8/06/2016, 12:24
Mitsuki comenzaba a sospechar que aquel muchacho tenía algún tipo déficit de atención, pues parecía quedarse distraído en ocasiones de una manera un tanto extraña.
— Eh... Pues... Me han hablado muy bien de un sitio de estos especializados en carne, ya sabes, de los que te dan un hornillo para que hagas tu la carne a tu gusto, así que si quieres podemos ir allí. Aunque no estoy 100% seguro de donde está, pero nos las apañamos en llegar, ¿no? —
La idea de ir a un restaurante especializado solo en carnes no le hacía especial ilusión, ya fuese por costumbre o por algo innato ella prefería el pescado. Aún así, prefirió no desilusionar al muchacho que ya se había levantado e incluso ajustado su coleta.
—No estaría mal la verdad— dijo con una sonrisa mientras se ponía en pie para disponerse a seguir a su compañero —Espero que no nos perdamos, este lugar es más grande de lo que parece— advirtió la joven ante las ansias de aventura de su compañero
— Después de comer nos pasamos a ver como está el Señor Cheng, ¿te parece?—
—Es una buena idea, me ha dejado un poco preocupada— respondió la Hyuga mientras dedicaba una mirada fugaz a la puerta por donde se había marchado el anciano —Bueno, deberíamos de ponernos en marcha. Tú gruías— dijo con una cálida sonrisa
— Eh... Pues... Me han hablado muy bien de un sitio de estos especializados en carne, ya sabes, de los que te dan un hornillo para que hagas tu la carne a tu gusto, así que si quieres podemos ir allí. Aunque no estoy 100% seguro de donde está, pero nos las apañamos en llegar, ¿no? —
La idea de ir a un restaurante especializado solo en carnes no le hacía especial ilusión, ya fuese por costumbre o por algo innato ella prefería el pescado. Aún así, prefirió no desilusionar al muchacho que ya se había levantado e incluso ajustado su coleta.
—No estaría mal la verdad— dijo con una sonrisa mientras se ponía en pie para disponerse a seguir a su compañero —Espero que no nos perdamos, este lugar es más grande de lo que parece— advirtió la joven ante las ansias de aventura de su compañero
— Después de comer nos pasamos a ver como está el Señor Cheng, ¿te parece?—
—Es una buena idea, me ha dejado un poco preocupada— respondió la Hyuga mientras dedicaba una mirada fugaz a la puerta por donde se había marchado el anciano —Bueno, deberíamos de ponernos en marcha. Tú gruías— dijo con una cálida sonrisa