30/05/2016, 01:29
Una sonrisa se le dibujó en el rostro al escucharle la respuesta y la verdad que por un instante estuvo por atraparle entre sus brazos y estrujarlo contra sus pechos como bien sabía que a él le gustaba pero se contuvo y le dejó retirarse a buscar su ropa, supuestamente para terminar el asunto del asesino que los tenía allí dando vueltas.
—Bien entonces. —Respondió alegre en lo que se sentaba sobre el colchón para buscar con la mirada su ropa, ignorando totalmente las pintas de Datsue que solo le servían para golpearle de lleno la moral.
No tardó demasiado en localizar todas sus prendas, a un lado de la cama, algo desorganizadas pero allí estaban todas por suerte, no tendría que pasearse por toda la habitación como tenía que hacer el Uchiha. Puede que haya tardado un poco de más en comparación con el chico pero era porque necesitaba dedicarle más atención de la usual siendo que toda su ropa iba ajustada a su cuerpo.
Para cuando el chico se dio vuelta a mirarle ella apenas si se había puesto el pantalón de redecillas y el short deportivo, seguía descalza y sin la playera con su atención centrada en el busto el cual acomodaba bien dentro del sostén asegurándose de no mostrar nada de más. —¿Ya estás? —Consultó despreocupada terminando sus asuntos con la ropa interior para luego echarse encima la playera y repetir el proceso de acomodarse los senos para evitarse molestias.
Los brazaletes que usualmente llevaba consigo nunca ofrecieron resistencia así que en un instante se los puso y finalmente acomodó el portaobjetos y la katana en sus lugares. Pero no estaba lista, no sin antes peinarse aunque sea un poco.
—Si quieres ve bajando, yo en unos minutos iré. —Dijo al fin tomando el cepillo que guardaba en su portaobjetos para comenzar a peinar su dorada y brillosa cabellera para justamente dejarla impecable, tras dormir obviamente se había revuelto un poco pero enseguida lo solucionaría.
—Bien entonces. —Respondió alegre en lo que se sentaba sobre el colchón para buscar con la mirada su ropa, ignorando totalmente las pintas de Datsue que solo le servían para golpearle de lleno la moral.
No tardó demasiado en localizar todas sus prendas, a un lado de la cama, algo desorganizadas pero allí estaban todas por suerte, no tendría que pasearse por toda la habitación como tenía que hacer el Uchiha. Puede que haya tardado un poco de más en comparación con el chico pero era porque necesitaba dedicarle más atención de la usual siendo que toda su ropa iba ajustada a su cuerpo.
Para cuando el chico se dio vuelta a mirarle ella apenas si se había puesto el pantalón de redecillas y el short deportivo, seguía descalza y sin la playera con su atención centrada en el busto el cual acomodaba bien dentro del sostén asegurándose de no mostrar nada de más. —¿Ya estás? —Consultó despreocupada terminando sus asuntos con la ropa interior para luego echarse encima la playera y repetir el proceso de acomodarse los senos para evitarse molestias.
Los brazaletes que usualmente llevaba consigo nunca ofrecieron resistencia así que en un instante se los puso y finalmente acomodó el portaobjetos y la katana en sus lugares. Pero no estaba lista, no sin antes peinarse aunque sea un poco.
—Si quieres ve bajando, yo en unos minutos iré. —Dijo al fin tomando el cepillo que guardaba en su portaobjetos para comenzar a peinar su dorada y brillosa cabellera para justamente dejarla impecable, tras dormir obviamente se había revuelto un poco pero enseguida lo solucionaría.