10/06/2016, 01:32
Las ilusiones de la kunoichi de Taki se habían resquebrajado de la noche a la mañana, pensó que el chico habría aceptado absolutamente todos los términos y condiciones que a decir verdad no eran demasiados pero a final de cuentas se había equivocado. ~Ha de haberlo dicho para que no diera más vueltas. ~Supuso mientras se revolvía sobre el colchón como si estuviese dispuesta a dormir nuevamente.
Pero no, tenía trabajo por hacer y si su propio compañero era de ese tipo de persona más le valía no fiarse demasiado y poner manos a la obra por sus propios medios. Fue allí cuando la mirada de la rubia se centró en la ventana. —De paso podría sacarme algunos méritos para que Yubiwa me recomiende en el próximo examen. —Susurró para sí misma con los ojos centrados en la ventana que permanecía cerrada, aunque seguramente sería cómico imaginarse a una chica abrazada a una almohada resolviendo un caso de homicidio como el que tenían allí en ese pueblucho.
Con o sin compañeros, Noemi terminó por abrir la dichosa ventana y salió sin mucho más por allí ignorando totalmente el frío. —Se supone que tendría que ir en línea recta, aunque con el asunto del funeral… —Decía para sí misma mientras se las arreglaba para cerrar la ventana mostrándose incapaz de pegarse a las paredes como un ninja debería.
De cualquier manera, logró su cometido y se dejó caer sin más sobre la blanca y helada nieve que por obvios motivos de consistencia terminaron por amortiguar totalmente la caída de la fémina aunque le provocó un potente escalofrío que la recorrió de pies a cabeza. Pero nada que no pudiera manejar abrazándose a sí misma.
Sin más tiempo que perder, la chica se dirigió en línea recta donde teóricamente se ubicaba la casa del tal Ryoma, después de todo frente a esta se suponía que estaba la dichosa casa de la viuda. ~Con un poco de suerte también encuentro al ebrio. ~Se dijo a si misma con una mirada llena de determinación aunque nada le aseguraba que pudiera llegar a conseguir lo que buscaba.
Pero no, tenía trabajo por hacer y si su propio compañero era de ese tipo de persona más le valía no fiarse demasiado y poner manos a la obra por sus propios medios. Fue allí cuando la mirada de la rubia se centró en la ventana. —De paso podría sacarme algunos méritos para que Yubiwa me recomiende en el próximo examen. —Susurró para sí misma con los ojos centrados en la ventana que permanecía cerrada, aunque seguramente sería cómico imaginarse a una chica abrazada a una almohada resolviendo un caso de homicidio como el que tenían allí en ese pueblucho.
Con o sin compañeros, Noemi terminó por abrir la dichosa ventana y salió sin mucho más por allí ignorando totalmente el frío. —Se supone que tendría que ir en línea recta, aunque con el asunto del funeral… —Decía para sí misma mientras se las arreglaba para cerrar la ventana mostrándose incapaz de pegarse a las paredes como un ninja debería.
De cualquier manera, logró su cometido y se dejó caer sin más sobre la blanca y helada nieve que por obvios motivos de consistencia terminaron por amortiguar totalmente la caída de la fémina aunque le provocó un potente escalofrío que la recorrió de pies a cabeza. Pero nada que no pudiera manejar abrazándose a sí misma.
Sin más tiempo que perder, la chica se dirigió en línea recta donde teóricamente se ubicaba la casa del tal Ryoma, después de todo frente a esta se suponía que estaba la dichosa casa de la viuda. ~Con un poco de suerte también encuentro al ebrio. ~Se dijo a si misma con una mirada llena de determinación aunque nada le aseguraba que pudiera llegar a conseguir lo que buscaba.