20/05/2016, 00:47
La arremetida del tiburón se vio rápidamente contrarrestada con lo que pareció ser un aceptable movimiento defensivo, donde Daruu optó por no alejarse completamente de su brazo sino, por el contrario, poner sobre el mismo un agarre. Le serviría para aplicar una llave que podría estampar al tiburón contra el suelo por encima de la espalda de su contrincante, de no ser porque aquel brazo que creyó tomar con la fuerza necesaria para aplicar su movimiento se deslizó, sencillamente, de sus manos; como si sus poros se hubiesen atiborrado de vaselina.
No obstante, se trataba simplemente de la técnica característica de su clan, aunque probablemente Daruu no lo sabría. No sabría por qué el brazo de su oponente se le escaparía tan fácil, ni sabría por qué sus manos habían quedado cubiertas de agua.
Kaido quedó afortunadamente a espaldas de su oponente, quien a pesar de no haber completado la llave, pareció quedar en una posición poco privilegiada. Y el tiburón aprovechó los pocos segundos que tenía para actuar, estirando su pierna derecha directamente hacia el tobillo de Daruu. Su intención era hacerle perder el balance que la postura de esa misma pierna le daba en ese instante, aunque no sabía si el pelinegro sería lo suficientemente resuelto como para lograr zafarse del ataque rastrero que Kaido le había propinado.
De cualquier manera, esperaría al resultado para decidir su próximo movimiento. Aunque sus manos no se quedarían precisamente quietas, a la espera de propinar en cualquier momento su próximo ataque.
No obstante, se trataba simplemente de la técnica característica de su clan, aunque probablemente Daruu no lo sabría. No sabría por qué el brazo de su oponente se le escaparía tan fácil, ni sabría por qué sus manos habían quedado cubiertas de agua.
Kaido quedó afortunadamente a espaldas de su oponente, quien a pesar de no haber completado la llave, pareció quedar en una posición poco privilegiada. Y el tiburón aprovechó los pocos segundos que tenía para actuar, estirando su pierna derecha directamente hacia el tobillo de Daruu. Su intención era hacerle perder el balance que la postura de esa misma pierna le daba en ese instante, aunque no sabía si el pelinegro sería lo suficientemente resuelto como para lograr zafarse del ataque rastrero que Kaido le había propinado.
De cualquier manera, esperaría al resultado para decidir su próximo movimiento. Aunque sus manos no se quedarían precisamente quietas, a la espera de propinar en cualquier momento su próximo ataque.