3/06/2016, 18:20
—¿¡Qué demonios está pasando aquí!?
No, no era el omoide. A ella le ocurría lo mismo. Cuando quiso buscarle lógica a todo aquello, se encontró siendo zarandeado por Anzu como un muñeco roto. Hubiese querido zafarse del agarre, pero sentía tanta fuerza entorno a la mano de la kunoichi que dudaba poder hacerle siquiera cosquillas.
—¡Tú! ¡Tú lo sabes, tienes que saberlo! ¡Tú conocías a aquel tipo, te disfrazaste de él! ¿¡Qué es esto, una broma!? ¿¡Es una broma!? Porque si lo es, ¡te juro que estoy a punto de hacer algo estúpido!
Datsue esbozó una mueca de incredulidad.
—¿Una broma? ¡Pero si fuiste tú quien me metió en todo esto! Una pequeña estafa, te dije. Algo sencillo y rápido. Limpio y seguro. Pero no… La niña quería jugársela al jodido capo de Shinogi-to. ¡Es tu culpa! —la acusó, colérico. Sin embargo, bien sabía que sus palabras perdían fuerza mientras se encontrase en su actual posición de inferioridad, siendo sujetado por el cuello. Por eso, tendría que atacar—. Tendría que haber venido con Kunie. ¡Ella sí que sabía moverse en situaciones como esta! ¡Como un pez en el agua! —todavía recordaba la que había liado en aquel pueblo del País de la Roca—. ¡Y además era guapa! —dardo directo al corazón, el mejor ataque que Datsue hubiese podido hacer jamás—. Al final acabó enamorándose de mí, claro, y… —dudaba mucho que alguien dejase plantado en la primera “cita” a una persona de la cual se había enamorado—. Bueno, decidí no mezclar lo personal con lo profesional. ¡Pero no veas cuanto me arrepiento, visto lo visto!
No, no era el omoide. A ella le ocurría lo mismo. Cuando quiso buscarle lógica a todo aquello, se encontró siendo zarandeado por Anzu como un muñeco roto. Hubiese querido zafarse del agarre, pero sentía tanta fuerza entorno a la mano de la kunoichi que dudaba poder hacerle siquiera cosquillas.
—¡Tú! ¡Tú lo sabes, tienes que saberlo! ¡Tú conocías a aquel tipo, te disfrazaste de él! ¿¡Qué es esto, una broma!? ¿¡Es una broma!? Porque si lo es, ¡te juro que estoy a punto de hacer algo estúpido!
Datsue esbozó una mueca de incredulidad.
—¿Una broma? ¡Pero si fuiste tú quien me metió en todo esto! Una pequeña estafa, te dije. Algo sencillo y rápido. Limpio y seguro. Pero no… La niña quería jugársela al jodido capo de Shinogi-to. ¡Es tu culpa! —la acusó, colérico. Sin embargo, bien sabía que sus palabras perdían fuerza mientras se encontrase en su actual posición de inferioridad, siendo sujetado por el cuello. Por eso, tendría que atacar—. Tendría que haber venido con Kunie. ¡Ella sí que sabía moverse en situaciones como esta! ¡Como un pez en el agua! —todavía recordaba la que había liado en aquel pueblo del País de la Roca—. ¡Y además era guapa! —dardo directo al corazón, el mejor ataque que Datsue hubiese podido hacer jamás—. Al final acabó enamorándose de mí, claro, y… —dudaba mucho que alguien dejase plantado en la primera “cita” a una persona de la cual se había enamorado—. Bueno, decidí no mezclar lo personal con lo profesional. ¡Pero no veas cuanto me arrepiento, visto lo visto!
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado