8/06/2016, 03:04
Con la poca gente que había en la posada Noemi tenía sencillo el escuchar la conversación entre aquellos dos, tenía demasiada curiosidad por saber qué tipo de cosas podrían llegar a estar hablando o mismo si iban a comentar algo negativo de ella. Después de todo tiene sabido que en general los hombres suelen contarse todo respecto de chicas y tal. ~O tal vez Datsue se ponga a presumir que durmió conmigo. ~Pensó con una ligera sonrisita de satisfacción en el rostro mientras se asomaba ligeramente para verificar que ambos siguieran allí.
De cualquier manera el calvo dio a entender que de algo lo identificaba al otro, con un comentario que hizo que la rubia se retorciera un poco en su lugar y hasta se ruborizara. ~¿Novia? ~Repitió aunque su expresión era más de placer que cualquier otra cosa pero por suerte no emitió ningún sonido.
Lo importante a final de cuentas era la respuesta del Uchiha que casi podría compararse con un puñal al corazón de la rubia. Esa casi negativa tan seca y fría le borró casi al instante la sonrisita y la obligó a asomarse con una mirada casi lastimosa. ~Pero… ~
¡Aún había más! Datsue no paraba de darle a la labia y seguía golpeando a la rubia indirectamente hasta el punto en que simplemente se levantó y con pies de plomo se devolvió a su habitación, irradiando una deprimente aura digna de un entierro y… ¡Oh sorpresa! Justo habían llegado el día en que hubo un asesinato y por ende su nuevo estado de ánimo pegaba perfectamente.
—Habíamos quedado que si… —Susurró para sí misma cerrando la puerta con llave en lo que se echaba boca abajo sobre su cama.
De cualquier manera el calvo dio a entender que de algo lo identificaba al otro, con un comentario que hizo que la rubia se retorciera un poco en su lugar y hasta se ruborizara. ~¿Novia? ~Repitió aunque su expresión era más de placer que cualquier otra cosa pero por suerte no emitió ningún sonido.
Lo importante a final de cuentas era la respuesta del Uchiha que casi podría compararse con un puñal al corazón de la rubia. Esa casi negativa tan seca y fría le borró casi al instante la sonrisita y la obligó a asomarse con una mirada casi lastimosa. ~Pero… ~
¡Aún había más! Datsue no paraba de darle a la labia y seguía golpeando a la rubia indirectamente hasta el punto en que simplemente se levantó y con pies de plomo se devolvió a su habitación, irradiando una deprimente aura digna de un entierro y… ¡Oh sorpresa! Justo habían llegado el día en que hubo un asesinato y por ende su nuevo estado de ánimo pegaba perfectamente.
—Habíamos quedado que si… —Susurró para sí misma cerrando la puerta con llave en lo que se echaba boca abajo sobre su cama.