11/06/2016, 22:37
El chico de rastas halagó de nuevo la manera de palear de la chica, argumentando en ésta ocasión que sus katones eran muy buenos, o al menos de los mejores que había visto. Seguramente eso era una buena noticia, no sonaba para nada a lo contrario. Aunque también podía ser que no hubiese visto a demasiados usuarios de Katon. En fin, a caballo regalado no se le mira los dientes. Además, agradeció el punto favorable que había sacado en su forma de luchar la chica.
Katomi no se contuvo con el comentario del váter, y lo soltó sin censura. Evidentemente, no era su baño el menos higienico, el de Riko tampoco parecía estar en buena condición. Así mismo, destacó que eso no era el único motivo del mal olor, las humedades también podían ser parte de esa deficiencia en el edificio. La chica observó que en su habitación también habían bastantes retales de musgo, y asintió ante la observación del chico.
—Si que es cierto...
Para cuando volvió su mirada al rastas, el chico comentó que esperaba no pasar demasiado tiempo en esa celda. Obviamente, eso era algo que ambos deseaban. A la chica tampoco le apetecía para nada pasar la noche allí.
—A mi tampoco me hace ilusión pasar aquí la noche.— Reiteró. —Bueno, con un poco de suerte el juicio sea a primera hora de la mañana. No creo que un juicio a causa de una tontería se demore para mucho mas... ¿no?
La chica dejó caer un pequeño suspiro, y se agazapó un poco mas sobre sí misma. Estaba recogida sobre sí en un pequeño trozo de la cama, casi parecía ser alérgica a todo aquello que la rodeaba. Eso, o como cuando de pequeño juegas a que el suelo es lava y si la tocas te quemas... pero traspasado y exagerado a que absolutamente todo en la habitación era lava.
Katomi no se contuvo con el comentario del váter, y lo soltó sin censura. Evidentemente, no era su baño el menos higienico, el de Riko tampoco parecía estar en buena condición. Así mismo, destacó que eso no era el único motivo del mal olor, las humedades también podían ser parte de esa deficiencia en el edificio. La chica observó que en su habitación también habían bastantes retales de musgo, y asintió ante la observación del chico.
—Si que es cierto...
Para cuando volvió su mirada al rastas, el chico comentó que esperaba no pasar demasiado tiempo en esa celda. Obviamente, eso era algo que ambos deseaban. A la chica tampoco le apetecía para nada pasar la noche allí.
—A mi tampoco me hace ilusión pasar aquí la noche.— Reiteró. —Bueno, con un poco de suerte el juicio sea a primera hora de la mañana. No creo que un juicio a causa de una tontería se demore para mucho mas... ¿no?
La chica dejó caer un pequeño suspiro, y se agazapó un poco mas sobre sí misma. Estaba recogida sobre sí en un pequeño trozo de la cama, casi parecía ser alérgica a todo aquello que la rodeaba. Eso, o como cuando de pequeño juegas a que el suelo es lava y si la tocas te quemas... pero traspasado y exagerado a que absolutamente todo en la habitación era lava.