8/06/2016, 11:33
(Última modificación: 8/06/2016, 11:34 por Uzumaki Eri.)
—Si lo coges por el otro lado sería perfecto —respondió Datsue, con el brazo derecho del hombre por encima de sus hombros—. Vamos.
Eri asintió y tomó por el lado apuesto al de Datsue al hombre, que, aun siguiendo con vida - a duras penas -, no ponía de su parte y todo el peso resultaba muerto, por lo cual tenían que cargar con algo parecido a un cadáver ¿A qué le sonaba eso? Bueno... ¡Pero no lo estaba! ''Me darán un premio por mi lógica aplastante, o por tener una gran memoria...''
Dejó a un lado sus pensamientos y se dedicó a centrarse en la tarea que se le había asignado. El único sonido que les acompañaba eran los pies del anciano siendo arrastrado por ambos jóvenes, y, a su vez, las pisadas de éstos. Eri miraba, entre distraída y concentrada, al vacío entre los árboles que la rodeaban. Pensaba en cuánto podrían tardar en llegar a los Dojos y dejar al pobre hombre en el hospital, pensaba en los caminos que tenían que tomar y recorrer... Pensaba, solo pensaba.
Pero no pesaba en la lanza que habían encontrado hundida en el hombro de aquel pobre viejo, ni en el responsable o los responsables de aquella desgracia.
Escuchó las pisadas sobre el agua aglomerada en el suelo, y ésta se detuvo ante ellos, ante el sonido de algo parecido a un chasquido. Así, la tierra firme que se encontraba bajo sus dos acompañantes y ella se desvaneció, entonces, todo pasó a cámara lenta: su estómago dio un vuelco, y el corazón comenzó a palpitar en sus sienes mientras se desprendía del agarre que ejercía sobre el anciano, cayendo a un lugar oscuro. Estaba tan paralizada que no lograba emitir órdenes coherentes a sus extremidades mientras chillaba de forma aguda, cual niña asustada.
Tampoco es que se alejase de la realidad.
Fueron su trasero y su espalda los que sintieron de nuevo tierra firme bajo ella, haciendo que el aire se escapase de la joven por unos segundos. Cuando logró de nuevo recordar cómo se respiraba, se llevó una mano a los ojos, incorporándose mientras tomaba bocanadas de aire. Le dolía, le dolía muchísimo, pero prefería que le doliese a encontrarse muerta. Unas lágrimas de escaparon por entre ellos mientras se restregaba la tela de su túnica por ellos, intentando en vano ocultar su rostro. ¡Tenía que permanecer firme!
—¡Una trampa! — Dijo Datsue con una voz un tanto diferente a la acostumbrada por la joven, y ésta observó a su alrededor, encontrando al anciano tirado en el suelo. La chica bajó la mano de sus ojos para posarla en sus labios, ahogando un chillido, y, rápidamente, fue a sentar al anciano para que no terminase ahogándose con el poco agua que se encontraba allí. ''Parece... Un pozo... Pero... ¿Cómo? Esto no estaba aquí antes...''
—O muy mala suerte... — Añadió una vez dejó al anciano en una buena posición, acercándose al shinobi con piernas temblorosas, todavía sin recuperarse del shock que estaba sufriendo en aquellos momentos, olvidándose del dolor que sentía en sus costillas. Sin embargo, lo encontró mirando al suelo. Eri miró hacia el lugar al que observaba el moreno, encontrando un sello con un kanji inscrito en él que la muchacha no podía distinguir con claridad, fruto del vaivén del agua a los alrededores del Uchiha. —¿Qu-qué pasa, Datsue-san? — Preguntó, aumentando su nerviosismo.
Entonces, el susodicho miró esta vez a la entrada de la especie de pozo, encontrándose otro Kanji, esta vez Eri pudo leer ''Tierra'' en él, ''¿Qué significa todo esto?''.
—¡¿Qué demonios es todo esto?! —chilló el Uchiha, entrando en pánico.
Eri enmudeció, si Datsue no tenía idea, ¿ella? Estaba nerviosa, con el corazón a mil por hora intentando saltar de su pecho y huir de su posición...
