cuento de hadas.
—Ya... claro...
Los ánimos de la Sarutobi no estaban para tirar cohetes. La verdad, estaba arrepintiéndose bastante de haberle dicho a ese inquieto y dulce trocito de cielo rubio de salir a comer. Pero en fin, también quedaba el pensar que aún estaban dentro de Amegakure, jamás se le ocurriría a un maleante meterse con un shinobi, era una idea absurda.
No tardó en formarse una buena pelea casi al lado. Un jaleo de aúpa, que no tardó un solo instante en ser retenida por el "guarda" del local. Sin embargo, ésto no retuvo la fogosidad de los implicados, que siguieron dándose de hostias justo donde el portero del sitio les había plantado. Absurdo y sin sentido, pero para ellos era una forma de vida, dejando bien claro quién era el macho alfa. Nada en lo que la chica debiese meterse, no le beneficiaba en absoluto.
Len por su parte le vio el lado positivo al hecho, haciendo gala de que la cola avanzaba rápido. Obvio que avanzaría rapido si todos se implicaban en una pelea callejera de semejante estilo...
—Si, ya veo que avanza bien rápido...— Contestó con desdén.
¿De verdad ese chico no estaba viendo ésa realidad? Parecía irónico, el chico sí que vivía en un cuento de hadas.