1/06/2016, 21:34
Kaido debió admitir que Daruu sabía pelear. No cualquiera habría podido reaccionar tan rápido ante semejante desliz, salvándose además de lo que habría sido el segundo ataque del tiburón. Pero lejos de caer, el pelinegro logró darse la vuelta y dar un pequeño salto; que le permitiría evitar la zancadilla de su oponente. Pero no sólo se trató de una acción defensiva sino que también aprovechó el alzamiento de su cuerpo para estirar sus rodillas y disponer de la longitud necesaria como para que al caer pudiese llevarse consigo la pierna de Kaido, lo que sería catastrófico para sus huesos de completarse el movimiento.
No obstante, la velocidad con la que el escualo embistió la pierna el escualo le permitió dar vuelta a su cuerpo tan pronto como su extremidad pasó por debajo de Daruu, evitando así que la caída se llevase consigo su rodilla y probablemente su posibilidad de caminar normal de nuevo. Aunque, claro está, aún podía licuar su cuerpo, pero no quería abusar de ello y delatarse demasiado durante el combate.
Pero Daruu no acabó allí. Apenas su trasero tocó el suelo, volvió a alzar la pierna e intentó propinar un golpetazo en la barbilla de Kaido. Aunque él pudo disponer de ambos brazos para detener el avance de dicha pierna, aunque parte del botin sí que llegó a tocar un poco su papada. Le golpeó, pero no certeramente.
De cualquier forma, Kaido sostendría esa extremidad con la que Daruu atacó, y usó su propia pierna derecha para afienzarla en el suelo cerca de la otra pierna de Daruu a modo de bloquear un posible ataque. Y usaría la suya libre, es decir, la izquierda; para darle un golpe certero en el muslo interior, muy cerca de los cojones.
—¡bolas atronadoras!
No obstante, la velocidad con la que el escualo embistió la pierna el escualo le permitió dar vuelta a su cuerpo tan pronto como su extremidad pasó por debajo de Daruu, evitando así que la caída se llevase consigo su rodilla y probablemente su posibilidad de caminar normal de nuevo. Aunque, claro está, aún podía licuar su cuerpo, pero no quería abusar de ello y delatarse demasiado durante el combate.
Pero Daruu no acabó allí. Apenas su trasero tocó el suelo, volvió a alzar la pierna e intentó propinar un golpetazo en la barbilla de Kaido. Aunque él pudo disponer de ambos brazos para detener el avance de dicha pierna, aunque parte del botin sí que llegó a tocar un poco su papada. Le golpeó, pero no certeramente.
De cualquier forma, Kaido sostendría esa extremidad con la que Daruu atacó, y usó su propia pierna derecha para afienzarla en el suelo cerca de la otra pierna de Daruu a modo de bloquear un posible ataque. Y usaría la suya libre, es decir, la izquierda; para darle un golpe certero en el muslo interior, muy cerca de los cojones.
—¡bolas atronadoras!