Huir...
—Y... ¿Y si trepamos?
Eri asintió y tomó por el lado apuesto al de Datsue al hombre, que, aun siguiendo con vida - a duras penas -, no ponía de su parte y todo el peso resultaba muerto, por lo cual tenían que cargar con algo parecido a un cadáver ¿A qué le sonaba eso? Bueno... ¡Pero no lo estaba! ''Me darán un premio por mi lógica aplastante, o por tener una gran memoria...''
Dejó a un lado sus pensamientos y se dedicó a centrarse en la tarea que se le había asignado. El único sonido que les acompañaba eran los pies del anciano siendo arrastrado por ambos jóvenes, y, a su vez, las pisadas de éstos. Eri miraba, entre distraída y concentrada, al vacío entre los árboles que la rodeaban. Pensaba en cuánto podrían tardar en llegar a los Dojos y dejar al pobre hombre en el hospital, pensaba en los caminos que tenían que tomar y recorrer... Pensaba, solo pensaba.
Pero no pesaba en la lanza que habían encontrado hundida en el hombro de aquel pobre viejo, ni en el responsable o los responsables de aquella desgracia.
Escuchó las pisadas sobre el agua aglomerada en el suelo, y ésta se detuvo ante ellos, ante el sonido de algo parecido a un chasquido. Así, la tierra firme que se encontraba bajo sus dos acompañantes y ella se desvaneció, entonces, todo pasó a cámara lenta: su estómago dio un vuelco, y el corazón comenzó a palpitar en sus sienes mientras se desprendía del agarre que ejercía sobre el anciano, cayendo a un lugar oscuro. Estaba tan paralizada que no lograba emitir órdenes coherentes a sus extremidades mientras chillaba de forma aguda, cual niña asustada.
Tampoco es que se alejase de la realidad.
Fueron su trasero y su espalda los que sintieron de nuevo tierra firme bajo ella, haciendo que el aire se escapase de la joven por unos segundos. Cuando logró de nuevo recordar cómo se respiraba, se llevó una mano a los ojos, incorporándose mientras tomaba bocanadas de aire. Le dolía, le dolía muchísimo, pero prefería que le doliese a encontrarse muerta. Unas lágrimas de escaparon por entre ellos mientras se restregaba la tela de su túnica por ellos, intentando en vano ocultar su rostro. ¡Tenía que permanecer firme!
—¡Una trampa! — Dijo Datsue con una voz un tanto diferente a la acostumbrada por la joven, y ésta observó a su alrededor, encontrando al anciano tirado en el suelo. La chica bajó la mano de sus ojos para posarla en sus labios, ahogando un chillido, y, rápidamente, fue a sentar al anciano para que no terminase ahogándose con el poco agua que se encontraba allí. ''Parece... Un pozo... Pero... ¿Cómo? Esto no estaba aquí antes...''
—O muy mala suerte... — Añadió una vez dejó al anciano en una buena posición, acercándose al shinobi con piernas temblorosas, todavía sin recuperarse del shock que estaba sufriendo en aquellos momentos, olvidándose del dolor que sentía en sus costillas. Sin embargo, lo encontró mirando al suelo. Eri miró hacia el lugar al que observaba el moreno, encontrando un sello con un kanji inscrito en él que la muchacha no podía distinguir con claridad, fruto del vaivén del agua a los alrededores del Uchiha. —¿Qu-qué pasa, Datsue-san? — Preguntó, aumentando su nerviosismo.
Entonces, el susodicho miró esta vez a la entrada de la especie de pozo, encontrándose otro Kanji, esta vez Eri pudo leer ''Tierra'' en él, ''¿Qué significa todo esto?''.
—¡¿Qué demonios es todo esto?! —chilló el Uchiha, entrando en pánico.
Eri enmudeció, si Datsue no tenía idea, ¿ella? Estaba nerviosa, con el corazón a mil por hora intentando saltar de su pecho y huir de su posición...
Huir...
—Y... ¿Y si trepamos?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)