«na na na na na NA na na NA NA na na na N....
Sus entretenidos cánticos interiores se cortaron bruscamente y Karamaru afinó todos sus sentidos. "Clap, Clap, Clap" era lo que escuchaba y con un leve levantamiento de su mirada pudo ver los pies de alguien bajando las escaleras. ¿Era él? Pocos segundos después lo comprobaría.
Llevaba una vestimenta azul, una yukata azul para ser específicos. Pero como era normal el calvo no se fijaba en su ropa si no en su rostro. Una melena negra, aunque algo corta para llamarse una completa melena, acompañaba unos rasgos finos y una cara para nada desagradable. Una cara que llevaba a un punto central que sorprendió a Karamaru: los ojos.
Eran profundos, negros y oscuros. Parecía una mirada sería y un poco incomodante depende de en que angulo se mirasen pero por sobretodo eran, profundos. Pasó por su lado y devolvió su saludo con un simple movimiento de la cabeza.
Si que le gusta desayunar potente a este tal Datsue...
Doble bebida y unas cuantas tostadas de gustos diferentes eran el primer plato del día para el shinobi de Taki. Para el calvo, solo era su simple y común té.
Pero por suerte no se hizo demorar. Apenas terminó el pedido se acercó a una mesa cercana a la del monje y comenzó la conversación.
Tú debes de ser Karamaru, ¿me equivoco?
Parece que al fin nos encontramos. Y estas en lo correcto, soy Karamaru del clan Habaki de Amegakure- el cenobita le estiró su mano derecha para darse un saludo de manos inclinando un poco su silla- ¿Datsue, verdad? Eres el novio de Noemi.
Sus entretenidos cánticos interiores se cortaron bruscamente y Karamaru afinó todos sus sentidos. "Clap, Clap, Clap" era lo que escuchaba y con un leve levantamiento de su mirada pudo ver los pies de alguien bajando las escaleras. ¿Era él? Pocos segundos después lo comprobaría.
Llevaba una vestimenta azul, una yukata azul para ser específicos. Pero como era normal el calvo no se fijaba en su ropa si no en su rostro. Una melena negra, aunque algo corta para llamarse una completa melena, acompañaba unos rasgos finos y una cara para nada desagradable. Una cara que llevaba a un punto central que sorprendió a Karamaru: los ojos.
Eran profundos, negros y oscuros. Parecía una mirada sería y un poco incomodante depende de en que angulo se mirasen pero por sobretodo eran, profundos. Pasó por su lado y devolvió su saludo con un simple movimiento de la cabeza.
Si que le gusta desayunar potente a este tal Datsue...
Doble bebida y unas cuantas tostadas de gustos diferentes eran el primer plato del día para el shinobi de Taki. Para el calvo, solo era su simple y común té.
Pero por suerte no se hizo demorar. Apenas terminó el pedido se acercó a una mesa cercana a la del monje y comenzó la conversación.
Tú debes de ser Karamaru, ¿me equivoco?
Parece que al fin nos encontramos. Y estas en lo correcto, soy Karamaru del clan Habaki de Amegakure- el cenobita le estiró su mano derecha para darse un saludo de manos inclinando un poco su silla- ¿Datsue, verdad? Eres el novio de Noemi.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